El descubrimiento del amor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Capítulo I
ZONA EL CAMPANAR, VALENCIA, AÑO 1865
Casa Solariega de los Sánchez del Campanar
Nuria, una joven de 20 años se encontraba en su dormitorio, sola, por primera vez en ese, para ella, aciago día, pues esa mañana sus padres le habían comunicado que en dos meses se casaría con un terrateniente de Cartagena, un militar conocido por su defensa de su ciudad durante la ocupación francesa, un fiero patriota español, que ahora ya mayor, pues quedo viudo hacia diez años, había alcanzado renombre en la zona por sus ataques a los franceses, muy joven al frente de su batallón de caballería, por lo que ella sabia o había oído, había luchado, muchas veces en inferioridad y con pocas posibilidades de supervivencia, contra el enemigo, que había cabalgado junto al Duque de Wellington, el jefe supremo de las tropas inglesas que apoyaron al ejército español en la guerra de la independencia, siendo el comandante de caballería mas joven de la historia por su nobleza, dotes de mando y estrategia, había oído que era un hombre duro, curtido en la batalla, pero solitario, que a pesar de no tener hijos, solo hermanas y un hermano, no se hablaba con ellos, solo lo justo con el hermano, que era 21 años más joven que él, de sus hermanas no quería saber nada, que tenía pocos amigos, ya que la dureza de su vida lo había desengañado tanto que se había apartado del mundo por propia voluntad, que solo le quedaban un par de amigos fieles, y que ya no confiaba en nadie y mucho menos en una mujer, pero era fiel a su país y su reina Isabel, la hija del aciago rey Fernando VII, era la que había ordenado la boda y que tanto su propia familia como él no podían hacer nada más que acatar los deseos de su majestad, eso se lo había contado su padre, como el motivo de la boda, pues ella sabía que raramente una mujer llegaba a su edad sin estar casada, pero que por el amor que sus padres le tenían, no habían querido casarla sin su consentimiento y Nuria solo quería un matrimonio por amor o quedar soltera, sus padres amparados por la guerra y por los altibajos consiguientes lo habían consentido, pero esta vez al intervenir la corona, no tenían ni voz ni voto, solo quedaba aceptar y así lo habían hecho.
Le habían comunicado, que su futuro esposo volvería de la capital, Madrid, en dos meses y a su llegada se produciría el matrimonio, también que él lo quería menos que ella, ya que estaba acostumbrado a la soledad de su hogar, a la vida libre y a la caza de mujeres de esas que tan libremente concedían sus favores, aunque fuera a fieros guerreros como él, que no tenía nada de dulce, ni de amable, sino que era duro y recto, o precisamente por eso gozaba del favor de tales damas.
Ella no podía pensar ni creer que acabaría en manos de un tirano como su futuro marido, pero esa era la realidad y cuanto más se informaba peor aspecto tenia, para ella ese matrimonio. Por eso no dejaba de llorar cuando estaba sola como en esos momentos, su mente iba de un lado para otro intentando imaginar su próxima vida, en Cartagena, a orillas del mediterráneo, con un hombre tan mayor y amargado de la vida, que iba a ser de ella, que le iba a hacer, a su corazón, a su cuerpo y a su mente, ese, por no insultarlo, hombre.
Capítulo II
Ese hombre, el comandante Orta de la caballería real, cabalgaba hacia Madrid en esos momentos para una audiencia con su majestad Isabel, que había solicitado nada más conocer el decreto de sus nupcias, iba rabioso, acompañado por su estado mayor del regimiento, iba a galope tendido hacia las dependencias reales en Zarzuela, dispuesto a declinar el honor de contraer matrimonio por real decreto, por su cabeza la furia dominaba a la indignación del pago que la reina le hacía por tantos años de servicio en el ejercito, en sus bolsillos de la casaca, portaba una misiva del mismísimo Duque de Wellington, ofreciéndole irse a Inglaterra , donde sería nombrado caballero por el rey y Conde en agradecimiento a sus servicios durante la guerra contra Napoleón, hacia ya tantos años, pero la amistad con los altos mandos ingleses, sobre todo con varios Duques y Marqueses, que habían luchado a su lado era fuerte y en este momento de ira contra las acciones de la corona española se alineaban a su lado incondicionalmente, pero El comandante Orta lo tenía claro solo quería dimitir y dirigirse a su tierra, cuidar de su casa y sus terrenos tranquilamente hasta la muerte, incluso se había opuesto a los vientos de independencia que soplaban por Cartagena, por lo menos hasta el decreto real, al llegar a Zarzuela y sin cambiarse de ropa se dirigió directamente a la corte real, solicitando una entrevista privada con su majestad, que le fue concedida de inmediato, pues todos los militares de alto rango eran como mínimo conocidos, sino amigos de él, al entrar en la cámara privada y hacer su reverencia a la reina, de inmediato tomo la palabra solicitando a la reina que anulara sus nupcias, pues debido a su edad , solo deseaba retirarse en soledad a sus tierras y terminar en paz su vida, Isabel tras oírle le contesta que no puede ser, que esa boda es para unir a dos familias que siempre han sido fieles a España y a la corona y que esta desea que esa unión se celebre como está previsto, en la Catedral de Valencia, con la presencia de toda la corte, que sus consejeros y ella así lo han decidido y no va a haber cambios de ningún tipo, indignado con la reina, el comandante le comunica su dimisión del ejército español, con carácter inmediato y arrancándose los galones de los hombros los arroja a los pies de la reina, sus escoltas intentan apresar al ya ex comandante y la misma reina les da la orden de que no intervengan y dirigiéndose al ya Sr. Orta le pide que reconsidere la decisión que necesita mandos de su temple y que sean tan respetados como él, pero recibe una respuesta clara y concisa: Majestad podéis casarme, ejecutarme, encarcelarme, si es vuestro deseo pero jamás podréis conseguir que vuelva a vestir vuestro uniforme, si no mandáis nada más nos veremos en Valencia dentro de siete días en la Catedral, también os comunico que al término de la ceremonia partiré hacia mis tierras y no volverá a verme ni a oír hablar de mí, con su venia, al terminar de hablar abandono la corte para reunirse con sus hombres y tras informarles de los hechos todos sin dudarlo se quitaron las insignias del regimiento y las arrojaron al suelo, abandonando juntos el palacio y tras dormir en una de las posadas cercanas partir hacia Cartagena para prepararse para la boda.
La familia Sánchez llegó a Valencia dos días antes de la ceremonia y se alojaron en las dependencias reales del castillo de Valencia cerca de la reina, la noche antes hubo un baile de gala en honor a los novios, Nuria vestida con sus mejores galas cenó junto a su Majestad con su familia, los mayores nobles del reino los rodeaban, pero no había ni un solo militar en el acto, demostrando con este acto que todos apoyaban al novio, el cual tampoco asistió de hecho no estaba ni siquiera en la ciudad, sino que pernocto, junto con la plana mayor del ejército en Alicante, desde donde partió para la ceremonia.
CATEDRAL DE VALENCIA, MAYO 1865
Esa mañana que amaneció luminosa en la ciudad a orillas del mediterráneo, la novia fue vestida de blanco con un vestido tan hermoso que eclipso a la reina que lucia sus mejores galas, mientras era vestida todavía lloraba por lo que el destino le había traído, apoyada por su madre y su hermana pequeña esperaba tranquila el momento de avanzar hacia el altar, sin haber visto al novio, ni saber siquiera si este había aparecido.
En realidad acababa de llegar, vestido de gala y escoltado por los generales de los regimientos de caballería, con su mejor amigo de padrino, entró en la Catedral a la hora prevista y sin dirigir la palabra a nadie avanzo hacia el altar mayor donde el Obispo iba a oficiar la ceremonia, cuando le llegó el turno Nuria levanto la cabeza y con paso firme se dirigió a lo que para ella era como su ejecución, al llegar junto al que iba a ser su marido lo miro y lo único que vio fue el rostro mortalmente serio de un hombre curtido por la guerra que estaba allí en contra de su voluntad igual que ella, la diferencia era que mientras el mantendría el poder de su vida la de Nuria quedaba bajo su absoluto mandato y eso era algo insoportable para ella, ella era una mujer no ganado para ser vendido, donado o regalado a voluntad, y aunque tímida también era terca y tozuda incapaz de mentir pero también fiel a sus convicciones, en esto eran iguales, al terminar la ceremonia el ahora matrimonio se dirigió a su Majestad para recibir su beneplácito, y tras saludar a los padres y hermana de la novia, emprendieron la salida de la Catedral, subieron a la carroza cerrada que estaba esperándoles y sin mirar en ningún momento atrás partieron hacia Cartagena, mas exactamente a la pequeña aldea de Los Nietos, situada a orillas del Mar Menor, donde Bibiano tenía su casa solariega y las tierras del alrededor eran de su propiedad incluida la aldea, durante los primeros kilómetros ambos guardaron silencio, él con la mirada seria y perdida y ella estudiando al que ya era su esposo, él fue el primero en hablar y le dijo con una voz tan firme y seria, que Nuria tembló por dentro, “Señora como sin duda sabéis yo no deseaba esta boda y aunque la reina se ha impuesto a mis deseos y creo que también a los vuestros, es no significa nada, por lo menos para mí, seréis la señora de mi casa y como tal se os tratara, vestirá y se os dará todo lo que necesitéis, dirigiréis mi casa, sobre todo para que no os aburráis sin nada que hacer, pero aparte de esto no esperéis nada mas de mi, soy demasiado mayor y vos una joven doncella que no merecéis este destino, pero así lo han dictado fuerzas superiores a nosotros y no lo podemos deshacer por mucho que lo desee, así que tendréis todo lo que una dama de vuestra posición merece y más si lo deseáis, pero no me tendréis a mí, sois mi esposa y como tal os respetare, pero no me pidáis que actué como tal, porque eso no va a pasar, en mi encontrareis a un hombre que actuara como corresponde a un esposo, pero solo en público, en privado cada uno haremos nuestras vidas por separado y es algo definitivo, al oír esto Nuria se quedo muda, de piedra, pasmada ante esta declaración, iba a ser una mujer casada sin que su esposo la tocara, la quisiera o le diera siquiera una oportunidad de conocerse, la rebelde que hay en ella pensó que su marido nunca se había equivocado tanto, que al retarla así solo había logrado que se interesara por él por su carácter por su forma de ser por sus motivos y sobre todo en lograr que la viera como lo que era siempre, su esposa, y vivieran esa realidad en todo momento, la tímida quedo callada y no respondió a esa declaración, pero la mujer que era se juró que conquistaría ese corazón que hoy era una roca y que lograría amar a ese hombre, ese desconocido, que lejos de ser un ogro, o una mala bestia insensible, la estaba tratando con todo respeto y formalidad, no se había abalanzado sobre ella para aprovecharse de sus derechos conyugales sino al contrario estaba renunciando a ellos, y si no lo había entendido mal, era sobre todo para no dañarla, para protegerla hasta de sí mismo, pues era consciente de que ella tampoco había querido esa boda,
En su mente reconoció que su esposo se estaba ganando su respeto tanto por sus palabras como por sus actos, así lo vio hecho realidad durante el viaje a la casa, en las diferentes paradas necesarias para comer y dormir que hubo que hacer durante el trayecto a su nueva casa, todavía más cuando al llegar le presento al servicio, y ella oyó como les decía que estaban a las ordenes de ella en todo momento, lo que hizo que lo mirara con respeto y con otros ojos, que se interesara mas por saber que era lo que le había convertido en quien era ahora, y al acostarse en sus aposentos de señora de la casa, que eran inmensos, con un vestidor, una sala de aseo y un dormitorio gigantesco, mayor que el de sus padres que dormían juntos, con una cama tan grande que cabrían cuatro personas en ella y de una comodidad asombrosa, empezó a creer que su esposo lejos de ser como le habían descrito era en realidad un hombre amable, gentil y cariñoso, pues lo había visto en su familiar trato al servicio, querido por aquellos que lo conocían, respetado y admirado por sus compañeros de armas, como ella vio durante el viaje, ya que los acompañaron hasta la propia casa, incluso el padrino y alguno más de los que vivían cerca se quedaron en la mansión, era mayor si pero tampoco un anciano y se veía en él una fuerza y determinación en lograr que los que le rodeaban, aquellos que de él dependían, fueran felices y vivieran lo mejor posible, Nuria estaba descubriendo a un hombre distinto, honesto, sincero, amable y cariñoso que nadie le había dicho que existiera en su marido, esa primera noche durmió sola, como le había dicho, pero con la cabeza dándole vueltas pues estaba empezando a admirar e incluso a querer un poco al hombre con quien se había casado y acababan de empezar su vida en común, sería posible que el destino le hubiera sonreído una vez y en vez de casarse con un joven al uso, que la despreciara y maltratara como a tantas otras, le hubiera mandado al único hombre que pudiera merecer su amor, con esos pensamientos se quedo dormida hasta el día siguiente.
Capítulo III
Al despertar, Nuria, vio como la doncella le preparaba el aseo diario, después bajo a desayunar y se encontró sola pues su esposo ya había salido a cabalgar por las tierras, ella por su parte se reunió con el ama de llaves, la Sra. Elena García, quien era la que había llevado la mansión hasta ese día, ambas se entendieron a la perfección y la mañana la pasó conociendo su nuevo hogar, el almuerzo fue silencioso y al terminar su esposo salió a navegar por lo que ella continuo con la Sra. García durante todo el día, , poco a poco conforme pasaban los días la rutina se hacía llevadera, Nuria iba cogiendo amistad con la formal ama de llaves y esta le contaba la vida de su esposo, desde que era un niño hasta la actualidad, le explico los motivos que le hicieron ingresar en la caballería a una edad tan temprana, el asesinato de su padre a manos francesas durante la toma de Madrid, y hasta el porqué de su actual carácter reservado y serio, que venia dado por su anterior matrimonio del que no había sido precisamente una unión feliz sino más bien un cumulo de desgracias, sobre todo por el carácter de su mujer que por nada que el hiciera, pero que lo habían marcado y dejado huella agriándole el carácter cuando se trataba de temas de índole personal, le relataba todo lo que su esposo hacia por las gentes a su cargo, como cuando poco antes de casarse tuvo que comprarle al vecino a una campesina, pues uno de sus capataces estaba enamorado de ella, pero el dueño de las tierras en las que ella vivía se negaba a dejarla marchar, quería que sirviera en su casa y que atendiera sexualmente a las visitas, práctica común en aquella época, mas como en este caso que se trataba de una chica de excepcional belleza, el capataz desesperado hablo con su señor y el ex comandante salió a escape a casa de su vecino con el que tuvo una pequeña charla y el resultado fue que le compro a la chica para que se casara con su capataz y les regalo una bonita vivienda en las cercanías de las cuadras para que pasaran el mayor tiempo juntos, según el ama de llaves su señor era experto en mantener contentos a su gente y hacerlos felices hasta el punto de que muchos campesinos libres le servían solo para gozar de su protección, era todo tan distinto del hombre que le habían contado que era que Nuria no sabía que pensar ni cómo actuar con él, apenas hablaban y los días iban pasando todos con la misma monotonía, se acercaron en varias ocasiones a la casa de Cartagena, donde todo lo que oía y veía la convencieron de que no era el monstruo que temía sino un hombre harto de la vida, que era feliz cuando los suyos lo eran, pero que no tenía ningún objetivo personal, ya llevaban dos meses casados cuando le propuso enviar una invitación a la familia de ella para que pasaran unos días en la mansión, Nuria sorprendida del detalle acepto encantada y le sonrió visiblemente feliz, pues la perspectiva de volver a ver a su familia le encantaba, estuvo sonriendo todo el día y en medio de esa alegría noto en los ojos de su esposo una breve pero clara alegría de vela feliz.
Aquello marcó un punto de inflexión en su relación, empezaron a desayunar juntos, a hablar durante los almuerzos y las cenas e incluso en el rato que compartían antes de irse a dormir, la conversación era siempre sobre temas de la hacienda y sus habitantes pero era conversación y poco a poco iban conociéndose mejor, sabiendo cosas el uno del otro y sintiéndose a gusto en la compañía, la felicidad de Nuria era atrayente para un hombre como él y verla feliz se fue convirtiendo día a día en su primer objetivo.
Sin darte cuenta cada día lo admiras mas, te gusta más y empiezas a querer que te tome realmente como esposa, que consume vuestro matrimonio, que te haga mujer, y empiezas a buscar una mayor cercanía con él, lleváis un mes casados, tus padres vendrán en 15 días, y mientras coméis le preguntas si puedes navegar con él, te callas que el mar no te hace mucha gracia ya que aunque sabes nadar, no lo haces muy bien, Bibiano te mira sorprendido y te dice que si pero que tienes que ponerte ropa adecuada, unos pantalones y una camisa sobran pues estáis en verano, salís juntos en la pequeña embarcación y con las maniobras no paráis de rozaros, de pronto miras sus pantalones y ves que esta excitado, y si eres sincera tu también, en el siguiente cambio de rumbo estáis los dos riendo como niños cuando te caes al agua, empiezas a chapotear y él se lanza también , te abraza para subirte a la embarcación pero os miráis a los ojos y de golpe el besa tu boca que jamás nadie había besado antes, toma posesión de ella con un ímpetu arrollador que te abruma los sentidos, te deja sin respiración y te hace encoger los dedos de los pies del placer que te produce, cada embestida de su lengua dentro de tu boca hace que tu sangre recorra tu cuerpo más rápida, más ligera y mucho más caliente, no puedes respirar sino a través de él y no quieres que termine, él se separa y os sube al barquito, se queda mirándote y te pregunta: me deseas tanto como yo a ti, tu le devuelves la mirada y despidiendo ardor por esos ojos azules ahora tormentosos, le contestas “te deseo más todavía, quiero ser tuya hoy y siempre, quiero ser tu esposa y tu mujer, tu compañera y amiga, tu sirvienta y tu ama, tu sol y tu luna, como tú ya lo eres para mi” sin responderte, el barco pone rumbo a puerto a la cala de la mansión y al atracar tu toma en brazos y sin mediar palabra te sube a tu cama todavía vas mojada chorreando agua, pero al no le importa de pie junto a la cama, te va desnudando poco a poco y cada porción de piel que descubre es secada con sus labios, aunque a la vez se vuelve a mojar por el calor que tu cuerpo va desprendiendo, te sientes agobiada, ligera, acelerada, tu pulso vuela por tus venas, cuando después de besarte la boca o mejor dicho devorártela, todo tu cuerpo tiembla de pasión, entonces coge tus pechos ya libres de toda prenda desnudos y ves su mirada voraz, sus ojos normalmente apagados ahora brillan de pasión y sabes que los tuyos también, cuando besa tus pechos lamiéndolos recorriéndolos enteros hasta tomar tus pezones entre sus labios empiezas a gemir, ya no pararas de hacerlo hasta que los gemidos se conviertan en gritos de placer, el va de un pecho a otro, mientras acaricia tu estomago y suelta los pantalones, entonces coge tus nalgas y las aprieta y amasa hasta que enrojecen de pasión, te sienta en la cama y te recuesta sobre ella , te mira y te dice “ahora voy a probarte” tú no sabes a que se refiere hasta que ves que sus manos que estaban en tu sexo jugando con tu vello, entrando un poco en tu cuerpo, que a estas alturas es como fuego ardiendo, se apartan de allí, pero se ponen en tus muslos desnudos sobándolos por su cara interna, ya te ha tocado donde nadie lo había hecho y estas a punto de estallar no sabes de que ni como, el baja su boca y empieza a lamer tu vello , al rozar tu clítoris gritas su nombre a punto de estallar y cuando introduce su lengua en tu cuerpo, en tu vagina, empiezas a tener el primer orgasmo de tu vida,
Todo tu cuerpo son fuegos artificiales, sientes como si estuvieras en el sol y el sigue y sigue chupando en tu sexo, mientras tu gritas de agonía y placer, jamás pensaste que entregarte a un hombre fuera así, y todavía no te ha tomado, cuando te vas calmando del orgasmo notas la punta de su erección entre tus labios vaginales y levantas tus riñones para que te penetre antes, el parado te mira y te dice que te calmes, que estés tranquila, te avisa que esta primera vez te va a doler, cuando rompa tu himen pero que si le haces caso el dolor será poco y volverás a disfrutar, cuando nota que has relajado tu cuerpo de un solo empellón entra en ti, al estar toda mojada de excitación le es más fácil, y cuando rompe tu virginidad te esta besando por lo que el grito de dolor que das se lo bebe él, inmediatamente se queda quieto y espera hasta que poco a poco vas relajando tu cuerpo, que se había tensado al máximo cuando te penetro, cuando siente que has relajado los músculos empieza a entrar y salir de ti, friccionando su pene con las paredes de tu vagina, tú sigues gritando pero ahora es de placer, no has terminado un orgasmo cuando empieza el siguiente, piensas que vas a perder la razón o a morir, pero que muerte tan hermosa, cuanto placer siente tu cuerpo, ya hace rato que no necesitas respirar solo sentirlo dentro de ti moviéndose y haciéndote irte una y otra vez, hasta que en la última notas como él te acompaña y con un gruñido se derrama dentro de ti, está caliente, muy caliente, pero es recibido con gran placer por ti, cuando vuelves en ti, pues al final te dormiste en sus brazos y él en los tuyos, te esta besando con ansia con hambre con años de frustración besos que tu le devuelves como puedes pues apenas sabes besar pero al mirarlo ves que esos besos significan para él más que el oro, más que nada en este mundo pues son tuyos dados libremente y de corazón, así estáis hasta la hora de la cena, pero el hambre que tenéis no es de comida sino de vosotros así que no os movéis de la cama y cuando tu doncella entra en el dormitorio le oyes gritar FUERA y tu lo miras y sonríes, no puedes estar más de acuerdo solo quieres estar con él.
La noche va a ser larga y satisfactoria, pues no podéis separaros ni un milímetro, tenéis que estar tocándoos en todo momento, al final tras haberte mostrado el cielo más de seis veces y haberse derramado en ti tres, los dos agotados os dormís abrazados, las palabras ya vendrán mañana hoy es la realidad la que manda, y el placer que recorre nuestros cuerpos que es celestial.
Capítulo IV
Acababa de amanecer cuando Nuria despertó debido a las caricias que su esposo le estaba prodigando, se despertó excitada, pues el muy depravado había aprovechado su descanso para irla excitando despacio, con calma, no dejándole ni un centímetro de piel sin acariciar, sin afinar sus terminaciones nerviosas llevándola al borde del orgasmo, respiraba con dificultad, gimiendo cuando la tocaba en cualquier parte especialmente sensible, su cuello, su pulso, bajo sus pechos, su ombligo, la piel interior de sus largos y suaves muslos, su vello púbico, con el que jugaba enredándoselo aun mas, acariciando con ternura su rostro, dándole suaves cachetes en su culito, siendo tratada así no era de extrañar se estado, cuando abrió los ojos tuvo que volver a cerrarlos al notar como los labios de su esposo los besaban, volvió a abrirlos para observar como adoraba sus mofletes antes de darle un beso en los labios suave casi ingrávido que pronto se convirtió en una lucha de lenguas unas veces dentro de su boca otras en la de él, no paró ahí , sino que siguió subiendo su temperatura sexual moviendo sus labios y su lengua por todo su cuerpo, prestándole especial atención a su pulso que latía desenfrenado en su garganta, a sus pechos que se inflamaron ante las caricias y sus pezones que se convirtieron en dos duras piedras con picos afilados, tras mordisquearlos para arrancarle unos gemidos más potentes continuo por su barriga, excitando su ombligo al saborearlo y después los pelos que protegían su clítoris, ya no gemía sino que gritaba su nombre con la voz entrecortada, voz que se rompió cuando succionó sus labios vaginales y se perdió al entrar su lengua en ella, la estuvo degustando, dándole placer hasta que sin poder contenerse se contorsiono y estallo en un millar de pedazos, alcanzado la gloria de un orgasmo devastador, pero su esposo no se apartó sino que continuo lamiendo y succionando hasta dejarla destrozada y agotada de tal experiencia con su boca la fue limpiando dejándola lánguida y agotada, y sin mirarla le dijo que siguiera descansando, pero Nuria tenía otras ideas y sin dudarlo tomo con su pequeña mano la masculinidad de su esposo y empezó a acariciarlo a él, fue probando de diferentes maneras como complacerlo tanto con sus manos como con su cuerpo, rozándolo con los pechos, con las caderas, con sus muslos, son sus traviesas manos que no se estaban quietas, hasta conseguir que el la montara desesperado y loco de placer, la volvió a llevar a ese lugar que solo las almas unidas por el amor pueden alcanzar y allí se quedaron disfrutando del momento, que se fue convirtiendo en minutos, hasta que él empezó a hablar a contarle lo que ella ya sabía sobre cómo había sido su vida desde hacia tantos años, luego empezó a relatarle como había sido su matrimonio con una mujer, su antecesora, que era fría sentimentalmente, que gustaba de hacer el amor pero por lo que podía obtener a través de él, que nunca dudo en entregarse a cualquier hombre que le pudiera dar algo que ella deseara, como él la descubrió con su mejor amigo, juntos en su propia cama, y como tras quemar dicha cama y echar a su amigo de su vida, se marchó de su hogar por segunda vez en su vida, no sin antes dejar claro que la mansión quedaba a cargo de su mayordomo y de su ama de llaves, que su esposa no tenía derecho a dar ninguna orden ni a nada que hubiera en la mansión, que estando en la corte, desahogándose sexualmente con tantas damas como quería, pues todas se le ofrecían con una facilidad que lo llevaron a pensar que no existía ninguna mujer fiel a sus votos, que lo convirtieron en un calavera y un misógino, y como al casarse su escudero y ver su amor por su esposa y el que ella le profesaba, fueron u bálsamo para su desgarrada alma
De todas formas se negaba a volver a pasar por el mismo infierno, aunque le habían dicho que su esposa había muerto, al parecer en la cama de uno de sus amantes cuando este fue asesinado por los bandoleros que asolaban Andalucía, le conto que el entonces rey Fernando VII le envió junto con su regimentó supuestamente para restablecer la paz, en realidad lo había hecho pensando que quería vengar a su esposa, cuando no había nada más lejos de su mente, ya que creía que había tenido lo que él no fue capaz de darle cuando la encontró en su cama, que todo ello y su edad habían hecho de él un hombre solitario, que no creía ya en nada y que solo esperaba la liberación de la muerte, pero que ni en las batallas en las que luchó, casi todas temerarias y avocadas al fracaso, había encontrado lo que buscaba con desesperación, y que al llegar el decreto de su boda con ella, incrédulo había movido todos los contactos que tenia, había pedido clemencia a la reina e incluso había pensado en exiliarse a Inglaterra, donde sería recibido con honores y por buenos amigos, pero que al final había podido mas el tirón de su tierra y por eso la había desposado, que nunca quiso hacerle daño y que la decisión de no tocarla venia dada de que así cuando el muriera ella heredara todo su patrimonio y pudiera buscar el amor en alguien de su edad que le correspondiera, sin embargo durante el tiempo que llevaban casados Nuria había asolado sus defensas y lo había conquistado, tanto su corazón como su mente, a él y a todos los habitantes de sus tierras, simplemente siendo ella, y que el día anterior en el agua al abrazarla para subirla al bote todo se había desbordado saliendo a la superficie con tal ímpetu que se había sentido incapaz de pararlo, que se había enamorado de ella y que daría la vida por eso a pesar de entender que Nuria no le correspondiera, en ese momento Nuria lo calló con un beso, cuando separaron sus labios fue ella la que hablo yd diciéndolo TONTO hace meses que te quiero, que desde que descubrió la verdad de quien era él se había ido enamorando locamente y que lo que había pasado lo deseaba ella más que él , que en esos momentos era inmensamente feliz y que no pensaba cambiar nada de lo sucedido sino al revés aumentarlo todo lo que estuviera en sus manos,
Bibiano sorprendió y anonadado solo fue capaz de besarla y decirle que jamás había sido tan feliz como ese día, que ahora necesitaban descansar y después planear juntos su nuevo futuro, al girarse para ir al aseo descubrió una mesa junto a la cama llena de viandas y varias botellas de vino que habían aparecido en la habitación sin que ninguno de los dos las pidiera ni se enteraran de cuando habían llegado, se miraron a los ojos y riéndose como niños se dieron cuenta de que sus criados a hurtadillas y sin decirles nada habían actuado mimándolos como solían hacer, se sentaron en la improvisada mesa y comieron juntos dándose la comida mutuamente y riendo como chiquillos en una travesura, después se asearon y volvieron a tomarse el uno al otro celebrando el inicio de sus nuevas vidas, inicio que tendría lugar a la mañana siguiente, justo cuando llegaba de visita la familia de Nuria y los leales compañeros de armas de Bibiano, las cosas habían cambiado y la visita seria la primera prueba de ello, pero eso sería al día siguiente, esa noche la dedicaron a compartir su amor y su pasión recién descubiertas, ya llegaría la mañana y sus nuevas obligaciones y felices durmieron cada uno en brazos del otro.
Capítulo V
Cuando Nuria se despertó estaba sola en la cama, junto a su almohada había una rosa roja, te levantaste y llamaste a la criada para asearte y vestirte, una vez arreglada bajaste a desayunar, en la mesa junto a tu servicio había otra rosa, tu esposo ya había desayunado pero estaba sentado frente a ti leyendo la prensa, os mirabais con disimulo pues el servicio estaba presente, al terminar de desayunar, tu marido te dijo: Nuria esta mañana llegan tu familia y mis dos mejores amigos con sus esposas, ya están preparadas las habitaciones pero quisiera reunirme contigo en mi despacho para ultimar los detalles, tu asentiste y juntos os dirigisteis al despacho, al cerrar la puerta te tomo del brazo y girándote te beso con hambre devorándote, tú te excitaste de inmediato pero el termino el beso y se sentó tras el escritorio diciéndote que si seguía no haríais nada en todo el día, tu risa cantarina resonó por la habitación, te sentías feliz, como en un sueño, te sentaste frente a él y esperaste que te hablara, él se uso serio y empezó a decirte: ayer descubrimos juntos un nuevo futuro que puede ser nuestro si es lo que deseas, pero hoy tenemos invitados y necesito saber cómo quieres que vean nuestro matrimonio, si como fue hasta ayer o lo que va a ser a partir de ahora, yo me he dado cuenta de lo mucho que te deseo y más de lo que te quiero, pues estas en mi sangre, en mi corazón y eres la dueña de mi alma, todo lo has luchado día a día y lo has ganado, aunque sigo pensando que te mereces alguien mejor que yo, estoy total y absolutamente loco por ti, creo que tú sientes lo mismo pero necesito que me lo digas
Nuria sonrió y contesto cuando nos casamos no te conocía solo sabía lo que se decía de ti, y la verdad no era para alegrarse sino para temblar de miedo, pues tu fama de tirano, de egoísta, de mal humor continuo, de que maltratabas a las mujeres era todo lo que me contaban de ti, tenia pánico a la boda y sobre todo a lo que iba a ser mi vida aquí contigo, pero cuando al venir a casa me dijiste como querías que fueran las cosas en nuestra vida, vi un rayo de esperanza pues era lo contrario de lo que me habían informado, después con tus actos en el viaje, respetándome, preocupándote por mi bienestar, me sorprendí sobremanera, al llegar aquí y presentarme al servicio como su nueva ama, como tu esposa dándome todo el poder de decisión sobre la casa y lo que tradicionalmente es responsabilidad de la esposa, empezaste a mostrarte como eres en realidad, después hablando con la ama de llaves y con tu mayordomo, con el resto del personal de la casa, vi lo distinto que eres a cómo te pintan, al enterarme de cómo tratas a tus arrendatarios, a las personas que cuidan tus tierras, saber cómo te admiran, ver cómo te preocupas por su bienestar, por su felicidad, como cuando fuiste a por la mujer de tu capataz, que al no ser de tus tierras sino de las del vecino, y saber el destino que le tenía reservado a ella y que tú solo porque tu capataz la quería y te lo pidió saliste a escape a casa del vecino y esa noche ella durmió en la mansión con nosotros, una semana después era la esposa de tu capataz, todo esto me hizo preguntar qué había pasado y todos me contaron lo mismo, que conociendo a tu vecino y sus inclinaciones hiciste lo único que podías hacer que era comprársela como si fuera para ti, de manera que no pudiera negarse sin enfrentarse a ti, pero todos tus empleados sabían que lo hacías para que Martínez, tu capataz tuviera por esposa a la mujer que quería y que ella también lo deseaba, todos esos detalles, la forma de cuidar de tu gente me hizo reflexionar y verte como realmente eres, que tus palabras y tus actos antes de la boda no eran por hacerme daño ni por despreciarme sino que lo que querías era protegerme y que mi vida fuera lo mejor posible, no te creías capaz de conseguir mi amos por los años que nos llevamos y no deseabas una esposa que te odiara, otra no, al darme cuenta de todo esto te empecé a ver cómo eres realmente y primero empecé a admirarte
Esa admiración se fue haciendo cariño y ese cariño ayer se convirtió en pasión y amor, jamás imagine que cuando me tomara mi esposo disfrutaría de el acto, que me sentiría mimada, protegida y amada, sin embargo ayer me diste todo eso y más, se que no eres un hombre dócil, sino un guerrero acostumbrado a ser obedecido y que no soportas que nadie te dicte como tienes que ser o como actuar, también soy consciente de que te gusta dominar tener el control y que te obedezcan y que yo por como he sido educada, por la libertad que mis padres me dieron soy rebelde, tímida y vergonzosa, y sé que tú me dominaras si lo deseas pues es tu carácter, pero me he dado cuenta de que eso es lo que quiero, ser tuya en todos los sentidos es ahora mismo mi mayor deseo, y eso me ha hecho darme cuenta de que te amo con toda mi alma y que seré como tú quieras que sea para hacerte feliz, no dudo de que tendremos nuestras peleas pues yo querré defender mi independencia y tú siendo como eres me dominaras y dominaras mi rama rebelde y todo eso lo acepto, así que si es tú deseo creo que debemos actuar como es la realidad, que somos un matrimonio que se quiere aunque no lo buscáramos nosotros ha sucedido y si tú lo quieres lo mejor para todos es mostrarlo a todos sin esconder nada, ya que hoy por hoy yo solo soy responsable ante ti y tú no lo eres ante nadie. Bibiano al oírle decir todo eso se levantó la cogió en brazos y la sentó en sus rodillas, la beso y dijo señora tenéis toda la razón y así se hará desde este momento, eso sí quiero que seáis consciente de la sorpresa que van a recibir todos por el cambio que van a ver, pero como habéis dicho lo primero y único importante somos nosotros y nuestra felicidad, ahora preparémonos para recibir a los invitados que estarán a punto de llegar y dándole a Nuria otro beso la levanto le dio un pequeño azote en el culo y salieron sonrientes a recibir a los invitados.
Capítulo VI
Al salir del despacho, lo primero que hizo Bibiano fue llamar a la Sr. García, el ama de llaves, y ordenarle que trasladaran todo lo que había en la habitación de Nuria a las habitaciones contiguas a la suya, que eran realmente las habitaciones de la señora de la casa, estas estaban unidas al dormitorio de él por una puerta, con lo que ambas estaban unidas y se podía acceder de una a otra sin que nadie lo viera, después de eso empezaron a llegar los invitados, los primeros fueron el antiguo capitán del regimiento de Bibiano, que a la vez había sido su segundo desde que se unieron al regimiento y también había sido su padrino en la boda, el capitán Alonso era más joven que Bibiano, tendría sobre los 45 años, y estaba casado con una dulce señora, bastante bonita aun, aunque mayor pues tenía 35 años y ya había tenido tres hijos, dos niños y una niña, que tenían 12, 10 y 6 años respectivamente, tras presentárselos debidamente a Nuria, se dirigieron a sus alojamientos para acomodar a los niños, que dormirían en las habitaciones del segundo piso junto al aula, que allí había, mientras estos se aseaban y vestían para bajar, llegaron los padres de Nuria y su hermana menor de 12 años, una chiquilla muy bonita pero bastante traviesa, Bibiano los había conocido en la boda, pero apenas habían hablado pues ellos se habían marchado enseguida, así que mientras Nuria acompañaba a su madre y hermana a sus habitaciones, Bibiano invito a su padre a tomar una copa de vino a su despacho, y allí cómodamente sentados entablaron una conversación que ninguno de los dos había pensado que se produjera jamás
Bibiano se dirigió a su suegro con respeto y lo primero que le dijo fue: “quiero agradecerle que permitiera los deseos de la reina, pues aunque usted sabe que tanto yo como usted nos oponíamos al enlace, hoy solo puedo estar agradecido a la reina por su perspicacia, y a usted por la fantástica educación que le han dado a su hija, gracias a esto hoy puedo decirle que sin lugar a dudas los dos somos más felices de lo que jamás imaginábamos, sorprendido Manuel Sánchez, que era el nombre del padre de Nuria miro fijamente a Bibiano y le expreso su sorpresa ya que era todo lo contrario a lo que se esperaba, y así lo dijo: Perdona hijo que te hable así pero es que después de tus palabras me he quedado de piedra pues esperaba que vuestra boda os hiciera a los dos más mal que bien y temía por mi hija, pero si ella habla como tú lo único que puedo hacer es alegrarme por los dos y sinceramente respirar tranquilo pues creía que erais desgraciados y eso era lo último que yo deseaba para mi hija, el oírte decir que sois felices juntos me llena el corazón de alegría, como se que le pasara a mi esposa, además veo que en vez de perder a una hija ha sido al revés he ganado un hijo del que estar orgulloso pues tu fama es inmensa, tanto como militar como persona, ahora puedo descansar tranquilo sabiendo que Nuria está en buenas manos, eso se lo garantizo le contesto Bibiano además les invito a que a partir de hoy vengan cuando quieran a visitarnos y me sentiría honrado que considerara esta como su segunda casa, Manuel no sabía que decir, el asombro se le notaba en la cara, pero también el placer de sentir que sus temores por su hija eran infundados, y sintiéndose ambos a gusto en su compañía sonreían los dos contándose anécdotas de su vida cuando entró el Sr. Alonso una vez presentados ambos se vio que los tres estaban iniciando una amistad que ninguno hubiera esperado antes, mientras Nuria le decía algo por el estilo a su madre que también se quedo satisfecha con lo sucedido y feliz de ver a su hija contenta, antes de que llegara el ultimo invitado, antiguo teniente de caballería, el Sr. López y su familia, llego la hora del almuerzo, este fue el más bullicioso que se recordaba en la mansión desde hacía años, por lo bien que se llevaban todos los comensales, añadiendo el bullicio que montaban los niños, incluida Sonia, la hermana pequeña de Nuria, tras el almuerzo, los hombres salieron de caza mientras las mujeres se reunían en una salita a tomar un café y comentar los últimos acontecimientos, tras la llegada de López y su esposa y acomodarlos, todos estuvieron juntos en la sala charlando cómodamente hasta que llego la cena, tras esta los niños se acostaron y los mayores se quedaron juntos tomando una copa de licor y preparando lo que iban a hacer durante los días que iban a pasar juntos, ya anochecido todos decidieron irse a descansar para recuperar fuerzas tras el viaje, Bibiano y Nuria subieron a sus aposentos y tras cambiarse de ropa él entro en el nuevo dormitorio de Nuria, se sentaron juntos en el sofá y comentaron los hechos del día y la reacción de los padres de ella ante lo acontecido, cuando ambos callaron Bibiano tomo el rostro de Nuria entre sus manos y acercándose a su cara la beso con una pasión desmedida que enseguida hizo que Nuria se excitara y reclamara mas sin palabras
Capítulo VI
Al salir del despacho, lo primero que hizo Bibiano fue llamar a la Sr. García, el ama de llaves, y ordenarle que trasladaran todo lo que había en la habitación de Nuria a las habitaciones contiguas a la suya, que eran realmente las habitaciones de la señora de la casa, estas estaban unidas al dormitorio de él por una puerta, con lo que ambas estaban unidas y se podía acceder de una a otra sin que nadie lo viera, después de eso empezaron a llegar los invitados, los primeros fueron el antiguo capitán del regimiento de Bibiano, que a la vez había sido su segundo desde que se unieron al regimiento y también había sido su padrino en la boda, el capitán Alonso era más joven que Bibiano, tendría sobre los 45 años, y estaba casado con una dulce señora, bastante bonita aun, aunque mayor pues tenía 35 años y ya había tenido tres hijos, dos niños y una niña, que tenían 12, 10 y 6 años respectivamente, tras presentárselos debidamente a Nuria, se dirigieron a sus alojamientos para acomodar a los niños, que dormirían en las habitaciones del segundo piso junto al aula, que allí había, mientras estos se aseaban y vestían para bajar, llegaron los padres de Nuria y su hermana menor de 12 años, una chiquilla muy bonita pero bastante traviesa, Bibiano los había conocido en la boda, pero apenas habían hablado pues ellos se habían marchado enseguida, así que mientras Nuria acompañaba a su madre y hermana a sus habitaciones
Bibiano invito a su padre a tomar una copa de vino a su despacho, y allí cómodamente sentados entablaron una conversación que ninguno de los dos había pensado que se produjera jamás, Bibiano se dirigió a su suegro con respeto y lo primero que le dijo fue: “quiero agradecerle que permitiera los deseos de la reina, pues aunque usted sabe que tanto yo como usted nos oponíamos al enlace, hoy solo puedo estar agradecido a la reina por su perspicacia, y a usted por la fantástica educación que le han dado a su hija, gracias a esto hoy puedo decirle que sin lugar a dudas los dos somos más felices de lo que jamás imaginábamos, sorprendido Manuel Sánchez, que era el nombre del padre de Nuria miro fijamente a Bibiano y le expreso su sorpresa ya que era todo lo contrario a lo que se esperaba, y así lo dijo: Perdona hijo que te hable así pero es que después de tus palabras me he quedado de piedra pues esperaba que vuestra boda os hiciera a los dos más mal que bien y temía por mi hija, pero si ella habla como tú lo único que puedo hacer es alegrarme por los dos y sinceramente respirar tranquilo pues creía que erais desgraciados y eso era lo último que yo deseaba para mi hija, el oírte decir que sois felices juntos me llena el corazón de alegría, como se que le pasara a mi esposa, además veo que en vez de perder a una hija ha sido al revés he ganado un hijo del que estar orgulloso pues tu fama es inmensa, tanto como militar como persona, ahora puedo descansar tranquilo sabiendo que Nuria está en buenas manos, eso se lo garantizo le contesto Bibiano además les invito a que a partir de hoy vengan cuando quieran a visitarnos y me sentiría honrado que considerara esta como su segunda casa, Manuel no sabía que decir, el asombro se le notaba en la cara, pero también el placer de sentir que sus temores por su hija eran infundados, y sintiéndose ambos a gusto en su compañía sonreían los dos contándose anécdotas de su vida cuando entró el Sr. Alonso una vez presentados ambos se vio que los tres estaban iniciando una amistad que ninguno hubiera esperado antes, mientras Nuria le decía algo por el estilo a su madre que también se quedo satisfecha con lo sucedido y feliz de ver a su hija contenta, antes de que llegara el ultimo invitado, antiguo teniente de caballería, el Sr. López y su familia
Llego la hora del almuerzo, este fue el más bullicioso que se recordaba en la mansión desde hacía años, por lo bien que se llevaban todos los comensales, añadiendo el bullicio que montaban los niños, incluida Sonia, la hermana pequeña de Nuria, tras el almuerzo, los hombres salieron de caza mientras las mujeres se reunían en una salita a tomar un café y comentar los últimos acontecimientos, tras la llegada de López y su esposa y acomodarlos, todos estuvieron juntos en la sala charlando cómodamente hasta que llego la cena, tras esta los niños se acostaron y los mayores se quedaron juntos tomando una copa de licor y preparando lo que iban a hacer durante los días que iban a pasar juntos, ya anochecido todos decidieron irse a descansar para recuperar fuerzas tras el viaje, Bibiano y Nuria subieron a sus aposentos y tras cambiarse de ropa él entro en el nuevo dormitorio de Nuria, se sentaron juntos en el sofá y comentaron los hechos del día y la reacción de los padres de ella ante lo acontecido, cuando ambos callaron Bibiano tomo el rostro de Nuria entre sus manos y acercándose a su cara la beso con una pasión desmedida que enseguida hizo que Nuria se excitara y reclamara mas sin palabras, el beso se volvió incendiario, el solo llevaba una bata y ella un camisón, al terminar el beso en la miro con los ojos traviesos y le dijo hoy te has pasado cuando me has corregido varias veces y además has querido que te diera la razón en todo durante todo el día, que estabas probándome, Nuria que sabía que era cierto todo lo que él le estaba diciendo pues al sentirse feliz le salió la vena juguetona y rebelde de ver hasta dónde podía provocar a su marido y había estado todo el día tensando la cuerda solo por ver hasta donde la dejaba, lo reconoció con una sonrisa y lo volvió a retar diciéndole; bueno ahora que estamos solos puedes ponerme los limites o castigarme si crees que lo merezco, el la mira y le dice tu qué piensas y ella con una sonrisa perversa le contesta que seguramente se merece algunos azotes pero que eso tiene que decidirlo él, mientras hablan ella va notando como la masculinidad de él va creciendo cada vez más, en ese momento Bibiano la gira sobre sus piernas dejándola boca abajo y le anuncia que se merecía unos cuantos azotes pero que tras sus ultima palabras estaba pensándose muy seriamente golpearle el culo para que no pueda sentarse en una buena temporada, Nuria aun en esta postura no lo puede evitar y se le escapa una carcajada que resuena alegre por el dormitorio, Bibiano no le dice nada sino que deposita un brazo sobre su espalda inmovilizándola y con la otra mano la pone junto a sus pies por encima de la bata y subiéndola suavemente sube a la vez la bata
Nuria esta sonrojada, no sabe que le va ha hacer pero le da igual en el fondo sabe que va a disfrutar sea lo que sea, cuando la bata a desnudado su hermoso trasero, la mano deja la bata y acaricia las nalgas con pasión y cariño, se introduce entre sus muslos acariciando su feminidad, Nuria esta excitada y temblorosa pues sabe que le ha prometido unos azotes, pero esto no es precisamente un azote, él con calma invade el cuerpo de Nuria hasta que esta vuelve a gritar esta vez de placer, en ese momento saca la mano la levanta y golpea una nalga con fuerza, esta vez el grito de Nuria es de desencanto y de dolor porque el azote le a escocido si pero más le ha dolido que parara de acariciar su cuerpo, cuando cae la segunda palmada en la otra nalga, temblorosa Nuria vuelve a gritar y pide que la amordace para ahogar sus gritos, ambas nalgas tienen un color rojizo superior al resto de su cuerpo, Bibiano la mira y tras dejar caer la mano dos veces más, le da la vuelta y le dice; ya está solo ibas a recibir una pero como tú misma me has pedido al final han sido más, Nuria lo calla con un beso y cuando termina este le dice: señor ya he sido debidamente castigada ahora hacerme el amor, como empezasteis , a lo que Bibiano no se pudo resistir y besándola la levanto y poniéndola entre sus muslos la bajo penetrándola muy despacio hasta el fondo, mientras sus manos acariciaban los pechos de Nuria y su boca estaba unida a la de ella, una vez montada encima de él y penetrada hasta el fondo, él le dijo bueno ahora diriges tu móntame y llévanos a las estrellas, Nuria lo miro desconcertada pues no sabía a qué se refería hasta que el la levantó un poco y la bajo, entonces comprendió lo que le había dicho y lo cabalgó de mil maneras distintas, estallando ella en varios orgasmos hasta que al final juntos de la mano alcanzaron la gloria, después de descansar un buen rato para recuperar fuerzas, se trasladaron desnudos a la cama done el volvió a tomarla y le enseño de nuevo a llegar a tocar las estrellas, hasta que agotaos se durmieron abrazados y sonrientes, aunque el culo de Nuria todavía tenía un color rojizo más intenso que el resto de su piel y le escocía un poco.
Capítulo VII
Al despertar Nuria sintió como era poseída por su esposo, pues este la había excitado dormida y la había tomado mientras ella se iba despertando, con lo que empezó el día gimiendo de placer, cuando ambos alcanzaron las estrellas, se levantaron y cuando Bibiano se dirigía a asearse a Nuria al verlo todavía erecto se le ocurrió algo y sin pensárselo se arrodillo frente a su esposo y acariciándolo con las manos lo puso otra vez en forma e inmediatamente en esa postura de sumisión lo tomo con su boca dándole todo el placer que sabía, Bibiano la miraba con los ojos llenos de deseo pero le permitió hacer lo que ella deseaba y sin poder evitarlo se derramo en su cálida boca, gruñendo de placer, al acabar la levanto y la beso con pasión hasta que los dos volvieron a la cama donde él la puso de rodillas dándole la espalda y le penetro la vagina por detrás, en esta postura la sumisión de Nuria era total pues estaba inclinada sobre sus brazos y solo podía recular algo que él no le permitía solo podía recibir las embestidas de su marido, que eran lentas y excitaban toda su vagina poniéndola a mil, poco a poco fue acelerando hasta que ella le rogo que la tomara del todo con fuerza que no podía mas, apenas se le entendía pues hablaba entre gemidos y pequeños gritos que subieron de tono cuando su esposo la penetro hasta el fondo y la cabalgo con potencia hasta que estallo en mil fragmentos sintiéndose en la gloria, tras descansar un poco, bajaron los últimos a desayunar y tuvieron que soportar las miradas de los invitados que adivinaron el motivo del retraso de los dos, fueron unos días llenos de felicidad que compartieron con la familia de ella y los dos mejores amigos de su esposo, ellos les contaron cientos de anécdotas de los días de lucha contra los franceses, de la barbaridades que Bibiano llego a planear para derrotarlos y también de cómo conocieron a los mandos ingleses, como eran como personas y el trato familiar que tenían aun siendo los ingleses duques y Marqueses admiraban y trataban como un igual a Bibiano que era mucho más joven que ellos pero con un ingenio para la lucha que estos admiraban
También les hablaron de los años que siguieron con el reinado de Fernando VII y el de Isabel, Nuria aprendió cosas sobre su marido que jamás hubiera adivinado ni que nadie le habría contado pues pocas personas sabían de los hechos reales, ya que los implicados siempre le guardaron el secreto, descubrió un hombre divertido y jovial, simpático y amable que casi todo el mundo desconocía, cada día estaba más enamorada y cada noche disfrutaba con él en la cama aprendiendo mil maneras de alcanzar el placer, sobre todo disfrutaba cuando él la amarraba a los postes de la cama dejándola totalmente expuesta a sus deseos, cuando le daba pequeños golpes o pellizcos en los pechos que le hacían dar chillidos de dolor y como luego le mimaba la zona que había agredido dejándola exhausta noche tras noche y por la mañanas, descubrió porque tenía tanta hambre al desayunar, que era debido a los actos antes de levantarse, fueron unos días llenos de felicidad para ella, uno en particular no fue tan placentero pues habían salido a navegar y su marido la había avisado de que tuviera cuidado con la botavara del barco que al girar podía golpearla o tirarla al agua, y en una de la ocasiones que iban a virar ella estaba riéndose y jugando con la mano en el agua no se dio cuenta de la maniobra y acabo en el agua, encima llevaba traje con lo que las faldas estuvieron a punto de ahogarla, la salvo él tirándose al mar y subiéndola al barco, pero estaba muy enfadado porque Nuria no había obedecido ni prestado atención a lo que le había advertido, esa noche cuando entraron en el dormitorio ella sabía que la iba a castigar y aunque sabía que tenía razones para ello su vena rebelde la hizo discutir con él, enfureciéndolo aun mas, él la callo besándola y la desnudo, pero en vez de acostarla la amarro de pie a los postes de la cama y con el cinturón le dio cinco latigazos que la hicieron gritar de dolor y llorar a lagrima viva
Cuando acabo él le dijo muy serio: “señora no me obliguéis a volver a hacer esto nunca más” ella estaba dolorida pero advierto que su esposo se había excitado y lucia su pene totalmente erecto y se sintió orgullosa de que incluso castigándola la deseara de manera tan manifiesta, no abrió la boca pero se prometió que de vez en cuando lo enfadaría para que ambos sintieran lo que estaban sintiendo en ese momento, al soltarla su marido Nuria no se para un segundo sino que volvió a repetir lo que ya le había hecho una vez y de rodillas como sometiéndose a sus dictados le regalo una mamada que su esposo no esperaba y que lo hizo gemir de gusto, después fue ella la que recibió toda la atención de su esposo y cuidando no hacerle daño donde la había azotado le degusto hasta la saciedad mientras ella no paraba de tener un orgasmo tras otro, se corrió en su boca tres veces antes de que el la penetrara y juntos estallaran en el mayor orgasmo que habían tenido hasta entonces durmiendo abrazados y dándose mimos mutuamente. Cuando se marcharon las visitas ella pensó que volvería a su antigua habitación pero como en todo lo demás se equivocaba su cama y era ya y seria siempre la de él y sus habitaciones las que ahora ocupaban conjuntas, esto le hizo ver que lo que estaba pasando no era fingido por su esposo sino todo lo contrario era su mayor deseo como ella su mayor placer.
Capítulo VIII
Desde que se marcharon las visitas, incluida tu familia, que se fueron felices de ver cómo era tú vida y lo alegre que estabas, tu vida se fundió con la mía, íbamos juntos a ver las granjas, nos preocupábamos y buscábamos soluciones para los problemas de los trabajadores, almorzábamos juntos y por las tardes o navegábamos en el barco o nos bañábamos en el mar menor, donde aprendías a nadar con soltura, te había encargado ropa especial para navegar y para bañarnos, pues los bañadores de moda para mujeres eran como vestidos y son inútiles para nadar así que te has hecho unas camisas gruesas y pantalones de hombre ajustados que te permiten nadar con libertad, además te enseñe a usar un cuchillo para poder cortar los cabos del barco cuando fuera necesario.
Los días iban pasando plenos de felicidad, las noches eran una aventura, pues Bibiano te enseñaba posturas nuevas y distintas formas de complaceros, aunque tu seguías siendo tímida, en la intimidad te desmelenabas y no te cortabas en nada, además te encantaba jugar con tu esposo, provocándolo, haciendo que se cabreara con algunas de tus acciones todas a caso hecho para que te castigara, pues te sentías amada y querida, sabias que aunque siempre que te advertía de un castigo lo cumplía te sentías protegida, ya que su amor le impedía hacerte demasiado daño y era más excitante la noche que se iba a la cama enfadado, te hacia sufrir y al mismo tiempo sentirte plena como mujer y muy excitada, la segunda vez que lo enfadaste para provocarlo te amarro boca abajo en la cama y con el cinturón te puso el culo ardiendo y colorado, con cada azote gritabas y te retorcías, a la vez que le pedias mas, te encantaba verlo excitarse mientras te daba con el cinturón, te dijo que contaras cada golpe en voz alta, pues te había prometido 20 azotes por desobedecerlo, cosa que habías hecho a propósito y cuando te ataba desnuda a la cama sentías un cosquilleo de gusto recorriéndote el cuerpo, los primeros los contabas con voz firme y desafiante hasta que te dio el decimo que gritaste y el decir el numero la voz te tembló un poco, notabas las nalgas calientes y con cada azote se calentaban mas, pero a la vez te excitabas y tu sexo se humedecía al llegar a veinte, aunque las lagrimas caían por tu rostro
Estabas esperando ver cómo te poseía, y hasta qué punto el placer calmaba el escozor de los azotes, él sin soltarte te tomo por detrás penetrando en tu húmeda vagina de una sola vez, ahora los gritos eran de puro placer y te corriste nada más ser penetrada, mientras él te montaba tu cuerpo era una llama que solo recibía placer, cuando él se derramo dentro de ti tu alcanzaste el cuarto orgasmo y te sentías rota, de goma, flotando en la gloria, solo cuando al soltarte te apoyaste sobre tus nalgas notabas un poco de dolor por los azotes, pero eso lejos de amedrentarte te dio más gusto y días después volviste a provocarlo, esta vez te había dicho que te pellizcaría los pezones cuando estuvieran erectos y que te dolería, claro que antes te pondría a mil para lograr que estuvieran bien duros, te había amenazado con 5 en cada uno estando tu de rodillas y con las manos amarradas a la espalda, eso fue por la mañana, estuviste todo el día con ganas de que os fuerais a la cama, ya sentías los pechos duros y los pezones preparados toda la tarde, cuando entraste en la habitación te miro sentado en la cama y con la voz seria te ordeno que te desnudaras, lo hiciste lentamente para provocarlo, él no se movió mientras tú estabas totalmente desnuda de pie frente a él, se levanto y sin desnudarse te puso la manos en la espalda y las amarró allí, después empezó a acariciar tu cuerpo descubriendo cada terminación nerviosa, cada sitio que te calentara y te excitara, para cuando paro tú estabas al borde de explotar de gusto
Toda tu piel eran de color rojo y pedias mas, entonces te ordeno que te arrodillaras entre sus piernas mientras él estaba sentado al borde de la cama, así lo hiciste y empezó tu castigo con dos fuertes dedos te cogió cada pezón y lo apretó hasta que gritaste luego lentamente te los retorció y sin soltarlos volvió a empezar, lo hizo cinco veces, su pene se erguía orgulloso debajo de su túnica, tú habías dejado de gritar cuando para de retorcértelos y lo mirabas con lagrimas en los ojos expectante, sin moverse el te soltó las manos y tu audazmente las metiste debajo de su túnica, se la subiste y liberaste su erección y sujetándole el pene fuiste bajando tu boca hasta introducírtelo entero dentro de ella, le hiciste una felación como nadie se lo había hecho, ahora era él el que se retorcía y gemía, incapaz de pararte tú te dedicaste a darle placer con ansia con ganas de derrotarlo y por primera vez hacerle pedir clemencia entraba y salía de tu boca, se lo succionabas hasta que sin poder resistir mas y con un gruñido se corrió en ella, tu lo miraste con una sonrisa y relamiéndote te subiste sobre él, introdujiste su pene en tu cuerpo y lo cabalgaste hasta la gloria donde los dos estallasteis de placer, donde no existía nada más que vuestras almas unidas y allí os dormisteis, todavía con el dentro de ti y tu acostada sobre él, al rato os despertasteis cuando el volvió a alcanzar la plenitud y volviste a la carga, hasta que ya no os quedo a ninguna nada por entregar, ni fuerzas para moveros ni necesidad de hablar de lo ocurrido, habíais unido vuestras almas. Fueron los dos meses más increíbles de vuestras vidas y todavía os quedaban años para seguir.
Capitulo IX
Acababa de terminar Julio y el calor apretaba en el pequeño rincón del Mediterráneo, Nuria ya conocía todo el mar menor y la había llevado a navegar por el Mediterráneo, cada día le gustaba más navegar, mecerse por las olas, bañarse en medio del mar e incluso hacer el amor sobre la cubierta del barco, venciendo su timidez y vergüenza y cayendo en las manos de su lascivo marido.
Al empezar Agosto ella había notado que el correo con cartas de Inglaterra había aumentado tanto que legaba una casi todos los días, también su marido se encerraba en su despacho varias horas por la mañana y dejaba para franquear bastante correo diariamente, Nuria estaba intrigada con lo que su esposo estaría tramando pues estaba claro que algo se estaba cociendo, la primera sorpresa vino de la mano de una chica de la ciudad, una cartagenera de unos 25 años que dominaba el idioma ingles, y aunque Nuria hablaba francés fluidamente no sabía demasiado de ingles, la chica venia a enseñarle el idioma y las costumbres de la alta sociedad inglesa, no los burgueses, sino los nobles más notables del reino, pero sin decirle el motivo, daban clase todas las mañanas, mientras que las tardes
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