Dia 4, 1 y 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por antrax126.
Me levante despacio, busque mis sandalias en medio de la oscuridad, camine hacia la puerta de un costado de mi habitación, no era la salida, era la entrada a un closet, prendo la luz, abro la frágil puerta de madera, y ahí esta ella, medio inconsciente, emitiendo ese ruido insoportable, como el lamento de un animal muriendo, sus manos estas sangrando, la cuerda que atan han provocado múltiples ulceras en sus manos, pies y cadera, su piel luce amarilla y ha perdido mucho peso corporal, me sorprende el hecho de que solo van 4 días, y su condición parece que es de semanas, eso creo yo.
Quito la venda de sus ojos, sus pupilas se contraen con la abrupta interrupción de la luz que emiten las lámparas de la habitación, libero su boca, ahora puede descansar su mandíbula, puede hablar.
Ella tiene hambre, creo que no ha comido bien, voy a la cocina solo hay galletas y sobras de comida rápida de días pasados, le lanzo la galleta al suelo, ella sufre al tratar de agarrarla, creo que debo desatarla, gime y llora y veo su espalda, cicatrizante, roja, infectada, las quemaduras con el soplete causan mucho daño en ella.
Creo que necesita agua, para apagar el inmenso ardor de sus llagas.
Este no soy yo, la miro caminar, sus blancos muslos, si cuerpo delgado, cabello castaño, su uniforme escolar baila al son del viento con una gracia inconcebible, este no soy yo, camino tras ella, con pasos sigilosos, siento su aroma, su cuerpo lánguido, su aroma juvenil, delicioso, camina hacia el callejón, apresuro el paso, la alcanzo, tiro de su brazo, ella grita, golpeo su rostro, sangra, golpeo su estómago, calla, no puede respirar, como un animal atrapado, rasguña, tiene una fuerza impresionante para tener 14 años, sigo golpeando, cada golpe aumenta mi ritmo cardiaco, su sangre, ahora la puedo oler, esto no soy yo, es algo más.
Llego a mi casa con la mayor normalidad del mundo, abro mi portón, meto mi auto, saludan las vecinas, no saben lo que pasa.
Aun esta inconsciente, golpeada y maltrecha, con un cuter muy filoso, corto delicadamente sus prendas, comienzo con su blusa, corto los botones con cierta gracia, a medida que avanzo descubro su abdomen tibio, sigo cortando, descubro sus pequeños pechos dentro de ese brasier, siento el olor de su perfume mesclado con el hierro de la sangre.
Ahora la falda, tiene un botón, lo corto, sale fácilmente, descubro sus prendas íntimas, manchadas de un poco de orín, lo sé, puede sentir su aroma, y el color amarillo, que invade la inmensa blancura de su pantaleta.
Arranco de golpe sus zapatos, medias, ahora esta su cuerpo cálido sobre el frio suelo, mi verga esta erecta, al ver semejante paraíso, corro por cuerda, la ato de manos y pies, la sangre de su rostro resbala por su cuello, llega a sus pequeños y firmes senos, me éxito aún más.
Una vez que la tengo en una habitación vacía, colgando de un par de argollas hábilmente puestas en el techo, despierta, inteligentemente tape su boca, solo puede emitir excitantes sonidos, gemidos que me erizan la piel, le arranco su brasier, sus pantaletas, puede ver su sexo, cubierto con tiernos pelos, delgados y claros, huelo su vagina, es embriagante el olor, meto mi lengua, esta imposibilitada de cerrar las piernas, siento como se contrae su vagina para impedir la penetración de mi lengua sedienta de su sexo, de sus virginales fluidos.
Subo a su pecho, succiono con gran fuerza sus pezones rosados, erectos por el temor que siente.
Esto no soy yo.
El segundo día inicia, no puedo esperar a verla, creo que no iré a trabajar, voy a encargar comida china.
Corro a la habitación, ahí está ella, colgando, su muñecas y tobillos se están comenzando a poner al rojo vivo, me molestan sus quejidos, la suciedad, hay restos de orina y excremento en el piso, este no soy yo, pierdo la cabeza, limpio su desastre, voy por dos baldes con agua fría, lanzo con tal furia el agua a su cuerpo que pareciera que lanzo rocas, su rictus de dolor, su gemidos ahogados, la lavo, y comienzo a excitarme, mi verga está a mil, su cuerpo exquisito, friolento por el agua, me es imposible detenerme, desato las cuerdas de las argollas del suelo y techo, la arrastro hacia mi habitación, la lanzo a la cama, comienzo a lamer su cuerpo, me enloquece, abro su piernas extraordinariamente cerradas, lanzo mu cuerpo sobre el de ella, introduzco mi miembro una y otra vez, su cara, es fenomenal, llora, gime, sigo lamiendo su cara, meto y saco mi miembro con furia, la golpeo, lamo la sangre que gotea de su nariz, me quito de encima de ella, veo un hilo de sangre de su vagina, no lo dudo, lo lamo, muerdo, consumo su sangre, sus fluidos, los míos, la volteo salvajemente, veo su orto, tan hermoso, comienzo a meter mis dedos en él, grita, al menos eso parece, de su ano sale suciedad y sangre, no me importa, meto tres dedos, en un vaivén furico, no me importa nada, tomo mi miembro y con fuerza lo introduzco en su cavidad, llora, grita, gime, sangra, defeca.
Este no soy yo.
Relato Fictisio, antrax126.
Continuara.
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