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Dominación Mujeres, Heterosexual

Curiosa a los 16

No lo había pensado, solo deseaba que el tomara la iniciativa, pero fue muy prudente y me preguntó si me había gustado la experiencia en su casa, me puso muy caliente y ahí entendí que sí quería probar cosas sexuales con él, pero no darle mi virginidad.
Quiero contar una experiencia que tuve entre mis 15 y 16 años.

Era una chica muy tímida e insegura, no había tenido ningún novio a esa edad. Soy una mujer delgada, sin pompis ni senos, o muy poquito, y nunca he sido guapa, y menos a esa edad, morena, de cabello largo.

Un día en redes conocí a un señor de 32 años (casi el doble de mi edad) tenia buena platica, y resultó que viviá cerca de mi casa. Dentro de la plática hablamos de mi experiencia y abordábamos temas sexuales, lo cual me calentó mucho. Yo le conté un poco de mí, y en algún momento estábamos hablando de conocernos en persona, el sabía que yo era virgen en todos aspectos y el prometió llevarme poco a poco y hasta donde yo aceptara. Yo estaba de vacaciones de verano y tenia tiempo, así que quedamos un viernes en la noche, como a las 8, pasó por mí en su carro. Era guapo, y a pesar de sus 32 años se veía mas joven, limpio y olía muy bien, y tenía una voz gruesa profunda que me derritió, y siempre fue muy amable conmigo, caballeroso, fuimos a su casa.

Se destapo una cerveza y platicamos unos 5 minutos, pero yo estaba super nerviosa, casi no hablaba, entonces el tomo un poco la iniciativa y me pregunto si me gustaría verle la verga, yo un poco asustada le dije que mejor me llevara a mi casa, pero él ya la tenia de fuera, muy erecta, gruesa, morena como él. Debo reconocer que me impacto su tamaño, y me dijo, “no haremos nada que tú no quieras, y te quitas la curiosidad”, me quede viendo como el mismo se la sobaba despacio como enseñándomela, y me pregunto si quería tocarla y solo usé un dedo rozando su glande que se veía muy rojo e hinchado, rocé mi dedo por unos segundos y se sentía caliente y retire mi mano, su verga se movío como brincando ante mi tacto lo cual me provoco una oleada de sensaciones que nunca había experimentado. Y claro a él otras tantas.

Estábamos sentados en un sofá como futón amplio, yo llevaba un vestido completo de una pieza floreado, femenino, nada especial, me había bañado recién antes de que él pasara por mí, se acercó a olerme, y me dijo que me veía casi tan linda como olía, algo así, pero hizo un juego de palabras que me hizo sentir linda y me relajo un poco, me reí al no saber que más decirle, pero sus comentarios eran tan ocurrentes que lograba envolverme en su plática y me sentí más confiada. Le notaba a él inquieto y su bulto se notaba mucho a pesar que ya se la había guardado en el pantalón, y un momento me anime a sobársela espontáneamente, le pase la mano por todo lo largo como tres veces, y le dije que me sorprendió su tamaño. Él no hablaba, solo desabrocho su pantalón con una paciencia que me inquietaba un poco, como dándome el tiempo de arrepentirme, y sí lo pensé, pero me leía la mente, por que de momento la volvió a sacar casi dura, pero se veía aún mejor, como semi erecta colgando morena, con el glande inflamado y sus huevos pesados de hombre; se acomodo sobre su espalda y yo solita me acerque a tocársela; pasó su brazo por mis hombros y me beso mientras su mano levantaba mi vestido. Su verga tomó el grosor y tamaño que había visto minutos antes, pero ahora la sentía en mi mano, mientras el delicadamente me besada el cuello y me endulzaba el oído, era bueno para eso. Mi mano no rodeaba completamente su verga, de verdad era gruesa y pues para mi talla, era algo que desearía ahora que estoy casada.

Su mano ya había llegado a mi pubis, sobre mi calzon, que cabe decir, que tenia 15 años, bañadita, limpia, pero no tenia nada como sexy, o sea llevaba calzones de niña un bra o mas bien corpiño. Eso me dio un poco de pena, pero él me dijo que ese tipo de ropa le gustaba (no ese día sino después), el frotaba muy suave, no apretaba sino rozaba y eso me causaba demasiado placer pero tambien risa. Yo metia mi cabeza en su pecho disfrutando lo que hacía en mi vagina, y trataba de masturbarlo pero no podía concentrarme por lo que sus dedos me hacían, ya había perdido la vergüenza yo. Recuerdo que me sobo lo que ya conozco como clítoris, pero en ese momento ni sabía, pero me recorrió toda la parte externa con tanta paciencia que se lo agradezco, no recuerdo tener orgasmo, pero me relajé demasiado. Ví el reloj y le pedí que me llevara a mi casa, ya eran casi las 10 de la noche, mis papás no estaban, pero después mi orgasmo quería irme, tenia de nuevo miedo, placer, muchas emociones. Él bastante caballeroso acepto y me llevo enseguida. Me dejo cerca de mi casa porque había una feria local y ahí estarían mis amigos. Ese día mis amigas me dijeron que me veía diferente, más linda, y los hombres también los noté como más atentos. O tal vez era solamente que me sentí diferente.

Los mensajes con Roberto siguieron pero en mi casa no me dejaban salir seguido, pero el miércoles o jueves siguiente recuerdo que mis papás salieron y le escribí a Roberto si podíamos vernos a platicar. Pero que viniera a mi casa, le dije que mis papás tardarían 2 horas, aunque en realidad no iban a regresar.

Me sentía nerviosa de yo buscarlo y no sabía de que platicar, pero él al ser tan elocuente se puso a platicar sin intentar nada sexual, cuando me dice, oye mejor me voy antes que lleguen tus papás, simulé hacer una llamada preguntándoles a mis papás por algo y de paso saber donde andaban, regresé con Roberto y le dije que teníamos dos horas más por lo menos, y él me pregunto que te gustaría hacer en esas dos horas.

No lo había pensado, solo deseaba que el tomara la iniciativa, pero fue muy prudente y me preguntó si me había gustado la experiencia en su casa, me puso muy caliente y ahí entendí que sí quería probar cosas sexuales con él, pero no darle mi virginidad, ni que me anduviera buscando como novios, o sea por su edad, y mi familia; en parte debia guardar las apariencias de una familia tradicional.

Quedamos en dos reglas, una era que no me podía penetrar, dos que no podíamos ser novios pero podíamos ser tipo amantes, esa palabra me excitaba, como ser para él, pero sin ser de él.

El bulto de Roberto ya era evidente desde hacía rato por lo que me hinqué entre sus piernas, le baje el pantalón, y frote su verga recordando su grosor sobre la tela. Aunque parezca muy atrevida la descripción, todo lo hacía con mucha pena aún, además Roberto me lo fomentaba con comentarios como “te ves hermosa con ese vestido” “ te ves muy linda con X color” siempre me hacia sentir linda, o comentarios por mi peinado. Eso me excitaba y se notaba en mis manos, pero no soy una mujer así, él me hacía así.

Ese día en mi casa, no me puso reglas, sino me ordenaba lo que el quería, o sea empezó a manipularme, pero aunque ahora soy consciente de eso, sé que eso me gusta, y él me lo enseñó o con él lo aprendí.

Saco su verga ya muy dura y me dijo como debia masturbarlo, me guiaba con su mano, me hacia que le sobara los huevos… yo estaba fascinada, no solo por su tamaño, sino ver esa anatomía, algo tan poco útil como un pene, puede provocar deseos. Aprender su aroma, su sabor.

Pusimos música y Roberto sabía lo que hacía, al poco rato ya me hacia masturbarlo al ritmo de la música, entre juegos, y de verdad me enseño cosas masturbatorias que ya he comprobado que son ciertas.

El me manoseaba completa, desde el rostro hasta los pies, con tacto y deseo, era un señor morboso, lo reconozco, pero sabía llevarme. Al poco rato ya estaba yo sin calzones, acostada en mi cama donde dormía siempre, con mis peluches, que me dieron vergüenza, y un señor chupándome la puchita; sé lo que es un orgasmo ahora, pero en ese tiempo creo los tenía pero reprimidos, no se explicarlo. Quedaba muy relajada. Ese día Roberto se fue pero no pude hacer que se viniera. Eso me provocaba un poco de conflicto, pues yo quería ver probarlo, y ese día pude haberlo hecho, pero se fue, aunque yo quede muy satisfecha.

15 Lecturas/24 diciembre, 2025/0 Comentarios/por Tlahuel-puchi
Etiquetas: amigos, chica, joven, orgasmo, vacaciones, vagina, verga, virgen
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