El día que tres de mi alumnos me emputecieron…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por marcus64.
Yo me dedico a la comunicación organizacional de tiempo completo, sin embargo a lo largo de la semana participó en actividades sociales, en este momento imparto clases de yoga a adolescentes en la unidad deportiva de mi ciudad.
Obviamente soy maestra certificada de yoga, no sólo lo dicen mis documentos sino mi cuerpo, soy delgada, atlética con músculos marcados en brazos y piernas pero de apariencia muy femenina, creo que la palabra es sensual! Cuando uso short y top de tirantes las miradas me caen encima de inmediato, mi trasero es redondo y duro, así también mis piernas, además por los alimentos que consumo y toda una vida de ejercicio físico mi piel morena es sana, brillante y me parece que muy tentadora, debo confesar que tener las miradas de los hombres convertidos en animales salvajes queriendo caerme encima para devorarme, me ha excitado siempre.
Había estado cuidado el usar leggins completos y de un solo tono que habitualmente es negro, esto para no llamar la atención de esos adolescentes en plena calentura, pero ese día iba retrasada rumbo a dar mi clase semanal a los muchachos de la academia de fútbol de la unidad deportiva. Estacione mi auto y entré casi corriendo al salón donde ya me esperaban sentados con cara de fastidio unos 20 muchachos de entre 14 y 16 años, quienes juegan en una división menor de la liga municipal, para la mayoría de ellos, futbolistas de barrio y afición, el hacer yoga por imposición de su entrenador no les hacia de inicio la menor gracia, pienso que por su edad y poca información les parecía aburrida y hasta poco masculino, me daba la impresión de que lo único atractivo para ellos, era mirarme con esa ropa ceñida al cuerpo y llevarse esa imagen para jalársela muy rico en el baño de sus casas. Ese día, por mi escasees de tiempo me vi en la necesidad de usar un diminuto short lycra untado al cuerpo y mi top pequeño que uso para las clases.
Después de un breve saludo de "Buenas tardes" y un "Disculpen por la tardanza chicos", pedí a todos tomaran sus posiciones al frente a sus tapetes de yoga y comenzamos la meditación que usualmente hacemos al inicio de nuestra práctica, la mayoría hacia grandes esfuerzos por seguir mis indicaciones pero note que tres de ellos, comandados por López, (El "líder" del grupo) mayor que los demás, de 17 años y cuerpo marcado por el ejercicio, piel blanca y sonrisa burlona y desafiante la mayoría del tiempo, se echaban miradas de complicidad e intercambiaban sonrisas burlonas y hasta pervertidas, cosa que trate de ignorar aunque ciertamente me provocaba disgusto, lo sentí una total falta de respeto a mi trabajo, a mi esfuerzo.
Quise enfocarme, pero los grandes espejos de las paredes eran desconcertantes, pues me permitían percatarme de que esos tres, al tiempo que se supone "hacían" las asanas (posturas de yoga), me miraban como bestias salvajes, sentía esas miradas clavadas en mi trasero.
Aquí he de decirles que por haber tenido dos semanas de locos, con mucho trabajo y ocupaciones, mi novio y yo no habíamos podido tener sexo como generalmente lo hacemos, salvajemente por lo menos dos veces a la semana. Yo tenía días sintiéndome mas caliente y ansiosa de lo normal, creo que me estaba afectando la abstinencia más de lo que pensé, en realidad soy muy caliente y nada en la vida puede sustituir una buena verga que me taladre hasta el fondo. Esto era ya tan marcado que desde la clase pasada, había yo comenzado a ponerles mas atención a los cuerpos de aquellos mocosos, cosa muy rara en mi ya que a mi me atraen los hombres mas grandes que yo (tengo 33 años) y mi novio anda en los 50, me fascina su experiencia y su dominio sexual, es una especie de cerdo salvaje y experimentado, mmmmm.
La mayoría de estos muchachos sólo eran un poco mas altos que yo, pero gracias al futbol muchos de ellos tenían cuerpos esbeltos y fuertes para su edad y alguno hasta brazos y piernas marcaditos…
Retomando el tema, en principio su distracción y falta de atención en la clase que con tanto esmero les preparaba, me enojo y mucho pero por otro lado podía sentir y una especie de halago, al saber que mi cuerpo los distraía de "esa forma" y seguramente me imaginaban colocada en cuatro o abierta de piernas haciéndome todo ese tipo de perversidades que existen en las mentes adolescente y más en las de hoy en día.
La alarma de mi celular indicó que la clase había terminado y como tornado salieron todos disparados hacia los campos, bueno, todos menos tres de ellos. Yo me distraje recogiendo mi maleta y al girar en dirección de la puerta vi como López la cerraba desde adentro y el y sus dos inseparables compañeros se sentaron a tomar agua recargados en ella mientras me miraban directamente, creo que López estaba divirtiéndose mucho al verme asombrada, los otros dos eran un par de chamacos idiotas que le lamían los zapatos a su líder.
– "Porque cerraste la puerta López? Ya nos vamos" Mi voz sonó nerviosa, hasta un tanto quebrada, por mas que trate que no se notara.
– Sabe maestra? Queremos que nos de una clasecita privada de posturas con las que tanto nos hace sufrir, como esa del perro mirando hacia abajo, con ese short de… Se detuvo en decir lo que tenía en mente, pero mientras se acercaba a mi con esa mirada desafiante, se agarraba el paquete que ya se le veía sobresaliendo de su short de entrenamiento, no pude evitar imaginar que debía ser una verga grande. Que estaba diciendo? Era solo un muchacho, de inmediato recapacité y le dije:
– "Mira niño, deja de bromear y abre la puerta que alguien puede venir y se le hará extraño que este con seguro.
– "Pues no maestra, fíjese que al terminar la clase ya no obedezco, más bien me gusta que las de su clase me obedezcan a mi"
– "Que estupideces estás diciendo López, abre antes de que haga que no juegues todos los siguientes partidos de la temporada, te voy a casar con…"
Me interrumpió para decir con voz alta y firme:
– "Usted y nosotros sabemos que a esta hora todos están en los campos y nadie se le ocurriría venir por aquí, así que podríamos comenzar con la clasecita especial, no cree? La quiero ver haciendo ese perro para mí, abriendo esas patas deliciosas.
Volteo hacia sus dos compañeros que ya se habían puesto de pie y su voz sonó dominante como si en lugar de 17 tuviera 40. Me recordó a como mi novio me habla cuando me va a coger sin piedad, solo recordarlo, me excite de manera involuntaria, comenzaba a sentir palpitaciones allá abajo, esperando que ojalá no se me notara,
hice un intento mas por salir de esa situación diciéndoles con un tono más firme, por lo menos el que mis nervios me permitían
– "Miren chicos la verdad tengo prisa y no tengo tiempo para sus jueguitos, ademas si no abren la puerta ahorita ya les dije que ahora mismo los voy a reportar"
– "Maestra, mejor coopere con nosotros si no quiere que subamos al facebook sus fotos, digamos "sexys", enséñale Carlos"
Uno de los otros chicos extendió su mano y pude ver con horror una serie de fotos mías cambiándome en el vestidor en tanga y bra, otras donde se me alcanzaban a ver mis partes al hacer las posturas con ese short y lo peor, me horrorice al ver que claramente se veía mi cara y en ese momento recordé que un día de la semana anterior, al cambiarme de ropa escuché un ruido y vi que una parte del plafón del techo faltaba, seguro se subieron porque las fotos eran tomadas de arriba, salvo claro las que me acababan de tomar en la clase esos imbéciles chamacos.
– "Si UD coopera y es buena con nosotros, borraremos las fotos aquí mismo delante de UD, así que mejor sea buena maestra, sus alumnos consentidos la vamos a hacer sentir orgullosa con las posturas que le vamos a mostrar, perrita"
Todo lo que pasaba, aunado a lo que acababa de decir, me hacía sentir una especie de rabia mezclada con temor que me invadía toda, de pies a cabeza. Al saber que me tenían en sus manos, lo único que se me ocurrió fue pensar que si cooperaba un poco quizá ellos tendrían suficiente, quizá solo querrían que les mostrara un poco de mi cuerpo y nada mas, sólo ason jóvenes pensé, no se atreverán a mas…
-"Chicos de de verdad se los digo, me tengo que ir pronto a mi oficina, tengo una jun…"
No pude terminar la frase porque uno de ellos me tomó desde por los hombros desde atrás y me hizo hincarme frente a López, quede juste en frente de ese paquete enorme que se notaba por encima del short, se veía sudado o quién sabe si era más que sudor.
– "Quien ahora da las órdenes ahora? Carlos quitale la blusa"
El que estaba detrás de mi casi de un tirón me arranco el top, mis senos quedaron expuestos ante aquel trío de chamacos calientes, noté que mis pezones estaban erectos.
– "Mmmmm la maestra está caliente, los tiene bien paraditos"
Desgraciados chamacos, habían logrado que sin desearlo comenzara a excitarme la situación.
El tercero de nombre Juan se acercó a mí y se pudo del otro lado del otro y comenzó a pasar sus manos por mis tetas haciendo que se me pararan mas los pezones. Mi primera reacción fue querer quitarme de su alcance pero, hubo algo mas fuerte que yo, algo que me hizo quedarme quieta, estaba disfrutando como una puta, no podía creerlo pero tuve que reconocer que era así, cerré los ojos esperando que la manoseada pasara rápido, pero el contacto de sus manos en mis pechos hizo que se me escapara un gemido.
Casi de inmediato sentí (aun tenia los ojos cerrados) que unas manos me separaban las piernas así hincada como estaba y de inmediato unos dedos hurgando dentro de mis shorts, el dueño de esa mano comenzó a dedearme bruscamente, primero sentí dolor pero casi de inmediato comencé a mojarme y el dolor dio paso a un gran placer inmenso, me revolcaba involuntariamente, a este punto estaba ya escurriendo, me estaba volviendo los a de placer, tanto, que sentí como comenzaba a menar mis caderas al ritmo de esos dedos firmes y decididos, los cuales entraban y salían llenos de mis jugos, escurriendo de ellos, aquella porquería de escena me excitaba aún más, mis líquidos regados en el piso y escurriéndome por las piernas, era realmente algo asquerosamente divino.
De pronto sentí que algo húmedo rodeaba mis pezones, abrí los ojos y vi como mientras uno seguía dedeándome, los otros dos habían tomado en sus bocas mis senos y los hacían completamente suyos, chapaban como si no hubieran terminado de alimentarse de pequeños, con unas ganas, mordía y me hacían sentir la más perra del mundo, que delicia!
Eché mi cabeza hacia atrás y con mis manos acerqué mas las suyas entregándole mis pechos a ese par de bocas ansiosas….de pronto Lopez que era quien tenia sus dedos dentro de mi acerco su cabeza sobre los otros dos y su boca se pego a la mía para besarle. Sí! Hizo suya mi boca entera! Me metió su lengua hasta casi mi garganta y comenzó a moverla deliciosamente dentro de la mía, yo reaccione como una verdadera hembra en brama, mientras me imaginaba esa boca deliciosa succionando, chupando y mamando mi panocha desenfrenadamente, quería que me arrancarán el clítoris a mordidas en ese momento, que delicia, no podía más.
Los otros dos me tenia toda babeada y mientras sus manos ya se habían apoderado de mi trasero y me manoseaban las nalgas, las apretaban como si amasaran la pasta de un postre y eso era yo para ellos. Me excitaba sentir como tenía a mi merced a tres pendejos comiéndome toda, ni en mis mejores fantasías para masturbarme, pensé jamás en esta.
Aquello era demasiado, de pronto empece a sentir como llegaban oleadas de placer que invadían mi cuerpo al mismo tiempo que sentía las primeras contracciones y supe que una explosión enorme estaba por llegar, orgasmo estaba por llegar….solo recuerdo que apreté mis piernas, aprisionando aquella mano que tanto placer que estaba dando, quería que esos dedos me perforaran, que me taladraran la panocha más y más, esos dedos inexpertos y fogosos de adolescente estaban despertando a mi puta interior. Sentí que me iba hacia delante pero sus bocas seguían pegadas a mis pechos, mis pezones estaban a punto de estallar pero no quería que se detuvieran, era exquisito el placer que esos pequeños demonios me estaban causando, estaba convertida en lo que me encanta, una total y verdadera PUTA.
Como pude me recargue en ellos y aflojé el cuerpo que ahora temblaba descontroladamente mientras llegaba una contracción tras otra.
Recuerdo que se despegaron de mi mientras yo me recostaba en el piso en posición fetal aun recuperándome de aquello tan increíble, y sobre todo aun permitiéndome sentir las ultimas oleadas de aquel delicioso orgasmo. Uf, que placer sin saberlo esos malcriados me habían causado.
Abrí los ojos y me incorporé para sentarme mientas me volvía a acomodar el short que me habían bajando hasta las rodillas, busqué con la mirada mi top y lo vi tirado como a dos metros en el piso…por un momento pensé en mi novio, como pude permitirme hacer esto y peor aún disfrutarlo como una puta barata! Sin duda soy una zorra, me dije.
– "Por favor pásenmelo"- dije refiriéndome al short – "Tengo que irme, tengan un poco de piedad"
Estaba apenada que no quería ni mirarlos a la cara al recordar lo que me habían hecho y que no pude controlar mis reacciones ante ellos.
– "Borren mis fotos para ya irme"
– "No putita, esto apenas comienza"
López tenía el celular en su mano y frente a mi borro una de las tres fotos.
– Faltan dos todavía, pero si sigue así de puta y caliente con nosotros, pronto desaparecerán.
Fin de la primera parte…
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