En la prisión de mujeres
Un lugar hostil en donde hay que sobrevivir de cualquier forma. Esta es la historia de una chica que tiene muchas vivencias dentro de una cárcel de mujeres y una de ellas es ver como se dan placer entre ellas mismas.
Laura había caído en la cárcel por un crimen que no habia cometido y se suponía que su abogado estaba haciendo todo lo posible para poder sacarla de ahí. Durante el tiempo que estuvo vio y experimento cosas que jamas había visto o sentido, pero era obvio que en aquel lugar tan hostil se iba a ver tales actos de depravación. Allí ella descubrió lo que le causaría placer para toda la vida.
Estaba entrando a las duchas cuando sintió unos fuertes gemidos, se quedo parada a un costado sin querer entrar ya que estaba presenciando un acto de sexo oral, dos mujeres, una dandole sexo oral a la otra.
-Uff que rico, así perra mamame todo el coño, sacame la leche dale- Esto era lo que le decia la que estaba tendida en el suelo a la que le propinaba placer con su boca.
– Así, así ya casi me vengo, meteme toda la lengua y sacame la leche perra Le aguantaba la cabeza y presionaba más para que la otra mamara más fuerte hasta que se vino completamente.
Iba a salir de las duchas cuando se tropezó con una morena alta y de buen cuerpo.
– Con que estabas espiando ehh?, ya veras lo que te sucede ahora
Laura estaba nerviosa y quería salir corriendo pero solo se detuvo a decirle que lo sentía y que solo quería darse una ducha e irse de nuevo a su celda. La chica que la tenia agarrada por el brazo la entro y les dijiste a las chicas:
– Miren a quien tenemos aquí, a una espía, jjj parece que necesita relajarse también con ustedes.
Las demás se rieron y prosiguieron en lo que estaban sin embargo Laura ya no podia salir sin antes recibir su castigo, y uno muy caliente.
-Ahora sabrás lo que es una buena mamada mi Reina Dijo la morena con morbosidad.
– No no por favor, no quiero hacer nada ni que me hagan nada, yo solo quiero…- Iba a seguir hablando pero la otra la jalo por el cabello.
– Calla y acuéstate en el suelo, quitate la braga que traes- Dijo con autoridad
– Es que tengo el coño sucio, no me lo he lavado aun- Dijo Laura con vergüenza.
– Has lo que te digo, un coño así sucio sabe muy bien, ese olor es indescriptible y más el tuyo que se ve que eres mojigata jjjj- Dijo la reclusa arrodillándose.- Te voy a chupar la vagina como nunca nadie te lo ha hecho. Dicho esto comenzó a mamarle el coño le metía la lengua en la vagina, la movia en circulos para darle más placer y luego la sacaba para saborear su leche.
– Umm mama si ta que rica estas, me gusta tu coño- Laura estaba avergonzada, pues tenia que dejar que ella le hiciera esto sino estaba en graves problemas, pero al mismo tiempo sentia una gran sensación de placer que la llevo a relajarse.
– Ahí abre mas las piernas, que quiero sacarte toda la leche.- Ella se vino en la boca de la morena y esta aun seguía dándole placer con su lengua, luego en lo que la morena seguía sin parar mamandole el toto, vino la chica que le estaba comiendo el coño a la otra y se sentó en la cara de Laura.
– Quiero que me comas el coño, que me saques toda la leche que tengo retenida- le dijo y Laura se dispuso a meter su lengua entre sus labios vaginales y darle placer. Metía su lengua en la vagina para saborear su coño, que sabia dulce, y luego la sacaba y así sucesivamente. Mamaba fuerte el toto de la chica y sentir como su leche le corria por la boca, al parecer era de corridas abundantes, siguió chupándole el coño hasta que se vino y la chica le restregó su foto en la cara y luego se lo puso en la boca para que se tragara toda la leche.
– Ahí traga te toda la leche que tengo Perrita, se buena y tragatela toda, y asi fue, su intensa corrida.
– Que bien comes el coño amiguita, ya veras lo bien que lo vas a pasar aquí
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