EL COMIENZO DE UNA RUTINA, Y SORPRESAS INESPERADAS PERO MUY BUENAS V

Lo que hace una persona para agradar a otra, o mejor dicho «satisfacerla».
UN SALUDO A TODOS

Tiempo después de la visita de Eduardo, ya no era la única que anhelaba su visita, Eduardo de por si estaba sorprendido, debido a la actitud de mis niñas que a menudo me increpaba

• Recuerda que soy psicóloga
• Una psicóloga no lava cerebros
• Pues yo lo hago, además creo que tú haces lo mismo
• ….

Mis hijas de a pocos dejaban de lado su ingenuidad, mientras que adoptaban una actitud mas acorde a la mía y de Martha, sumisas y lujuriosa, mientras que mis sobrinas eran otra historia , ya que muchas veces lo idolatraban, si bien es cierto no sentían el placer en su totalidad, pero notaba cierta satisfacción y realización cuando les tocaba ya sea, chuparle los pies, las bolas o su pene, por lo que estaban en el camino que querían, sin embrago lo que más me causaba satisfacción era que esa actitud era únicamente ya sea en mi casa o únicamente con nosotros, mientras que su actitud fuera era la de una niña normal

Sin embargo, algo que tarde en notar, era que cada vez que cogíamos, Martha estaba como un extra debido a su inexperiencia, mientras que Eduardo solo me sentía a mí, Martha era perfectamente consciente de ello por lo que está ya estaría actuando, resulta que Martha aun pertenecía a ese grupo religioso, y más aún era una de las lideres, por lo que sabía y conocía a todas las personas que estaban en el grupo.

• Quiero darle una sorpresa a Eduardo
• Pues te deseo suerte, si necesitas alguna ayuda solo avisa
• De hecho, mi ama, usted tiene un papel importante en mi plan
• ¿Y cómo es eso?
• Hay algunas mujeres con una situación parecida a la mía o incluso peor, por lo que ellas necesitan un empujón o un lavado de cerebro, siendo precisa hay 2 mujeres con todo lo que usted necesita, sumisas, misma rutina y solo hijas mujeres

Me sorprendió las palabras de Martha, si bien es cierto las veces que no estaba Eduardo, me divertía con mis niñas, pero muchas veces no era suficiente, pero Martha notaria eso por lo cual pensaría en ese plan, tanto para mí y Eduardo, las futuras presas, eran Yolanda (38) con 2 hijas de 8 y 14 años, y la otra era Natalia (42) con 2 hijas de 10 y 14 años, las mayores a poco de cumplir los 15 y la fiesta que conlleva tal edad.

En varias ocasiones yo había acompañado a Martha a sus reuniones, por lo que vi a muchas personas, mayormente mujeres, de 25 hasta 50 años, sin embargo, poco después, vi que había muy pocos varones, ya sean miembros, o solo hijos y esposos de las mujeres presentes, por otro lado, Martha parecía ser muy querida y seguida en ese lugar, por lo que asumiría que si Martha actuara como lo hace conmigo casi todas adoptarían esa misma actitud.

Pero fuera de todo eso, las presas de las que me hablo Martha, tenían un rostro puro y angelical, al igual que sus hermanitas, me basto poco más de 1 semana para someter y dominar a Martha y sus hijas, por lo que sabría que en poco tiempo ellas también estarían a mis pies, pero lo más sorprendente era que tras algunos días de conocerlas Martha se las arreglaría para que vinieran a mi casa.

Al llegar vi que solo estaba Yolanda y sus hijas, las cuales eran muy respetuosas y cultas al momento de saludarme, sus hijas más que todo tendrían esa costumbre de hacer una reverencia al saludar, de ahí supe de qué punto las explotaría,

• Ella es como mi hermana mayor, y ellas son sus hijas – me presento Martha
• Martha siempre nos habla de usted, y espero no ser descortés, pero es muy hermosa
• Tranquila, a mí también me pareces muy hermosa al igual que tus hijas
• Se lo agradezco mucho

Después de algunos diálogos note que era en extremo sumisa, por lo que esta vez no deje las cosas con calma sino decidí actuar de una vez, empezaría con Yolanda y así sus hijas caerían más fácil, aplique mis habilidades psicológicas, para endulzarle el cerebro, me conto una trágica historia , o mejor dicho la historia que me gusta y por la cual someto con facilidad a cualquiera, tras casi 1 hora de charla , empecé a “educar” a Yolanda, la hacia acariciarme, sobarme las partes de mi cuerpo, era un poco más alta que Martha, lo cual no era nada para mí, hasta que aprendió a lamerme el coño y como es que debía pedirme permiso mientras me chupaba los pies, hacer reverencia siempre en mi presencia, mientras que Martha era testigo de todo y también la aconsejaba como someterse

Mientras ella aprendía todo eso sus hijas estaban jugando con mis niñas en otra habitación, por lo que Martha las llamaría, las niñas al ver obviamente quedarían incrédulas y sorprendidas al ver lo que su madre hacía, mis sobrinas harían los mismo dando a entender que las hijas de Yolanda debían de hacer lo mismo, sin pensarlo la pequeña lo haría sin rechistar mientras que la mayor dudaba pero en cuanto me pare frente a ella pisando el rostro de su madre entendió que debería de adorarme igual que ellas

• Bien Yolanda, tu deber será adorar a mi ama, y ser parte de su corte de esclavos
• Está bien Martha, no la defraudare
• Además, ella tiene control completo de tus hijas, hará lo que ella desee con tus hijas, y tu no tendrás autoridad para oponerte
• Entiendo

Si bien, me hice con ellas, aun quería corromperlas más, y de paso someter a Natalia, la cual me visitaría al día siguiente, por lo que estaría preparando una sorpresa, al día siguiente Natalia llegaría, y tal como aplique con Yolanda ella y sus hijas estarían a mis pies, sin embargo, noté que Natalia era más “devota” que Yolanda al momento de adorarme o complacerme, tras algunos días de entrenamiento Martha les daría las reglas de la casa, ya sea postrarse ante mí, comer a mis pies, complacerme las veces que este desocupada, ya sea mientras duermo o toda la noche, y que mi placer favorito era las lenguas en mi ano, y los juegos que hacía ahí

• Entendido, haremos de todo con tal de que nuestra ama esté contenta

En un principio intentaron considerarme como su diosa, pero, quería evitarme algunos problemas por lo que les negué tal oferta, después de esa introducción, llegaría la hora de “bautizarlas”, por lo que las 6 se postrarían ante mi mientras yo me relajaba en el sofá, y abriendo mi coño con un dedo en el medio dispare un chorro de orina que caería en todas ellas, las cuales me agradecerían, usando términos que iban acorde a su obsecuencia

Una vez ya con 6 esclavas más, puse en acción todo lo que quería, aparte de ello, deseaba ya no seguir conteniéndome, y liberar mi verdadera naturaleza, la cual solo mostraba con Eduardo, estuve relajándome en la sala mientras que mis hijas me lamian el ano, llamaría a las 3 madres seguidas por sus hijas inmediatamente las 9 se postrarían ante mi, las 3 madres al frente y las 6 niñas a los costados ordene que dejaran de lamerme y me senté mientras que mis hijas traerían los juguetitos, debido a lo increíble que se sentía hacer tales cosas, compre aun mas juguetes de diferentes tamaños y formas, para que cada una me diera placer, no importaba cuanto demoraran en aprender, iba a usarlas ya que estaban a mi merced

• Mi señora, estamos aquí para dedicarte nuestros servicios
• Ok Martha, acepto
• Todas nosotras, estamos a su completa disposición, es libre de usarnos a nosotras y las niñas como a usted le convenga

Tras esas palabras Martha y las otras 2 me chuparían el coño, Martha y Yolanda me chuparían la vulva, mientras que Natalia me intentaría chupar desde abajo, las niñas estarían ocupadas chupándome los pies mis hijas y sobrinas estarían adorándome uno de ellos y las hijas de Yolanda y Natalia se encargarían de otro, tras 20 minutos de adoración, pasaríamos al evento principal

Para ese momento Martha y las demás ya se habrían puesto las mordazas, al igual que las niñas, pero ordene que las niñas siguieran chupando mis pies, ellas me atenderían después, Martha colocaría los consoladores con forma especial, para de esa forma metérmelo mientras yo estaba de pie, tanto en mi vagina como en mi culo, cabe mencionar que estaba usando tacones por lo que estaba aun mas alta que de costumbre, tras una lamida de ano por parte de las hijas mayores de ambas, Yolanda y Natalia se arrodillarían y me penetrarían por ambos lados

• Den lo mejor, esta es una prueba clara de que son leales a nuestra diosa
• Si en caso no pudiesen, simplemente me consigo a otras y ya esta

Esta afirmación tendría un efecto mayor al que esperaba ya que sus movimientos a pesar de que eran muy complicado debido a la postura, aumentaban gradualmente, estaban dando lo mejor que podían, sin embargo, tras unos minutos, note como su ritmo de embestidas bajaba, aunque ya estaba muy cerca de tener un orgasmo, Martha notaria ello y exigía a las nuevas perras que pusieran mas empeño

• Nuestra diosa esta a poco de llegar al clímax y depende de ustedes si se siente complacida

Tras esas palabras tanto Yolanda como Natalia, aumentaron sus movimientos, logrando que tuviera uno de mis orgasmos más fuertes, aunque quería más, mis 2 perras ya no daban para más, tras ese evento, y al tenerlas a mi disposición, mi rutina ya seria solamente lamidas y demás, las 3 entenderían que no me conformaría con tan poco, por lo que prepararían a las niñas mas pequeñas para enseñarles y adiestrarlas en el uso de las mordazas

• Mi señora, por favor, le suplico que nos de al menos 2 semanas
• ¿Y para que si se puede saber?
• Queremos darle una sorpresa con las niñas, el tiempo que le pido es que las niñas ya no estarán enteramente disponibles esos días
• Esta bien, pero si no aguanto no me importara su pedido
• Entiendo mi señora

Días después me entere que Martha y sus 2 compañeras, estarían entrenando a sus hijas a como debían de complacerme con la mordaza y el consolador, las 2 hermanas mayores, estaban fuera ya que ellas podían seguirle el ritmo a sus madres, por lo que las niñas serían las que practicarían, mis hijas de alguna forma no tendrían ese problema a diferencia de las otras 4, las hijas de Martha tenían un problema con el equilibrio, ya que la mordaza y el consolador, era un peso extra, pesos extra que mis hijas manejaban sin mucho problema, por lo que Martha propondría lo siguiente

• Las primeras veces mi señora, dejaba a las niñas ahí en el suelo, con el juguete puesto en su rostro, para después cabalgarlas su rostro a su antojo

Al escuchar eso, las otras 2 quedarían maravilladas con la idea, y sin más preámbulos aceptarían de inmediato, a pesar que había escuchado todo, solo fingí no saber nada al respecto

Tras mas de una semana de entrenamiento o mejor dicho “adiestramiento”, Martha elegiría un día sábado para ver su sorpresa, ese día, me llamaron a la sala, en donde de primera medida, las niñas o como acordamos en llamarlas “mascotas”, se arrastraron hasta postrarse ante mí, mientras que las madres solo tenían una postura sumisa, faltaban mis hijas, pero ese sería el inicio

• Niñas traigan los preparativos
• Enseguida

Y mis hijas aparecieron con las mordazas, seguros y los demás juguetes, trajeron los 4 consoladores y 2 vibradores, Yolanda y Natalia serían las que empezarían, por lo que di un chasquido y de inmediato las hijas de Yolanda y Natalia se lanzarían a mis pies para chupármelos, después abriría las piernas y mis hijas serian las encargadas de lamerme el coño, tras un rato y ya con el coño mojado, gire para que atendieran mi culo, a los cual las hijas de Martha serían las encargadas

Sin mas juegos previos, Natalia y Yolanda se preparaban para complacerme, ya habiendo untado los consoladores con un gel especial, por lo que me acerque y yo misma tome sus cabezas y empecé con mi jornada, las 2 ya sabían la intensidad que yo exigía por lo que pude ver como estaban mas afanosas que la ultima vez, note como la cara de ambas en especial la de Natalia ya que ella me la metía por delante y la otra por detrás, estaban empapadas con mis fluidos, los cuales goteaban al suelo, y las hermanas mayores debían de lamerlo, mientras que las otras estaban adorando mis pies, Martha y mis 4 mascotas estaban a la espera

Debido a que Natalia estaba delante se cansaría más rápido aparte de que era la mayor del grupo, por lo que Martha la reemplazaría, esta sin perder tiempo se acomodaría la mordaza y se acercaría, en cambio yo tomaría a Natalia del cabello y pude ver un rostro extasiado y brillante por los fluidos que salpicaban, sin perder tiempo Martha metería el juguete dentro mío, tras unos segundos más tuve un primer orgasmo, para luego seguir hasta tener mi segundo orgasmo y de ahí continuar con mis mascotas

Ordene a mis hijas que empezaran por lo que me pidieron que me pusiera en 4, así mi hija mayor me atendería el culo y mi otra hija el coño, mi hija menor se las arreglaría como pudo, pero debido a la diferencia de tamaño entre ella y yo le fue muy fácil acomodarse, hasta que empezaron con la faena, a pesar de que tuve 2 orgasmos potentes, mi cuerpo pedía mas, y por mas esfuerzo que pusieran las niñas, no lograrían hacer que me corra por lo que cambie por las hermanas mayores

• Ven y échate
• Si mi diosa
• Y tu espera tu turno
• Como diga usted

Prepare mi ano y empecé a sentarme sobre su carita con el consolador en la boca, mientras que cabalgaba ferozmente, cuando note que la perra empezaba a sentir dolor, intercambie por su amiga, y tras unos momentos me vino otro orgasmo, seguí así durante mas de 30 minutos, alternando, incluso cabalgué el rostro de las niñas mas de lo que debía, contando otros 4 orgasmos a partir de ahí, ya todas cansadas, mientras que yo suspiraba un poco mas que satisfecha obviamente, vi como la carita de mías mascotas, estaba con cierta marcas y alguna otra abolladura producto de la mordaza pero mas por mi lujuria

Me sentí culpable, al parecer estaba fuera de mis cabales cuando me excite mas de la cuenta, pero aun así, cuando se pusieron de pie, estas seguían con su servilismo hacia mí, mientras que me chupaban los pies a modo de relajarme, lo cual me quito la sensación de culpa al instante, a lo que Martha se me acerco para platicarme

• Mi señora, será posible que Eduardo nos visite pronto
• No lo se, quizá lo llame entre estos días
• Se lo suplico

Martha consiguió a esas perras también para el disfrute de Eduardo, y estaba segura de que una orgia muy bien hecha vendría pronto, solo era cuestión de esperar