Clases de matématicas

Y así fue cómo le arrebate la virginidad a un niño de 14 años.
Esto que voy a contar data del año 2009, cuando comencé a dar clases en una secundaria privada de la Ciudad de México. Mi nombre es Martha, y voy a contar como fue que corrompí a un menor de edad por llevármelo a la cama para tener relaciones sexuales. Y yo fui con quien tuvo su primera relación sexual, y ese mismo día fue cuando tuve el mejor orgasmo de mi vida, quizá impulsado por el hecho de hacer el amor con una persona con la que se supone que está prohibido meterse, pero igualmente lo disfruté como una loca.

Mi historia comienza al comienzo de ese año escolar. El nombre de mi amado era Ian, y era el más desmadroso de su salón. Era medio gúero, con ojos verdes, alto para su edad. Al menos en mi clase no se esforzaba nada por aprender y sacar buenas calificaciones. Per sí noté que era muy enamorado, a cada rato lo veía por diferentes lugares de la escuela besuqueandose con niñas tanto de su propio salón como de otros grupos. Y siempre veía el mismo modus operandi: ponía a la chica contra la pared, la besuqueaba, metía sus manos debajo de su falda. Era todo un casanova este mocoso. Quizá por eso era que se esforzaba poco en la escuela. Por ese entonces todavía no me pasaba por la cabeza llevarmelo a mi casa para tener un momento de pasión, eso fue después.

Para empezar, por ese entonces no tenía novio, así que estaba un poco seca por el lado sexual, una mujer de 27 años con pareja tiene sexo con esta al menos dos veces a la semana. Así que estaba en busca de aquella pareja. Y eso se juntó con la entrega de las primeras calificaciones escolares, y por supuesto, Ian reprobó conmigo junto con algunas otras materias. Hermoso niño, aunque un poco haragan con las cuestiones de la escuela. Sus padres me pidieron que lo regularizara como castigo, así que tres veces a la semana nos quedabamos después de clase para que yo le enseñara ecuaciones lineales.

Estuvimos así durante dos semanas, hasta que un día, que además Ian tuvo entrenamiento, estaba en el equipo de natación de la escuela. después de nuestra clase, él tuvo práctica y decidí ir por curiosidad a verlo practicar. Verlo usar su traje de baño me hizo babear. Para sus 14 años, Ian tenía un cuerpo escultural. Me senté en la primera fila para tener una mejor vista, la verga de Ian se veía apetitosa, para su corta edad, seguramente haría maravillas. En ese momento me preguntaba si ese muchachito era virgen, seguramente sí. En las gradas no estaba sola, un grupo de muchachitas tontas. Y fue a partir de entonces que desee llevarme a ese pedazo de macho a la cama y sentir esa verga deslizandose dentro de mí y vertiendo sus riquezas.

¿Cómo fue que me llevé a Ian a la cama finalmente? No fue difícil. Un día que ibamos a la clase le dije que tenía una mejor idea para ayudarlo a pasar mi materia de una manera fácil y que seguramente le resultaría placentera. Me lo llevé a mi departamento, en ese momento ya no vivía con mis padres. Una vez que cerré la puerta, no me resistí más y me lancé sobre él como una fiera sobre su presa. Y fui directamente al grano, le dije que me gustaba mucho y que estaba ansiosa por acostarme con él para tener relaciones sexuales. Él me miro con cara de sorpresa, no se esperaba que la maestra le lanzara de esa manera el calzón, menos a él que tenía 14 años.

Le di un beso en los labios, apasionado, para comenzar a poner el tono erótico que estaba buscando. Y vaya que funcionó, pude hacer que me devolviera el beso de manera apasionado. Y como él era un casanova, inmediatamente sus manos hábiles comenzarón a hacer su magia tocandome por todos lados. Este niño sabía de eso, pero el momento cumbre tenía que ser llevarlo a la cama para hacer el amor. Lo llevé a la recámara solo con la intención de meter todo su pene dentro de mi panocha. Y así lo hicimos.

Nos sentamos en la cama a besuquearnos y pronto nuestras ropas comenzaron a esturbar. Primero el suéter de Ian salió volando, mi blusa, su camisa. nuestros zapatos, mi falda, su pantalón, llevaba unos boxers de color negro que contrastaban con su piel blanca. Besé sus abdominales muy bien marcados para un niño de su edad y subí a su pecho para chuparle los pezones. Pero lo que me interesaba en ese momento, me dirigí a su entrepierna y saqué su pene, era enorme como lo había sospechado. Y comencé a lamerlo como si se tratara de una paleta de dulce. Esto hizo que mi joven pareja se estremeciera y comenzara a estremecerse.

Le quite los boxers y lo dejé tal y como había venido a este mundo, yo mismo hice lo mismo con mis calzones y ambas prendas acabaron en el montón de ropa que estaba a un lado de la cama. Decidí que ya era hora de que me penetrara esa enorme y hermosa verga, por lo que puse la entrada de mi panocha en la punta del miembro de Ian. Comencé a bajar lentamente, las ansías de tener dentro a este hermoso niño me ganaron y decidí bajar de golpe hasta el fondo. Y a partir de ahí el placer comenzó a ser indescriptible. Decidí cabalgar, primero despacio y luego fui aumentando gradualmente la velocidad. Que placer estar haciendo el amor con un niñito de 14 años, Ian comenzó a estremecerse debajo de mí. Solo decía «¡Ah, que rico!» una y otra vez. Creo que nunca gemí tan fuerte por un orgasmo, solo recuerdo que puso mis manos sobre la almohada, a los lados de la cabeza de Ian mietras él me tomaba de la cintura. Apreté las manos mientras gemía como una loca por el orgasmo. Ian dejó de estremecerse por un segundo y fue el mismo en el que sentí cómo su chorro de leche caliente entraba a mi interior.

Me recosté a su lado, exahusta, le di un beso en los labios y ahí me confesó que era virgen. Confieso que no me lo esperaba, pensaba que un casanova como él ya tendría algo de experiencia bajo las sábanas. Y a partir de ahí, nos volvimos amantes, llegó un momento en el que haciamos el amor casi a diario, creo que fue la mejor época de mi vida.