El Rancho 218: «Cinta #02»
Aquella colección de cintas de VHS del abuelo eran de lo más hot que había visto. Tenía puesto ya la cinta #02 titulada: «Colágeno» pero…
Una parte de mí dudaba en darle al PLAY del VHS, muchas interrogantes golpeaban mi cabeza, ¿Rancho 218? ¿Qué clase de lugar era para practicar cosas tan aberrantes? Todos estos días no pude sacarme de la mente lo que ví en la anterior cinta, ahora aquí nuevamente a punto de… A la mierda tengo que verlo, puse el PLAY sin dudarlo ya está vez.
Un bonito jardín apareció de repente, era de noche con luna creciente, aunque sin audio aún se podía apreciar la enorme casa situada al centro del jardín, grandes manchas negras se veían al rededor, supongo que eran montañas. El sonido de pisadas se escuchó de pronto, en la otra mano llevaba un farol. Era un adulto el que hacía la filmación pues se escuchaba otras pisadas más ligeras aparte de la suya, cruzaron una parte del jardín para llegar a una especie de invernadero. Abrió la puerta para después de ingresar hacer pasar a dos jovencitos muy morenitos, habían sido ellos sus acompañantes. Siguieron avanzando entre maceteros y flores hasta llegar a una especie de óvalo central, con partes de vidrio en las paredes todo decorado de forma antigua, una cama redonda al centro, lo bueno que todo el recinto estaba bien iluminado por lámparas tanto en las paredes como en el techo.
No me había dado cuenta, pero ví a una silueta ponerse de pie para recibirlos, era una mujer ya de edad, talvez unos 55 años, que vestía un camisón largo hasta sus canillas. Era muy blanca, de cabello castaño un tanto largo y ondulado, de altura promedio. Esbozando una gran sonrisa estiró las manos para ser recibida inmediatamente por los morenitos, que le llegaban a la altura de sus hombros. La señora debió de ser muy guapa de joven, pero ya los años en su rostro delataban su juventud ya lejana. El que filmaba habló en idioma extraño a la señora que le respondió también en ese idioma. Supongo sería el mismo procedimiento, él se encargaría de grabarlo todo. Esta vez la señora dió las órdenes, los morenitos se quitaron la ropa mostrando sus cuerpos de contextura promedio, calculándoles de entre 12 a 14 años a los dos, me sorprendió las vergas grandes que tenían para su edad, la señora los cogió en cada mano, y mientras los apretaba besaba a uno y luego al otro. Los chicos acariciaban el cuerpo de la mujer, uno apretando sus pechos y el otro sujetándole el culo.
La señora se arrodilló y empezó a mamárselas con total desesperación, la manera en cómo intercambiaba de pija era excitante. Gruesos hilos de saliva goteaban de su boca al chupar, ella sí que disfrutaba haciendo eso. Los sonidos lascivos resonaban… ¡GLUP! ¡GLUP! ¡SUCK! ¡SUCK! Jadeando profundamente al cambiar de pija, pareciera que se devoraba la vitalidad de esos chicos. El que filmaba se acercó más, y pude ver los bellos rasgos de la señora, sus ojos color caramelo, de rostro adornado con lunares, chupaba y chupaba como degustado el más rico de los manjares. En eso cogió ambas pijas y se las acercó a la boca, empezó a chupárselos al mismo tiempo, los morenitos empezaron a empujar dentro de su boca, uno le empujaba el cachete interior a veces, otro se la empujaba profundo hasta casi las bolas, alejó la filmación para poder tener todo el panorama, que escena, ahí el trío inmersos en tal oral, uno de los morenos cogió la cabeza de la mujer y gimiendo eyaculó dentro de su boca, el otro seguía empujando un poco más y sacando la pija de la boca de la señora, eyaculó embarrándole el rostro. Los chicos estaban exhaustos por tales descargas mientras se cogían el pito. La señora muy sonriente se limpiaba el semen del rostro para ir tragándoselo de a pocos con los dedos.
Acto seguido, la señora se quitó el camisón, mostrando un cuerpo carnoso y blanca como la leche, de tetas grandes y caídas, caderas gruesas y nalgas anchas. Se puso de pie y ordenó algo a los chicos, estos se pusieron de rodillas uno a cada lado, uno frente al coño y el otro al culo, la mujer abrió un poco sus piernas y los morenos empezaron a comerse sus dos agujeros a la vez. Apretándose las tetas la señora gemía de placer, supongo que hacía tiempo para que recobraran la fuerza los chicos. ¡Qué rico sería unirme a ellos! Pensé. Luego de unos minutos la señora sacó algo de una cómoda, eran como palos pero planos en un extremo, entregándoles a cada uno, se puso de espaldas e inclinándose un poco los chicos por órdenes suyas empezaron a azotarle las nalgas con esos objetos. ¡PLAF! ¡PLAF! Resonaba mientras quedaban rojas y temblando esas grandes nalgas. Los azotes eran más fuertes cada vez según sus órdenes, gritaba a todo pulmón al recibir tales castigos. Y no pudo más, cayendo rendida al suelo. Los chicos la ayudaron a levantarse y la recostaron en la cama circular.
El que filmaba se acercó más, luego de unos minutos la señora volvió a hablar, y uno de los chicos poniendo cojines debajo suyo se recostó sobre la cama, la señora se puso encima y masturbando el pito del chico para ponerlo erecto se lo introdujo al coño con el peso de su cuerpo. Luego ya apoyada y sentada encima del morocho, el otro de rodillas se puso por detrás, ella abrió las nalgas mostrándole el ano y sin lubricante ni nada se la metió por el culo, casi sollozando dijo algo la señora y estos empezaron a penetrarla. Y nuevamente pensé que esos chicos ya tenían práctica también, pues sus movimientos eran coordinados y se movían al mismo tiempo, ambos para afuera, ambos para adentro, que imagen de aquello, los 3 fundiéndose en el máximo placer del sexo. La señora disfrutaba como toda una perra en celo, el que filmaba se acercó para enfocar más los genitales fundiéndose entre ellos, luego fue hacia el rostro de la mujer que hasta lágrimas tenía, estaba muy mona, ya hubiera querido meterle mi verga a la boca, tan dura que no dejaba de jalármela. El morenito que le daba por el culo dejó de moverse, y se retiró lentamente, no me dí cuenta si ya había terminado en el culo de la señora, pero está empezó a montar con fuerza al otro moreno, doblando las rodillas con los pies sobre la cama, saltaba y saltaba encima del chico morocho. ¡PLAF! ¡PLAF! Sonaban sus cuerpos, gemía y gemía más hasta que con un grito hondo dejó de moverse mientras temblaba llevando la cabeza hacia atrás. Pero eso no frenó al morenito, ya que empezó a moverse follándola con fuerza y desespero, eso volvió en sí a la señora volviéndola a hacerla gemir de gozo. ¡PLAF! ¡PLAF!¡PLAF! Qué rico sonaba el chocho de la señora pero esto duró poco ya que el chico eyaculó temblando dentro del coño de la señora haciéndole gritar otra vez. Cayó rendida sobre el chico, y el que grababa se acercó para enfocar como le brotaba la leche de su coño, la señora consciente de eso abrió con sus manos su raja para poder apreciar su interior con restos de semen.
El morenito se retiró, y la señora se puso en cuatro y recostó su pecho y cabeza sobre la cama, dejando su parte inferior levantada. De pronto se abrió el culo llamando supongo al otro chico. Muy obediente se acercó y se la metió por el culo nuevamente, y empezó la música… ¡SUCK! ¡SUCK! ¡SUCK! Sonaba mientras usaba el culo de la mujer, sus gemidos ahogados mostraban ya su cansancio a la señora, estuvieron así unos 3 min por ahí mientras enfocaba en diversos ángulos el camarógrafo. Estos vídeos caseros eran bien cachondos, me pregunto si ya alguien los habría subido por la deep web. Quedándose quieto por un momento, el moreno se apartó de la mujer, había acabado también dentro de ella, se podía apreciar claramente gracias al acercamiento. Sus agujeros estaban bien rojitos, pulsando y vibrando sin parar por sus fuertes contracciones.
La cámara se movió abruptamente y todo quedó oscuro. La cinta seguía, pero nada de nada, cuando estaba a punto de adelantar, volvió la imágen de pronto. Estaban todos en la cama, quiero decir, la señora y los chicos, ella al medio de costado y los otros uno en cada lado. La mujer levantó la pierna un poco y los morochos procedieron a meter sus pollas negras en los agujeros rojos de la señora. La faena no había terminado aún, como una galleta Oreo la silueta de aquel trío se fundían, esos chicos eran buenos con la doble penetración, el rostro de disfrute de la mujer lo decía todo. El moreno de adelante empezó a mamarle las tetas, el otro giró la cabeza de la señora hacia un costado para empezar a besarla. La mezcla por doquier de fluidos sexuales me hicieron terminar otra vez en mi propia mano. ¡Colágeno! ¡Ja! ¡Qué tía tan perra! Ya quisiera que mi abuela hubiese sido así conmigo. Uno a uno fueron terminando, llenando de leche juvenil a una señora hambrienta de pijas jóvenes. Quedando tumbada elevando sus piernas para una mejor toma. No sé qué hablaba la señora mirando a la cámara, pero cuando los morenitos se recostaron a su lado, la cinta llegó a su final.
Más interrogantes quedaban ahora, lo menos que quería era obsesionarme con tales cintas, pero tenía que admitirlo, me estaba volviendo adicto a ello. Talvez investigar un poco no estaría del todo mal, digo.
Continuará…
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