El Cine porno de Caracas Urdaneta
Lo cierto es que no había restricciones para el disfrute de ese contenido, me impactaba mucho .
Los días muy sexys del Cine Urdaneta (dos experiencias reales)
Gente de edad vamos a sincerarnos. ¿Quién no sintió alguna vez curiosidad por entrar al antiguo Cine Urdaneta? Por seis años trabajé en la famosa esquina Puente Nuevo a Puerto Escondido y casi todos los días me tocaba pasar por el frente del cine porno para ir y salir de mi trabajo, inclusive a las horas de almuerzo, cuando tenía que hacer cualquier diligencia o comer algo por allí cerca, por cierto, subiendo por esa cuadra vendían unas parrillas muy ricas. Pero volviendo al tema juro que cuando pasaba y me quedaba como una tonta viendo las imágenes y los títulos de las películas, me parecían muy ocurrentes, me llamaban mucho la atención, incluso, llegué a memorizarme algunos que me marcaron: Lily la insaciable, Confesiones eróticas de un cartero, las reporteras del sexo ese me gustó mucho por mi profesión jejejeje y cosas así, me sorprendía la cantidad de gente variada que logre observar en esos seis años, hombres solos, transfor, parejas, mujeres acompañadas por otras mujeres, de cualquier edad o estrato social, hasta gente de la tercera edad, jubilados que entraban a cualquier hora.
Lo cierto es que no había restricciones para el disfrute de ese contenido, me impactaba mucho sobre todo ver mujeres acompañas por sus parejas tomadas de la mano, bueno tal vez no lo sé, si eran parejas imagino que si o acompañadas con otras mujeres algunas caminado algo rápido, eso me hacía sonreír porque más bien las delataba, otras si muy tranquilas con mucha actitud y seguridad paradas muy cerca de la entrada del cine como si estuvieran esperando a alguien o una ocasión discreta para acceder al local, esa actitud nunca la pude desarrollar.
Había una pregunta que me hacía constantemente, ¿si eso era tan malo, peligroso e indecente por que siempre veía mucha gente entrando? Esa pregunta retumbaba en mi mente, el hecho era que había gente que entraban ya casi finalizando la tarde o alrededor de las 7 pm sobre todo los viernes y sábados, los días de semana y los domingos a mi parecer eran mucho más relajados excepto los lunes, en algunas épocas del año a esa hora ya era oscuro y era difícil distinguir pero algunas veces de manera fortuita si lograba hacerlo, en ese tiempo el internet estaba floreciendo, en esa época ese comportamiento o costumbre de ir a ese cine era profundamente muy osado y temerario, a esa hora regularmente era la última función para salir entre las 8 30 o 9 pm tal vez, confieso que para mí era muy difícil estar más de 45 min o una hora dentro del cine, total me imagino que eso tiene que ver con los gustos, la personalidad o con la capacidad tolerancia de estar allí bajo cierto nivel de tensión porque para mí lo era.
Después con el tiempo descubrí que eso solo estaba en mi mente, no importara con quien fuera ya sea acompañada o sola, que por cierto eso de sola fue solo una vez, todas las veces que entre me paso lo mismo al principio, antes de poner los pies en la taquilla ya empezaba el drama y los nervios, apenas entraba en la oscuridad de la sala todo se aceleraba, mi vista se ponía borrosa, me perdía inmediatamente en espacio y tiempo, casi siempre mi mente quedaba completamente nublada, era como si una droga se apoderara de mi cuerpo, me llenaba completamente de éxtasis, no veía nada todo era instinto, no me podía concentrar en la película, sentía una sensación ruido a mí alrededor, me parecía que todo lo que ocurría en la sala que no tenía que ver con la película y era de mayor interés el espacio de los espectadores, quería ver todos esos escenarios que pudieran ocurrir en ese lugar que la gente me decía que era macabro, que moralmente era considerado prohibido y clandestino y que la gente hablaba de ellos de manera muy despectiva.
Mi trabajo siempre fue atemporal casi que, por guardia, a veces no hacía mucho en la semana, pero inesperadamente tocaba un fin agitado de cuerdo a los acontecimientos. Un día feriado me toco sacar un trabajo de último minuto fui a la oficina como a eso las 9 am, termine el compromiso rápido y salí alrededor de las 11 30 am, de retirada pasé por el frente del cine, todo estaba en mucha calma, en la calle ni un alma, me pare frente al cine para curiosear y me di cuenta que la taquilla estaba abierta con un letrero con el costo de la entrada, no recuerdo el monto pero era muy económica realmente, ya había una función en curso, seguramente la primera que iniciaba cerca de las 11 am en el cine continuado, en teoría iba a comer pero de los nervios se me quito el hambre, me acerque a la taquilla y le pregunte al Sr si había gente dentro del cine y me dijo que si, no muchas, pero que si habían, yo no vi a nadie dentro o fuera de la entrada del cine, estaba sola allí parada, de repente llego a mi mente como un relámpago la idea de que era la oportunidad de entrar y saciar mi curiosidad, pero contradictoriamente en ese pequeño instante quede en Shock, entre en pánico, mi cuerpo se llenó de adrenalina y de una sensación inexplicable, como si fuera a robar un banco, cometer un crimen o un delito a plena luz del día sin que nadie me viera, pero sacando fuerzas muy dentro de mí, impulsadas por un gran deseo de experimentación, me arme de valor, con mucha determinación y con las manos temblando saque dinero rápido de mi cartera y compre la entrada, me la dieron y del susto deje el cambio, el Sr me llamo para devolvérmelo pero yo muerta del miedo sin saber qué hacer, si retirarlo o dejárselo, al final lo tome instantáneamente.
No me acuerdo del nombre de la película ni su promoción ni nada. Quise sentarme lo más rápido posible para no incomodar a los espectadores, que debían estar de lo más concentrados y tratar de pasar desapercibida. Pero, por lo visto, todos estaban pendientes de quien entraba o quien salía, ya que al abrir la puerta entraba algo de luz y la gente lo percibía, más de una cara volteó al sentirme llegar. Quizás esperando compañía. No sé. Lo cierto es que, habiendo bastante espacio en la sala, un caballero después de un rato se sentó a mi lado ¡Se encendieron mis alarmas!, Trate de mantener la calma.
Antes de que ocurriera eso, en un lapso de unos 15 min no llevaba exactamente el control del tiempo, en ese tiempo que estuve sola sin nadie al mi alrededor, mi atención se dirigió al entorno, puede notar entre unas 20 o 25 personas en la sala, muy poco para su capacidad y la verdad es que no me pareció lo que mucha gente decía, casi que un lugar maligno, donde el oscurantismo reinaba, más bien todo se mantenía en calma, con absoluta normalidad, lo oscuro del cine, el sonido, la sensación de soledad, el vacío e intimidad que para una persona acostumbrada a ese sitio debió ser muy relajante, un lugar en donde pasar el tiempo despejado de todo, por que estando allí no podías pensar en nada, todo se borraba de la mente, por lo menos en mi caso había mucha dispersión mental, así lo sentía en todas las ocasiones que fui, cada quien en lo suyo y en su espacio, pero en ese poco tiempo de esa primera vez, mi curiosidad absorbía todo, en mi proceso de observación pude notar gente masturbarse de una manera muy discreta y uno que otro sexo oral, había gente que se cambia de uno a otro puesto, muchas causas podrían ser, especulando, no querían que los molestaran o los vieran, mayor privacidad o buscar ese contacto de solos unos pocos minutos. También entendí que para algunas personas esos momentos eran la representación real de una vida furtiva, de algún deseo especial, un momento sin nombre, sin exigencias, sin preámbulos, gente que muy probablemente compartían las mismas fantasías o similares en solo esos pequeños espacios de tiempo 2 o 3 min, que podían desencadenar una aceleración y luego una descarga eléctrica intensa paralizante que posteriormente produce esa sensación de paz y tranquilidad que libera de la cotidianidad y del estrés semanal, regularmente sin agradecer, sin despedirse, con el silencio y la discreción era suficiente por darse atendida y complacida.
En mi mente quería que ocurrieran muchas cosas, había cierto descontrol, mi biología estaba muy acelerada y me estaba jugando una mala pasada, seguramente poniéndome en evidencia, el rostro ruborizado y mi composición interna de fluidos en aumento, los músculos de mis partes íntimas se movían instintivamente, me estaban dejando lista y preparada para recibir algún contacto deslizante inesperado, cuando estoy en ese estado mi cuerpo regularmente reacciona para calmar esos momentos de ansiedad moviendo las piernas a veces de manera descontrolada. En ese momento de manera respetuosa llego una voz masculina a mis odios ¿Estas disfrutando la película?, ¿Necesitas alguna ayuda? De nuevo las alarmas encendidas, mis piernas dejaron de moverse, mis brazos y manos se aferraron fuertemente a los pasamanos de los asientos, que por cierto eran muy rígidos, poco cómodos, tal vez así por alguna razón, lo cierto es que, de nuevo en Shock, no respondí, pensé que ya era el momento de retirarme, en ese instante el caballero a mi lado se relajó y mostro su intimidad, tras unos segundo de estimulación ya estaba en condiciones, de reojo y muy discreta pude ver algo decente, aceptable para mi gusto, me quede unos minutos más sin saber cómo reaccionar, pero sinceramente me agrado mucho verlo fue una situación muy excitante, no sabía si ayudarlo con estimulación también, que ganas no me faltaron, no sabía si hacer lo mismo estimularme yo o dejar que él lo hiciera pero esa opción me parecía muy atrevida, en lo que pasaba más tiempo mi instinto animal reproductor crecía apoderándose de mí.
Lo que pensaba que iban ser unos momentos de solo experiencia de observación exploratoria, resulto ser una sensación de fuego que corría por mis venas, no podía dejar que se apoderara de mí, así que me levante sin pensar, pedí un permiso sin ver el rostro del caballero, pero con la mirada fija unos segundos en su intimidad que me había tenido atrapada o más bien hechizada allí por unos minutos, pase por el resto de los asientos hasta llegar al pasillo, había como especie de subida que me pareció muy exigente, no tenía fuerzas en la piernas para impulsarme, casi que me vuelvo a sentar por miedo a tropezarme, ese lugar era muy oscuro ciertamente, sentía que la gente trataba de ver mi rostro, pienso yo que mi rostro y no otra cosa. Bueno seguramente era otra cosa y tal vez si gustaba que lo hicieran, pero más allá de eso, todo muy normal, sin palabras, sin intercambios de ningún tipo, a pesar de eso seguía en estado de conmoción, llegué a la puerta y la empuje como pude. Inmediatamente quede ciega por el resplandor de la luz del medio día, Salí y después de unos pasos vi el reloj faltaban como 5 min para las 12 del mediodía, ósea que estuve en ese lugar menos de 25 min, pero me pareció una eternidad, seguí y camine la ruta para ir a mi casa, mientras lo hacía, sentía que me liberaba, llegue a mi casa, hice mis quehaceres cotidianos, no sin antes pasar por el cuarto de baño y descargar con todas mis fuerzas y mucho deseo toda esa adrenalina electrizante que tenía acumulada producto de eso pocos minutos en ese lugar.
Al llegar la noche en la soledad de mi cuarto con las luces apagadas y con ropa de dormir, llegaban las imágenes de la experiencia de ese lugar, no dejaba de pensar en eso, quise reflexionar sobre lo que me había impulsado a entrar al cine, ¿si solo era curiosidad?, por qué las sensaciones que tuve allí dentro fueron otras, tal vez siempre quise que pasara, tal vez siempre quise vivir las experiencias furtivas y ocultas que experimentaban sus visitantes misteriosos, que era una mezcla de tensión y paz a la vez. Me preguntaba ¿Por qué me gustó tanto?, ¿Por qué deseaba volver a ir? pensé mucho en lo que algunas personas podrían disfrutar pero que no podían compartir. Es muy probable que yo quisiera ser unas de ellas, no se tal vez quería tocarme o que me acariciaran, lo cierto es que en ese espacio mi sensibilidad se disparaba, todo se sentía más rico, todo era más fluido, más fácil de aceptar y ceder, muy en el fondo de mi ser quería que pasara de todo, mis partes íntimas se abultan y se mantenían así en el tiempo que pasaba allí, me gustaba estar permanentemente en esa sensación, la gente solo te ve, no preguntan, no saludan, tal vez igual que yo hipnotizada, me preguntaba ¿Cuándo podría volver a ese sitio? Y dejar que por lo menos pasara un roce. Total, esa experiencia era muy privada tampoco no se lo conté a nadie, pero la vivía frecuentemente, nunca me arrepentí de haberlo hecho, de hecho, se convirtió en el argumento perfecto para ambientar mi intimidad y relajarme de vez en cuando.
Tiempo después tuve una pareja y tocando el tema de manera jocosa, volví a visitar ese templo excitante varias veces con mi nuevo compañero, lo que para muchos era una degradación, para mí era un escenario muy esperado y sexy, hice que esa propuesta saliera de él, ya que muchas veces me iba a buscar al trabajo y salía el tema, todo paso sin mayor novedad y sin complicaciones, pero sin olvidar esa experiencia y nutriéndome de otras, con el tiempo apenas pasaba por el frente del cine no podía dejar de pensar, como algo que mucha gente despreciaba, despertaba en mí una atracción seductora, irresistible, podía respirar sexo, pasión, lujuria, hasta como una especie de libertad muy íntima, algo difícil de explicar con gente a mi alrededor, los latidos íntimos y los flujos volvían a apoderarse de mí instintivamente almenos por unos instantes y eso me agradaba mucho, sentía una voz en mi mente que me llamaba, que me invitaba a entrar a lo oscuro, a lo prohibido, mi corazón se aceleraba, era como estar hipnotizada por ese lugar clandestino, mágico, pero que a la vez podía ser adictivo, la verdad cada vez me sentía impulsaba por la curiosidad y el deseo de ver más y más eso me arrastraba, quería observar cómo la gente saciaba sus instintos y liberarse, para luego salir y dentro de unos días regresar por mas, a diferencia de un hobbies o un entretenimiento, concurrir a ese espacio era más bien como establecer un ritual de emociones antes, durante y después, pero eso es como para otro relato.


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