Felicidades (II)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Peli.
Nuestros encuentros seguian siendo muy fogosos, como tiene que ser, pero ahora hasta hablabamos entre uno y otro, mientras nos acariciabamos mutuamente sobre la cama, a la espera de recuperar las fuerzas para un nuevo "asalto".
Acostumbrado a la charlataneria de mi madre me habia convertido en un buen oyente, lo que propicio que Lorena poco a poco me fuera convirtiendo en su confidente. Asi me entere de su vida, de sus fantasias, y de sus sueños. Y tambien de su anterior amante…
Un dia, medio adormilada despues de un largo combate, ella me confeso que solo habia engañado a su esposo con un hombre, y una sola vez en su vida, antes de conocerme.
No pare de preguntarle hasta enterarme de que el afortunado habia sido, una vez mas, el novio de su hermana. Luego Lorena me conto, entre risitas, como habia sucedido todo.
Por lo visto una noche que se encontraba sola habia accedido a acompañar a la pareja a una sala de fiestas que habian abierto hacia poco. Ella, al igual que Viviana, su hermana menor, iban con unos vestidos de noche tan cortos como ajustados, luciendo sus curvas provocadoras con descaro, a sabiendas que sus reducidos tanguitas y la ausencia de los innecesarios sujetadores harian que estas seductoras prendas se pegaran a sus cuerpos como una segunda piel, para desesperacion y turbacion de cualquier hombre con el que se cruzaran esa noche. Pues como de costumbre parecian competir por ser la mas bella.
Y su influjo afecto sobre todo al hasta ese momento fiel novio de Viviana.
El tipo era un poco zorro, y a sabiendas de que la luz del viejo ascensor en el que habia subido hasta la casa de los padres de las seductoras hermanitas a recogerlas estaba estropeada, decidio aprovechar la inusitada oportunidad que se le presentaba a la bajada.
Ellas tambien sabian lo de la bombilla fundida del ascensor, por lo que entre risitas y bromas entraron en la trampa, sin poner pegas ni objeciones.
En cuanto el ascensor empezo a bajar el novio de Viviana se apresuro a situarse detras de Lorena y, con todo el descaro del mundo, le atrapo uno de sus puntiagudos senos por encima del vestido. La sorpresa de la chica ante su osadia fue tan grande que no acerto a reaccionar, y solo le pregunto algo irritada "¿que estas haciendo?" cuando noto su rigido paquete clavandose entre sus nalgas. El tipo, avispado, le dijo que habia sido "un error" y, aunque ambos sabian que era mentira, Lorena decidio no decirla nada a su hermana para no montar un escandalo innecesario. Sin embargo, a mi, en la intimidad de su cama me confeso, sonrojandose deliciosamente, que tambien el hecho de haber sentido su duro y grueso aparato ( mucho mas grande que el de su esposo, pero bastante menor que el mio ) clavandose entre sus nalgas habia ayudado a que le perdonara su atrevimiento.
El saber que despertaba el deseo en su futuro cuñado, a pesar de no tener un cuerpo tan "llamativo" como el de su hermana la llenaba de un cierto orgullo. Y, en cierto modo, la estimulaba. Esa sensacion, unida al exceso de alcohol, provoco que esa noche "flirteara" con el muchacho con bastante descaro. Tratando de devolverle la jugada de algun modo.
El chico, viendo lo descarada que se estaba volviendo Lorena, la saco a bailar todas las veces que pudo, calmando los previsibles celos de su novia con la excusa de que al estar ella sola no debian dejar que se aburriera y sintiera un estorbo. El caso es que Lorena, en la pista, cada vez que podia se restregaba sensualmente contra el muchacho, logrando asi que este permaneciera con una ereccion casi constante en sus ajustados pantalones.
En un momento dado Lorena tropezo con otra chica, y esta derramo parte de su copa en su vestido, por lo que se marcho al aseo para tratar de enjuagar la prenda cuanto antes.
El cuarto de baño de las chicas estaba colapsado, como de costumbre. Y la cola parecia que iba a ser para un buen rato. El novio de Viviana, que salia en ese momento del aseo de los chicos, de intentar refrescar su ardor sin exito, vio las puertas del cielo abiertas.
Con su tono mas dulce y convincente se ofrecio para escoltarla al lavabo de los chicos, que se encontraba ahora vacio, y asi poder limpiar la prenda sin que nadie la molestara.
Y Lorena cayo de nuevo en la trampa, como una ingenua colegiala.
Apenas habia empezado a limpiar la mancha cuando vio reflejado en el espejo al novio de su hermanita. El cual, sin decir ni pio, empezo a manosearle un pecho desde atras, al mismo tiempo que metia su otra manaza entre sus piernas para empezar a masturbarla furiosamente a traves de la fina tela del breve tanguita. Ella fue la primera sorprendida del fuerte orgasmo que tuvo nada mas sentir sus dedos hurgando en su sensible coñito.
Este fue tan violento e inesperado que la dejo debil e indefensa ante su furioso ataque.
El tipo, arrancandole el tanguita de un seco tiron, le subio la minifalda hasta la cintura; y, desenfundando su endurecido aparato, empezo a penetrarla fogosamente desde atras.
Lorena, apoyada de puntillas sobre el lavabo, con la cara pegada al espejo, solo podia gemir y jadear de placer, mientras el otro aceleraba sus embestidas cada vez con mayor impetu. Para ayudarse en sus arremetidas la tenia firmemente sujeta por las caderas pero de vez en cuando subia una de sus manos para estrujarle los pechos. Se deleitaba sobre todo pellizcandole los gruesos pezones, claramente marcados en la tela, a los que daba frecuentes tirones que, a pesar de ser dolorosos, incrementaban el placer de Lorena.
El orgasmo del chico fue descomunal, dandole un ultimo empujon tan violento que le alzo los pies del suelo casi un palmo, tironeando a la vez de los dos pezones que habia estado estrujando a manos llenas hacia tan solo unos segundos, haciendo asi que Lorena obtuviera tambien un doloroso y potente orgasmo, que la dejo totalmente agotada.
Tan mala cara se le quedo despues de la "fiestecita" que su hermanita Viviana insistio en que regresaran a casa en cuanto la vio volver del aseo con pasos temblorosos.
No se volvio a repetir la "escena", ni su novio habia vuelto a molestarla hasta el dia en que los sorprendi en el cuarto de invitados. O al menos eso fue lo que Lorena me dijo.
Como ya supondran despues de esta ardiente confesion tuvimos otra larga y extenuante sesion de sexo, que se alargo casi hasta la hora de comer.
Habia llegado el momento de dar un nuevo paso adelante en su "educacion", por lo que al dia siguiente no la visite por la mañana, dejandola nerviosa e insatisfecha para que por la tarde no pusiera pegas cuando la cite en mi casa. Sobre todo porque ella sabia que mi madre no regresaria hasta la noche y nadie nos podria molestar.
Despues de dejar solo a su esposo en su casa, con una excusa cualquiera, se planto en la mia, ataviada con un veraniego y seductor vestido de tirantes, con una larga falda lisa, que solo hacia que resaltar su espectacular belleza. La firme pujanza de los senos, cuyos rigidos pezones se clavaban en la tela como de costumbre, evidenciaba la ausencia del innecesario sujetador. Esto, unido a su rostro sonrosado y turbado por la osadia de venir a casa de su "amante" por primera vez, le daban un aire seductor como no se pueden ni imaginar. Tuve que resistirme con todas mis fuerzas para no violar a Lorena ahi mismo.
Pero mis planes eran otros y, tras prometerle una nueva entrega de negativos, logre que accediera a que atara sus brazos a la parte superior del sofa. Mientras ataba firmemente sus muñecas al respaldar calmaba su inquietud con besos apasionados besos y caricias, que debian ayudarme ademas a excitarla. Pero los agudos ladridos del estupido perrito de mi madre, que habia encerrado en su dormitorio para que no molestara, me estaban poniendo de los nervios, y no me dejaba concentrarme adecuadamente en mi labor.
A Lorena debia de sucederle igual, pues entre beso y beso me pregunto que era lo que le pasaba al animal. Yo, algo irritado, le conteste que el estupido "lamecoños" no estaba acostumbrado a quedarse solo, ni encerrado, cuando habia gente en la casa. Ella se rio con su voz cantarina mientras me pregunto que porque le habia puesto ese apodo.
Yo, que acababa de despojarla habilmente de su breve tanguita ( prenda que parecia ser la que usaba con mas asiduidad ), le dije que no era un apodo, sino una realidad.
El ironico "vamos hombre" que se le escapo a Lorena, encendio una luz en mi cabeza.
Y, mientras terminaba de atar sus piernas bien separadas a las patas del sofa, le conte que hacia años que sabia que mi madre lo usaba a veces como amante. Pues aparte de oir sus gemidos en innumerables ocasiones una vez llegue a sorprenderla en pleno acto, espiando a traves de la puerta entreabierta de su dormitorio como el pequeño chucho le lamia entre las piernas separadas, mientras ella se acariciaba por debajo de su camison.
Una vez acabado mi trabajo, le di un fugaz beso en sus jugosos labios mientras le decia "tranquila cariño, que si aun no me crees ahora lo vas a comprobar". Hice caso omiso a todas sus preguntas y me dirigi al cuarto de mi madre para liberar al estupido perrito de su encierro. Este, que es una mezcla de fox terrier con vete a saber que otro perro, salio de la habitacion como una exhalacion, correteando alocado por toda la casa.
Hasta que lo atrape y lo lleve hasta Lorena, que no dejaba de suplicarme que la soltara y que no le acercara el animal, que haria conmigo todo lo que yo quisiera. Estas frases y otras por el estilo no me conmovieron lo mas minimo. Y, despues de alzarle el vestido, acomode al bicho entre sus piernas separadas, para que hiciera lo que mejor sabe hacer.
Luego volvi a bajarle la falda, pues me bastaba ver el bulo que formaba el chucho en su entrepierna, y la expresion de alarma de su rostro para saber que ya estaba "actuando".
Me apresure a poner un dedito en sus dulces labios y a musitarle al oido que si gritaba su esposo se podia enterar. Ella solo susurraba "por favor, por favor…" una y otra vez.
Pero a estas alturas ya no podia engañarme, y al ver como se iba sonrojando su rostro, perlandose con gotitas de sudor, yo sabia que el placer iba venciendola poco a poco.
Asi que me sente a su lado y trate de ayudarla, bajando las tirantas de su vestido para acceder mas facilmente a su adorables senos. Luego alterne interminables besos con las mas intensas caricias que pude prodigarle a sus divinas colinas de palida carne. Centre la mayor parte de mis esfuerzos en sus oscuros pezones, como de costumbre, pues sabia que sus gruesos botones eran uno de sus puntos mas debiles. Asi que los succione, lami, mordisquee, estruje, etc., hasta que el subito y fuerte orgasmo de Lorena me sorprendio.
Este se habia producido muchisimo antes de lo esperado, señal clara e inequivoca de que el perrito sabia muy bien lo que se hacia. Ahora que ya estaba roto el hielo recogi la larga falda de Lorena en su cintura con mucho cuidado. Viendo, por primera vez, como su afilada lenguecita entraba y salia de su encharcada gruta rosa a un ritmo vertiginoso.
Ella, que tampoco habia podido resistir la tentacion de mirar lo que hacia el animal solo musitaba en voz bajita "Dios, Dios…", "Si, si, si…" y otras muchas cosas inteligibles mientras iba camino de su segundo orgasmo a marchas forzadas.
Este fue casi tan intenso como el primero, y practicamente se encadeno con el tercero, lo que provoco que, a mi pesar, reconociera que el bicho hacia mi trabajo mucho mejor que yo. Pues mi primera intencion habia sido la de ocupar yo su lugar, y arrancarle a ella los orgasmos que con tanta maña le estaba sacando el chucho a Lorena.
Esta, francamente agotada, se dejaba llevar dulcemente hacia su nuevo orgasmo, por lo que la libere de sus ataduras superiores con mucho cuidado y la incline sobre mi regazo.
Mis intenciones eran tan evidentes que ella misma se encargo de liberar mi monstruoso aparato de su encierro y empezo a hacerme una de sus fantasticas y expertas mamadas.
Yo, concentrandome al maximo, acariciaba y jugaba con sus pechos desnudos, pero no me dejaba arrastrar por el placer de su dulce boca, pues tenia otros planes en mente.
Cuando el animal le provoco el cuarto orgasmo decidi que este ya habia tenido bastante diversion por hoy, y de un manotazo lo aparte de la encharcada cueva de Lorena. Luego la separe con cuidado de mi rigido mandoble, dejandola recostada sobre el sofa mientras liberaba sus tobillos de las ataduras. Una vez echo esto la puse en la posicion adecuada.
Lorena apenas si cooperaba, docil como una agotada muñequita de trapo, mientras yo la ponia de rodillas sobre la alfombra, con la cabeza recostada en uno de los cojines del sofa. La pobrecilla, practicamente desvanecida por el cansancio, solo murmuraba torpes incoherencias mientras yo separaba sus piernas y deslizaba mi mano por su encharcado conejito, ascendiendo a continuacion por su petreo y enorme trasero para que sus fluidos se deslizaran por toda su hendidura. Cuando sepulte mi dedo gordo en su diminuto ojete a Lorena se le escapo una risa floja, mientras me decia "que no fuera malo".
Malo no, fui realmente diabolico, pues nada mas sacar el dedo de su estrecho tunel, y sin darle tiempo a que volviera a cerrarse el anillo de su esfinter de nuevo, le introduje tres o cuatro centimetros de mi descomunal rabo de un solo golpe.
Lorena tuvo que morder con fuerza el cojin para que sus gritos de dolor no resonaran por todo el edificio. La pobrecilla decia "no, no, no…" mientras me suplicaba que saliera y me confesaba que ni siquiera a su esposo le dejaba entrar por ahi, debido a que sentia muchisimo dolor. Hice caso omiso de sus quejas y continue entrando y saliendo, eso si, con mucho cuidado para no desgarrarla, pero logrando que su negro tunel cobijara cada vez mas centimetros de mi colosal chisme. Les aseguro que era en verdad maravilloso sentir como sus estrechas paredes me apretaban y trataban de obstaculizar mi avance.
Pero yo, firmemente aferrado a sus generosas caderas, no flaqueaba. Y, poco a poco, iba logrando no solo vencer su futil resistencia sino que Lorena empezara a disfrutar.
Ella, a pesar de seguir llorando, empezo a emitir dulces gemidos con cada uno de mis empujes. Que fueron convirtiendose en apagados jadeos conforme seguia avanzando.
Sus caderas empezaron a reaccionar y, para cuando quise darme cuenta, mis testiculos estaban golpeando contra su humeda almeja, señal de que mi victoria era de nuevo total.
Quise disfrutarla, y permaneci unos segundos inmovil. Pero los enronquecidos rugidos de Lorena diciendo "dame, dame, por Dios dame …" encendieron de nuevo mi sangre.
No tuve piedad ni conmiseracion con mi lujuriosa esclava, y empece a entrar y salir de su agujerito con toda la rapidez y fuerza que me daba mi juventud. El resultado fue en verdad fulminante, pues Lorena encadeno tres o cuatro orgasmos casi seguidos mientras mordia el cojin para ahogar en lo posible sus gritos de placer. El ultimo fue tan violento que se quedo desvanecida, literalmente, sobre el sofa. Desmayada de puro agotamiento.
Ello no disminuyo la intensidad de mis envites, pues incluso acelere aun mas el ritmo antes de eyacular abundantemente en su calido interior, presa de un fuertisimo orgasmo.
Estuve a punto de despertarla nada mas acabar, pero por suerte reaccione a tiempo, y me apresure a regresar a mi dormitorio, pues una oportunidad tan buena como esta para ampliar mi coleccion de fotografias dificilmente se volveria a repetir.
Cuando regrese al comedor la escena seguia exactamente igual, salvo por el detalle de que el espabilado animalito habia vuelto a situarse entre sus piernas separadas y lamia de nuevo, gustosamente, todos los fluidos que continuaban manando de su dulce gruta.
Ademas de hacerme gracia la situacion me apresure a sacar unas buenas tomas, pues las fotos valian su peso en oro. Sobre todo la que le tome desde atras, en la que se veia con total nitidez su carita sudorosa recostada sobre el cojin, y no solo como el perrito lamia su almeja, sino incluso como manaba algo de semen de su aun dilatado orificio anal.
Escondiendo la camara, por si las moscas, la tumbe boca arriba en el sofa. Y, aunque ya se estaba recuperando un poco, no se dio cuenta de que le sacaba unas cuantas tomas de su cuerpo semidesnudo con el perrito entre las piernas, lamiendola entusiasmado.
Despues de ocultar definitivamente la camara le ayude a recuperarse, arreglando en la medida de lo posible el desaguisado para que su esposo no se diera cuenta de nada raro.
Aun asi no pude por menos que sonreirme para mis adentros con muchisimo disimulo viendo los patosos y torpes andares que llevaba la pobrecilla camino de su casa.
Nuestra rutina continuo siendo la misma, pues aunque Lorena se negaba en redondo a que la volviera a sodomizar, me esperaba anhelante todas las mañanas en su domicilio.
Hasta que varios dias despues, y en mitad de un fenomenal polvo, llamaron a la puerta de improviso. Habitualmente abriamos hecho oidos sordos a la insistente llamada, dado que su cornudo esposo tiene llaves del piso y no podia ser. Pero Lorena me suplico que me vistiera a toda prisa, mientras ella hacia lo mismo, pues el modo de tocar el timbre era tipico de su hermana Viviana, y esta sabia con toda certeza que estaba en la casa.
Me oculte tras la cama, para terminar de vestirme en silencio, mientras ella le abria la puerta ataviada solo con su escueto camison. Se excuso diciendo que se encontraba algo cansada y que por eso aun no se habia levantado de la cama. Yo oia sus voces apagadas y no me enteraba casi de lo que decian, salvo algunos comentarios del calor y cosas asi.
Decidi arriesgarme un poco y abri un poco la puerta del dormitorio, para ver desde el resquicio parte del comedor. Pues a ella solo la habia visto aquel dia, y solo de refilon.
Viviana era una replica casi exacta de su hermana mayor, pero llevaba el pelito marron mas corto, tipo paje, por encima de las orejas y era algo mas bajita que Lorena ( calculo que 1,63 cm. mas o menos ). Pero lo que mas destacaba de esta chica era su espectacular delantera. Era mucho mas grande que la de su hermana, y parecia tan firme como la de ella. Por lo que enseguida atrajo mi atencion, despertando mis mas bajos instintos.
Cuando por fin se marcho y pudimos continuar con nuestra "labor" no pude resistirme a preguntarle por su hermana entre un polvo y otro. Apenas tuve que tirarle de la lengua, pues me sorprendio ver con que enfasis y admiracion hablaba de ella, describiendome su cuerpo con gran detalle, dejando entrever en su voz algunos rastros de cierta envidia.
Al momento decidi cual iba a ser el "pago" de la siguiente entrega de negativos, y no tuve que esforzarme demasiado para convencer a Lorena de que hiciera su parte.
Como ya habran supuesto le pedi, ni mas ni menos, que convenciera a su hermana para que se desnudara ante mi. Era facil, pues solo tenia que persuadirla para que se probaran juntas algo de ropa en el cuarto famoso y yo, desde mi casa, haria el resto.
Despues de todo lo que habiamos hecho ya, una cosa tan "inocente" como esa apenas le planteo resentimientos "morales" a Lorena. Pues de hecho mi idea la sedujo mucho mas de lo que yo podia suponer. Pasamos un rato muy ameno y divertido en aquel famoso cuarto mientras ella escogia las prendas que le iba a pedir a su hermana que se probara.
Aun no sabia el motivo, pero despues de los preparativos pegamos un polvo de lo mas fogoso e intenso, pues Lorena estaba excitada como hacia dias que no la veia.
Esa misma tarde quedaron citadas para el dia siguiente, y yo prepare todo mi "material"
Aquella mañana, cuando Viviana entro en el cuarto, no sabria decir quien de los dos se encontraba mas excitado. Pues Lorena era un autentico manojo de nervios, revoloteando alrededor de su hermana como una gallina clueca. Lo que me tenia bastante intrigado.
Como en teoria estaban completamente solas, y hacia bastante calor, Viviana pronto se deshizo de su blusa y del ajustado pantalon. Tomando asi las primeras fotos del atrevido conjuntito de sujetador y tanguita que llevaba. Este era del mismo tipo de los que usaba Lorena, por lo que supuse que debia ser un habito que tenian ambas en comun.
Mi amante y esclava, que llevaba tan solo un escueto camisoncito por toda vestimenta, se apresuro a sacar el primer vestido de los que habia preparado la vispera anterior con mi ayuda. Este, que dejaba toda la espalda descubierta, le sentaba como un guante, pero aun asi Lorena le dijo algo ( que yo no pude oir ) y Viviana, sin pensarselo dos veces, se lo bajo hasta la cintura, para despojarse del sujetador antes de volverselo a poner.
Fue todo muy fugaz, y apenas si pude sacar un par de tomas. Pero me di cuenta de que ademas de ser mucho mas grandes y redondos, eran tan firmes como ya habia supuesto; y, aunque sus pezones no eran tan gruesos y descarados como los de Lorena, su tono mas palido, casi a juego con sus niveas colinas, los hacian aun mas deseables.
Su hermana, avispada, no dudo en despojarse de su camison para probarse otro vestido similar, no importandole al parecer quedar desnuda ante su hermanita, y ante mi camara infatigable. Por eso, cuando ambas se despojaron del vestido, a Viviana no se le ocurrio volverse a poner el sujetador, quedandose casi tan desnuda como su hermana ante mi.
Los carretes se fueron gastando uno detras de otro, mientras ambas hermanas lucian sus cuerpos solo para mi. Sobre todo cuando pasaron a probarse algunos bañadores y pude fotografiar el llamativo y espectacular bosque que cubria la entrepierna de Viviana.
Este era mucho mas abundante y poblado que el de su hermana mayor, y centraba toda la atencion de mi objetivo cada vez que separaba las piernas y mostraba su desnudez.
El comportamiento de Lorena, sobre todo por sus nervios y su ansiedad, no me lo pude explicar hasta el momento en que Viviana, sin malicia, apoyo los senos desnudos sobre la espalda desnuda de su hermana mientras le ayudaba a soltar el broche de un bikini.
Ella no pudo ver, como yo, el intenso rubor y turbacion que sintio Lorena ante este inocente contacto. Ahora que por fin habia encontrado la respuesta al enigma, solo tuve que fijarme con mas detenimiento, y descubri lo dificil que le resultaba a Lorena apartar los ojos de los enormes pechos de su hermana, pues le atraian aun mas que a mi.
El momento cumbre de aquel dia fue cuando, a punto de acabar, Viviana le pidio algun tipo de ayuda con la copa de uno de los bikinis y Lorena, roja como una amapola apenas atino a meter los deditos por su escote y solventar torpemente el problema.
Viviana, riendose alegremente, le dijo alguna broma que provoco que Lorena todavia se ruborizara mas. Y, para su sorpresa, y para la mia, atrapo uno de los erectos pezones desnudos de su hermana mayor, pellizcandoselo cariñosamente mientras le decia alguna gracia de la que se volvio a reir. Desde entonces, y hasta que por fin se vistieron, Lorena
estuvo como embobada, incapaz de asimilar lo que le habia pasado.
Mientras recogia el material fotografico mi mente trabajaba a mil por hora, pues lo que acababa de ver habria nuevas e insospechadas posibilidades. Por una parte me permitiria acostarme con la estupenda criatura que Lorena habia puesto a mi alcance, y por otra era el momento oportuno para dar el siguiente paso, y empezar a compartir a mi amante.
Aun no habia terminado de guardarlo todo cuando llamaron al timbre insistentemente.
Era Lorena, que traia un brillo ardiente y lujurioso en la mirada muy dificil de describir.
No me avergüenza decir que esta vez fue ella la que practicamente me violo a mi, con un ansia salvaje que nos llevo retozando desde el comedor hasta mi cuarto, follando con casi toda la ropa puesta y haciendonos hasta daño con los mordiscos y apretones que nos dabamos mutuamente. Estuvimos casi tres horas copulando como dos fieras en celo.
Luego, cuando acabo la tempestad, "pinche" a Lorena, hasta lograr que confesara todo.
Por lo visto, ademas de quererla con locura, siempre habia sentido un poco de envidia, y hasta celos, de su hermana menor. Sobre todo desde que esta empezo a desarrollarse y le crecieron esos espectaculares pechos que ninguno acababamos de alabar. Me confeso tambien que desde que se los habia visto por primera vez, siempre habia rondado por su mente la idea de tocarlos. No es que fuera lesbiana, eso nunca habia ido con Lorena, era otra cosa. Algo "morboso" que habia hecho que muchas noches veraniegas se acercara hasta la cama de su hermanita. Pero ella nunca habia tenido las "agallas" necesarias para hacer realidad su sueño. Por suerte ahora me tenia a mi. Yo haria que este se cumpliera.
Me costo mucho esfuerzo, y el usar mi penultimo paquete de negativos, pero al final no le quedo mas remedio que acatar mis planes.
Lo primero fue una charla muy "especial" con el novio de su hermana por telefono.
Al que resulto ridiculamente facil convencer de que despues de lo que habia pasado aquel dia en la fiesta, y en honor a los "viejos tiempos", seria interesante "engañar" a su novia y hacer un "menage a trois" en su casa, sin que ni su marido ni ella lo supieran.
La idea era que se citaran los dos en su casa, y que despues de atar y vendar los ojos de Viviana su novio la poseeria en su presencia y "quizas" hiciera algo mas si era "bueno".
El chico, relamiendose por anticipado, se comprometio a convencer a su novia. Esta no estaba muy conforme con la "espontanea idea" que le expusieron ambos de hacer el amor en la intimidad de su piso, aprovechando la ausencia del esposo. Pero despues de tomar algunos cafes, y bastantes copas de licor, en casa de Lorena, termino por acceder.
Viviana nos volvio a sorprender dandole un largo y calido beso a su hermana mayor en la mejilla al despedirse, mientras le musitaba al oido "que no era tan tonta como parecia, y que hacia mucho tiempo que se habia dado cuenta del interes que despertaba en ella".
Lorena, superexcitada, no sabia como entender ni asimilar esta subita confesion.
El dia señalado solo hubo que llamar a Viviana y decirle que la cita se habia adelantado una hora, para tener todo ese margen de tiempo antes de que apareciera su novio.
Yo ya habia preparado todo con Lorena, dejando la cama del cuarto de invitados lista, con las mismas cuerdas que habia usado para atarla a ella en mi sofa ya anudadas a sus extremos. Lo que no sabia es que en mi puesto de observacion estaba mi amigo, el de la tienda de fotografias, conveniente provisto de carretes para captar todo el evento.
Viviana se presento a la hora acordada, ataviada con un ajustado y seductor vestido rojo que dejaba bien poco a la imaginacion. Yo, oculto en su dormitorio, quede fascinado por la soltura y facilidad con que Lorena condujo la situacion. Le bastaron tan solo unos minutos, y un par de brindis, para llevar a la tierna borreguita hasta su sacrificio.
Me fui acercando poco a poco por el pasillo, con el maximo sigilo. Para cuando llegue frente a la puerta del cuarto de invitados ya estaba Viviana desnuda sobre la cama, con los tobillos separados atados. Su hermana mayor estaba terminando de atar sus brazos al cabezal, y ambas se reian como dos chiquillas jugando a las casitas. En cuanto le coloco el antifaz negro de dormir sobre los ojos, yo hice mi aparicion en la escena.
En silencio me acerque hasta donde estaban, desnudando a Lorena con mucho cuidado mientras ambas seguian bromeando acerca de la embarazosa situacion, y yo podia ver muy de cerca el estupendo cuerpo de la diosa, del que pronto me iba a apoderar.
Una vez que estuvimos todos desnudos por fin bese por primera vez los labios dulces y jugosos de Viviana, mientras empezaba a estrujar sus grandes y maravillosos senos con ambas manos. Luego baje la cabeza para empezar a chupar y mordisquear sus palidos pezones con gula, dejando que una de mis habiles manos descendiera rauda a traves de su espesa selva rizada hasta localizar la sensible y humeda hendidura que esta protegia.
Cuando vio su intencion de preguntar algo Lorena no le dejo hablar, poniendole un dedito cariñosamente sobre los labios entreabiertos y musitando un apagado "Psssss…".
El efecto fue fulminante, pues Viviana, aunque lo sospechara en algun momento, no habia terminado de hacerse a la idea de que su timida hermana mayor fuera a quedarse presente mientras ella hacia el amor con su novio de un modo tan "original".
Y su cabeza le daba mil vueltas a la idea, no dejandola concentrarse en mis avances.
Esa era basicamente mi idea, pues si Viviana estaba lo suficientemente pendiente de su hermana posiblemente no se daria cuenta de que era otro hombre el que iba a disfrutar de ella. Lorena, sentada en la cabecera de la cama, se limitaba a acariciar el dulce rostro de su hermanita, respirando agitadamente mientras contemplaba como yo la saboreaba.
Pues despues de degustar a conciencia sus divinos pechos mi boca ya estaba trabajando en su hendidura, haciendo manar un autentico rio de espesos fluidos de su cuevecita con solo lamer sus labios privados y mordisquear el apetitoso boton de su clitoris.
El "morbo" de la escena tenia tan excitada a la bellisima ninfa que no fueron necesarios grandes preparativos antes del gran momento. Eso si, tuve la precaucion de hacer que la turbada Lorena me la chupara un poco para hacer mas facil la entrada. Y aun asi no me permiti el lujo de meter mas que un trozo, para que Viviana no notara facilmente que no era su novio el que acababa de entrar en su recinto sagrado.
Su cueva esponjosa me acogio con inusitada facilidad, señal inequivoca de lo excitada que se encontraba la jovencita, que solo atinaba a jadear y suspirar ante mi intromision.
Me quede quieto durante unos segundos, deleitandome con la increible escena, antes de empezar a bombear adentro y afuera de su calido conejito, arrancandole asi los primeros gemidos de placer. Lorena, con los maravillosos ojazos marrones abiertos como platos, fijos en mi enorme aparato, contemplaba arrobada como era poseida su hermana menor.
Pero no era mi intencion que permaneciera inactiva y, con mucha suavidad, me apodere de una de sus manos. La cual deslice hasta uno de los enormes pechos de Viviana.
Lorena, incapaz de reaccionar ante mi osadia, se dejo guiar, sonrojandose mientras su agitada respiracion se aceleraba aun mas. Hasta su pulso temblaba cuando su manita por fin se poso sobre la cuspide de uno de los enormes y redondos senos de su hermanita.
Fue un momento magico. Pues ambos podiamos ver, por el subito cambio de expresion de la muchacha, que se habia dado cuenta de quien era la dueña de las afiladas uñas que rozaban la sensible piel de sus senos. Pero no le importo, pues sonrio encantadoramente, emitiendo un apagado "ohhhhh…" cuando volvi a acelerar el ritmo de mis embestidas.
Lorena, hechizada por la enorme belleza de lo que tenia en la mano tardo en reaccionar, pero cuando lo hizo se convirtio en un autentico torbellino, usando ambas manos para no dejar ni un centimetro de la sensible piel de alabastro sin acariciar ni explorar.
Sus largos dedos pellizcaban, apretaban y amasaban como si le fuera la vida en ello.
Dedicando una especial atencion a sus pequeños pezones, los cuales retorcio y estrujo sin descanso hasta convertirlos en dos durisimos diamantes de carne rosados.
Yo le conte dos violentos orgasmos, pero Lorena me dijo que habian sido tres antes de que por fin me dispusiera a eyacular en su interior. Ese momento tenia que ser especial, y para ello atrape la cabeza de Lorena con una mano, obligandola a inclinarse sobre ella.
Yo ya me imaginaba lo que sucederia cuando los labios de Lorena se posaran sobre el sensible pezon rosado de su hermanita. Y no me equivoque. Pues Viviana, al sentir los ansiosos labios de su hermana succionando avidos la sensible cuspide de su pecho, solo tuvo que girar su cabecita a un lado y a otro hasta localizar el desnudo seno puntiagudo de Lorena a escasos centimetros de su cara. Desde mi posicion no lo podia ver con nitidez, pero los escandalosos suspiros y gemidos que emitian ambas hermanas a coro, evidenciaban a las claras el entusiasmo con que se devoraban los pezones mutuamente.
Sus voces me enardecieron de tal modo que me corri como un salvaje, mordiendome la lengua para que Viviana no escuchara mis gritos de placer. Mis ultimos envites fueron tan freneticos que le arrancaron un nuevo orgasmo a la lindisima jovencita, amortiguado en parte por el petreo tapon de carne que mordia y succionaba con autentica pasion.
Luego me retire precipitadamente, para que mi amigo tomara unas ultimas tomas de lo que alli estaba pasando con mejor perspectiva, ahora que mi cuerpo no obstaculizaba las increibles fotografias. Recogi mis ropas y me marche sigilosamente, sin que ambas hermanas repararan en mi ausencia, entregadas como estaban de lleno la una a la otra.
Por suerte Lorena recordo que el novio de su hermana no tardaria demasiado en llegar, por lo que, con mucha pena, libero a Viviana de sus ataduras. Esta, cuando por fin se quito la mascara, no sabia como reaccionar. Sobre todo por la ausencia de su novio.
Lorena le dio la excusa que ya teniamos preparada de antemano, que una vez acabado todo la vergüenza por lo sucedido habia hecho que huyera a su casa precipitadamente.
Dado que ambas hermanas estaban igual de turbadas por lo acaecido, se lo creyo a pies juntillas, sin dudar de la veracidad de lo que le decia Lorena. Luego, haciendo caso a su consejo, recogio sus ropas y, tras asearse precipitadamente, salio en su busca, para tratar de hacer las paces y calmar cuanto antes su hipotetico nerviosismo.
Lo que ella no podia saber es que mientras iba en su busqueda su novio estaba a punto de llamar al timbre. Reconozco que fue cuestion de pura suerte el que no se vieran.
Lo cierto es que su novio, que venia de lo mas excitado ante la perspectiva de lo que iba a suceder, en teoria, se quedo muy sorprendido al ver el desastroso estado en el que le recibio Lorena, que aun no habia terminado de recuperarse del todo de lo que habia acaecido anteriormente. El tipo no era tonto, y solo con ver el ruinoso estado de la cama y las cuerdas que aun permanecian atadas en sus extremos empezo a sospechar algo.
Lorena, conforme a lo acordado, le dijo que su novia habia venido mucho antes de lo previsto, y que, sin que ambas se lo propusieran, se habian precipitado las cosas. El tipo, viendo las evidentes huellas que yo habia dejado se olio sus propios cuernos, y Lorena, con mucho apuro, se lo confirmo. Solo que le dejo entender que habia sido su propio esposo el que, engañado, habia poseido a su hermana, ambos con los ojos vendados. Y que ninguno sabia con quien habia hecho el amor. Pensando ambos que lo hacian con su pareja. Antes las preguntas del muchacho ella le dijo que habia sido todo idea suya, que lo habia hecho por venganza, por las dos veces que este se habia aprovechado de ella.
El tipo, rabiando de impotencia, se abalanzo sobre Lorena y le aseguro que la venganza se la iba a tomar el en ese mismo momento. Algo con lo que ya contabamos todos.
La despojo de su corto batin de ducha con un par de manotazos, y se dispuso a violarla en la misma cama en la que habiamos engañado a su novia. Lo cual era perfecto.
Lorena, que aun estaba bastante humeda por todo lo que habia pasado, no tuvo ningun problema para albergar su rigido estoque. Llegando a disfrutar muchisimo con su ruda violencia. Lo unico que no le gustaba era el sadismo y ensañamiento con que el chico estaba tratando sus delicados y sensibles pechos, pues los estrujaba y amasaba como si se los quisiera arrancar. Incluso grito de dolor cuando empezo a pellizcarle y retorcerle los pezones con bastante mala idea. Pero los continuos orgasmos que estaba obteniendo con su salvaje penetracion hicieron que casi se olvidara de lo mal que lo estaba pasando.
El chico, viendo que lo que se suponia que debia ser un castigo se estaba convirtiendo en una recompensa cambio de planes. Con una brusquedad innecesaria giro a Lorena en la cama, dejandola boca abajo y obligandola a ponerse de rodillas ante el.
Esta vez ni siquiera la almohada pudo amortiguar los agudos gritos de dolor que emitio la pobrecilla cuando el novio de su hermana la sodomizo sin piedad, y sin prepararla.
Aferrado a sus caderas imprimio un ritmo vertiginoso a su vaiven, logrando asi que su respetable aparato se clavara hasta los huevos en su estrecho y sensible canal posterior.
Las continuas quejas y suplicas de Lorena solo servian para encender su sangre, por lo que cuando estas empezaron a remitir el chico empezo a palmear sus nalgas con dureza, pues no estaba dispuesto a que la "traidora" disfrutara de nuevo con su "castigo".
Perdi la cuenta de los cachetes que le dio desde que empezo a darselos hasta que al fin se corrio en su interior, pero tuvieron que ser varias docenas, pues le dejo las nalgas de un color rosaceo y con la sensible piel ardiendo de dolor.
Al acabar se vistio airado, mientras le decia que por esta vez ya tenia bastante. Pero que no se iba a olvidar de su "jugarreta" tan facilmente, y que muy pronto se volverian a ver
Alguno de ustedes quizas se haya preguntado que como es posible que yo supiera todo lo que estaba pasando. Y la respuesta es obvia. No solo mi amigo habia fotografiado lo que habia sucedido, sino que yo habia estado todo el tiempo oculto junto a la puerta, no fuera que el tipo se "enciegara" mas de la cuenta y quisiera hacer alguna barbaridad.
Cuando nos quedamos por fin solos ayude a Lorena a lavarse, pues el trasero le dolia tanto que casi no podia ni andar. Aunque lo que mas miedo le daba es que Viviana se enterara de la verdad y, en venganza, le contara todo lo sucedido a su marido.
Tenia esa idea tan fija en la cabeza que no me quedo mas remedio que confesarle toda la verdad, y decirle que tenia fotografias suficientes como para que su hermanita callara todo lo sucedido. Para mi sorpresa ella se alivio con mis palabras, dispuesta a ayudarme a chantajear a su hermana pequeña cuanto antes para evitar posibles complicaciones.
Despues de meditar las posibles alternativas en la soledad de mi dormitorio decidi que Lorena ya estaba a punto para el sacrificio final. Por lo que reuni a todos mis amigos con el proposito de prepararlo todo concienzudamente.
Una vez reveladas las fotos hice que Lorena invitara a su hermana a su casa. Esta, que todavia no sabia nada, dado que su novio aun no le habia dicho lo que habia pasado, se quedo anonadada al ver todas las fotografias que Lorena puso ante sus ojos. Le confeso el chantaje de que era objeto, remarcando continuamente que era cosa de unos simples crios, y diciendole lo que estos querian a cambio de devolverles todos los negativos y no arruinar asi sus relaciones con sus parejas respectivas.
Segun le conto a su ingenua hermanita estos chicos estaban locos por hacer el amor con una mujer, y si ellas accedian a pasar un solo fin de semana con ellos, los "mocosos" no las volverian a molestar en la vida.
Costo mucho rato de persuasion, pero al final Viviana cedio ante los argumentos de su hermana mayor, dispuesta a "sacrificarse" ante unos crios insolentes.
Aprovecharon que ese viernes era el cumpleaños de Lorena y, tras mentir a sus parejas respectivas, diciendoles que se iban a pasar unos dias con sus padres a no se donde, nos recogieron con sus coches y nos llevaron a los seis a la casa de campo de aquel amigo que les dije que su padre tenia mucho dinero. Aquel fin de semana el chico convencio a sus padres para que le dejaran ir alli "de acampada" con sus amigos, como ya habiamos hecho otras veces. Y, como en las otras ocasiones que habiamos ido, le dieron el fin de semana libre al anciano matrimonio que cuidaba del lugar y de sus animales, para que lo pudieran disfrutar con su familia en un pueblo cercano donde vivian.
Continua…
Autor: Peli (yopeli@hotmail.com)
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