Emilia y el jugador de rugby parte II
Despues de recibir esa humillación, Emilia entrenó por dos meses para estar a la altura de Matías .
Después de la humillación que sufrió en la ocasión anterior Emilia se dió cuenta que todavía le falta mucho por experimentar para lograr ser una buena puta como ella quiere. Así que empezó a buscar experiencia. Comenzó a coger con chicos mayores en cada ocasión posible entre ellos otro jugador de rugby y perdió la virginidad anal.
Habían pasado 2 meses de aquella tarde. Y Emilia se sentía lista para probar otra vez. El día de la despedida de los estudiantes de último año Matías se acercó a ella y le dijo que había escuchado rumores de las cosas que había hecho y que quería verla en la tarde del sábado en su casa, ella aceptó sin dudarlo. Una de sus amigas se acercó para felicitarla.
Ese día Matias le escribe y le dice que llegue temprano. Emilia estaba ansiosa y quería tener nuevamente esa verga enfrente. Yo le había dado algunos consejos para disfrutar más ese pene, pero por sobre todo ella ya sabía a lo iba y lo que enfrentaría. Se preparó y salió de su casa como si nada. Ella después me contó que mientras caminaba a la casa de Matías se excitó y cuando llegó a la casa de él ya estaba un poco mojada. Cuando llegó tocó el timbre y salió de atrás vestido solo con un traje de baño tipo boxer que marcaba su gran bulto. Él la hace pasar y se besan para saludarse. Él la levanta de las piernas y ella lo abraza, se van directo al cuarto. Cuando llegan a la habitación él la deja caer en la cama y se saca el traje de baño dejando libre su gran miembro y sin que se lo dijeran Emilia se lo llevó a la boca. Él lo disfrutaba, tomaba su cabeza y empujaba su verga más adentro y mi sobrina se llegaba a atorar. Cuando tenía la verga erecta empuja a mi sobrina a la cama y de un le saca la falda y sus bragas mi sobrina ya estaba mojada, y él al ver eso sonríe y toma su enorme verga y comienza a penetrarla. No le entró toda la verga en un comienzo, pero no le dolía y podía disfrutar. Mientras la embestía le preguntó a mi sobrina, porque no le dijo que se pusiera un condón y ella en gemidos de placer le responde que machos como él no deben usar condón con ella. Eso lo excitó más. Con cada embestida su verga entraba más y más, y mi sobrina gemía más hasta que tuvo su primer orgasmo. En ese momento Matías se dió cuenta que Emilia ya no era la niña de antes y que lo había escuchado de ella era verdad. Ese orgasmo le dió más confianza y podía usarla con toda tranquilidad. Ya con toda la verga adentro mi sobrina le pide que grabé para el grupo, él le saca la verga y va a buscar el celular. Y se pone a grabar, toma su verga y la mete hasta el fondo. Comienza a embestirla nuevamente y grababa como cada centímetro de su verga entraba en la vagina de mi sobrina y la cara de placer ella. Luego de eso puso su celular en un mueble cercano para poder seguir grabando. Mientras sus embestidas eran más fuertes y mi sobrina tuvo su segundo orgasmo. Lo cual lo sorprendió y excitó más. Minutos más tarde él toma la cintura de mi sobrina la penetra hasta el fondo y se corre adentro dejando todo su seme. Después de que soltó toda su carga saca su verga y apaga la cámara. Ellos se acostaron un momento mientras Emilia le limpiaba su verga con la lengua.
Después de descansar un rato, se levantaron fueron a la cocina a comer y a tomar algo, juguetearon por la casa un rato y volvieron al cuarto y se acostaron. Mi sobrina apoyó su cara junto a la verga de Matías y comenzó a acariciarla y besarla, y miraba a Matías. Eso hizo que comenzara a grabar nuevamente. Entre tantos besos y caricias su verga no tardó en ponerse dura nuevamente y cuando eso sucedió ella la tomó y se montó lentamente sobre ella, pero él agarró con sus manos en la cintura e hizo que le entrara toda su verga de una vez. Mi sobrina soltó un gran gemido y comenzó a penetrarla. Mi sobrina cayó sobre él gimiendo como loca, él le daba nalgadas. Ella se estaba rindiendo a su trato y se estaba convirtiendo en su perra. Se levantó y se inclinó hacia atrás mientras seguía siendo penetrada. En ese momento tuvo un nuevo orgasmo volviendo caer sobre para luego levantarse para seguir montando esa enorme verga. Luego de unos minutos, Matías se sienta en la cama y abraza a Emilia. Y con la verga adentro se levanta de la cama, la pone en su escritorio y continúa penetrando. Ella cayó sobre el escritorio estaba agotada pero seguía gimiendo de placer. Matias duró unos minutos más hasta correrse adentro dejando hasta la última gota en su vagina.
Matias saca su verga y se sienta en la silla junto a Emilia. Las piernas de ella colgaban del escritorio mientras ella trataba de recuperar el aliento. Luego Matias se levantó y apagó la cámara. La ayudó a llegar a la cama para que descansara mejor. Luego de un rato, le dijo que se vistiera y la llevó a la casa. Las piernas de Emilia temblaban y su vagina chorreaba, pero ella estaba satisfecha.
Después de esta ocasión, Matías aprobó a Emilia y la tiene como una de sus puta que aguanta su verga. Ella se hizo famosa en el club de rugby y ha estado con varios de ellos, pero ninguno tan dotado como Matias. Se han seguido viendo cada vez que él quiere. Incluso en una semana que me quedé en su casa Emilia aprovechó para llevarlo. Y pude ver por la ventana como era empalada por esa verga.
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