De mujer a cabra
La historia de una madre que usa la hipnosis para transformar su hija en una cabra sumisa .
Una vez, en lo más profundo de las montañas, vivía Laura junto a su pequeña hija Hannia en una granja apartada de la civilización. Laura era una mujer excéntrica y poseía habilidades ocultas en la hipnosis que había aprendido de forma autodidacta. Aunque su uso siempre había sido inofensivo y sin malas intenciones, su peculiaridad la llevó a idear algo realmente sorprendente para su dulce y curiosa hija.
Un cálido día de verano, Laura decidió probar sus habilidades hipnóticas en Hannia, quien tenía tan solo cinco años. Con una sonrisa traviesa, Laura se adueñó de la mente de su hija, transformando su perspectiva de la realidad de una manera extraordinaria y fantástica.
Primero, Laura le dio a Hannia la orden de que cada vez que se bañara, lo hiciera con explosiones de pasteles de verdad, en lugar de agua. Así, cada día, la pequeña disfrutaba de baños multicolores y dulces en los que podía sumergirse entre risas y deleite.
Luego, Laura, jugando con la idea de la libertad y el amor incondicional, ordenó a Hannia que descubriera que le gustaban las mujeres. De esta manera, la pequeña creció con total aceptación y amor hacia todos los seres humanos, sin prejuicios ni discriminación.
Continuando con su travesura hipnótica, Laura decidió que Hannia debía vivir en un establo con su amada cabra, quien sería su compañera de vida y confidente. Pero lejos de ser un lugar triste o incómodo, Laura conjuró un establo mágico con todas las comodidades posibles: un lecho mullido, una cocina bien surtida y un espacio donde la pequeña podía jugar y explorar. Era un verdadero hogar, lleno de magia y amor.
Siguiendo con su encanto hipnótico, Laura le ordenó a Hannia que se casara con su leal cabra. Para ella, eso era completamente natural y hermoso, ya que el amor no tenía límites ni reglas, solo pura conexión emocional. La boda fue un evento místico y encantador, en el cual todas las criaturas de la granja celebraron la unión entre Hannia y su querida compañera cabra.
A partir de ese momento, la pequeña Hannia adoptó comportamientos caprinos, más allá de lo físico. Sus saltos y cabriolas inundaron sus juegos, mientras su risa resonaba por toda la granja. Su madre, siempre presente y orgullosa, la guiaba con amor, en medio del secreto compartido que guardaban celosamente.
Hannia, ahora habitando un cuerpo de cabra, transformó también su forma de comunicarse. No solamente balaba, sino que aprendió a expresarse con gruñidos y otros sonidos característicos de la especie. Su habla era un continuo juego y una representación perfecta de su nueva forma de ser.
Laura, por su parte, no sentía arrepentimiento alguno por lo que había hecho. Veía en su hija una expresión pura de libertad y amor, una introspección en la belleza de ser quien uno realmente desea ser, sin barreras ni normas que lo impidan. Ambas vivían en perfecta armonía en su granja, ocultando su secreto de los demás, quienes simplemente veían a una madre y una hija disfrutando de su vida en las entrañas de la montaña.
En resumen, la historia de Laura y Hannia es una aventura única y especial, llena de hipnosis, aceptación, amor y magia. Juntas, madre e hija encontraron un lugar donde ser ellas mismas sin miedo al juicio o a las normas establecidas por la sociedad. En su aislamiento voluntario, construyeron una realidad propia, alejadas del mundo exterior, y se consagraron al amor y la felicidad que solo ellas conocían.
La historia no es real es Ai
No es real si le gusta mis relatos espero que les guste
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!