Cayó la hija, cayó la madre y detrás todas las demás 5
La casa de la chinita se convierte en el caliente campo de batalla.
Una vez acabada la copa, mi gatita y yo salimos de casa camino a la suya usando en esta ocasión el garaje para ir de un bloque a otro y evitar miradas indiscretas que pudieran dar lugar a murmuraciones y de paso aprovechar cada momento para meternos mano y comernos la boca como posesos.
Llegados al ascensor de su bloque no pude aguantarme más el calentón que me provocaba mi gatita, y en cuanto se cerraron las puertas la empotré contra la pared y apartándole la mínima braguita de su bikini, puse sus piernas entorno a mi cintura y se la metí hasta el fondo de su joven coño que me recibió cálido y húmedo, como la boca que le comía en ese mismo instante.
Llegados a su planta sin molestas interrupciones y en la misma posición que llevábamos atine a abrir su puerta entrando sin más trámite en el piso que tan bien conocía desde la noche anterior y donde, contra la puerta misma que acabamos de cerrar, seguí taladrando el joven coño de mi chinita mientras me comía sus frescas tetas y ella arañaba mi cabeza, cuello y espalda mientras se corría intentado acallar sus gemidos contra mi cuello.
Acababa de correrse mi gatita, sudorosa, feliz y todavía aupada entorno a mi cuerpo, continuando yo con mis empellones, cuando apareció su madre por la puerta de la cocina acompañada de la pequeña María. Al percatarse de la situación quiso volverse a meter para adentro para evitar que la pequeña nos sorprendiera, pero esta, que ya nos había visto, y creyendo que su hermana y su “tío Marcos” estábamos en algún tipo de juego se abalanzo sobre nosotros y de un salto se encaramo a mi espalda haciéndome cosquillas y reclamando tomar parte en la diversión.
“Sarita, tío Marcos, ¡No vale! ¿Dónde estabais? ¿Por qué no me habéis esperado para jugar? ¡Que sepas Sarita que estoy enfada contigo! ¡Castígala mama!” y como quiera con el revuelo mi polla había salido del coño de mi putita y sus flujos le corrían por los muslos no pudimos impedir que la pequeña se diera cuenta y, rápida como era, ya en el suelo, rebañando del muslo de su hermana se llevó un pegote de espeso flujo a la nariz exclamando “¡Uf, mamá Sarita huele raro y está sudada!
¡Mira mamá, a Sarita le cae mayonesa por las piernas!” y sin pensárselo un momento se llevó el dedo a la boca “Umm, no es mayonesa mamá. Sabe rara mamá, pero no está malo. Castígala mamá, Sarita tiene prohibido tomar nada antes de almorzar”
Aprovechando el momento de confusión y el que la niña aún no había vuelto su cara hacia mí metí mi erecta polla en el bañador sin que la niña se percatara. La madre que estaba de todos los colores y queriendo cortar con la embarazosa situación “Sara, pasa ahora mismo a la ducharte y cámbiate de bikini.
¡Y tu Maria deja de chuparte el dedo de una vez, anda, ayuda a poner la mesa que tenemos de invitado al tío Marcos”
“Bieeeeeen, que guay, Pero mamá …al tío Marcos no le pondrás el asqueroso puré ¿verdad? Ni a nosotras…”
“No te preocupes pequeñaja” respondí “tu mama va a tirar el puré a la basura o se lo guardara para tu padre, que vosotras vais a comer unas enooormes hamburguesas con Coca Cola y tu tío se va a zampar un chuletón de padre y muy señor mío…para empezar” terminé mirando con toda la intención a la madre a la que los colores le subían y bajaban por momentos de la cara sin apartar la vista de mi abultado paquete y restregando sus muslos de puro vicio.
“Bieeeeeeen” grito la niñita “Mamá ¿verdad que vamos a invitar a tío Marcos todos los días? Tito cuando tu vienes siempre pasan cosas nuevas y divertidas, no como con el aburrido de papá”
“Claro guapita, desde ahora van a cambiar muchas cosas en esta casa y cada día os enseñare algo nuevo y divertido. Pero tiene que ser nuestro secreto…”
“Sí, sí. Me encantan los secretos ¿Entonces seremos cómo un club secreto y nadie sabrá lo que hagamos?
Bieeeen mamá”
“Si guapísima, y este club lo llamaremos el Club de las Mascotas, yo seré el dueño, el Amo, y cada una de vosotras seréis un bonito animalito…” en eso estaba cuando salió la chinita de la ducha luciendo una escueta tanguita de hilo y una camiseta que no llegando a cubrir la totalidad de sus pechos se mantenía en el aire por la firmeza y volumen de estos a la vez que remarcaba sus tiesos pezones
“Sarita, mira que buena idea ha tenido el tito Marcos, bueno el Amo” rectifico mientras volvía su carita hacia mí buscando mi aprobación “el será el Amo y nosotras sus mascotitas y tenemos que elegir…yo seré perrita ¿vale tito, andaaaa…? “
“Claro cariño, te viene al pelo eso de ser perrita…así que Sarita será gatita ¿y mamá?” deje caer mientras los tres volvíamos la cara hacia la aludida que se puso roja como un tomate “mírala perrita ¿pues no se ha puesto colorada como el zorrito de 101 Dálmatas? Pues eso, será zorra, la mamá zorrita ¿verdad Sara?”
“Sí, sí, es verdad mamá, tío Marcos, perdón el Amo, tiene razón, serás zorrita, mamá zorrita bieeen”
“Bueno pues como estamos de acuerdo no hay club que no tenga sus normas…la primera es que mis mascotas tienen que ser obedientes, sin rechistar al Amo y la segunda…que cuando estemos juntitos iremos sin camiseta ni parte de arriba del bikini…así que afuera” decía mientras me quitaba mi ceñida camiseta quedándome en mi escueto slip, la chinita en tanguita, al igual que su hermanita, que asistía divertida a tanto cambio, y más renuente pero resignada su rebautizada madre zorrita
En eso estábamos cuando llamaron al interfono, y levantándome, me acerque al aparato para comprobar que era Jenny que venía con el pedido “Anda sube, que te estaba esperando y me muero de hambre” conteste mientras observaba a la exuberante gitanilla que veía con un top blanco que escasamente podía tapar sus soberbias tetas, un short tejano tan escueto que dejaba al aire más de la mitad de sus duras y bronceadas nalgas, unos grandes aretes de oro en sus orejitas y como siempre sus manos cargadas de anillos de oro.
“Venga poner la mesa que ya llega la comida. Tu gatita, vente a la puerta que estoy seguro de que Jenny querrá que os presente” le dije mientras su madre nos miraba escandalizada, pero sin atreverse a poner un pero, consciente de que la gitanilla iba a ver a su niñita en top less junto a un hombre semidesnudo…y las conclusiones serían obvias.
Disfrutando anticipadamente de su inminente humillación y dirigiéndome a la madre les dije “Zorrita, Perrita, Gatita…Jenny es como una buena amiga y hay que tratarle educadamente y hacer que se vaya contenta ¿entendido zorrita”
“Si Amo” se limitó a contestar
Un breve timbrazo anuncio que la gitanita había llegado a la puerta, por lo que cogiendo de la cintura a mi gatita y aproximándola hacia mi procedí a abrir la puerta. Por mucho que Jenny pudiera esperar, el encontrase conmigo abrazando a una sonriente adolescente semidesnuda que lucía unos apetitosos pechos, la imagen que tuvo al abrirse la puerta fue tan bestial que a punto estuvo de tirar los paquetes que traía en sus brazos.
Muda la gitanita como había quedado, y abierta su boca de puro asombro, fue la chinita la que cogiéndola del brazo e la invito a entrar “Tú debes ser Jenny, el Amo no me ha contado mucho de ti, pero desde que hablamos hace un rato parece que te conociera de toda la vida y seguro que seremos buenas amigas” le decía mientras posaba sus labios sobre la carnosa boca de la gitanita y con su traviesa boca comenzó un tórrido morreo que Jenny no tardó en responder mientras dejaba caer las bolsas al suelo y abarcaba el sensual cuerpo de la chinita con sus brazos que en seguida tomaron posesión del rotundo y duro culo de esta.
En ello estaban cuando interrumpí la morbosa escena “Bueno, bueno. Bien se ve que os habéis caído muy bien, pero tiempo tendréis de conoceros más a fondo así que deja que te presente a los demás miembros del club”
Roto el morreo, la gitanilla que iba haciéndose cargo de la situación, aunque a disgusto, rompió el beso con la chinita y mirando al salón saludo “Ohhh ¡que niña más guapa! ¿tú también eres miembro del club bonita?” pregunto con toda intención la desvergonzada gitanita mientras los colores subían a la cara de la madre.
“Siiiii, yo soy Perrita… ¿te gusta?”
“Claro muñequita, y usteed…me parece que nos vimos esta mañana en la playa…verdad señora… ¿Cómo está su marido? “dijo con toda intención
“Yo, yo…bien gracias”
¿No te vas a presentar zorra? ¿No serás grosera con nuestra amiga Jenny?
“No…no claro que no…yo soy mamá zorra o… zorrita, como prefieras”
“Muy apropiado” respondió divertida la gitanilla que aún mantenía en torno a sus labios las babas que había intercambiado con mi gatita “muy mona, pero poco pecho para lo que gusta a Don Marcos ¿no?” dijo mientras volvía su cara hacia donde estaba, pillándome cogiendo por dentro de su tanguita y desde atrás el coño de mi putilla que comenzaba a masturbar “Vaya que no pierdes el tiempo.
Bueno, aunque a mí la verdad es que me gustan esos apetitosos limoncitos” dijo volviendo su cara y fijando sus ojos en los de la mamaíta.
“Pues anda zorrita, acompaña a Jenny a tu dormitorio, le pagas y dale de propina todo lo que le apetezca mientras nosotros empezamos a almorzar. Y vosotras no tengáis prisa…”
Ante lo que la gitanilla, ni corta ni perezosa, cogió de la mano a la mama zorrita que, dócil y rendida, llevo a la morbosa gitanilla hasta el dormitorio principal.
“Bueno pues ahora nos toca comer ¡Que tengo hambre de león!” exclame, y sentándonos a la mesa sacamos de los paquetes la comida y bebida, Coca Cola para todos que yo me encargue de aliñar con un buen chorro de ron en el vaso de las chicas y de whisky en el mío, mientras entre risas comenzábamos a devorar los manjares.
De la habitación contigua nos llegaban el inconfundible ruido del colchón al hundirse y continuos gemidos de satisfacción. Picado por la curiosidad me levante, y acercándome a la puerta contemple a Jenny y mamá zorrita con sus piernas cruzadas en tijera, una frente a la otra, frotando como posesas sus sexos mientras la caliente mamaíta devoraba con ansia los exuberantes pechos de la gitanilla-recreándose en los duros pezones que lucían ensartados por una barrita rematada en sus extremos por sendas bolitas-que mostraba en su desencajado rostro el reflejo del gozo que le estaba proporcionando la madurita.
En esto sentí a mi espalda los pechos de mi chinita y como entre mis piernas había metido su manita abarcando en lo que podía mi aprisionada polla mientras insinuante decía “¿No le gustaría a mí Amo participar? …”
A lo que volviéndome y besando suavemente sus labios respondí “Tiempo habrá gatita, si no ¿Qué dejaremos para mañana? Ja jajá…venga no dejemos sola a nuestra perrita” y volviendo a la mesa continuamos nuestro sabroso almuerzo.
Apunto estábamos de terminarlo cuando, de la mano y con una satisfecha sonrisa en la cara de ambas, salieron del cuarto Jenny y mamá zorrita
“Parece que salís hechas muy buenas amigas ¿Eh zorrita?”
“Siii…” comenzó a contestar la caliente mamaíta “la verdad es que Jenny es un amor”
“Bueno pues dame tu cartera” le dije a la mamaíta y acercándomela cogí de la misma el importe de la nota y sacando 50 euros más se los metí a la gitanilla en el canalillo de sus pechos “esto por el rato que te hemos entretenido ¿verdad zorrita? “
“Si, si claro, pero ¿no será poco?…”
“No te preocupes guapa que me voy más que pagada” contesto la gitanilla, y dirigiéndose a la puerta, acompañada de la caliente zorrita, se despidieron con un caliente morreo y una gran cogida al culo de la madura por parte de su nueva amiga que nos sacó una gran sonrisa a los tres restantes miembros del recién constituido club.
Cimbreándose, la mama zorra se acercó lentamente a la mesa esbozando una sonrisa bobalicona mientras con su manita derecha iba apretando su pezón izquierdo y al pasar a mi lado poso sus labios en los míos dándome un suave piquito.
“Se te ve más relajada zorrita”
“Si la verdad es que si”
“Pero bueno ahora come que tienes que reponer energías y la hamburguesa se te va a quedar helada”
Empezando a devorar su plato, la zorrita dio un largo trago a su Coca cola y al notar el gusto a ron, con una sonrisa pícara, volvió a llevarse el vaso a sus labios y de un largo trago se lo cabo hasta al fondo “Ummm, que fresquita ¿me darías otra Cola de esta?” dijo sugerente mientras se pasaba su lengüecita por los labios.
“De esa y de la que quieras preciosa” respondí mientras volvía a rellenar su vaso.
En ese buen ambiente estábamos dando cuenta del almuerzo cuando aprecie que la pequeñita hacia un mohín de enfado y comenzaba a hacer unos pucheritos
“¿Pero pequeña? ¿Qué le pasa a mi perrita, porque estas triste?”
“Es que no es justo” comenzó a decir la niñita” gatita ha jugado con Marcos, perdón el Amo, mamaíta con Jenny, tu no les quitas el ojo a las tetas grandes de Sarita y a mí como mis tetitas apenas son como ciruelitas no me hacéis ni caso”
“Vamos, vamos” empecé a responder mientras cogiendo de la mano a la rubita me la senté sobre mis muslos de cara a su mamaíta “eso no es así, eres una niña preciosa” continúe mientras suavemente le acariciaba su rubio pelo” y sobre lo de tus tetitas precisamente le estaba diciendo antes a mama zorrita sobre una forma de que te crecieran antes”
“¿Si mama?, perdón, zorrita”
A lo que ante la desconcertada mirada de la madre que no sabía por dónde iba yo, continúe ”Claro muñequita, mira, lo mejor para crecer las tetitas es acariciar y tirar de los pezoncitos, ¿ves?” le contaba mientras llevaba mis manos a sus pezoncitos y empezaba a acariciarlos, estirarlos y retorcerlos suavemente “y mejor si además los chupas así” y lleve mis labios a su incipiente pecho comenzando a chupar, succionar y mordisquear suavemente su pezón, que ante la insistencia de mis caricias empezaba a repuntar y endurecerse.
“Uuuuumm, que rico, sigue Amo, me gusta muchooo”
“Claro que si muñeca” le decía mientras por detrás le introducía mi mano por dentro de su tanguita y procedía a iniciar un lento masajeo de su virgen coñito
“Uuuummmm, siiiiiiiiiiiiii que rico, sigue Amooo” replico la pequeña dejando caer relajadamente su cabecita sobre mi pecho.
En esto, levantando la vista levemente mientras continuaba alternativamente con la comida de los dos pechitos de la niña y la suave masturbación de su coño, pude ver como su mamaíta, hasta poco antes tan mojigata estaba sometiendo a sus pechos a apretones continuos, retorciendo con ansia sus erizados pezones con cara de puro vicio.
Ante el espectáculo que le estábamos dando, y, aunque la chinita profesaba una notable antipatía hacia su madre y su caprichosa hermanita, mi gatita no había podido mantenerse indiferente, y habiéndose dejado caer levemente en la silla, con los ojos cerrados, mordiéndose furiosa el labio y llevando su mano derecha a su encharcado coño, se masturbaba frenéticamente mientras su pecho subía y bajaba agitado por su entrecortada respiración que anunciaba su inminente corrida.
“Ahiiiii que me orinooooo” musito la niñita quedamente, a lo que yo al oído le respondí susurrando “córrete perrita, córrete en la mano de tu Amo” siendo recompensado con la que de seguro era el primer orgasmo de la rubita que me mojo por completo mi mano.
Mientras las otras dos hembras de la familia, satisfechas con sendas corridas, no me quitaban ojo y llevando dos de mis mojados dedos a los labios de la rubita, los presioné, de manera que tuvo que entreabrir su boquita e introduciéndoselos le dije susurrando a su oído “chúpalos mi perrita, como si fuera un bomboncito…eso es pequeña, así, muy bien” mientras metía más y más mis dedos en su boca.
Sacando mis dedos de su boquita, la niñita me recompenso con unos tiernos besitos y unas caricias de sus calientes manitas en mi desnudo pecho mientras decía ”Me ha gustado mucho Amo ¿me lo harás siempre así de bien, verdad?”
“Claro que si perrita, a partir de hoy tu cuerpecito es del Amo y se lo entregaras cuando y como él te pida”
“Siiiiiii, porfi, pero y cuando no estés ¿Quién me va a chupar mis tetitas como tú? Yo no me llego”
“Jajajaja, no te preocupes para eso siempre estarán mama zorrita y gatita que te chuparán tus tetitas y tu cuquita cuando yo les diga” orden que nada más expresarlo provoco un gesto de irritación en mi gatita que inmediatamente reprimió bajando los ojos al suelo
“Siiiiii, me ha gustado tanto Amo, que me gustaría estar así todo el día ¿y me gustara la lengüecita de mama y Sarita ahí abajo?”
“Ya verás que sí, pero para ello tú has de obedecerlas en todo y comer sus boquitas, pechitos y sus chochitos siempre que te lo digan, así que serás buena ¿verdad?”
“Vaaaale, ser buena. Pero tú no dejes de chuparme y tocarme ahí abajo, ha sido tan ricooo, ¿vale Amo?”
“Perrita, no me hagas repetir las cosas, tú, mamaíta y gatita sois mías, vuestros cuerpos me pertenecen y solo viviréis para darme placer ¿entendido?”
“Si Amo” contesto azorada la chiquita
“Y ahora vete a la cama que tienes que descansar”
“Pero todavía me pica la cuquita ¿no podrías venir conmigo hasta que me duerma y darme ahí tan rico?”
“Gatita vete con tu hermana y aplícate para que se relaje y se duerma prontito. Y tu perrita vete yendo ya a la cama si no quieres que me enfade y te de unos azotes”
A lo que la melosa rubita se dejó caer de mis rodillas y acercando su boquita a la mía me dio un suave y prolongado piquito
“Vaaale Amo, seré obediente” y contoneando su culito se dirigió a su camita.
Obediente la chinita, aunque irritada, iba detrás de su odiada hermanita cuando, al pasar junto a mí, la pare cogiéndole fuertemente el coño hasta arrancarle un gesto de dolor
“Tú” me dirigí a la mamita cachonda que hasta ese momento había asistido silenciosa y atenta a la escena “vete a la cocina recogiendo esto” a lo que, de un salto, y comenzando a recoger los restos se dirigió a la cocina.
Ya solo, le solté enfadado a mi gatita “Mira guarra, tu harás lo que te diga sin rechistar, si no ahí tienes la puerta. Es la última vez que te lo advierto. De ti depende que tengas el sitio que deseas y que yo te quiera dar. Ya ves que putillas me sobran, en ti he visto algo especial, pero de ti depende que no me aburra o me decepcione ¿entiendes?”
“Solo vivo para la voluntad del Amo” respondió a la vez que llevaba sus manos detrás de su cabeza, abría ligeramente sus labios entresacando su húmeda lengua y entreabría sus piernas para darme total accesibilidad
“Así me gusta putita” conteste mientras con mis dedos acariciaba su húmedo chocho “y una última cosa, me ha divertido ver como por mucho resentimiento que digas profesar a la niñata de tu hermana, bien que te has dado gusto con tus deditos mientras me la comía. Ten cuidado, hay un paso muy pequeño entre cazador y presa, y a mí me gustan las cazadoras no sus presas…aunque puedas divertirte con ellas…”
A lo que, con un gesto de orgullo, sacando pecho, respondió “El Amo tendrá en mi a la mejor de sus cazadoras y me hare digna de que tome mi cuerpo cuando y como quiera a su mayor satisfacción, siempre”
“Bien” concluí mientras le daba un fuerte palmetazo en su duro culito “y ahora vete y cumple con lo mandado. Aplícate y no tardes o encontraras a mama zorrita en mi cama…y no hay premio para la perdedora”
Desapareciendo la chinita camino del cuarto, me dirigí a la cocina donde encontré a mama zorrita frente al fregadero recogiendo la cocina. Situándome detrás suya, pegué mi cuerpo al suyo presionando mi polla contra su culo y llevando mis manos a sus pechos comencé a lamerle el cuello y el lóbulo de su oreja mientras ella echando el culo para atrás hacia más profundo el contacto.
“Te has portado bien mama zorrita…¿te gusta verdad? Bien que te has dado dedito mirando como me comía a tu niñita” le decía mientras estiraba al máximo sus pezones
“Siiiiiiiiii, ha sido bestial…me ardía el coño…Diosss dame duroooo”
“Eres una golfa” le decía mientras apartando la braguita le llevaba mi mano a su coño empezando a meterle tres, luego cuatro y luego mi mano entera en su coño
“Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, soy tu golfa, méteme tu rabo y párteme Amo, follameeeee”
A lo que apartándome, volviéndola y poniéndola frente a mi le respondí “Hay otras que desean lo mismo, el premio será para la primera que llegue a mi cama. Termina de recoger el almuerzo, no valdrán trampas o te tendré sin mi polla todo el verano, y vente para que te la meta hasta los huevos.
Ah, y cuando vengas tráeme una copa de coñac y un habano, ya sabrás a los que me refiero verdad putita”
“Si mi Amo, esta zorra te demostrara que aprende pronto” Y dejándola con las ganas me dirigí al cuarto, no sin, al pasar por la habitación que compartían las hermanitas echar un vistazo, ocasión que me proporciono el espectáculo de ver a mi gatita tendida a todo lo largo de la cama mientras encima de ella, su odiada hermanita, haciendo un 69, le hacia una comida de coño, pasando su lengüecita como si , como perrita que era, bebiera de su cuenco de leche, a diferencia de la chinita, más experta en esos lances, le succionaba el coño mientras la penetraba con un dedito, sacándole continuos gemidos de placer a la pequeña.
Satisfecho de cómo iban las cosas llegue al dormitorio principal, donde, desprendiéndome del slip me deje caer en la deshecha cama y recostándome en el cabecero esperé a ver quién de mis dos golfas sería la ganadora.
Cuál no sería mi sorpresa cuando al rato vi aparecer a las dos, mamita y chinita, cogidas de la cintura, con una amplia sonrisa en sus caras y una copa de coñac la una y un habano encendido la otra.
“Esperamos no disgustar al Amo, si en vez de ofrecerle un coñito, le ofrecemos dos”
“Ja jajá, pasar golfas que habrá para las dos” y situándose cada una a mi lado cogí la copa y el habano dándole un largo trago y una profunda calada “No hay como la familia unida” decía mientras alternativamente besaba a una y a otra.
Como felinas las dos sumisas se dejaron caer a lo largo de mi cuerpo hasta, alcanzando mi polla, comenzar a chuparla ansiosas y entrecruzar sus húmedas bocas.
Habiendo invertido la posición de sus cuerpos y haciendo un doble 69, me aplique a acariciar y penetrar sus jugosos coñitos con mis dedos, viéndome recompensado con el cimbrear de sus culitos en el intento de hacer más profundas y placenteras mis caricias.
Seguían aplicadas a la comida de mi polla, que alcanzaba una dureza inigualable cuando a la par, recogiendo sus piernas se pusieron ambas de rodillas ofreciéndome a la altura de mi boca el espectáculo maravilloso de sus tiernos culitos y sus jugosos coños mientras no paraban de mamarme la polla y comerse entre ellas las bocas.
Dispuesto de darles el gusto que tanto reclamaban me incorpore detrás de ellas y mientras la pareja de golfas se daban un morreo de escándalo, sus manos buscaban sus respectivos pechos, aproxime cuanto pude sus culos y decidiéndome por la gatita, le eche un salivazo en el ojete de su culo, al que, aproximando la punta de mi polla, penetre de un solo empujón.
A la embestida mi gatita reacciono con un sensual movimiento de caderas e impulsando su culo contra mí de manera que mis huevos llegaron a sus nalgas.
Afirmando firmemente mis manos en sus caderas inicié un tranquilo y constante mete y saca mientras su mamaíta se deslizaba boca arriba por debajo de la gatita sin dejar de morrearla y apretarle sus pechos, de modo que al momento tuve a similar altura los dos coños de mis putitas.
Acelerando el ritmo, taladre sin piedad el culito de mi favorita, más siendo consciente que las dos merecían por igual el premio, saque mi polla del culo de mi gatita y sin pararme en preliminares le inserte mi polla en el chorreante coño de la mamaíta que me recibió con un profundo suspiro y abrazando por la espalda a mi gatita con lo que formamos un sensual sándwich.
A mis acometidas la mamaíta respondió intensificando el morreo y metiendo su mano hasta el fondo del coño de su hija mayor, de modo que sudorosos y excitados al máximo legamos los tres a un orgasmo simultaneo que momentáneamente me dejó rendido sobre mis dos sumisas.
Recuperado un tanto saque la polla del coño de la madurita, momento en que ambas golfas aprovecharon para revolverse y de rodillas ante mi comenzar una deliciosa limpieza de polla con sus lengüecitas que a la menor ocasión intercambiaban sus fluidos.
Limpia como una patena, tire de mis putitas hasta mi altura
“Amo, eres único” dijo la caliente mamaíta “en mi vida he gozado como contigo” termino de decir cuando la gatita, aproximándose a mi boca me dio un sensual morreo.
“Mis queridas golfas, ahora vamos a echar una siestecita, que si algo me dice la ocasión es que todavía no he acabado de follaros por hoy” y dando un largo trago y profunda calada, que compartí con mis putitas, caímos rendidos en un placentero sueño.
No sé el tiempo que habría pasado cuando unas caricias en mi polla me sacaron de mi sueño. Creyendo que sería alguna de las que me acompañaba en la cama, mi sorpresa fue mayúscula cuando al abrir los ojos vi que era la pequeña rubita la que con sus manitas jugaba suavemente con mi semierecta polla y mis pesados huevos
“¿Te gusta pequeña?” le pregunte suavemente provocando un pequeño sobresalto en la niñita “No, sigue pequeña. Que me dices ¿te gusta?”
“Siiii” respondió tímidamente mirando alternativamente a mi cara y a la polla sin dejar de acariciarla y sopesar con su mano mis pesados huevos “pesan muchooo y esta calentita” decía mientras seguía acariciando con sus tiernas manitas “¡está creciendo! ¿es por mí?”
“Claro pequeña, lo estás haciendo muyyy bien y mi polla responde”
“Que dura…y grandeee, suave, calentita y mira las venotas” respondió la chiquilla entre admirada y divertida.
“Deja que te enseñe perrita” le dije mientras ponía sus dos manitas alrededor del tronco de la polla y le ayudaba a imprimir un suave movimiento de arriba abajo a la misma en la que seguro era su primera masturbación a un miembro masculino.
El continuo movimiento provoco que la polla crecerá hasta lo máximo y que el glande surgiera brillante, rojo y empezando a emitir las primeras gotas preseminales.
“Qué bonito, está rojo y mojadito” decía, con los ojos abiertos por el asombro y la boca abierta dejando entrever su lengüecita, la niñita mientras no dejaba, ya sin mi ayuda, de pajearme
“¿Verdad que es como la bola de un helado de fresa? ¿No te gustaría probarlo? Veras como te gusta” la anime.
“¿Puedo?” Respondió entre tímida y con el deseo marcado en sus ojos
“Chúpalo sin miedo, no se rompe, y al Amo le gusta mucho”
Y animándose la niñita, aproximando la boquita al caliente tronco empezó a chupar con pequeños lametoncitos el brillante glande.
“Sabe bueno” dijo la rubita sin dejar de lamer
“Abre más la boquita perrita y mete la cabecita de mi polla en tu boquita” le indiqué mientras llevando mi mano a su entrepierna y quitando su tanguita, me hice dueño de su coñito, empezando a masturbarla suavemente
La chiquilla abrió cuanto pudo su boquita y situándose por encima del glande intento abarcarlo con sus labios llegando casi al límite “es muy grande Amo”
“Sigue, como buena perrita veras como lo consigues” a lo que, animada por mis palabras, el gusto que empezaba a notar en su coñito y la gula que le provocaba el colorado y húmedo glande, consiguió meterlo en su boquita mientras con su lengüita continuaba estimulándolo.
En esos estábamos cuando mis dos putitas mayores empezaron a despertar y a encontrase con la sorpresa de que la más pequeña del grupo estaba realizando su primera mamada al Amo y que por el gesto de satisfacción de mi cara no debía estarlo haciendo nada mal.
Aproximándose ambas a mi entrepierna animaron a la chiquita “Sigue perrita, lo estás haciendo muy bien, al Amo le está gustando mucho”
A lo que la niña respondió con una sonrisa en sus ojos y un quedo gemido provocado por el gusto que le estaban proporcionando mis dedos en su tierno coñito.
Las dos mayores aprovecharon para volver a llevar las manitas de la niña al tronco de mi polla y mientras ella seguía engullendo cada vez más, ya habría tragado por entero mi glande y comenzaba a hacerlo con el principio del tronco, le ayudaron a que siguiera pajeandome a la vez que su madre, cogiendo suavemente su cabecita, le ayudaba a imprimir a su boca un suave mete y saca entorno a mi polla mientras la chinita me comía golosa los huevos.
Divertidas las dos por la situación no dejaron de apreciar como por lo crispado de mi rostro, este signo indicaba sin temor a equivocarse que estaba próximo a correrme en la boca de la perrita, y temiendo que por el volumen de mi corrida y su inexperiencia pudiera ahogarla le retiraron suavemente de mi polla hasta solo dejar sus labios sobe mi glande
“Así cariño, deja abierta tu boquita y no te asustes, el Amo te va a dar tu premio” le decía zorra madre a la vez que de mi palpitante y caliente polla empezaron a surgir chorros y chorros de semen que inundaron la tierna boquita de la perrita y el resto terminaron de embadurnarle su bonita carita.
Sin aun soltar la polla de sus manos y mirando hacia mi sonriente la perrita “Sabe bueno Amo” decía mientras con su lengüecita trataba de rebañar la leche más próxima a sus labios “¿lo he hecho bien?”
“Muy bien perrita, el Amo está contento, pero ¿no me iras a dejar así verdad? limpia mi polla hasta dejarla reluciente” a lo que la perrita respondió de inmediato dirigiendo su atención a mi polla, rebañando con su lengua los restos de semen que quedaran en ella.
Terminada la tarea, uno a uno sus deditos manchados de semen pasaron por su boquita hasta que salieron limpios y cuando se disponía a recoger la leche que llenaba su carita y pelo le dije a las putitas mayores “Limpiarla” a lo que de inmediato se dedicaron con sus lenguas para entremedias intercambiar entre las tres los fluidos en cariñosos besos con lengua entre ellas.
Apurando el último trago que quedaba de la copa de coñac, llame a mi lado a la rubita y dándole un tierno beso le trasvase una pequeña cantidad de licor a su boquita “Ummmm, arde Amo…pero me gusta” dijo al tragar “y me pone caliente el chochito, jijiji”
Cogiendo el habano le lleve la punta a su boquita y le dije “llénalo de tu salivita,” e introduciéndolo en su boquita deje que lo embadurnara para a continuación darle una calada. Satisfecho, eché lentamente el humo y de nuevo le dije “Acércame tu coñito…ábrete” abierta como estaba de piernas le introduje la boquilla del habano en su coñito embadurnándolo de sus jóvenes jugos.
Llevándomelo a la boca, lo saboree largamente “mucho mejor, muy bien mi perrita, hoy te has portado bien, pero por hoy has terminado y como buena niña que eres debes bajar a la playa a jugar con tus amiguitas…que pronto serán mías…como tú.
Así que zorra, prepara a la cachorrita y llévatela a la playa mientras yo termino con mi gatita.
Y otra cosa, queda con alguna madre para que mañana se queden por la mañana al cargo de perrita que nosotros tres vamos a la consulta de la ginecóloga”
“Lo que el Amo desee”
Habiendo dejándonos solos, atraje hacia mí a la gatita “¿Está contento el Amo?”
“Satisfecho, pero aun podéis hacer que lo esté más”
“Lo que ordenes se hará al momento”
“Ni lo dudes que será así por la cuenta que os trae putitas. ¿Tienes aquí algún uniforme del colegio gatita?”
“Si alguno hay, pero no son de este año y será difícil que alguno me quede bien”
“Mejor así…y ahora ponte a cuatro patas que aún no he acabado contigo”
A lo que la gatita respondió con un sensual maullido de satisfacción y poniéndose en pompa recibió de inmediato mi polla, que para la ocasión prefirió su apretadito y húmedo coño.
Continuara…
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