cafiche
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DomPeri.
Recibía multitudes de inmigrantes, italianos, españoles, polacos y después también judíos polacos, eslavos y de los Balcanes, que huían de los desordenes y pobreza que había en sus países, por la descomposición del imperio austrohúngaro, después de la primera guerra mundial. Sobre todo eran hombres, jóvenes, peones, de baja formación.
En Buenos Aires escaseaban las mujeres. Se necesitaban muchas prostitutas, para atender a toda esa masa proletaria, y lógicamente en Argentina no se podían conseguir tantas.
Algunos de los judíos eslavos diseñaron, un método para encontrarlas.
Buscaban en las aldeas pobres de sus países de origen a mujeres jóvenes a las que prometían matrimonio cuando llegaran a Buenas Aires.
Generalmente los papeles eran ciertos, y los arreglos con las familias buenos. Les enviaban el dinero para el pasaje pero al llegar a Argentina lógicamente las prostituían.
El nombre de cafiche puede ser una corrupción de caftan, que era la prenda que usaban aquellos judíos originalmente.
Otro método que usaban era enviar a hombres jóvenes del clan, entrenados como captadores. Iban a las aldeas, recomendados por conocidos y concertaban bodas con mujeres jóvenes. Bodas reales, con intervención del rabino y todo. Las seducían, las enamoraban, les prometían una buena vida en Buenos Aires. Las llevaban allí y entonces acababan en burdeles. Eso en el mejor de los casos, porque las que no eran suficientemente jóvenes, o guapas o sanas iban a parar a los campamentos del ferrocarril o a las minas, para servir a los peones.
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Un joven judío se presenta en una aldea y visita al rabino, lleva cartas de recomendación para él de otro rabino de Buenos Aires, fiando del joven y explicando que viaja a su tierra para buscar una mujer joven para casarse con ella y volver a Buenos Aires. Que es solvente económicamente.
Aunque los rumores del engaño de mujeres ya corrían por toda Europa, aparentemente todo era tan correcto que el rabino no sospecha nada.
Además el joven es descendiente de una familia en una aldea cercana, es agradable y correcto en todo, es decir el rabino esta totalmente convencido. Tanto es así, que piensa, seria un buen partido para una de sus hijas, de 17 años, a la que a educado con esmero y para la que desconfía de encontrar un buen partido entre los patanes de la empobrecida aldea.
En cualquier caso, y sin tener nada decidido, le invita a que se quede a cenar e insiste en que esos quince días que va a pasar en la zona buscando novia los pase en su casa, porque que no hay ninguna posada cómoda en los alrededores.
El joven acepta, tras hacerse de rogar y esa noche después de cenar el rabino habla con su mujer. Ella que estaba deslumbrada con la corrección y la buena planta del joven y por lo que contaba durante la cena de la vida en Buenos Aires, se ve encantada de que su hija se case con el y vayan a vivir a Argentina.
Pasan unos días, y los primeros él intenta buscar, pero ya se ha encargado el rabino de que no encuentre a ninguna que pueda interesarle.
Finalmente el rabino le ofrece que se case con su hija pequeña. Le cuenta lo bien que esta educada etc. El muchacho, aunque aparentaba no prestar atención, en la superficial convivencia con la chica en realidad ya la había seleccionado en su mente. Lo que ocurre es que obra con doblez fingiendo indiferencia.
El padre les facilita que hablen, dentro de un orden, claro, siempre con la madre presente, hablan, pasean y lógicamente la niña que ya estaba deslumbrada y a la vez aleccionada por la madre, pues se enamora perdidamente de él. (Al fin y al cabo él es un especialista preparado para eso).
Ni siquiera esperan a los quince días, a los diez ya el rabino les da la bendición.
Inmediatamente viajan en tren por toda Europa hasta Marsella. El la atiende de maravilla, llenándola de detalles, de caricias, besos, etc.
Pero a pesar de que comparten la cama en los hoteles, con el pretexto de que quiere volver a celebrar la ceremonia con sus parientes al llegar a América. La acaricia y la besa, pero no llega a poseerla ta(lógicamente el valor de la “mercancía” es mayor siendo virgen)
En Marsella embarcan en un viejo mercarte, aparentemente ellos son los únicos pasajeros, aunque ella nunca lo puede comprobar. El sigue estando atento, pero no la permite comunicarse con nadie, ni abandonar el camarote, aunque si le proporciona libros para leer. Ella solo sale a cubierta acompañada por él. Su trato continúa igual, pero ya empieza a cambiar el carácter de él; cambia de ropa, viste como los demás tripulantes y pasa el tiempo jugando a cartas con el capitán y los oficiales. Ya no la toca nunca, ni se muestra atento, pretexta el malestar del viaje.
Ella pasa el casi todo el tiempo sola, en el camarote,
De día en día van estando mas distantes.
En una ocasión, al volver mas tarde de lo normal de jugar y beber la encuentra llorando y demacrada. No puede permitir que se estropee la “mercancía”, así que la atiende bien, la consuela.
Ella le cuenta que esta muy asustada, que ha pensado en tirarse al agua porque tiene miedo de que él la haya engañado, que acabe pegándola y maltratándola. Le jura solemnemente que pase lo que pase nunca la maltratara ni permitirá que nadie lo haga, que le perdone, la travesía no le sienta bien y cuando lleguen volverá a ser todo como antes.
Al fin llegan a Buenos Aires.
En el muelle hay un coche cerrado, con dos caballos, esperándoles, van rápidamente a una enorme casona, con un gran patio central.
Su marido la lleva a una habitación, y la deja sola pretextando quehaceres urgentes. Antes de que ella pueda reponerse de su sorpresa entra una mujer que la ayuda a deshacer el equipaje y cambiarse de ropa. La mujer no para de hablar, crudamente, “Vaya, esta vez caniche a tenido buen ojo”, “Que bien servirás bien a los peces gordos”.”Que tiene suerte de ser tan joven y guapa porque sino te habrían llevado directamente al interior”.”Esta noche vendrá el alcalde”.” Es visitante habitual”.”Hay que tenerle contento”. “Hay que ver como le gusta estrenar la mercancía” . “Ya puedes portarte bien con el, que por la cuenta que te tiene”
La niña, espantada, sale corriendo al patio, descalza y en enaguas, a pesar de que es invierno y esta anocheciendo, buscando a su marido.
Le encuentra en otra habitación con otros hombres jugando a cartas y bebiendo.
La reciben con silbidos y comentarios groseros a su marido; “¿Esta es la nueva?”, “¿Esta es la que has traído?”, “Pues buena mercancía”, “Que ojo tienes”, etc
Ella le dice lo que ha oído y le grita que es su mujer y solo permitirá que el la posea. Los amigos, “Bueno va a ver que ablandarla”, ”Veras cuando acabemos contigo”, “Dentro de una hora vas a estar suave”…
El interrumpe, “A esta mujer no la toca nadie”. “¿Pero tu estas loco?”, “¿El viaje te ha atontado?”.“Si las demás se enteran de que no la damos su merecido empezaran también a protestar”
Ya es de noche. El la coge del brazo, la saca al patio, oscuro, solo la mancha de luz de un candil colgado en el rincón. La lleva allí, a la puerta de la cuadra, junto al abrevadero, la ata el talle con la cadena de las caballerías a una argolla de la pared.
Coge un cubo de agua helada del abrevadero y lo vuelca sobre ella, semidesnuda, empapándola desde el pelo hasta los pies,
Vuelve con sus amigos a jugar, ellos hacen comentarios; “Tu te estas ablandando”, “Así no se las trata”, “Que te pasa con esa”…
El se mantiene silencioso. Juegan durante casi una hora, en una pausa del juego sale, vuelve a llenar el cubo y arrojárselo.
Así durante toda la noche, cada pausa del juego sale, cada vez mas borracho y le tira un cubo de agua encima.
Cuando amanece ella esta encogida, azul, apenas respira con un silbido. No se puede mover. Tiene fiebre y no puede hablar. Solo tiene los ojos muy abiertos y la mirada fija .
En el centro del patio esta preparada una gran carreta, ya cargado. Cuatro mulas enganchadas, lista para partir.
Sale él acompañado por sus amigos, tambaleándose, muy pálido. Suelta la cadena, la coge en brazos y la echa en la parte de atrás del carro.
Al carretero "Llévala hasta el último campamento de la vía", "Si llega viva allí ya sabrán que hacer con ella".
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