Me gusta ser una puta y que me cojan, pero me encanta humillarme con mujeres.
Si han leído mis otros relatos, podrán ver que hubo un tiempo que tenía novia con la que empecé con mis puterías. Hoy les quiero contar cómo descubrí que mi futuro iba a consistir en ser un hombre beta y una travesti sin dignidad. Yo aún tenía interés «normal» por las mujeres, y paradójicamente es quizás el periodo de mi vida donde tuve más éxito con mujeres, aunque no lo supe, y en algunos casos no lo quise aprovechar.
Todo esto sucedió de forma paralela en un periodo de 3 o 4 meses, pero dividí los relatos para que se entienda mejor. Espero les guste y me comenten.
Con Martha.
Si han leído mi relato «los inicios de una puta… con su novia» sabrán que un tiempo anduve con una chica llamada Martha. Fue por estas épocas que por alguna razón comenzamos a hablarnos de nuevo, sin embargo, algo había cambiado. De alguna forma creo que había dejado de verme como un novio potencial y me comenzó a verme como una puta.
No recuerdo por qué comenzamos a hablarnos, ni por qué le mandé una foto desnudo, pero quizás fue por cómo era la foto que las cosas derivaron así. Era una foto sin mucha gracia, pero yo estaba de espaldas, desnudo, obviamente se me veían las nalgas. Es común que un hombre de verdad mande una foto de su pene, como ofreciéndolo. Yo en cambio le ofrecí mis nalgas.
Ella se emocionó de inmediato y yo comencé cada dos o tres días a mandarle una nueva foto de mi culo en una nueva pose. Pronto dejaron de ser medianamente varoniles, y le mandaba fotos empinado, abriéndome el culo, enseñando el ano y ella misma me mandaba mensajes diciendo «enséñame las nalgas, ¿no?», o me pedía poses en donde sólo se viera mi culo.
Eventualmente nos vimos dos veces, una en su casa y otra en la mía. Yo aproveché para hacer poses para ella mientras me tomaba fotos, parando el culo lo mejor que podía. Supongo que después de quizás de 100 fotos y que yo perdiera la erección cuando cogíamos, se aburrió y me dijo que no quería seguir viéndome.
Con Karina.
A Karina la conocí por medio de un amigo. Ella me confesó que yo le gustaba, pero tenía novio, así que nos vimos a escondidas. Tenía unas grandes tetas y era bastante bonita, sin ser nada espectacular, aunque no tenía casi nalgas.
Nos vimos en alguna fiesta y llegamos a dormir juntos, aunque con más gente en la habitación, así que no cogimos, nos acostamos y nos besamos, ella comenzó a buscar mi pene pero supongo que al sentirlo se decepcionó. Yo me acosté boca abajo y como ya tenía los pantalones abajo, vio mis nalgas, me acuerdo sus palabras exactas «oye sí tienes nalgas….oye… tienes más que yo» lo cual por cierto, era totalmente verdad. Esa noche hicimos a penas poco más que eso, después de que me estuviera tocando el culo un buen rato, cosa que a mi me encantaba.
El siguiente día que volvimos a salir me confesó que tenía una fantasía. Cogerse a un hombre con un strapon. Yo fingí que no me interesaba demasiado, pero le dije que estaba dispuesto. Ella se emocionó bastante y quedamos de hacerlo, le dije que compraría lo necesario, pero la verdad es que tenía todo ya en mi casa.
Cuando llegó tomamos unas cervezas, y luego comenzamos a besarnos, le dije: «¿quieres cumplir tu fantasía?» «¿Cuál?» me dijo, «¿no me querías coger?». Creo que ella pensó que no lo haría, pero puso una gran sonrisa.
Yo comencé a desnudarme para ella, si bien tenía varias tangas, tanto de hombre como de mujer, me pareció menos raro ponerme un cachetero, que me hace ver unas nalgotas, pero es para hombre. No quería que le pareciera raro. Creo que estuvo bien, porque me dijo justamente eso «que nalgotas».
Comenzó a acariciarme el culo y metía su dedo medio entre mis nalgas mientras me preguntó «¿nunca has usado una tanga?» yo que no quería parecer muy gay no dije nada pero ella continuó «te verías muy rico en una». Yo la volteé a ver y le pregunté «¿quieres verme en una?», ella me tomó de la cadera, me haló hacia ella y me dijo que sí.
Corrí al baño y le dije espera. Ya ahí busqué entre mis tangas, quería verme sexy pero no taaan gay. Finalmente me puse una tanga negra lisa, de esas que tienen un triángulo atrás y una cinta que se metía en mi culo. Salí de nuevo. Se rio un poco y me dijo «buena chica».
Le pedí que se levantara y le quité la ropa, ella de dejó hasta que le bajé el pantalón y le dije «tú no traes tanga», a lo que ella me respondió «eso es para putas». Yo solo me reí y dije «oye». Se puso el strapon, me dijo que me pusiera boca abajo en la cama y comenzó a comerme el culo, pasaba su lengua lentamente por toda mi raya y me humedecía el ano casi tímida.
Karina de a poco me iba feminizando y haciéndome su puta, me preguntó por qué tenía esa tanga de puta. Yo le dije que era una tanga para hombre, pero ella me dijo: «Los hombres no usan tanga, puta. Ya te ha cogido antes ¿verdad? ¿cuántas veces has puesto las nalgas así?» Yo sólo le dije que nunca, pero no me creyó. Me dio una nalgada, me acarició el ano con un dedo mientras me abría las nalgas con la otra mano y me preguntó «¿cuántas vergas te has metido por aquí?» Le dije que ninguna, cosa que en ese momento era cierta.
«Pero quieres verga, pídeme que te meta la verga» yo me mantuve en silencio y me dio otra nalgada y repitió su orden. Yo en voz baja lo hice, pero me volvió a nalguear y me dijo que lo repitiera más duro cosa que hice, pero volvió con otra nalgada, la cosa siguió así hasta que casi gritando le pedí ya sin nada de pena «DAME VERGA POR EL CULO»
Ella apoyó el dildo en mi ano y comenzó a meterlo, yo lo aguanté y comenzó a bombearme mientras me hacía pujar. Estuvo un rato dándome así hasta que me pidió que me volteara, me quería dar de misionero. Subí mis piernas y volvió a penetrarme mientras me masturbaba. Por supuesto que no aguanté mucho y me vine casi enseguida que me puso en esa posición, eyaculé sobre mi estomago y pecho. Al ver esto tomó mi semen con sus dedos y lo metió a mi boca, yo chupé sus dedos mientras me decía «¿ves? Te encanta el semen, eres una puta». Poco después de eso dormimos, al siguiente día le pregunté si quería ser mi novia. Ella sonrió y me dijo «ayer te pusiste tanga, hice que pidieras por verga, te abrí el ano con un dildo y luego chupaste semen como una zorra golosa, obviamente ya no te puedo ver como un novio» Yo le dije que pensé que eso quería y por eso lo había hecho, se paró y se alistó para irse, yo le dije si entonces ya no nos íbamos a ver «quizás algún día me quiero volver a coger a mi puta»
Creo que seguiré con lo que pasó con otra chica en un siguiente relato.
Ojala me comenten
Me encantó tu relato, putita.
Ya qui8yo tener una novia que me cojiera así