De 15 en el Gym
Al escucharla mi mente se quedó en blanco y cualquier idea de ser gentil con ella se fue… separo una vez más sus labios, pero esta vez me deleité al ver su himen, realmente era virgen, la idea de desvirgar a una quinceañera en la regadera de un gimnasio me hizo desear hacer la mía….
De 15 en el Gym
Que tal tengo 25 años, complexión normal, tengo un tiempo yendo a un Gym después del trabajo para tratar de distraerme el estrés del día.
Siempre estoy en mis asuntos con mi propia rutina, no suelo ver a las mujeres porque regularmente estás sí «denuncian» el «acoso» de parte de los hombres y no quiero tener problemas por algo tan ridículo, o al menos eso pensaba hasta hace un par de semanas.
Un día salí algo tarde de la oficina, llegue al gimnasio después de las 8 pm, había muy poca gente, mientras comenzaba el calentamiento en la caminadora cuando veo entrar a una señora, ya se le notaban un poco los años en la cara, pero tiene unas tetas de buen tamaño con un calazo y unas muy buenas piernas, junto con una chica notablemente más joven muy muy atractiva, al menos eso me pareció a simple vista, se notaba que era su hija, sin embargo, no le di importancia y seguí con mi rutina.
Al día siguiente llegue en mi horario regular y tanto la señora y su hija ya estaban en el gimnasio, no las habría notado si no fuera porque todos los hombres estaban cerca como desesperados, los 2 instructores de ese horario estaban con ellas y al menos estaban 5 hombres en los aparatos de alrededor mirándolas «disimuladamente» así como lo hacían todos los demás que pasaban cerca. Yo seguía en lo mío para evitar problemas y porque no quería verme tan desesperado como los demás.
Durante la semana la cosa se empezó a «normalizar» un poco, pero aun así ese par seguía siendo de lo que más se hablaba, en cualquier lugar escuchaba tanto a hombres como mujeres hablando de ellas, por lo cual llegue a escuchar el chisme, efectivamente eran madre e hija, la chica tiene 15 años, la madre firmo una responsiva para que pudiera entrar con ella, me sorprendió un poco lo joven que es la hija, pero seguí con mi rutina.
El viernes de esa semana acababa de llegar a una caminadora libre para comenzar con el calentamiento cuando veo que la chica de 15 llega a la escaladora que estaba a mi lado y comenzó a tener problemas para poder programarla, me detuve y ella su vez me pidió ayuda, le programe su rutina, me agradeció, y comenzamos a platicar, baje mi ritmo para poder hablar mejor y a su vez no pude evitar verla mejor, trate de disimular, pero me comenzó a encantar su físico, muy delgada, cabello castaño largo hasta sus nalgas, unas nalgas no muy grandes, pero bien parásitas y redonditas, unas piernas que se notaba que con más ejercicio serían enormes, y sus tetas no se notaban muy grandes, pero claro que no clavaria la mirada en ellas mientras hablábamos, miraba mucho su carita, delgada, ojos claros, una sonrisa muy bonita y una nariz que por alguna razón pensaba que está operada (por la plática me confirmo que efectivamente se operó la nariz como regalo de 15 años), fue muy fácil notar cada detalle de su cuerpo, ya que con sus leggings rosas muy ajustados, un top deportivo y una de esas blusas de tirantes supercortas que solo cubría su top junto con una especie de mangas que se unían en su cuello (ropa rara de las mujeres).
Terminamos de hablar y cada quien siguió con sus correspondientes rutinas, pero a partir de ese día comenzamos a hablar cada que nos fuera posible, se podría decir que Val y yo nos llevamos bien, al estar en alguno de los aparados, al toparnos al caminar, al llegar o al salir, cada vez me gustaba más, sin embargo, como no tenía idea de si sería correspondido por la diferencia de edades o por cualquier otra razón no hice nada más allá de esas pláticas ocasionales, hasta que paso…
Recuerdo bien que fue un miércoles después de una semana de haber estado conversando, ese día también llegue tarde después del trabajo, me topo con Val que parecía que ya no le faltaba mucho para salir.
– Holaa, llegando tarde? – me pregunto antes de entrar a cambiarme
– Jaja perdón perdón el trabajo, pero sin faltar, tú ya te vas verdad? – le respondo al ver la hora
– Tal vez… Hoy no vino mi mamá y ya sabes, estando sola les es más fácil acosarme – me respondió girando los ojos, sin embargo, me extraño su respuesta, ya que nunca habíamos hablado sobre ese tema.
Extrañado y sin saber que más decir sobre ello le digo que me iré a cambiar y voy a comenzar con mi rutina, ella se va, yo sigo como cualquier otro día, y de un momento a otro deje de verla, pensé que se había ido así que me termine de concentrar y así estuve como una hora más, para ese momento ya no quedaba mucha gente, hasta los instructores de turno se andaban quedando dormidos en recepción, decidí que ya era momento de salir así que me dirigí a las duchas, vi que la regadera para discapacitados estaba libre y me metí en esa, cuando hay poca gente suelo usar esa regadera porque es mucho más amplia y cómoda porque parece un pequeño baño completo y muy privado.
Al entrar y dejar mis cosas en la repisa escucho que tocan la puerta, se me hizo raro, pero pensé que a lo mejor sería un instructor que me vio y me pediría que saliera, así que abro la puerta y veo que Val quien toco, por mi sorpresa ella se metió rápidamente.
– Espera Val que pasa
– Sí que te tardaste en terminar, te he estado esperando
– Espera, que? porque?, y porque entraste aquí?, me voy a dar una ducha, si quiere podemos hablar afuera
– No, no quiero hablar, quiero lo mismo que tú
– A qué te refieres?
– No creas que no lo he notado, desde que nos conocimos y comenzamos a hablar cada que puedes me miras con deseo
– Espera… yo… no – No supe qué responder, me había atrapado, solo podía pensar en lo que me dijo cuando llegue, sobre el acoso, pensé que me culparía de eso, y por más absurdo que parezca no quería más problemas y menos en el gimnasio donde pensé que podría olvidar el estrés del día
– Yo también te veo… a pesar de que siempre traes esta tonta ropa holgada, me gustas…
Se me acerco lentamente y no se que paso por mi mente en ese momento pero la abrace y la bese, me respondio el abrazo y beso y cada segundo que pasaba ese beso se volvia mas y mas profundo y apasiondo, y mi calentura comenzaba a incrementar, de solo abrazarla comence a acariciar su espalda, sus hombros, su cintura, la diferencia en el tamaño de nuestros cuerpos se notaba y me era muy facil poder recorrer su cuerpo, y ella por su parte logro meter sus manos debajo de mi camiza y acariciaba mi espalda con la llema de sus dedos, cada vez aplicando mas y mas precion.
– ESPERA! ESPERA! – trato de recuperar la cordura soltándola por un momento
– Yo quiero, y quiero esto
Al escuchar eso me vuelvo a abalanzar sobre ella besándola y tomando sus nalgas directamente, ella volvió a abrazarme, pero ahora arañaba lentamente mi espalda, eso me calentó muchísimo, seguimos así un buen rato, yo apretaba, acariciaba y disfrutaba de esas nalgas mientras ella se perdía ya solo disfrutaba.
Me detuve y puse el seguro de la puerta y extendí una toalla en el piso, al voltear a ver a Val para pedirle que se sentara en la toalla la veo recargada en la pared pellizcándose un peso y frotándose la entrepierna, la cual ya se veía que mojo bastante sus leggings, esa escena fue muy impactante, ya tenía la verga completamente tiesa, pero al verla así me comenzó a palpitar, como si estuviera ya desesperada por disparar mi semen.
Trate de controlarme y volví a besarla, pero esta vez la cargué sosteniéndola de sus nalgas, ella comprendió y me abrazo con sus piernas, ooh vaya piernas, me abrazo con bastante fuerza con ellas, yo lenta y cuidadosamente me puse de rodillas y la recosté en la toalla, me pongo de pie y me comienzo a quitar la ropa hasta quedar completamente desnudo con mi verga palpitando y escurriendo un poco de precum, Val al verme hace una expresión de deseo y comienza a quitarse la ropa, y cuando pensé que no podría excitarme más esta niña de 15 años que apenas unas semanas atrás trate de ignorar al verla llegar al gimnasio, sigue provocándome una cantidad de excitación que nunca había sentido, ver ese hermoso y pequeño cuerpo, con unas tetas de muy buen tamaño que siempre fueron muy bien ocultadas por esos tops deportivos muy ajustados, un abdomen plano, una piel lisa y sin ningún bello, me abalanzo encima de ella besándola y acariciando cada parte de su delicado cuerpo, bajo y lentamente huelo su cuello, su pecho, llego a sus tetas y las acaricio y masajeo lentamente, comencé a lamer la punta de sus pezones delicadamente y ella comenzó a gemir con mucha fuerza, le pedí que por más que me encantará escucharla así, no podía hacer tanto ruido, puso sus manos en su boca, cerro fuertemente sus ojos y seguí deleitándome de su dulce aroma y delicioso sabor, chupando profunda y fuertemente sus pezones, ella no paraba de tener pequeños espasmos, agitar su respiración e intentar ahogar sus gemidos.
Después de un rato me levanto un poco y comienzo a besar su abdomen, quita las manos de su boca y con sus ojos apenas abiertos comienza a agarrar su cabello y revolverlo desesperadamente mientras se muerde un labio, yo tome un poco de aire para poder pasar al plato principal, bajo a sus piernas y las separo lentamente y veo la entrada su panochita, me deleito viéndola un momento y comienzo a besar sus piernas alrededor de su panochita, ella comienza a agarrar con fuerza la toalla y veo que vuelve a cerrar los ojos y a morder sus labios, doy una lamida desde la parte de más abajo hasta la altura de su clítoris y siento como todo su cuerpo se retuerce, suelta un pequeño gemino que rápidamente intenta aguantar y jala con fuerza la toalla, separo lentamente sus labios y siento un enorme golpe de su aroma de panochita y comenzó a lamer su clítoris, ella se comenzó a mover mucho así que la sostuve con una mano apoyándome en su vientre, chupo, lamo y succiono su clítoris cada vez con más fuerza y velocidad, hasta que me detento y la veo con una expresión de excitación y desesperación en su cara la cual ya había escurrido un par de lágrimas.
Me levanto y comienzo a masturbarme lentamente frente a ella, ella me mira y su carita ya rosita se puso aún más roja.
– Estás lista? – le pregunto mientras comienzo a agacharme para poder por fin hacer la mía
Asintió con la cabeza, acerco la cabeza de mi verga a su panochita y en el momento que la toco me detiene
– Espera… ahh… espera… se ge-gentil… es mi primera vez… – al decirme esto se tapa la cara con las manos
Al escucharla mi mente se quedó en blanco y cualquier idea de ser gentil con ella se fue… separo una vez más sus labios, pero esta vez me deleité al ver su himen, realmente era virgen, la idea de desvirgar a una quinceañera en la regadera de un gimnasio me hizo desear hacer la mía de la forma más agresiva que en ese momento mi cuerpo pudiera reaccionar.
Lentamente, me agacho, separo sus piernas, me coloco sobre de ella apoyándome en uno de mis codos a su lado, levantando un poco sus piernas con su cadera, con mi mano libre lentamente meto la cabeza de mi verga en su entrada, cuando esta lista termino de tomarla de los hombros desde su espalda, le pido que me abrace con fuerza y que no vaya a hacer ningún ruido, me abraza con mucha fuerza y cierra sus ojos, supe que estaba lista y con toda la fuerza que tenía y lo más rápido que pude le di una embestida que inmediatamente sentí como mis bolas golpearon en ella, dio un fuerte grito que rápidamente calle con un bezo, comenzó a temblar y llorar, me quede quieto en esa posición un momento y después lentamente saque mi verga hasta el ras antes de estar completamente fuera y le repetí que no hiciera ruido y repetí la misma acción, la embestí rápida y fuertemente, ella aguantó el grito y cerrando los ojos trato de hacer su cabeza hacia atrás mientras me enterraba fuertemente sus uñas en mi espalda, repetí esto mismo al menos unas diez veces hasta que sentí que se comenzó a relajar, esto también me servía para aguantar un poco más, ya tenía mucho tiempo aguantándome terminar, así que este movimiento sería para disfrutar lentamente cuando mi verga salía de ella y cuando la cabeza golpeaba su interior y mis bolas su exterior.
La suelto y vuelvo a arrodillarme frente a ella sacando mi verga, al sacar ella extiende sus brazos y piernas rendidas con la respiración agitada, pero no me detendría hay y menos al ver mi verga cubierta de su sangre de virgen y ver como sus fluidos escurrían desde su interior con su sangre, comencé a acariciar fuertemente su clítoris que ya estaba sumamente hinchado y duro y al poco tiempo comenzó a arquear su espalda y tuvo una enorme corrida que rápidamente trato de beber toda y aprovechó a lamer y clavar mi lengua en su interior, fue el mejor sabor que pude haber deleitado, sus flujos y su sangre me volvían loco al estar en mi boca, ella ya estaba tan excitada y exhausta que ya solo podía jadear agitadamente sin hacer mucho ruido, pero para poder terminar como más me gusta tomo levanto sus piernas levantando un poco su cadera y le meto lentamente mi verga hasta que topa, me inclino un poco para poder admirar la posición en la que la tenía y le digo nuevamente que no haga ruido y comienzo a embestirla rápidamente, un mete saca que solo se podía escuchar plac plac plac, en ese punto ya no me importaba si hacíamos ruido o no, estaba totalmente perdido en la deliciosa sensación de haber desvirgado está estrecha y hermosa niña, después de un buen rato lo siento, me detengo, empujó lo más que puedo mi verga, a lo que ella demuestra algo de dolor y me corro, enormes corridas de mi leche caliente comenzaron a llenar su panochita que con cada corrida daba una embestida más, al terminar la comencé a besar y sin sacarle la verga me recuesto completamente sobre ella, la abrazo y me giro para tenerla encima de mí, sentí como todo su cuerpo caía rendido sobre mí.
Después de unos minutos le saco la verga, dio un pequeño quejido y por más que quería seguir vi la hora y la ayude a incorporarse porque teníamos que apresurarnos a salir, ya era tarde y teníamos que salir antes de que serraran.
Nos dimos un remojón en la regadera, nos vestimos y salimos lo más disimuladamente que pudimos. Fuimos a mi auto y la llevé a su casa, nos despedimos con otro beso y cuando ella se levanta para salir, veo como de sus leggings estaba escurriendo mi semen desde adentro.
Y así fue como comenzó todo y cuando pensé que no podría ser mejor, mi pequeña Val me volvió a sorprender…
Ya me urge leer la continuación y saber la sorpresa 🤤