Dulce Inocencia IX: Cazando una rajita
Nuevo relato disponible, estamos a solo dos relatos más de terminar esta antología, no se olviden de realizar esta última votación.
Debido al último relato han surgido algunas dudas, primero cabe aclarar no dejaré de escribir relatos con temas fuertes o brutales, solamente decidí tener más variedad en cuanto a relatos por eso decidí escribir relatos más suaves dado que a varios les gustaron, con esto no quiero decir que los relatos se suavizarán por completo, pues los dos van a tener su respectivo espacio para que todos los puedan disfrutar, agradezco el apoyo y sus comentarios como sugerencias, ya saben si desean que continue algún relato deben de mostrar apoyo, así que no se olviden de escribir y votar, ahora sin más comenzamos.
- Terapia de Hermanos
- Enséñame tu pene papi
Una nueva expedición toma lugar, eso siempre significa dos cosas, aventuras y rajitas salvajes para violar y preñar. Mi nombre es Sergio y soy un cazador, pero no uno normal, desde los 20 años me he dedicado a viajar a las zonas más remotas del mundo, he hecho buen dinero como arqueólogo, pero lo que más disfruto de los viajes es encontrar una tribu indígena, secuestrar a una o varias nenitas indígenas y violarlas salvajemente hasta dejarlas bien preñadas. Soy un tipo alto así que decidí sacarle el mejor provecho a mi cuerpo, logrando tener un cuerpo musculoso y una verga de 23 cm, la cual mis presas tienen que recibir hasta el fondo de sus úteros, aún recuerdo cuando violé a una pequeña Ainu (tribu japonesa) de 3 años, la zorrita tuvo mi verga insertada por una hora mientras estaba desmayada, lastimosamente no pude preñarla y tuve que desquitarme con una zorrita morenita de 9 años la cual resistió muy bien toda mi verga durante los 9 días que estuvo privada de su libertad, me aseguré de regresarla a casa con la panza llena de esperma extranjero.
He preñado a nenas de muchas tribus, esquimales, polinesias, africanas, mongolas, chinas, rusas, indias americanas, latinoamericanas, etc. Actualmente conservo varias zorritas en casa de diferentes tribus, las cuales les tome cariño después de preñarlas, al tener una buena fortuna me doy el lujo de mantenerlas como mis muñecas, pero esta historia se trata de como me adentre en la selva amazónica y llegué a la frontera entre Brasil y Venezuela, todo para encontrar a la tribu cazadora Yanonami, al ser una tribu peligrosa tuve que instalarme a una distancia segura y enfocarme en un objetivo, una dulce nena indígena morena de ojos rasgados, tetas pequeñas, piernitas carnosas y una barriguita deliciosa, tuve que esperar varios días a que fuera a recolectar frutas, momento en el que me lancé sobre ella y la inmovilicé con un paño de cloroformo. Cuando la nena despertó gritaba y lloraba, pero más que del miedo gritaba de dolor al ser desvirgada por una verga de 23 cm, en el campamento nadie la escucharía así que podía tomarme mi tiempo para destrozarle esa vagina indígena con una embestida más fuerte que la otra, su consistencia era increíble se sentía tan estrecha que me costaba trabajo no correrme, pero a su vez se sentía muy áspera, una combinación excelente para mi deleite, mientras descargaba mi semilla en su estrecho útero aprovechaba para devorar esos pequeños senos, empezaba así mi día I, tomaba descansos para comer y dormir y después volvía al trabajo.
Al siguiente día conseguí sedarla con un poco de morfina y aprovechar para probar esa dulce boca amazónica, pero quien más gozó fue mi verga al llegar a lo más profundo de su drogada garganta y descargar su lechita en la pancita de la indígena. No fue hasta el tercer día que pude estrenar ese delicioso anito virgen, al ser una tribu salvaje tuve que darle un baño y limpiarle apropiadamente su anito mientras seguía sedada, una vez limpio pude devorarlo para probar ese exótico sabor, estuve un buen rato lamiendo de su culo mientras apretaba sus muslitos carnosos hasta que por fin metí poco a poco mi verga, haciendo que la nena despierte y comience a gritar de la agonía y dolor por ser brutalmente embestida mientras cacheteaba esas nalguitas morenas, su culito quedo rojo y lleno de leche tras casi dos horas de estar atascada, decidí hacer algo de ejercicio al cuarto día y lo que hice fue amarrarla y adormecer sus piernitas, así estuvimos paseando desnudos alrededor del campamento mientras mi verga entraba y salía de su vagina mientras la cargaba y la embestía por detrás, ella solo gritaba por ayuda pero era inútil, muy seguramente su tribu ya se había dado por vencida.
A la mañana del quinto día desperté al lado de la futura madre de mi hijo, prendí un cigarro y lo fumé con naturalidad, hasta que la nena despertó y empezó a gritar mientras se encontraba amarrada, así que decidí apagar mi cigarro en su pequeña barriga, sus gritos de dolor me calentaron y nuevamente empecé a bombear mi lechita en esa tierna puchita. Los siguientes días no cambiaron, seguía llenando los agujeros de mi zorrita a cada rato, incluso la llegué a usar como mi cenicero personal, dejándole al menos 8 marcas en la barriguita, 5 en las nalguitas, 3 en cada muslito y dos en cada pezón, me quedé con ganas de más así que desinfecté unas agujas y le perforé sus pezoncitos y su pequeño clítoris, el sufrimiento no terminaba, pero a este punto la nena solo se limitaba a soltar una que otra lagrima, era como si estuviese muerta por dentro, pero no era nada que no se pudiera arreglar, le coloqué sus piercings en sus nuevas perforaciones y le amarré una cuerda, ahora podría divertirme estirando esos deliciosos pezones morenos, por fin fue un buen estímulo, pues volvió a gritar y yo aproveché para violar su anito rojo una vez más hasta que se orinara, esto me molestó así que la levanté de su coleta y coloqué su cabeza en el charco de orina y lágrimas mientras cortaba su coleta.
Durante los últimos dos días conseguí amarrarle sus brazos y piernas para cogérmela de perrito alternando entre su rajita y su culito, aunque lo que más me gusta es cargarla y llevarla al espejo mientras la penetro salvajemente y ella observa confundida. El ultimo día aprendió a mamar sin quejarse, como dije era como si estuviera muerta, llegó el final del día y luego de una prueba de embarazo positiva comencé a darle su ultima cogida por todos sus agujeritos, primero su rajita inflamada hasta dejarla bien roja, luego su culito estrecho y delicioso hasta dejarlo desbordando leche y finalmente eyaculé en su carita mientras la obligaba a limpiar los últimos residuos de leche. Estaba a punto de abandonarla en la selva, pero al no encontrar rastros de su tribu decidí llevarla conmigo como trofeo, después de todo es un logro seguir vivo luego de entrar en contacto con esta tribu. De regreso en casa le coloqué un último piercing de aro en su nariz y le puse mi marca al rojo vivo en su nalguita izquierda y un collar con el nombre de Ari, así decidí llamarle pues ahora era oficialmente mi vaquita. Los meses han seguido su ritmo y parece que se empezó a llevar bien con las otras nenas trofeo, les encanta lamerse y besarse entre ellas mientras estoy de viaje y la pancita de Ari creció considerablemente pues ahora lleva 8 meses de embarazo, todavía no se que hacer con la cría, usualmente siempre vendo a las nenas a una Guardería extraña, tal vez algún día visite a mis crías para saber como las ha tratado la vida creo que una de ellas se llamaba Amy o algo así, como sea ahora debo enfocarme en mi siguiente presa, debo volar a Mongolia y cazar una deliciosa rajita nómada del desierto, sin duda mi viaje está lejos de terminar.
Este relato es enteramente ficción y dichos comportamientos no deben ser replicados nuestro único fin es entretener.
Que bueno que estuvo. No esperaba que saliera ya y ojalá los otros dos relatos que faltan también vengan rápido. No me esperaba la mención de Amy aquí pero me gustó mucho.
Ojalá todo lo que que vendrá luego de la antología pueda ser soltado de una tirada.
Voto por «enséñame tu pene papi»
Eso planeo, pero dado que la página tarda en subir relatos creo que saldrán desfasados, aún así me alegro que te haya gustado
Últimamente los comentarios de la página tardan en mostrarse, me disculpo por si llego a responder un comentario tarde
Me encanta que todo se vaya conectado, como siempre buen relato amigo
Gracias por el apoyo
Genial 10 de 10
Me alegro que haya sido de tu agrado
Voto por terapia de hermanos