Emilia y el jugador de rugby Parte I
Mi pequeña e inexperta sobrina se enfrenta a un jugador de rugby y su vergota.
Cómo ya les escribí Emilia quiere vivir su sexualidad tal cual yo lo hice, por eso siempre me toma por ejemplo. Eso ha molestado un poco a mi hermano, porque es difícil aceptar que su hija se está transformando en una putita de primera, pero por suerte su madre piensa igual que yo y le damos consejos, para que pueda disfrutar su vida. Hoy les voy a contar una de sus primeras experiencias fue con un jugador de rugby. Y también es hasta ahora una de sus experiencias favoritas.
Después de que perdió la virginidad con un amigo, ella quería explorar sus posibilidades así que comenzó a coger con distintos chicos, uno de ellos, un amigo de hermano la incluyó en un grupo de telegram donde los chicos comparten experiencias de sus relaciones con distintas chicas.
Una tarde un chico de último año Matías escribió que estaba buscando una novata rica para la tarde. Emilia curiosa le respondé y decide ir a su casa. Ella ya se sentía toda una puta porque había estado con 4 chicos y creía que podía con cualquiera. Emilia se arregla y sale, pero antes de salir su hermano le preguntó si estaba segura, pero ella arrogante le dice que sí. Ella solo lo conocía de lejos y nunca había hablado con él. Y se fue caminando hacía la casa del chico.
Después de caminar unos 20 minutos llegó a su casa y tocó el timbre, y salió él. Un chico de más 1,90 corpulento. Emilia en ese momento tomó el peso de la situación, pero ya era tarde. Matías ya había hecho pasar. Ella apenas le llegaba al pecho con su 1,50. Matías la hizo pasar a la sala y se sentó en el sofá. Y tira de la mano a Emilia y la sienta sobre él. La comienza a besar y a tocar sin importar la edad y el tamaño de ella. Emilia sentía un poco de miedo, pero también excitación y curiosidad por como sería. Después de unos besos él la levantó y la llevó a su dormitorio. Cuando llegó la sentó en la silla de su escritorio. Y se paró enfrente, ella ya podía notar su bulto. Él se abre el pantalón y deja ver su enorme verga semi erecta y le dice ”Me han dicho que eres buena mamando”, Emilia asiente y se lleva la verga a la boca. Ella estaba sorprendida porque no había visto nunca verga así y aún no estaba completamente erecta. Él comienza a desvestirse y acaricia su cabeza mientras su verga no dejaba de crecer en la boca de mi sobrina. La elogió por su forma de mamar y cuando la ya estaba grande y dura le saca su pene. Era realmente enorme, él le saca la ropa a Emilia y la tira a la cama. Ella le dice que se ponga preservativo, pero él le responde que no usa. La pone en cuatro y sin esperar más comienza a meter su enorme verga en la pequeña vagina de mi sobrina. Ella trataba de aguantar sus embestidas, pero eran muy fuertes y su verga muy grande. Y le pide que saque su pene o que lo haga más suave, pero él la ignora y continúa con sus embestidas. Ella intentaba evitar su penetradas, así que él la tomó, la acuesta y continúa con sus penetraciones. Emilia se agarraba de las sábanas pero él la tomó de la cintura para que no se moviera. Cada embestida hacía temblar el pequeño cuerpo de mi sobrina y sus gemidos inundaban el cuarto. Comienza a aumentar el ritmo hasta que se corre adentro y espera hasta dejar la última gota adentro. Luego saca su verga y se sienta en la silla dejando a mi sobrina tirada en la cama con las piernas abiertas y su vagina adolorida y llena de su semen. Emilia no se podía mover, él se aprovecha de ese estado y se levanta para que ella le limpie la verga con su boca y luego se acuesta al lado de ella.
Luego de eso, mi sobrina quería irse, pero eso no dependía de ella y él no había terminado. Después de un descanso Emilia se levantó para ir al baño y cuando salió Matías la estaba esperando. La puso contra la pared y metió sus dedos en la vagina, y ella sabía lo que vendría y abrió sus piernas. Él la comenzó a besar y no pasó mucho para que ella sintiera la enorme verga de él. Comenzó a embestirla nuevamente y los gemidos volvieron a inundar la habitación. Emilia solo lo abrazaba firmemente aceptando cada penetración, como la buena sumisa en la que se había convertido. La llevó a la cama nuevamente y le tomó las piernas. Y a pesar que le cayeron un par de lágrimas, ella aceptaba su posición y que él no se detendría hasta acabar. El agarraba fuerteventura sus pequeños pechos y la besaba. Hasta que volvió a correr adentro llenando toda su pequeña vagina con su semen. A ese punto mi sobrina no tenía fuerzas para nada, y sus piernas le temblaban. Él la dejó descansar antes de llevarla a casa en su auto. Antes de bajarse Matías le dice que la próxima vez se tiene que portar mejor. Emilia asiente y se baja. Cuando entra a la casa pasa directo a su dormitorio y a bañarse. Le dolía todo.
En la noche el chico sube un par de fotos penetrando a Emilia en el grupo. Pero a ella le llega el video completo para el recuerdo. Ella se sentía mal, nunca había sido tratada de esa forma y hasta en un momento pensó en denunciarlo, pero después de hablar conmigo y ver el video con más detalle comenzó a entender toda la experiencia que había obtenido y se sintió orgullosa de eso. Además, muchos sabían de su aventura y eso le dio mucho prestigio entre los chicos y chicas del colegio. Incluso ella misma mostró el vídeo a unas amigas.
A los meses se volvió a encontrar con Matías, pero eso es para una segunda parte.
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