Cagayan de oro
Una ciudad llena de placer.
En un callejón oscuro de Cagayan de oro
Nuestro protagonista había viajado durante miles de kilómetros para encontrarse con su dealer, solo que era especial, pues no le proveía ninguna sustancia, era un dealer de carne
Carne tierna y suave, de muchas nenas con padres pobres que no tenían reparo en dárselas, ya que supuestamente tenía una fundación que las ayudaba con sus estudios para que pudieran tener mejores condiciones de vida, si supieran lo que realmente pasaba
Estas niñas eran vendidas a todas partes del mundo para que distintos pervertidos y pervertidas se pudieran aprovechar de ellas de las maneras más sadicas posibles, y pagaban bien, bastante bien, de ahí que el dealer tuviera más que suficiente dinero para tener comparada a la policía de su ciudad y evitar que levantarán investigaciones contra el
Nuestro protagonista había llegado en busca de una nena en específico, esta cumplía con las características que le habían pedido un grupo de clientes suscrito a su plataforma, diversión sin trabas, en la que bajo una módica suscripción podían ver cualquier video que sus degeneradas mentes desearan
Ya teniendo a la nena, era hora de ir a casa
Afortunadamente tenía a Alice, fue su primera nena abusada, pero pronto se encariñó con ella y decidió quedársela, claro esta, después de haberla criado para que siguiera todas sus órdenes sin rechistar
Y en este caso, las órdenes eran un video que los haría ganar mucho dinero, primero alice debería masturbarse con la nena, primero con sus manos, y luego con sus pies, ahora nuestro protagonista debería cogersela, enfatizando en las tomas de primeros planos de su tierna vagina infantil roja e hinchada, y por último, deberían hacer un trío, el metiendosela por su culo y ella chupando su vagina rebosante de semen
Una vez hubieron terminado y editado el video, lo subieron a su pequeña página web, todo había salido perfecto, el video superó todas sus expectativas y los clientes estaban muy satisfechos
Y ese era otro día en Cagayan de oro, donde hay mercaderes de la carne dispuestos a colaborar en satisfacer los deseos de las mentes más retorcidas alrededor del mundo con tal de que paguen, toda una industria internacional, así como este caso hay muchos, alrededor de todo el mundo, en el que alguna persona se está masturbando con una nena, o si tiene suerte, gozando de su rico y terso cuerpo, explorando cada centímetro de su piel
Este relato es ficción, no se promueve el sexo con menores ni la pedopornografia con menores reales
Me pueden escribir a [email protected] para darme sugeren
Esta bueno pero un escritor deberia saber que la palabra «hubieron» no existe, se dice HUBO