El Oso de mis dos pequeñas
Una historia real de dos pequeñas que cambiaron mi vida.
Cuando recién salí de preso, vine a vivir a mi propia casa. Yo salia de prision por abuso de menores.
Vivía a la vecindad de la ahijada de mis papás, la cual tenía 2 hijas de 9 y 7 años.
El primer día que llegué a casa, ella vino a mi casa y le di una culeada, pues ya tenía rato de no tener a una hembra, me encanto pues era una mujer que mojaba la cama, como que estuviera orinándose. Nadie la había cogido por el culo y aunque ya muchos habían pasado por su vagina, su culo nadie lo había estrenado, mamaba verga como experta, no sé cómo hacía para que meterse toda la verga en su boca y dejar las bolas en sus labios.
A todo esto, yo sabía de las niñas, pero no las conocía, desde el primer día ella sabía de mi gusto por las niñas, pues ese fue el delito por el que estuve preso.
Cabe mencionar que, a ella, yo le había cogido de pequeña, teniendo yo más o menos 19 años y ella tendrías más o menos 9 o 10, aunque ya no era virgen, pues desde pequeña fue bien puta.
La cuestión es que entre broma y serio le insinué que yo podría apoyarla con sus hijas en la manutención. Pero la plática quedo ahí en eso, una plática.
A las dos semanas, llego un día con la más grande pidiendo que si se podía quedar conmigo, pues no tenía con quien quedarse, la chiquilla era coqueta y yo sabía que ella tenía que ser mía a como diera lugar, pero también tendría que ir con cuidado.
Ella llego en una blusa pequeña tipo top y un short corto, hecho de algún pantalón de lona que le quedaba corto y se le mentía tanto en su ranita como en sus nalgas (las cuales eran hermosas, redondas y grandes para su edad).
Yo en casa siempre me he mantenido con un short flojo y nunca he usado calzoncillos, por lo que mi verga siempre andaba libre y si se paraba se veía de inmediato.
Durante el día viendo televisión juntos en mi cama y noto mi erección todo el tiempo, pues varias veces la vi, mirándome la verga, la cual estaba muy cerca de ella, pero ni ella ni yo dijimos nada. Yo la abrazaba, la acariciaba y le daba besos cariñosos (sin pasarme).
Por lo cerca que la tenía, podía sentir el olor de su vagina, pues no era amante a los baños y eso hacía que su olor fuera delicioso.
Al final del día solo lo pase caliente sin ninguna actividad o acercamiento sexual con ella, al final del día llego la mamá por ella y la nena ni se movió de la cama donde veía tele, por lo que la mamá y yo bajamos al primer nivel a tomar un café y ahí me desquite con ella, dándole una súper cogida. Cuando terminamos, me dice sonriendo: Por la cantidad de lecha que sacaste, me dije que no te cogiste a Carolina (nombre de la niña), yo sonreí y dijo NO PARA NADA.
Al día siguiente me habla como a las 8 de la mañana me dice que, si podía volver a dejar a Carolina conmigo, que le dijo la nena que había pasado un día maravilloso en mi casa, yo a esa hora estaba durmiendo aun, pues me pasaba las noches en la DARKWEB viendo material, así que le dije que la dejará en la puerta y que yo abriría con el remoto de la puerta, pues aún estaba en la cama.
Escuche cuando Carolina entro a la casa, subiendo las gradas al segundo nivel y abrió la puerta de mi cuarto y me dice que quiere dormir conmigo, le dije que se subiera a la cama, ella iba solo con una bata larga de dormir.
Se metió a las sabanas dándome la espalda, yo me volteé al lado contrario y ella me dice: abrázame, tengo frio. Yo me acerque a ella y con mi verga al máximo se la pegue a su culito y solo sentí que ella echo sus nalgas hacia mí, pegándolas mas a mi verga.
Le dije que, si podía tocar su panza y me dijo que si, por lo que subí su bata y metí mi mano empezando a sobar su barriga, subiendo mis manos por sus botoncitos, hice su pelo largo a un lado, dejando su cuello descubierto y empecé a besar su cuello. Ella reacciono sobando sus pies en mis piernas, sintiendo yo, que su respiración se empezó a acelerar. Empecé a bajar mi mano a su pepita por debajo del calzón y ella se quedó quieta, me asusté y le dije: ¿No te gusta? Y me dijo: es que esa no es mi panza, yo aun con la mano dentro del calzón le dije: ¿quieres que la saque? Me dijo: No, sigue por favor.
Con más tranquilidad, empecé a tocarle toda la vulva, sintiendo que ya estaba híper mojada, y sin decirle nada empecé a bajar su calzón y ella solo levanto su culito para dejar que yo lo bajará.
Empecé a deslizar mis dedos en su rajita, sobando el clítoris con un dedo y sentí que uno de los otros dedos ingreso sin problema en su vagina, luego intenté con dos y luego con tres y sentí como se le iban hacia adentro.
Paré y le pregunté si ya había cogido y me dijo que el ex marido de la mamá, la empezó a coger desde los 6 años, el bato era el papá de la nena pequeña, que lo hacia por las noches. Solo llegaba a cogerla y se iba. (El tipo ya hacia 6 meses que las habia abandonado)
Me enloquecí y la desnudé totalmente empezando a besar su boca, su cuello, sus botoncitos, su barriga, hasta llegar a su vulva. Mi premio mayor era que no se había bañado y tenía un olor fuerte, casi hedionda (cosa que me encanta en las niñas). Al sentir mi lengua en su vulva automáticamente me abrió de par en par las piernas, yo me dedique a chupar su clítoris, a meter mis dedos dentro de su chocha y a pasar la lengua incluso en su culo.
Ella se retorcía, hasta que me dijo YA NO AGUANTO y yo intensifiqué la metida de la lengua den su cuevita y metí un dedo dentro de su culo en eso momento ella elevo su cintura y dejo salir una mezcla de orín y fluidos de dentro de ella.
Ella cayo semi-desmayada en la cama y yo aproveche ese momento para poner mi verga en su entrada y sin decir nada se la deje ir, ella reacciono abrazándome y diciendo OTRA VEZ (en un pequeño gemido largo) y volvió a tener otro orgasmo un poco más fuerte que el anterior.
Yo aligeré mi ritmo y la empecé a penetrar a un ritmo duro, ella gemía y gritaba, no sé si de dolor o placer, yo dejaba caer todo mi peso y mi miembro hacia ella, durante unos 5 minutos en donde la veía retorcerse hasta llegar a un nuevo orgasmo, al mismo tiempo que ella me decía, YA NO AGUANTO MÁS, pero a este punto a mí ya no me importaba, solo quería saciar mis más bajos instintos pederastas. Mi excitación ya no podía y debía de cumplir con lo que mi cuerpo pedía.
La tome de su cintura y la puse en posición de perrito y me lance sobre su culito y me dedique a lamer su ano y su vulva al mismo tiempo. Ella decía YA NO MAS POR FAVOR, YA NO MAS POR FAVOR, cuando volvió a correrse y con una gran intensidad salió un chorro que salpico mi cara y mi boca, tenía un sabor extraño pero rico además de estar caliente. A este punto yo ya tenía mis dedos dentro de su culo, dilatándolo y preparándolo para lo que venía.
Puse la cabeza de mi glande en su ano y empecé a empujar, la vista era maravillosa, un culo hermoso, redondo, grande y bien formado.
En el primer empujo entro la cabeza de mi verga y ella suelta una frase: SI METELA TODA, QUIERO TU VERGA DENTRO DE MI.
La tome por la cintura y sin detenerme la empecé a empujar, hasta llegar a la mitad, a este punto ella me dijo: ME DUELE MUCHO, ME DUELE MUCHO. Por lo que en ese momento me detuve dejando mi miembro dentro y pasé mi mano debajo de la cintura llegando mi mano a su clítoris, mientras me dediqué a besar su cuello.
Ella empezó a reaccionar de nuevo y a empujar su cintura haciendo que mi pene ingresará de más en ella, hasta que sentí que mis huevos tocaban su infantil vagina, justo ahí empecé yo a perforarla a mi ritmo, le di unos 10 o 15 puyones mas y empecé a depositar mi leche dentro de ella, en eso momento ella se volvió a correr en un nuevo orgasmo.
Ambos caímos en la cama rendidos, yo aun con mi pene adentro de ella quede encima de ella. Al cabo de un momento empezó a salir de su culo poco a poco, mientras nosotros nos fundimos en un beso apasionado, mientras ella me pedía lo siguiente: POR FAVOR, QUIERO SER TU NOVIA.
Volvimos a besarnos en otro beso, mientras ella empezó a bajar sobre mi pecho, mientras con mi mano peinaba los pelos de mi pecho y me decía, DE AHORA EN ADELANTE, SERÁS MI OSO. Continúo bajando hasta mi verga y empezó a limpiarla, lamiendo mi ingle, mi pene y mis huevos.
Justo en ese momento tocaron al timbre y al ver por la cámara era la mamá por lo que le dije que se pusiera su bata y que yo bajaría a ver que quería.
Cuando abrí, venía con la nena pequeña Selena. Me dice que si le podía apoyar con las dos ya que no tenía quien le cuidara y que, si de acá en adelante las podía dejar siempre conmigo ya que le era más fácil, pues estábamos justo uno al lado del otro.
Entramos a la cocina y me dice: TENES UN OLOR RARO, le conteste: ¿COMO A QUE? Solo sonrió y no dijo nada, me dijo me voy entonces, regreso como a las 8 de la noche y pregunto por Carolina, le dije que estaba en el cuarto viendo televisión.
Se fue y tomé de la mano a la pequeña Selena y la metí al cuarto con nosotros y nos acostamos en la cama, a la cual Carolina ya le había cambiado las sabanas mojadas.
Selena quedo a la orilla de la cama yo al medio y Carolina al fondo…
Esto fue el inicio de muchos días con dos niñas a mi dispoción. Continuara
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