El peor pecado
El día que hubo infidelidad.
Esto pasó mucho antes de la pandemia en mi trabajo entablé buena relación y buena amistad con una mucama nos llevábamos cerca de 15 años de diferencia pongámosles de nombre Pepita, pepita no disfrutaba de un buen matrimonio su marido no trabajaba y ella mantenía la familia y dado que era un hombre casi obeso no la satisfacía sexualmente íbamos a la misma facultad de grandes interesó por ser Veterinario y compartimos estudios Pero digamos que nuestra amistad duró poco y nos llevó a algo más.
No sé cómo empezó pero salimos a bailar con el grupo de estudio Supongo que la bebida se nos subió a la cabeza y comenzamos a besarnos pero no quedó todo ahí en el trabajo entablamos y coordinamos encontrarnos en la casa de su madre y faltar a clases al día siguiente para poder charlar bien las cosas. Cuando llegué a la casa de su madre Pepita se encontraba sola la encuentro un poco triste y me confesó que yo le gustaba mucho no sabía qué hacer pero le respondí lo mismo A lo cual le dije que no se preocupara tomé de sus manos y la puse de pie y comenzamos a besarnos de vuelta imagínense mi pene estaba súper duro se sentó en la misma silla donde estaba y con una desesperación Bajó mi pantalón y comenzó a chupar mi pene poniéndolo todo en su boca no podía creer lo que estaba viviendo, metí la mano por abajo de su remera Y tú qué sus enormes pechos de mamá tenía una necesidad increíble de penetrarla, ella sola se levantó me tomó de la mano y nos llevamos la pieza de su madre Donde había una cama de dos plazas y media lentamente nos desnudamos y ella se recostó en la cama viendo cómo me sacaba la remera mido un metro 60 ella apenas medía un metro 40 pero al ser petisa tenía un cuerpo bastante pronunciado, recuerdo cómo me acosté encima de ella pero todavía no le metía mi pene le di besos en el cuello y sentía como se excitaba y tocaba sus pechos mientras yo le besaba lentamente entonces introduje mi pene como una piedra suavemente dentro de ella y exclamó con un gemido de placer me tomó de la cintura y me empujó hacia dentro de ella, recuerdo escuchar que exclamó Ay por favor, y sentir Cómo acabó luego de cinco empujones que le había dado en mi pene, en ningún momento me detuve ni siquiera al sentir su fluido caliente bese sus pechos hasta dejarlos rojos cuando luego me hizo salir y pude tomarla nuevamente en posición perrito No puedo olvidarme la satisfacción de cómo entraba mi pene en su vagina y cómo acabamos los dos juntos nuevamente. Tuvimos toda la mañana para hacerlo luego de descansar y esperar un poco tuvimos sexo por segunda vez y esta vez pude hacerle sexo anal nunca tuve una mujer tan fiera en la cama con tantas ganas de tener sexo hasta el día de hoy fue uno de mis mejores recuerdos obvio ella ya Se recibió y nuestros caminos se separaron pero siempre la tendré presente.
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