Con mi alumna de secundaria

Relato corto, aún no se como paso.
Soy maestro de secundaria, recién me graduado de la normal me asignaron clases en una escuela rural dando clases a primero de secundaria. Este relato es muy corto, aun no me explico que fue lo que paso con aquella alumna pero no dejo de pensarlo.

Me presente como lo haría cualquier maestro, luego le pregunte a todos los alumnos sus edades, gustos, etc. Así trascurrió aquella primera clase, sin embargo, me llamo la atención una alumna de la primera fila, estaba muy inquieta, movía mucho las piernas, al grado que podía ver su ropa interior, lo cual involuntariamente me provoco una tremenda erección.

Después de la presentación de todos los alumnos, solo tenía una cosa en la mente, correr a la casa y masturbarme imaginando aquella maravillosa imagen, ese calzón blanco en medio de aquella falda de niña de secundaria, esas calcetas blancas, podía sentirlas entre mis manos… no podía más, así que di por terminada la clase.

Cual fue mi sorpresa, salieron todos los alumnos menos aquella pequeña de la primera fila. Con timidez se me acerco y me dijo con voz suave «me llamo Lupita, me da mucho gusto que usted sea nuestro nuevo maestro». Para ese momento el salón estaba vacío, mire para todos lados y le dije: «a mi también me da gusto, sobre todo sabiendo que vas a ser mi alumna, eres muy bonita», le dije, me acerque y tome su mano, ella no se movió, solo agacho la mirada.

Algo pasó por mi mente, aún no me explico. En un instante le quite la mochila, luego la tome de la cintura, le di la vuelta y la puse con la cara hacia el pizarrón, pensé que saldría corriendo pero no fue así, pude meter mis manos por debajo de aquel corpiño y tocar sus pequeños y suave senos, le di un giro y la puse sobre el escritorio, la tome por detrás, subí su falda dejando ver sus calzones, me acerque y sin bajarle los calzones olí aquellos pequeños orificios. Ella no decía nada, así que lentamente baje sus calzones y comencé a lamer su culo y luego su pequeña vagina, pude sentir aquellos suaves vellos que apenas comenzaban a crece. Pensé en meter mis dedos suavemente, pero no lo hice, de golpe me baje los pantalones, para ese momento mi erección era tan grande que no podía más, no puedo olvidar aquella escena, su pequeño cuerpo sobre el escritorio, la falda abajo y sus calzones a medio bajar, sin pensarlo frote mi pene un poco entre sus nalgas y de un golpe la penetre… no fueron aquellos movimientos de meter y sacar, más bien fueron penetraciones fuertes, cada vez el escritorio se recorría más, aquel ruido sigue en mis oídos, por cada penetración ella hacia un gemido fuerte, fue algo rápido, fueron pocas penetraciones, pero todas muy violentas no recuerdo cuantas, solo recuerdo el momento en que eyacule dentro de ella, la tome tan fuerte de la cintura que la levante.

Me quede un momento con el pene dentro de ella, en lo que recuperaba la respiración. Después le subí los calzones y la falda. ella volteo y me dijo «nos vemos mañana maestro».