En casa de mi amiga Karen (Oslo)
Este verano he conocido a una chica muy simpática. Se llama Karen y es la hija de unos amigos de mis padres..
Este verano he conocido a una chica muy simpática. Se llama Karen y es la hija de unos amigos de mis padres. Mi padre es médico y, por razones de trabajo, tuvo que ir a un simposium que se celebró en Oslo. Mi padre me contó que la organización era perfecta. Buen hotel, buenos restaurantes y abundante material de apoyo para dar su conferencia.
El organizador del evento era el padre de Karen, también médico. Hablando de medicina se pasaron una noche en un bonito y caro restaurante en el barrio de Aker Brygge donde vivía Karen. Uno de los temas de conversación fueron los hijos y, se sorprendieron de que los dos solo hubieran tenido sólo una descendencia. Karen y yo. También resultó que los dos hijos teníamos la misma edad. Así que mi padre le propuso al padre de Karen que la nena nos visitara y pasara un par de semanas en casa para que nos conociéramos. Supongo que mi padre quería echarme una novia.
El caso es que la semana después de volver mi padre de Oslo, fuimos a buscar a la chica al aeropuerto. Nos caímos bien de inmediato y con mi abrupto inglés me entendía con ella. Mi padre y el suyo mantenía conversaciones telefónicas durante esas dos semanas y estuvieron de acuerdo en que yo fuera a la capital noruega, si acaso, el mismo tiempo (dos semanas), para corresponder la visita.
Así que Karen y yo, nos fuimos juntos en el viaje de regreso. Su padre y su madre nos fueron a recoger. Su madre era una señora muy atractiva y bien peinada. Karen cuando me la presentó me dijo su edad: 55 años. En realidad parecía más joven dado su carácter juvenil y distendido. Sin embargo su padre parecía muy serio y algo nervioso. Cosas de mayores. Tenía 70 años. Me llamó mucho la atención su corpulencia, bueno, estaba bastante gordo con una barriga grande pero era muy fuerte, musculoso.
Nos metimos en su coche (era una ranchera Volvo) rumbo Aker Brygge. Era de noche y llovía. A través de la ventanilla cerrada miraba pasar las luces de los coches, las plazas, los peatones…todo era diferente.
Cuando llegamos a casa de Karen nos recibió la mama de llaves y su hija que vivían en la misma casa en un anexo. La hija era muy jovencita y la madre, según me explicó Karen, la había criado desde que nació, con lo cuál para ella era una segunda madre. Me di cuenta que era de raza oriental. Por el contrario su hija tenía rasgos occidentales. Su piel era blanca y los ojos claros con su pelo cobre largo recogido en una coleta y ondulado. Era delgada y pecosa. Supuse que era fruto de la unión de su madre con un escandinavo, y después Karen me contó que era huérfana de padre.
La casa era muy grande de dos pisos y muchas habitaciones. Me acomodaron en una pequeña pero agradable. Tenía televisor y equipo de música. La cama era individual pero cómoda.
Karen y yo estuvimos hablando hasta bien entrada la noche allí, hasta que su madre tocó en la puerta y nos dijo que ya era hora de dormir. Estaba cansado del viaje y casi que lo agradecí.
Por la mañana bajé a desayunar y en la cocina estaba Karen y sus padres que ya habían empezado. Fuera protocolos. Rebanadas de pan caliente, mermeladas de pera y fresa, mantequilla (la de Noruega es muy rica) y zumo de naranja. Todo muy bueno.
Al terminar Karen tuvo que acompañar a su madre a algo de un vestido que le habían hecho, y al ausentarse las dos, nos quedamos solos su padre y yo. Hablaba inglés a la perfección y me preguntó si me apetecía ver deportes en la tele. A mi me gustaban mucho (sobre todo el fútbol) y le dije que sí. Me dijo que la pantalla estaba en el salón y al levantarnos me puso su enorme y musculoso brazo en el hombro y a la vez que caminábamos hacía allí me preguntó si un España-Noruega estaría bien de ver. Yo sonreí afirmativamente y él me rebujó el cabello de manera paternal.
El partido era aburrido y para cuando me fui a dar cuenta, él se había quedado dormido con la cabeza hacia atrás. Mi fijé bien en su espectacular físico. ¿Cómo era posible que un señor de 70 años tuviera ese grueso y musculoso cuerpo? Mi padre tenía 57 y era un chiquillo delgado de 80 kilos a su lado. Pesaría 125 kilos imagino y al no ser muy alto destacaba aún más su físico.
Apagué la televisión y fui a acostarme un rato. Mi habitación estaba al lado de la de los padres de Karen. Me dormí pero me despertaron unas voces que provenían de la habitación de al lado. Las voces se convirtieron en gemidos y aquello despertó mi curiosidad. Pegué la oreja a la pared y oía a una mujer jadear. ¿Quién sería?. Salí al pasillo y me acerqué a la puerta del dormitorio de los padres de Karen. Alguien se había olvidado de cerrarla, y puede ver al padre de Karen y a la hija de la dama de llaves follando. Sobre la cama estaba ella semidesnuda y a cuatro patas. El padre de Karen, con una rodilla apoyada en el colchón y la otra de pie, la penetraba por el culo. El tamaño de su polla iba en consonancia con su cuerpo y unas bolas grandes y colgantes pedían de ella.
El contraste anatómico era bestial entre los dos. De repente me descuidé y tropecé con el marco de la puerta y el ruido les alertó. El padre de Karen la desmontó y rápidamente se levantó a ponerse un albornoz. La chica confusa se tocaba el coño y le decía cosas en noruego. Parecía querer que continuara. El señor se disculpó y me preguntó que si me había gustado lo que vi. Yo tenía la polla tiesa y le dije que si.
La gruesa polla aún erecta y muy grande. se le notaba debajo de la bata. Me propuso continuar mientras yo miraba a condición de que mantuviera el secreto. Estuve de acuerdo y me abrazó en señal de agradecimiento. Mi mano topó con aquella gran polla y abriendo la bata, la empecé a pajear. Era grande y muy gruesa, rosado el capullo y los colgantes huevos carecían de vello, como el resto de su cuerpo. Él me dio un beso en la frente y apartó mi mano. La chica se levantó de la cama y ocupó mi puesto separándome de él intentando abrazar el musculoso y gordo cuerpo del padre de Karen. Entonces y con el albornoz abierto, él la cogió con sus fuertes brazos y la levantó clavándole la polla en su coño y en el aire la empezó a fornicar.
Continuará…
Telegram: @jupiterzc
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