Con mi hijastra. Primera parte.

Me presento, soy Juan Carlos un hombre de 35 años de México que se dedica a manejar camiones de carga y en ocasiones algún trailer. Soy moreno de 1,75, un poco peludo, barba, y verga de 18,5 cm..

Les relataré lo siguiente lo cual puede ser fantasía.

Todo comenzó cuando conocí a una mujer de 25 años en mi trabajo, ella iba seguido a hacer compras en el lugar donde descargaba verdura, con quien después de seis meses de salir decidimos juntarnos y vivir en su pequeña casa.

Ella era madre de una pequeña de zinco, con quien conviví durante ese periodo, en el cual, también me percaté que mi novia usaba drogas.

Un día que llegué a casa la encontré totalmente ida así que ese día decidí anexarla a un centro para atención a las adicciones.

Como no tenían más familia yo me quedé al cuidado de la nena, quien se llamaba Elena, cuando salía a trabajar la dejaba con una vecina y al regresar pasaba por ella y la llevaba a casa.

Una noche llegando del trabajo y con unas copas encima pasé por ella, la vecina me reclamó por la hora y me dijo que me cobraría más por cuidarla tan tarde. Me disculpe y llegué a casa con urgencia, estaba caliente y la única vagina que tenía cerca para sacar mi leche era mi hijastra.

Puse música con volumen alto, cerré las ventanas me fui a la habitación con Elena y cerré con llave la puerta; puse videos en la tv de porno y senté a la nena en la orilla de la cama a que viera.

Mi verga estaba a explotar así que me paré frente a ella me quité la camisa, los zapatos, calcetines y el pantalón, quedé en bóxer el cual dejaba ver una tremenda erección húmeda que quería salir de ese pedazo de tela que lo detenía.

Ella solo observaba atenta, yo estaba al límite de la excitación.

Comencé a bajar el bóxer y liberar el hedor a sudor caliente de una verga madura, peluda, erecta y con ganas de coger. Salieron de golpe mis 18,5 cm de verga peluda con las venas más marcadas que nunca, se miraba más hinchada un poco más roja de lo normal y es que de ver a quien estaba a punto de coger no era para menos.

La expresión de Elena era lo mejor, sus ojos abiertos de ver tremenda verga, se notaba asombrada pero también un poco asustada.

Acerque ese trozo de carne a su cara tome una de sus manos y la puse sobre mi falo casi al llegar a la punta, ella seguía quieta, asombrada. Le pedí la masturbara, obvio ella no sabía ni qué era eso, así que la empecé a pajear con su mano.

Le pedí que abriera la boca, ella lo hizo y metí la punta caliente y ya con precum en su boquita húmeda.

El placer era exquisito, sentir su lengua en mi glande maduro; supongo ella estaba en shock ya que no se quejaba o de plano era toda una puta y lo estaba gozando.

Empecé el mete y saca (solo del glande), abrí mis piernas mientras lo hacía para que mis bolas peludas se movieran libremente al ritmo. Ella puso su otra mano en el tronco de mi verga y siguió chupando.

Decidí cargarla y ponerla de pie frente a mi, doble un poco mis piernas y posicioné  de nuevo mi verga directo a su boca, me sorprendió que ella accedió y la tomó con sus manos y comenzó a chupar de nuevo.

Le pedí chupara mis bolas así que se las puse en su carita la cual casi tapaba por completo, pelos, sudor y bolas estaban sobre la cara de Elena.

Ella lamía torpemente, yo masturbaba mi trozo de carne.

De nuevo le pedí chupara y tomé ahora su cabeza y empecé a cogerla por la boca, en ese momento intentó safarse pero ya era tarde, necesitaba sacar mis primeros mecos de la noche. Estuve mete y saca cada vez más duro hasta que no aguante y me corrí en su boquita; los chorros escurrían por sus mejillas y su ojos llorosos observaban a esa verga madura expulsar ese líquido espeso y blanco, del cual tragó una gran cantidad.

Saqué mi verga y vi tremenda escena, su carita llena de semen de un macho.

Pero eso ahí no terminaba, era solo el inicio de una noche de sexo perverso.

Espero les guste esta primera parte y pronto haré la segunda donde le hago anal y después vaginal. Saludos y dejen su tlg.