Doble vida I
Inicios en la prostitución.
Hola, me llamo Melisa, soy contadora publica y vivo en Argentina. Tengo 27 años, me casé a los 23, hace dos años nació Agustina, mi solcito, pero hace un par de meses me he encontrado con Martín, un exnovio al cual quise muchísimo.
Con él he renovado mis ganas sexuales; las experiencia que viví con el cuando éramos parejita habían han sido muy buenas, y había vuelto a vivir momentos extraordinarios sexualmente, él sabe cómo hacerme sentir muy fogosa y hasta he descubierto que me fascina que me traten con mucho morbo, me ha comprado prendas que antes no hubiera pensado usarlas.
Pero me ha confesado que tiene un negocio clandestino, al cual se atrevió a llevarme sin decirme antes de que trataba, es decir me lo reservó como sorpresa.
El negocio son departamentos donde se ejerce la prostitución; tiene una socia llamada Silvia, que administra el de «cabecera e inicio» (el más importante)y me presentó en su momento.
Fuimos al depto con la lencería que habíamos comprado (yo creyendo que íbamos a un telo), me dijo que ese era su negocio, y me pidió que luciera delante de Silvia las prendas que habíamos comprado; ella dijo que me quedaban muy bien.
Fuimos a uno de los reservados donde las chicas atienden. Allí tuvimos sexo, yo sin saber que ella nos había visto. ¿Cómo? No sé; si abrió con alguna llave, si había una mirilla o cámaras, no me di cuenta.
Lo cierto es que Silvia me dijo que soy muy buena cogiendo….me propuso que trabaje allí ocasionalmente como una chica más, que a Martin también le interesaba que lo hiciera. Obviamente, le dije que no. ¿Yo puta?, sólo en mis fantasías…
Lo cierto es que ya no teníamos sexo en moteles como antes, ahora cada vez que queremos estar juntos vamos allí, me pongo esas prendas con las que a él le gusta verme y entro con él en las mismas habitaciones donde las chicas atienden y he descubierto que el sexo es cada vez más satisfactorio de esa manera.
El viernes pasado quedamos en volver a estar y fui como siempre, pero cuando ya estaba vestida para ello, un babydoll en tul transparente a media nalga, tacones altos y un hilo dental como panty, sin sostén, me dijo que estaba como para atender a un cliente…no pasó de eso.
Un par de días después llegué puntual, me puse lo mismo que me había puesto el viernes, pero él llegó 25 minutos después. Mientras, yo me quedé en la barra, del otro lado Silvia, conversando con ella. Mientras lo esperaba llegó un cliente, ella hizo presentar a las chicas que estaban «vestidas» como yo algunas, otras en bikini.
El cliente después de verlas le preguntó a Silvia si si yo lo podía atender, a lo que ella le dijo que YO NO ATENDIA.
Al rato llegó mi Martín y ya saben, nos fuimos a reservado para amarnos.
Algunos días después pasó lo mismo, pero esta vez Silvia, mirándome a la cara y sonriendo, dijo QUE YO YA ESTABA OCUPADA, COMPROMETIDA CON OTRO CLIENTE.
Lo escuché y me causó risa, como ligera broma de parte de ella. La 4ta fue lo mismo.
Como él sabía de mi cumpleaños, me pidió que nos viéramos ese día en el mismo sitio, en su negocio. Le dije que yo no podía, ya que debía estar con mi esposo y mi nena, como es lógico.
Me pidió que entonces nos viéramos el día anterior, el martes 27. Acepté.
Pero llegó lo inesperado para mí. Llegó el mismo cliente que la administradora le había dicho días antes, que yo ya estaba comprometida con otro «Cliente» (Lo cual no era cierto) Este señor le manifestó a Martín que deseaba que yo lo atendiera, que pagaba lo que hiciera falta.
Mi ex le dijo que vería que hacer si se podía, para lo que mi ex me pidió hablar al respecto, Me pidió que por favor accediera a tal petición, que era un cliente muy especial.
Les confieso que quedé sorprendida, pero a la vez, el pedido concreto me dio una gran sensación de desafío para mi forma de ser: permitirme ser prostituida por otras personas. Sonaba fuerte .Yo, tan independiente, ponerme en plan sumisa y obediente, dejar que otros paguen ¡a otros! para que hagan lo que quieran conmigo…una ráfaga de excitación me sacudió. Poco a poco fui dándole atender que existía la posibilidad siempre y cuando hubiera un compromiso de fidelidad a su silencio.
Se le notó una gran sensación a mi ex de emoción el que yo aceptara y me dijo que sólo era que yo hiciera las mismas cosas que yo hacía con él. Silvia dijo que ella se encargaría de decirme como transmitir la información al cliente.
Ella me dijo que habláramos a solas: «Bien, pendeja. Yo sabía que ibas a entrar; tenés alma de puta, y en chicas como vos es una bendición. Yo me voy a ocupar de que te des cuenta de lo bien que te vas a sentir siendo una trolita. Bueno mujer, cierra la mano, cualquier mano, le decís con la mano cerrada que hacés el sexo oral moviendo la mano de arriba-abajo, pero ellos, los clientes aman oírlo decir de otra manera, entonces vos le decís -Si, yo te la chupo para que después me cojas en las poses que quieras; yo cobro… Eso es para presionar a que él se decida, eso sí, NO LE VAYAS A DECIR QUE TE ESTAMOS PUTEANDO POR PRIMERA VEZ EN TU VIDA (remarcándome lo de primera vez. Son unos hijos de puta manejando las palabras para engancharnos…),eso dejalo para nosotros y tus recuerdos; tus clientes lo pueden aprovechar para que te hagan más de lo acordado, no importa si creen que ya llevas tiempo, pero no mucho. Si es el caso decile que llevás,ponele, 1 mes siendo puteada para nosotros, que venís de vez en cuando y muy discretamente porque tenés marido, que no sabe de esto, y una hija. Usá esas palabras, a los clientes los calienta imaginarte casada, madre, y sometida por una red de trata de blancas .Sos contadora, una profesional exitosa, ninguna chica tonta; conocés nuestros movimientos, y te habras dado cuenta que esto es una especie de esclavitud de baja intensidad gracias a la predisposición de ustedes, si, tuya tambien, a ser dominadas, ilegal, pero tolerada por la sociedad, y es un estado, el de esclava sexual, que vos, mi amor, estás en el momento justo para probar y transitar. Vas a aprender obediencia, aceptar el dominio de otros sobre tu cuerpo,darte cuenta que podés ser comerciada, y, quién sabe, recibir los castigos que necesites cuando no te portes como una verdadera puta. ¡Animo, muñeca, que estás entrando en un mundo que te va a sorprender y, fascinar! «, todo dicho de una manera acelerada, de tal manera que entrara en mi cabeza y quedara allí, sin procesar…
Me hizo que lo ensayara, para que le pusiera algo de picante. Me dijo que muy bien y me fui a hablar con el cliente.
Les confieso que con la forma como ella me dijo, me excité e hice caso. «Bueno, te cuento, el servicio es de masaje oral».. De inmediato el cliente me interrumpió: -O sea que vos… -Si, yo la chupo (moviendo la mano arriba-abajo y saqué la punta de la lengua rozando mi labio superior) vale $500, y la concha cuesta…
Por ahora no la quiero, solo que te desnudes y me la chupes bien, putita…
La sorpresa para mi ex fue cuando me acerco con el dinero y pido habitación (papel higiénico y preservativo), el cliente se fue detrás mío a la habitación. Le hice un strip ( me encanta bailar), y en pocos minutos, me fue llevando con palabras ardientes y hábil presión sobre mis hombros hasta terminar arrodillada delante de él (otra novedad para mí), yo con su pija en mi boca, después de haberme cacheteado con ella toda la cara para ponerla dura, mamándola con los ojos cerrados. No quería verlo, sólo concentrarme en el acto, Lo lamí para que aguantara un poco más y volver a engullirlo. Al rato me sacó la pija de la boca, y pajeándose a todo tren me sorprendió con una brutal acabada sobre mi rostro, empapándomelo por completo, experiencia que nunca había tenido y que me enojó un poco, aunque no se lo demostré (¿mi primer cara de puta?). Salí a ducharme y en pocos minutos volví a la barra.
Mi ex muy sorprendido sólo me miraba con admiración.
El cliente que sale y llega un posible cliente, la administradora llama a Apareció otro cliente, se mostraron todas las chicas y al estar terminando ellas de desfilarle, le dije a Martín: -«Puedo presentarme?» El no me contestó, sorprendido. Silvia, rápida de reflejos me dijo: -Sí, claro mujer, adelante! y andá pensando en algún nombre de guerra…
El cliente me eligió, me presenté como Eugenia, ya sabiendo cómo debía dar información, la administradora se acercó a preguntar si tomaríamos algo, el me preguntó si me tomaría un ron. Acepté, pero él pidió media de ron.
Te confieso que no sé cómo se dio, pero resultó dándome dedo dentro de mi vagina en plena sala con la mano opuesta a la que tenía cerca de mi a la vista de todos, quienes dieron cuenta y aunque yo traté de disimular, la administradora me pasó una bandeja con el papel higiénico y un sobre de preservativo. Esto me indicaba que teníamos la aprobación para tener sexo en la sala. Me incliné de medio lado y engullí su miembro en mi boca con el preservativo para luego sentarme sobre él.
Cerca del final, se acerca Silvia y me susurra que a todos les gustaría verme ya como una puta, de rodillas, tragando la acabada del cliente. Una súbita necesidad de obedecer se apoderó de mí. Me bajé del cliente, lo hice parar, sumisamente me arrodillé frente a él a la vista de todos, le saqué el preservativo y abrí mi boca…Les dí el gusto.
Terminada la faena, Silvia y Martín me me felicitaron a lo que yo les contesté: Contentos?- Obvio- contestó Silvia, mirándome-¡ Ya tenemos una puta más!¿No es cierto, bombón?
Esa noche, en mi cama y al día siguiente, en mi cumpleaños, mi mente se mantenía en lo vivido el día-noche anterior.
Sentía todo el tiempo el sabor y la textura de semen, de esperma. Me hallaba distraía pensando en ello, en los extraños que yo había atendido. 2 extraños en mi debut. No al mismo tiempo, pero si seguidos. Y todo el tiempo con un solo pensamiento en mi cabeza; «ya tenemos una puta más» Y me gustaba pensarlo…
Vuelvo al departamento, ya como una de las chicas del mismo, una o dos veces por semana.
MI ESPOSO NO PUEDE SABER, NO LO SABE, sé que es un gran riesgo, pero eso precisamente el ser clandestino lo que hago, lo que me hacen hacer, me excita muchísimo.
Además tanto Martín como Silvia explotan mi morbo; subieron fotos mías en lencería a paginas web donde se publicita el departamento con mi cara pixelada, pero pidieron que las tomara mi marido… ahora van por más: ya me quieren desnuda y mostrando la cara , fotografiada en sesiones efectuadas por un profesional de la materia conocido por ellos, porque así se muestran todas las chicas del negocio de mi ex. Sé que es lo que corresponde, y lo que todos esperan de mí, pero eso ya me da un poco de miedo; familia, amigos, conocidos… veremos.
FIN
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