Descubrí que a mi hija le gustan las vergas grandes primera parte
Lo placeres que ofrece un cuerpo joven .
Hola, chicos, esto es 100 % real. Descubrí que a mi hija de tan solo 11 años le encantan las vergas grandes y a mí me encanta que mi hermosa hija rubia de ojos color canela y tez blanca me chupe mi gran polla. No miento al decir que ella sabe hacer gargantas profundas como toda una campeona y mayor. Fue mi sorpresa un día al levantarme sintiendo cómo me chupaban mi polla y descubrí que no era mi hija, sino mis sobrinas gemelas de 10 años.
Esto pasó hace 2 meses ; regresaba de dejar a mi hija en el cole porque era padre soltero.
Me dirigía a mi trabajo y me llaman para informarme que ya todo está solucionado, que regrese a mi casa.
Esos malditos, yo ya estaba a mitad del camino; debo decir que yo hago teletrabajo.
En el camino a mi casa, pasé comprando cosas para el almuerzo; los dejé en la mesa y fui a mi oficina a continuar con mi trabajo.
Ya había perdido la noción del tiempo, así que me dirijo al baño [a mí me gustan las películas de espías, por lo que siempre soy silencioso a pesar de estar solo en mi casa]. Al pasar por el cuarto de mi hija, veo que ella está ahí con un dildo que después supe que era de 20 cm, en su boca; la escena me dejó paralizado y no dije nada, solo seguí al baño con la imagen mental de mi hija con un dildo en la boca.
Ahora necesito explicarles lo siguiente: mi hija tiene tetas de copa C, que son 17-18 cm, debido a su buena genética, y un trasero levantado y bien brotado y esbelto igual al de su madre (la madre murió al año que ella nació). Desde siempre nos bañábamos juntos, teníamos una buena confianza y a lo largo de su desarrollo la he visto desnuda muchas veces. Un ejemplo: el día anterior, ambos estábamos desocupados, así que me bañé con ella; ella desnuda y yo también, ambos acostados en la tina.Para mí era hermoso verla así y si no había malicia.
Haora lo siguiente, luego de verla metiendo ese dildo asta la garganta tenía otros pensamientos asía ella y justo esa tarde ella me pidió que me bañara com ella y la solo idea me puso duro pero me calme recuerdo que eso fue un jueves, así que entre primero al baño y me metí en la tina poniendo mi polla entre mis piernas asta que la veo entrar solo en ropa interion y con una tierna voz ya boy papá se quito el sostén y se dio la vuelta para ponerla en la canasta de ropa podría verle todo ese redodnde y hermoso culo luego se quito el interion y mi polla estuvo a mil veras ella estaba depie para con la parte dela cintura para arriba asía abajo acomodando su ropa por lo que el los próximos 8 segundos tuve ala vista una bajina rosada con sus labios serrados, carnosos y brotados y más arriba un ano rozado y serrado. Ella se dio la vuelta y llegó a la tina y se puso encima de mí, dándome la espalda, y no me había percatado de que se me había salido la polla de las piernas. Ahora, no es por exagerar, pero tengo una buena verga de 37 cm de largo y 9 cm de ancho. Mi polla salió hacia arriba y se curvó, quedando encima de su vagina, un poco más abajo de la altura del ombligo. Obviamente, ella se dio cuenta Y mi hija, que se llama Ana, me la agarró con suavidad y me dijo.
Ana: Papi, tienes la polla parada.
—Yo: Sí, hija, solo estaba pensando en algo.
Ana: Pero es la primera vez que se te para.
Ella me agarró la verga y me dijo.
:—María: Mira, papi, me llega hasta el ombligo y está palpitando; además, es tan grande que mi mano no puede enrollarla por completo.
Yo estaba a mil. Mi hija tenía mi polla en sus manos, a lo que ella hace lo siguiente: se alza y pone mi verga debajo de su culo y ella se sienta en la bañera para enjabonarse. Yo estaba perdiendo el control. Luego, un rato después, mi hija sale de la tina y va a la regadera a enjuagarse, de espaldas a mí como siempre.Ella me llama y me dice que me apure para que le enjuague el pelo y la espalda (repito que siempre fue normal tener mi polla entre sus nalgas, ya que siempre que estaba en la tina, normalmente estaba así). Me levanté mientras ella ajustaba la temperatura de la regadera; no podía arrimarme a ella como siempre lo hacía para lavarle el pelo porque tenía la verga dura, tan dura como un tronco.
Haora, tu lector, imagínate la escena.
La vida te quitó a tu esposa, te esforzaste por tener un buen trabajo y ahora, a tus 32 años, estás bien económicamente en el baño de tu casa con un buen físico, una polla para que cualquier enloquesca, y esa mujer es una niña de 11 años que es tu hija, que es absolutamente hermosa, con un buen cuerpo, unas lindas tetas Y un culo que, al verlo, cualquier hombre dice: «Tengo que cogerme a esa chica».Pero esa chica es tu hija virgen, y sería un idiota si desperdiciara esa oportunidad.
Así que, volviendo al tema, yo me acerqué a ella, inclinando mi verga, que estaba tan dura, y al soltarla, al arrimarme a ella, quedé justo en medio de sus nalgas; fue una vista increíble.
Ana: Papi, ¿aún por qué la tienes así?—Yo: Ella procede a agarrar de nuevo mi verga y recorrer mi verga con su mano desde la punta hasta su base, y cuando termine, ella pego un brinco al sentir el tamaño de mi verga, y lo más impresionante es que ella, al mover su cuerpo hacia atrás, levanta su culo y literalmente su culo le pega una recorrida a toda mi verga.
Ella baja su culo y tenía una cara de sorprendida, y ella curva denueso su espada deslizando y apretando denuebo su culo con mi verga al mirar hacia arriba y, Dios, la perspectiva fue hermosa. Ella con una voz tierna me dice: «Papi, tienes la cabeza de tu cosa hinchada», y era verdad. Ya no me aguantaba las ganas, quería descargar todo el semen de mis bolas en su vagina o en su culo, pero por más excitado que estaba, aún tenía autocontrol y le dije a mi hija.
Yo: Es que tengo las bolas llenas y quiero que salga todo.
Ana: Todo que papá, ¿y cómo se te llenaron las bolas? [Ella procede a darse la vuelta y acariciar mis bolas]. Sí, papá, están aguadas como una funda de agua.
Mi polla quedó más arriba de la altura de su ombligo y en ese momento por fin mi hermosa ija vio la magnitud de toda mi polla, que estaba tiesa y dura con la cabeza hinchada, a punto de reventar. Ella con una sonrisa me dice: «Papi, me gusta tu verga, es como la nariz de un elefante». Ella me suelta que el papá de una amiga le rellena la vagina con lo que sale de sus bolas y ella sólita pone la cabeza de mi verja en su bajina y me dice que como entra y que ta tenía frio.
Esa frase y la confección salí de mi trance y, con todo mi autocontrol, le di la vuelta a mi hija, le acomodé la verga de nuevo en sus nalgas y que se sentía riquisimo, la terminé de bañar y la mandé a su cuarto, que también era mi cuarto, a que se cambiara, ya que, como he dicho antes, somos muy unidos y siempre he dormido con ella en la misma cama yo por otro lado está con una paja furiosa i mucho chorros de semen asta tranquilizarme .
Bueno, gente, este es el primer relato de cómo descubrí que a mi hija le gustan las vergas grandes.
En el siguiente capítulo se vienen cositas.
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