Dominado por la hija de mi amante (II)
Me preparo para seguirle el juego y hacerla disfrutar de lo lindo.
Después de aquella primera experiencia con la joven hija de mi amante, decidi seguir el juego de la niña para saber lo que quería con su actitud y hasta donde estaria dispuesta a llegar.
Buscaba en cada ocasion que podia, tocar a mi amante delante de su hija para que esta nos viera, no lo hacía descarado porque mi pareja me frenaba, pero su hija no nos quitaba ojo y si me miraba le hacia guiños para que se diera cuenta que sabia que nos miraba, ademas cada vez que follábamos en la habitación no cerraba la puerta para que nos pudiera ver con todo detalle, habia visto que incluso nos tomaba pelicula con el movil.
Pasaron unos dias sin que pasara nada con su hija, por lo que un dia que mi pareja se fué a trabajar y ella continuaba en la habitación, decidí siguiendo sus modales, entrar en la habitación sin llamar, se estaba masturbando viendo un video de una de nuestras folladas,
-Te gusta, le dije, y me senté en su cama, aparté la mano de su sexo y me puse a seguir la masturbación que había empezado, no dijo nada, solo se acomodó más ecima de la cama y abrió sus piernas, pasé un dedo por toda su húmeda concha, entré un segundo y hasta un tercer dedo, estos resbalaban por todo su interior, entrando y saliendo igual que haria una erecta pija, mientras estos llenaban su vagina el pulgar buscaba su clítoris, el cual comenzó a acariciar, frotándolo, rodeandolo, jugando con el, mientras el dedo meñique, único que quedaba libre, fué a buscar su ano, también jugaba en su entrada y apretaba para entrar timidamente solo la primera falange, no tardó ni un minuto en empezar a arquear su cuerpo y mover sus caderas con un fuerte vaiven, apretaba fuerte sus muslos y me hacía daño en la mano y no me dejaba moverla, con la otra mano le di un cahete en las nalgas para que aflojara su fuerza, cosa que hizo acompañado de un primer gemido, continué con la masturbación intentando seguir el ritmo de sus colvulsiones, cuando casi llega al climax, pide que la azote fuerte en las nalgas, se le ponen enseguida rojas por el azote y acaba con un fuerte suspiro y gemido, liberando toda la tensión dejando su blanco y excitante cuerpo tendido en la cama.
Aparto la mano de su sexo y la acerco a su boca, chupa con ansia y fuerza cada uno de los dedos impregnado de sus jugos, y limpia pero con su saliva, me la suelta.
Se incorpora, rodea mi cuello con sus brazos y me da un ardiente beso, yo estoy excitado a cien y encima con el abrazo noto que sus pezones rozan los mios, en maravilloso, en eso que noto el rico cosquilleo del orgasmo, la aprieto fuerte contra mi, ella lo nota y sin dejar de besarme pone su mano sobre mi sexo que ya empieza a bombear el semen, busca deseperadamente una abertura para liberar mi pene y cuando lo consigue aunque yo ya me he vaciado, absove las últimas gotas de mi leche.
Abrazados notamos nuestos corazones y respiración a cien, a medida que nos relajamos, nuestros cuerpos se separan y ella me dice sensualmente, esto es lo que quiero, y quiero más…
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