El seductor 3.*
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El seductor y la nueva enseñanza *
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Ya habia pasado un año desde que Alberto y Brenda se conocieron.
Tal parecia que la dulce colegiala era la mujer de su maestro sexual.
Marlen. En sus sabados libres, tambien disfrutaba de la compañia de Alberto, de la chica; o simplemente de la de «beto» como ambas le decian de cariño.
Pasados los dias el veia a Brenda algo molesta; tal vez por algo que paso con algun profesor, o por algun incidente con sus papás.
-Me diras que te molesta o solo iras seria en lo que llegamos a casa?
-Es una chica nueva de tercero. No es nada.
-¿Nada? Si mirate. Pareces que estas apunto de reventar.
-No es nada.
-Ok
Al termino del placer corporal, Brenda le confeso a su amante que la chica antes mencionada era una reverenda puta y que le gustaria ver que alguien la castigase.
Alberto pensando, como siempre lo hacia, recorriendo el cuerpo de la joven le propuso, que tal vez el podria darle una leccion a esa golfa.
Luego de tanto protestar y de preguntarle ¿Como lo haria? Finalmente beto le hizo saber a su amada que seria una sorpresa; ademas de que disfrutaria viendo una clase mas de sexo.
Brenda. Quedo sorprendida, por las palabras de Alberto, el cual al estar haciendo mueca acerca del plan su virilidad tomaba fuerza de nueva cuenta.
Era de suponerse que, aquella linda colegiala le mostraria a la chica en cuestion.
Y vaya que la joven podia darse ese privilegio o la fama que tenia.
Con 1.65 de altura, tez morena clara, piernas torneadas, trasero y pechos grandes, delgada, con una cara que, apesar de verse inocente, era capaz de guardar una apariencia lujuriosa.
Siempre usaba su falda escolar azul cielo, enseñando mas de la cuenta. Se las arreglo para que la blusa del uniforme se viera escotada.
Esa era Rocio.
Una chica que podia sacarle lo que quisiera a cualquier hombre que se le cruzara en el camino.
Alberto quedo en no decirle nada a Brenda, pero si disfrutaria del castigo que le impartiria a Rocio.
Confabulado con Marlen, hizo lo posible para que Rocio se fijase en el.
Despues de charlas, salidas a tomar cafe; muy parecido a lo que hizo con Brenda. El dia de la leccion habia llegado.
La joven Rocio acepto en tener una cita privada con beto; a lo que al ver como lucia aquel hombre y por el exito que veia en el. Rocio penso que Alberto seria su mina de oro.
Despues de unos tragos, la chica comenzo a marearse, hasta caer inconciente.
Al despertar. Noto que se hayaba amarrada de ambas manos y piernas, su boca estaba bien tapada, para que no se escucharan sus gritos.
Dando cuenta de que estaba en un cuarto obscuro, una lampara la alumbraba, pero solo a ella.
No podia ver nada mas.
Pronto. Se abrio una puerta frente a ella, entrando tres personas.
-Alberto ¿Que esta pasando? Si es una broma, ya estuvo bueno. Sueltame ahora.
Dijo la chica, cuando su captor le quito la mordaza.
-Dicen que eres toda una puta; pues ha llegado el momento de que pases a otro nivel.
-Sueltame o te va a pesar idiota.
Sin decir nada. Alberto comenzo a abofetear a su victima.
Dando de manotazos en todo el cuerpo, Rocio comenzo a gritar con suma desesperacion, pero aquel hombre, la amordazo de nuevo.
-Te dije que esta seria tu nueva leccion amor.
Diciendocelo a Brenda.
Le fue quitando las botas que llegaban a la rodilla de la joven, para luego, ir quitando una minifalda negra y rasgando una blusa morada.
Rocio. Solo quedo en ropa interior, la imagen era sexy; pues era un conjunto comformado de un sosten blanco, al igual de una tanga.
Ahora tomo un latigo y comenzo a dar un severo castigo a la joven, amen de que podia hacer lo que el captor quisiera.
A medida que la insultaba, humillaba y desnudaba por completo. Marlen fue llevando su mano al interior de su falda, para acariciar su intimidad.
Brenda estaba atonita, por aquel espectaculo, que para ella, estaba lleno de maldad y lujuria.
No sabia del porque su cuerpo se erizaba, por tan semejante vision; cosa que. Al igual que su profesora, acariciaba sus partes.
Rocio vio con horror como Alberto se le acercaba con un dildo grueso y largo. Dos dedos urgaban en el clitoris de la chica, en un compas, el cual uno de ellos lograba introducirse a su ya lubricada vagina.
-¿Te gusta verdad perra?
Al tiempo que el hombre iba introduciendo de poco a poco aquel jueguete sexual en la profundidad de la joven.
Las lagrimas de la desafortunada chica no dejaban de salir.
Pero eso. No le importaba a nuestro ahora verdugo.
Sin sacarle el objeto de la vulva, beto se inclino para jugar con su lengua en el clitoris de la chica.
Ahora un dedo le masajeaba el ano, dando señal de lo que vendria.
Rocio suplicaba con desden que parace aquel castigo tan fuera de lo comun para ella.
Sin hacer caso. La lengua del captor, se poso en el esfinter de la joven sin sacar el dildo.
Una rafaga de placer, temor y a la vez horror, hacia que Rocio se confundiera y entre suplicas y gemidos, los cuales no eran escuchados por aquel hombre, rogaba por que esto fuera una pesadilla.Pesadilla que cada vez se hacia eterna.
Alberto alternaba entre el culo de la joven y la vagina,
cuando se lo hacia por delante, el mordia los gruesos labios carnosos; ademas de golpearla, aveces con la mano abierta, y otras con el puño cerrado.
Por atras, le mordia los hombros y tambien le hacia en la espalda, nalgas y riñones lo que por delante.
Las dos mujeres se encontraban follando de un modo muy especial, ninguna de las dos sabia donde besar, pasar la lengua, o, inclusivemente meter un dedo; pues, la exitacion en cuanto a la vision que tenian frente a ellas, hacia que sacaran su lado mas perverso.
Alberto acerco una silla, subiendose en ella, le ordeno a su victima que se la mamara.
A la chica, no le quedaba mas que obedecer.
Luego de un rato, el escucho un gemido de placer.
Al hacerlo, bajo de la silla, ordenando a cualquiera de sus dos espectadoras que se acercara.
Marlen se adelanto, sin decir nada, se puso a chuparle la vulva de la victima.
Habilmente, con la otra mano, le fue introduciendo aquel pene de plastico hasta el fondo de la cavidad anal de la chica, haciendo que esta, diera aullidos de dolor.
El hombre, la abofeteo sin misericordia, gritando que guardare silencio.
Aquel seductor, beso a la joven en la boca ensangrentada, limpiandola con su lengua, pasando por la cara.
Luego. Se dio cuenta que por el castigo recibido, la chica, tenia todo su peso, caido, cosa que hacia que sus manos quedaran moradas.
De un golpe en las costillas, le ordeno que estuviera bien puesta de pie.
De nueva cuenta penetraba su vagina, con suma brusquedad.
Brenda, casi no podia renocer a su amante, por tal castigo propinado a la joven.
Marlen le deboraba los pezones, mientras le gritoneaba de cosas.
Aquello sin duda, parecia un pandemoniun de lujuria; aunque no era ni la mitad de lo que la gente es capaz de hacer.
Rocio, no distinguia entre el miedo, el asco y el placer, que pareciese su cuerpo disfrutaba, aun soportando aquel dolor.
Alberto le decia al oido.
-¿Te gusta putita de mierda? Dime que te gusta perra maldita!!
La chica como pudo, afirmo lo que aquel fulano le ordenara decir.
Luego de un momento, Rocio sollozaba; pues aquel hombre le llenaba la vagina con su liquido.
Al hacerce a un lado, la profesora, limpiaba con euforia cada parte de la vulva de la joven.
Haciendole una seña a la otra chica para que participara. A lo que ella, ni tarda, ni perezosa.
Subiendose a la silla, colocando su vagina en la cara de su enemiga y ordenandole que la besara.
La trabajadora social, le saco el juguete manchado de mierda.
-Maldita puta. Eres una sucia. Mira como dejaste este bonito juguete.
Al decir esto, se inclino y le mordio ambas nalgas.
Entre mas queria gritar la chica, la otra mas le tapaba con la vulva chorreante de jugos.
Alberto miraba complacido aquella espontaneidad de sus dos amantes.
Marlen regreso a chuparle y a entre morderle, tanto los muslos, como la vagina de su rebelde alumna.
Pronto. Una oleada de fluidos se dejaron caer en la cara de la maestra, tomandose todo lo que podia.
Ahora. Levantandose, tomo impulso en sus manos para estrellar los puños en el estomago de la joven.
Brenda, seguia aplicando. A cada grito, mas la asfixiaba.
De los dos golpes recibidos, Rocio se orino.
Cosa que hizo que Alberto saliera de aquella habitacion.
Al cansarse su compañera de escuela, la chica le pidio que ya la soltaran, que no volveria a sacar partido de su ahora lastimada belleza.
Marlen le propino unas cuantas bofetadas. Para luego besar su lastimada boca, haciendo lo que su amante. Limpiarle la sangre con la lengua.
Al regreso de Alberto al cuarto, conecto una manguera en un grifo y empezo a bañar a la joven.
Las dos mujeres, comenzaron a tallar aquel bello y golpeado cuerpo. La cosa. Es que lo hacian con una escoba, como si tallaran el piso.
Luego. El hombre le pidio a su colegiala que le mamara la vulva a su compañera, estando esta, empinada.
Aquel fulano la penetraba con una suavidad, para luego ser mas rapido en sus estocadadas.
Marlen le ponia el chorro de agua en el ano para segun ella lavarlo y asi poder meterle la lengua.
Al cabo de unos minutos, los tres tuvieron un esplendido orgasmo.
El toque final.
Alberto le coloco unos cables de corriente a la chica para volverla en si.
Haciendo que esta gritara con lo poca fuerza que le quedaba en las cuerdas bocales.
El hombre le pidio a sus mujeres le ayudaran a bajar, asear y vestir a Rocio.
Al termino. Alberto amenazo a la joven diciendo que el era policia y que se enteraria que los han denunciado.
Al ayudarla a bajar del coche de beto. Brenda jalo a Rocio, plantandole un beso apasionado, para que esta le diera las gracias por la blusa obsequiada.
Una vez en el camino.
-Amor. ¿Ya habias hecho esto antes? La verdad te descocnoci.
-Realmente no lo habia hecho, pero, era una fantasia que tenia desde hace tiempo.
-Pues te viste todo un experto, hasta a mi me sorprendiste.
-Seria bueno hacerlo entre nosotros, pero sera otro dia.
Mientras a descansar.
Vladimir escritor.
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