Infidelidad IV: Resignación, penitencia y viacrucis.
Nuevo capítulo, nueva experiencia, ahora la esposa vive en carne propia el sabor de su traición al tener que saborear el sabor de otra mujer en la piel de su esposo..
Recuerda valorar el relato, compartirme tu opinión, sugerencias o críticas.
Infidelidad IV: Resignación, penitencia y viacrucis.
Estoy de regreso en casa a las 1230, mi esposa no sabía mi hora de regreso, tampoco supo a qué hotel fuimos, de hecho, mi arribo la tomó por sorpresa.
La encontré recostada en mi sillón viendo alguna serie. Llegué sin corbata, ese fue el botín de EaEx, me miró extrañada la camisa desabotonada mostrando pelo en pecho, playera en la mano, sin cinturón y aunque no se nota, sin ropa interior
Eo: Estoy en casa.
EoEx: Bienvenido *rostro nervioso, algo triste* ¿Cómo te fue?
Eo: Jodidamente bien, fue una experiencia… Gratificante, aclaradora y muy interesante. Arrojó luz a algunas incógnitas que quiero platicar contigo.
Eo: ¿Qué tipo de incógnitas?
Ea: Paciencia, ven, te quiero de pie frente a mí.
Estoy seguro que ella sabía en ese momento que nunca le haría daño físico, o que tampoco intentaría herirla emocionalmente porque sí, asumo eso porque nunca rechisto o se negó a acatar ninguna de mis peticiones disfrazadas de órdenes en ese juego de efecto pasivo entre amo-sumisa.
Vino a mi sonriente, luciendo su pequeño vientre que apenas se asoma usando ese sensual andar que tanto me gusta meneando el trasero sutilmente como dama muy sofisticada.
Son cerca de 6 metros del sillón a la puerta, a cada paso el aroma de mi cuerpo se hace más evidente borrando poco a poco la reluciente sonrisa hasta ser una mueca alegre y nerviosa.
Eo: ¿Puedes olerlo?
Ea: Si… *bajando la mirada*
Eo: Lo siento, pero solo un poco, lo encuentro divertido, es un mensaje de ella, te manda saludos.
Ea: “Me miró con sus hermosos ojos grandes totalmente abiertos* Entiendo.
Eo: Primero que nada, no estés triste, no me iré de tu lado, nunca. Segundo, tú y él jugaron con sus reglas a escondidas, nosotros no tenemos que seguir sus reglas. Tercero, respetaré tus reglas con todas las otras amantes que tenga, considera esto tu pago a EaEx, a decir verdad, te salió bastante barato…
Ea: Si, está bien *intentando sonreír con alegría*… Y dime mi amor ¿De que quieres hablar?
Eo: mmmm haaa *suspiro* No sé si debería suavizar esto un poco por tu embarazo, o si debería ser directo, estoy seguro que me crees cuando digo que nunca te dejaré, pero también entiendo que el embarazo puede llegar a ser hormonal.
Ea: Bueno ¿Se me permite opinar?
Eo: ¡Claro! Por favor, dime qué piensas.
Ea: Creo que estoy lista para lo que sea, cualquier cosa antes que perderte.
Eo: Bien… Entonces, cuéntame amor mío ¿Cómo es que mejoraste tanto en la cama tan de golpe? O mejor aún, dime, ¿Trajiste algo de lo que practicabas con tus amantes a nuestro lecho matrimonial?
La pobre no esperaba ese tipo de preguntas, incluso creo que nunca se lo había planeado o tal vez sí, pero no se imaginó que yo llegaría a ese punto, después de todo, ninguno de los dos terapeutas lo sacó a relucir.
Ea: Yo… No sé… Creo… Oh amor mío… * Balbuceo y se cubre el rostro mientras llora*
Eo: Tranquila *abrazándola, apretando su cuerpo con el mío para consolarla mientras aspira el aroma de otra mujer y el coito que tuvimos en mi cuerpo*
Llorando a cántaros en mi pecho sus lágrimas humedecen los fluidos secos liberando el aroma impregnado en mi piel.
Aspira con fuerza bocanadas de aire en medio de cada berrido, se aferra a mi cuerpo liberando la culpa al saberse atrapada en un tema que pensó nunca tocaría.
Resignada, sabiendo que esas preguntas seguro son producto del pensamiento maquiavélico de EaEx comenzó a hablar.
Eo: Si, traje todo lo que aprendí con ellos a casa, todas esas horas extra de movimiento pélvico, todo ese esfuerzo al montar sus penes, todas ese control en las contracciones vaginales, todo eso lo traje a casa *gritando, tal vez de dolor, tal vez de arrepentimiento, tal vez de culpa*.
De pronto se separó de mí bruscamente un paso y me miró asustada fijamente a los ojos, seguro pasaban mil cosas en su cabeza, su instinto femenino salió a relucir y sin más pistas, acertó a la siguiente pregunta aún sin formular.
Ea: No… No, no, no, no, ni lo pienses ¡No te atrevas a dudar de mí! Te fui infiel, pero mi confesión y apuntes son reales, nunca tuve sexo sin condón, jamás les di sexo oral, de ninguna manera los besé, no hay forma de que acabarán en mí ¡Y te juro, por la vida de nuestro hijo, que fuiste tú el hombre que tomó mi virginidad anal!
Eo: *tomándola por el cuello firme* No te atrevas a involucrar la vida de nuestro hijo por ninguna razón *palmada firme en su mejilla* No necesitas jurar, solo necesitas ser honesta y contestar.
Ea: ¡Lo siento!
Eo: Bueno, ya que trajiste cosas de afuera a nuestra vida íntima y no me opongo a ninguna de ellas, ahora seré yo quien traiga las cosas que aprenda a nuestra vida íntima, confío en que no habrá ningún problema ¿Cierto?
Ea: Ninguno *sonriendo morbosa* Dime ¿Qué aprendiste hoy? *Sufriendo un poco por la suave presión en su cuello*
Eo: Te lo diré, con lujo de detalle, justo como tú lo hiciste a través de tus cronología, pero primero, el castigo que te envió EaEx, no querrás que se ponga triste cuando se entere que la rechazaste ¿O si?
Ea: No…
Eo: Bien, entonces desvisteme usando tu bonita boca, no puedes usar las manos, cuando termines vas a recorrer mi cuerpo con tu finita lengua para remover los jugos mezclados, espero que tengas mucha saliva, algunos ya se secaron.
El erotismo viene de muchas formas, los juegos de rol son de los más divertidos por la versatilidad de los mismos, desde un tiempo para acá nosotros recurrimos mucho al rol de amo y sumisa, yo guío, ella sigue acatando cualquier orden que le de, siempre y cuando no se comprometa su integridad física o la de nuestro hijo. No hay acto que sea demasiado atroz o que atente contra su dignidad, ella simplemente hará lo que le pido, porque me pudo haber sido infiel, pero confía en mí con su vida. Mientras ella lucha desabotonando mi camisa yo le voy contando el encuentro.
Eo: Sabes, me encanta tu figura esbelta, lo ligero de tu cuerpo, pero toda esa carne extra no esta mal, NADA MAL, es como tener mas mujer para disfrutar. Eres más joven, y hermosa *guiño el ojo*, pero no te confíes, a pesar de su edad y tres hijos esa mujer sabe como hacer sentir a un hombre deseado, y en ese apartado, amor mío, EaEx te deja como estúpida, su habilidad para dar amor, o placer, como quieras verlo, es infinitamente superior a la tuya. El tatuaje, lo apretado de tus agujeros, los piercings, el color de piel que me vuelve loco, la belleza de tu rostro, nada de eso sirve si no aprendes a hacer lo que ella hace.
Puedo ver dolor en su rostro y aprovecho para recordarle que esto es un castigo, además de una oportunidad para aprender algo nuevo.
Eo. Noto que está conversación te está causando problemas… No importa, si yo pude lidiar con tu infidelidad, tú también podrás con esto *sujetando su rostro haciendo presión con una sola mano en sus mejillas*. Hoy aprendí varias cosas, la primera de ellas es que besas delicioso, el sabor de tu boca es exquisito, pero tu habilidad con la lengua cariño, ese es tu talón de aquiles, nunca te lo había mencionado porque nunca había besado a otra mujer, no lo habría descubierto si tus deslices y el amable acuerdo. Sabes, sus besos son muestras de afecto, no es solo juntar los labios, es conectar nuestros cuerpos en una danza de deseo que fomenta el intercambio de fluidos… Tengo su sabor en mi boca, y no me refiero a sus fluidos, tengo el sabor de su aliento en mi boca y déjame decirte algo, sabe delicioso.
En ese momento ella se encuentra batallando con el último botón, el más cercano a mi pene, su boca estimula mi miembro por sobre el pantalón despertando a la bestia.
Eo: Permíteme ayudarte, voy a estirar un poco la tela, está ayuda no será siempre, en algún momento deberás poder sola. Bien, ahora levántate y quítame la camisa, recuerda, no puedes usar nada, solo tu boca.
Obediente retiró mi camisa y siguió con el resto de las ropas. Quitar el cinto fue particularmente complicado, detuve mi relato solo para observar luchas con la hebilla y su lengua. Fueron 18 largos minutos de batalla, pero lo consiguió. Felíz liberó un grito de júbilo, ese instante de alegría nos conectó, ambos sonreímos alegres con su victoria cuando nuestros ojos se encontraron brillando con genuino gozo.
El tiempo se detuvo en ese fragmento de tiempo, mentón y labios reposando en mi pene por sobre el pantalón, ninguno de los dos se merece lo que nos estamos haciendo, pero las circunstancias nos llevaron a este punto, en palabras del terapeuta “lo mejor que podemos hacer es disfrutarlo”.
Bajar la cremallera resultó ser como comerse una galleta, remover el botón del pantalón fue un paseo por el parque, sin nada que lo sostenga en la cintura la prenda cayó al piso liberando la bestia semi erecta.
Les juro que pude ver un destello de felicidad cuando lo vió cara a cara, al no tener ropa interior su labor había terminado, podía reclamar “su premio”, pero primero el castigo demandado por la mujer de su amante.
Eo: Sé que te mueres de ganas por meterlo en tu boca, pero primero, es necesario que honres tu promesa.
Mi esposa no es tonta, supo a lo que me refería de inmediato, la sensación de su lengua combinado con las expresiones faciales era algo nuevo para mí.
Eo: Dame tu celular, necesito recopilar evidencia y mientras tú haces lo tuyo, te cuento mi experiencia, toma nota, porque me gusto mucho. Llegó vestida con un hermoso vestido amarillo ceñido, debajo tenía lencería blanca con detalles de encaje, ya viste la tanga, caben 3 como tú en ella, pero no tienes idea de lo agradable que fue ver su hermoso par de nalgas comiendo el hilo. En ese apartado no tengo nada que pedir, me encantas con cualquier cosa que te pongas *en ese momento la tengo alternando lamento es entre pezones* aaaah, que rico, tienes la idea y el talento, a partir de hoy quiero que uses más tu boca en mi cuerpo.
Ea: Puedo hacer eso mi amor, seré mejor que ninguna. *Sonrisa pícara*
Eo: Eso espero, porque según tus anotaciones, yo soy el mejor. Continuemos. No te puedo pedir nada físico, no hay forma en que tengas un culo y tetas de ese tamaño sin engordar, pero, puedes saber que ella es extremadamente sensible en el área de sus pezones, la hice correrse jugando los pezones en mi boca, es interesante que una mujer pueda llegar a ese nivel de sensibilidad, te prometo que seré generoso con los tuyos, tal vez hace falta práctica, o quizá después del alumbramiento, pero te prometo que de alguna forma u otra vas a llegar a eso. No, no, no, no puedes usar las manos, ni los pechos, solo tu lengua, eeeso, así, continúa mira como queda tu rastro de saliva, brilla aperlado por donde ha pasado tu lengua… ¿Te gusta como sabe EaEx?
Ea: Es… Interesante.
Eo: Más te vale que le pierdas es asco pronto, estoy seguro que no será la primera y única vez. Sabes qué otra cosa me gustó, el tamaño, ella es más alta, diooos, ¡Cómo se come mi verga entera! Y su vagina, esos labios gordos como pan recién horneado, ¡Ah! La mejor parte son sus labios menores, grandes, abiertos como alas de mariposa formando un rombo, me los comí, me los comí como nunca me he comido los tuyos, jugaba con mi lengua haciendo remolinos, cuando succionaba se estiraron llegando casi hasta la garganta. Cuando los tenía atrapados en mi boca imaginaba la sensación de tener mi verga rodeada, como si fuera tocino envolviendo una salchicha.
En ese momento mi esposa lamía la parte baja de mi abdomen y pelvis, muy cerca de su objetivo principal. Mi cuerpo olía a sexo fresco, pese a sus intentos por lavarme con su lengua, lo único que consiguió fue humectar los fluidos liberando con más fuerza el aroma.
Eo: No te puedes meter tu premio en la boca, vas a bajar a mis huevos. Hablando de huevos, el calor de su cuerpo me los envolvía cuando logré meterle toda la verga por su gatito. Si bien eres más apretada, su masa corporal transmite mucho calor y se siente bien, lubrica que te cagas, la sensación de sus labios menores pegados a mi verga por sus jugos naturales, una delicia. También aprendí que no todas las mujeres manifiestan en placer igual, tu eres muy exagerada, ella gime diferente. Sabes que, alguna vez la voy a grabar para que la escuches, aunque te adelanto que sus gemidos me volvían loco, me animaban a redoblar esfuerzos, es como si sus gemidos fueran caricias que me envuelven y gritan en mi oído “Eres asombroso, disfruta de mí cuerpo, date placer con mis carnes, estoy aquí para ti, tómame hasta que quedes saciado”, tu nunca me has hecho sentir así y esa no fue la mejor parte.
¿Has visto a un perro lamiendo un hueso? Esa forma tan curiosa de sujetarlo con las patas y mover solamente su lengua a lo largo saboreando su juguete. Eso hacía mi esposa con mis testículos, los lamía con una ternura y ahínco que nunca me había mostrado, era como si aprendiera de lo que le contaba, repito, no es tonta, al contrario, es bastante receptiva.
Eo: Aaah, eso, así justamente mi amor, de eso estoy hablando, sabía que podías, después de todo, me amas ¿Cierto?
Ea: Siii *riendo juguetona*
Eo: Nunca me habías hecho sentir esto, hacíamos el amor y era placentero, te entregabas, pero nunca me hiciste sentir deseado. Pero bueno, ninguno de los dos lo sabía, que bueno que podré probar con otras mujeres, te prometo que aprenderé, lo traeré a casa y juntos vamos a explorar nuevos placeres. Aaaah, aaaah, siii, me gusta esto. ¿Sabes… Qué otra cosa… Oooh, me gustó? La facilidad con que se comió mi verga por el ano. Quizá sea una cuestión, Oooh mierda, de dimensiones, pero en un instante tenía medía verga adentro, ja ja ja, le dolió un poco, pero fue más que nada la sorpresa, por cierto, me confirmó que soy más grande que tu amante. El sexo, Aaah, anal no duro mucho, se la saqué para meterla por su vulva, hmmm *en ese punto sigo de pie con las piernas meneando la cadera* ese cambio de agujero, te repito lo que pensé en ese momento “fue como salir de un guante ajustado que frota con fuerza oponiendo resistencia en mi andar, para entrar en un pan esponjoso y húmedo recién salido del horno”, yo, aaaah, definitivamente quiero hacer eso contigo, detente, estoy por venirme.
No me culpen por estar al borde del orgasmo por una chupada de huevos, es todo, relatarle lo vivido, su lengua, que a decir verdad mueve muy bien, la postura física sumisa y actitud de sumisión, el contacto visual, saber que tiene en su boca el sabor de otra mujer, el incremento en mi libido, y, porqué no decirlo, amo está maldita perra infiel.
Eo: Sabes, me encanta que te sometas a mi voluntad, sé que no era parte del acuerdo pero lo aceptaste como un precio adicional a pagar.
Ea: Quiero que seas feliz, quiero darte todo lo que ninguna mujer te ha dado y también quiero darte cualquier cosa que te guste que otra mujer te dé… Todo por tí, amor mío.
Eo: Me gusta… Ahora, te voy a contar lo que hizo esa mujer que fue tan especial y que tú en todos estos años no has hecho.
Ea: Soy todo oídos *sentada como japonesa*.
Eo: Esa mujer me tocó… Lo hizo de formas que tú no lo has hecho… Me hizo sentir deseado… No tienes idea de lo que el roce de sus manos me hizo experimentar… Tibias y placenteras sensaciones que no sabía existían recorrían partes de mi cuerpo hasta ese momento ignoradas… Flote en el tierno tacto de su suave piel… Ella, esa mujer que no eres tú, se tomó la molestia de exfoliar sus manos para mí, y mientras me hacía sentir el hombre más especial del mundo a través de su tacto, me complacía con su boca con una mamada profunda, enguia todo mi pene hasta la base usando solo su cuello mojando con su saliva mi pene… Eres muy buena en el arte de la felación, realmente, realmente no me importa si es verdad que no se la mamaste a otros… Lo que sí me importa es tu falta de talento para hacerme sentir deseado, y te garantizo que vas a aprender… Ahora, sígueme al sillón mi amor, ha ha ha, no te levantes, gatea, pero hazlo sensual, lento, quiero ver qué ansias darme amor, no te muevas hasta que te lo diga.
ansias llegar a mí, espera un poco, yo te diré cuándo.
Sentado en el sillón desnudo contemplo a mi esposa gatear muy sexy, espero paciente con la verga dura y caliente, aprendió rápido y ahora, por primera vez en toda la relación puedo ver amor y deseo en sus ojos, me come con la vista, por primera vez siento que me desea de una forma profunda, no sólo son las ganas de hacer el amor, no es sólo sexo, es lujuria, pasión y adoración.
Eo: No puedes usar las manos para tocar mi pene, necesito que lo mimes, que lo hagas sentir que es el objeto de tu placer, y necesito que ese sea tu objetivo, mi placer, así como lo he hecho yo por años, antepongo mi placer, siempre tú por encima de mí, esto se acaba hoy, demuestra cuánto me amas.
Se arrodilló frente a mí y apoyó sus manos sobre mis piernas, recuerdos de las dulces caricias vividas hace un par de horas volvieron a mi con el tierno roce dactilar.
Eo: Tienes unas manos extremadamente suaves mi amor, creo que alguna vez te lo dije… Ahora, usa tu bonita boca para darme cariño.
Libre albedrío, esa cualidad del ser humano para hacer lo que se nos dé la gana, mi esposa lo uso para serme infiel, sus amantes lo usaron para meterse con una mujer casada, EaEx lo uso para cobrarle a su marido su infidelidad, yo lo usé para aceptar su propuesta, ahora, mi esposa lo usa para demostrarme su amor a voluntad.
Ea: Sentía pavor cada vez que salía a mis encuentros amorosos, es verdad que la pasé muy bien, reconozco que fui una estúpida por varias razones, la primera fue traicionarte, la segunda la segunda fue limitar la experiencia, no me arrepiento, me gusta que haya sido así, pero pude haber aprendido más cosas de mis amantes para tí.
Decía eso mientras frotaba su rostro por mi pene, creo que todos saben que el cutis femenino es más fino y delicado, lo cuál podemos traducir en suave y terso, en el caso de mi esposa no hay imperfecciones, su cutis es liso, no hay arrugas o granulaciones.
Ea: El día que me descubriste sentí que mi mundo se terminaba, ese miedo que sentía previo a los encuentros era el motor para tener múltiples orgasmos.
Eo: Interesante que menciones eso… Me mata la duda el saber por qué con ellos sí y conmigo no.
Ea: Ah… Pues, no lo tengo anotado por ningún lado… Pero era el miedo intenso o terror de ser descubierta lo que me hacía experimentar ese torrencial placer… Ese mismo pavor me decía que parara, pero tenía una fuerte adicción a todo ese placer desmedido… Yo… Esperaba que me descubrieras y me detuvieras… Aunque tenía terror de que eso pasara… La idea de perderte, todo lo que hemos construido juntos, nuestros planes, los hijos…
Alternando entre izquierda y derecha pasando por su cuello y parte baja del mentón hasta sus orejas, capturaba con delicada presión, suficiente para surtir el efecto deseado de fricción tenue estimulando las terminaciones nerviosas con caricias nuevas.
Eo: Oohg, que rico… Mmmh, EaEx dice que los criminales buscan ser descubiertos, dejan un rastro y firman sus fechorías para poder dar con ellos. *Alterno entre mirarla y recargar mi cabeza en el respaldo*
Ea: Me gusta esto… Nuevas formas de complacer a mi hombre… Creo *risita por mis expresiones placenteras y el abundante preseminal* que si, ¡De verdad te está gustando esto cierto!
Eo: No tienes… Ni puta idea…
Ea: *Muuuuuac, trono un beso exageradamente ruidoso en el glande* Que rico mi amor *lamiendo con movimientos cortos, usando la punta de su lengua en la zona del frenillo justo donde se unen glande y falo* Yo quería… *slurp, glup, slurp, alternando entre lamidas y succión engullendo todo el glande* Ser… Mmmhaa… Atrapada… Cuando pasó… Supe que era el final… slurp… No pensé… Que… Aceptarías…
Eo: Pero henos aquí…
Ea: ghimm *Con el glande en su boca, jugando la lengua al rededor del frenillo y la corona*
No entiendo como en todos estos años de matrimonio no llegamos a esto por nuestra cuenta, pensaba que el sexo era bueno, pero esto está a otro nivel y es apenas el comienzo. Me gustaría decir que la conversación siguió amena y nos concentramos en disfrutar, pero el gusanito que planto EaEx resultó ser una plaga difícil de erradicar.
Eo: Esto es bueno… Pero… Aaah dios santo… Yo necesito saber… Oooh… Haaa… ¡Pfff!…
Ea: Amor tus gemidos de hombre…
Eo: Y yo quiero saber cómo aprendiste a hacer esto… Porque no puedo creer que es la primera vez que lo haces.
Se rompió el trance, toda la magia del momento discipada con una simple frase acusatoria.
Ella se limitó a inhalar profundo con resignación y a exhalar suspirando cerrando los ojos con la vergüenza de alguien que ya ha aceptado su culpa y que debe una explicación.
Ea: ¿Me permites ir a la cocina?
Eo: … Adelante… Pero a gatas… Quiero ver tu bonito trasero menearse.
Me miró sonriendo, avergonzada, con una mirada tímida y tierna que no me había regalado desde hace años, desde el inicio de nuestra relación.
Moviendo su cuerpo como una gata, avanza contoneando su culito exponiendo el hermoso corazón que se forma como sus nalgas que me tiene tan enamorado.
Del fondo de un cajón que usamos para guardar bolsas de supermercado que insiste en tener bajo el argumento “toda esposa latina tiene una de estas”, mi esposa sacó una bolsa negra, regreso cargando dicha bolsa en su boca.
De frente podía ver sus “pequeños” senos balancearse con el contoneo, se desvío un poco para tomar su Kindle y volvió a mi, roja por ese mecanismo del sistema nervioso que nos delata cuando sufrimos estrés emocional.
Esa misma tarde fue la primera vez que me regaló una mirada de culpa sexy, maldita perra infiel, juro que podía sentir mi corazón derretirse.
En la bolsa había un dildo casi tan grueso como mi pene, notoriamente más largo, lo más interesante era la textura, no era rígido, si no firme y suave. El detalle en la forma era, o es, porque aún lo conservamos, lo las relevante.
En su Kindle me mostró tres libros, llamados Art of oral sex, Ultimate Guide to Fellatio: How to Go Down on a Man and Give Him Mind-Blowing Pleasure y
The Ultimate Guide to Sexual Fantasy: How to Have Incredible Sex With Role Play, Sex Games, Erotic Massage, BDSM and Much, Much More, todos de Violet Blue.
Ea: He leído los tres libros varias veces, tengo apuntes y un montón de cosas que quiero hacer contigo… ¿Recuerdas aquella vez que tomé medidas de tu pene y tomé fotos? Pues, usé mis habilidades para hacer una réplica en arcilla y encontré un lugar donde hacen réplicas de penes con moldes personalizados… Yo… Quería sorprenderte y use un pene falso replica del tuyo para practicar… Lo siento.
No esperaba tan agradable sorpresa, hasta me sentí culpable, aquí está, mi esposa, la mujer amo y me ama, la que montó una ornamenta gigante sobrea mollera y ahora le estoy devolviendo el favor, está mujer que busca su redención, que digo redención, busca la absolución de todos sus pecados haciendo su mejor esfuerzo, haciendo una réplica de mi miembro, usándolo para mejorar, comprando libros para mejorar y yo la acuso de haber mentido. Fue tanta mi culpa que ahora era yo el avergonzado, tanto que hasta la erección perdí.
Eo: No por favor, no te disculpes, no hiciste nada malo, es solo qué… Aaah, me dejé llevar, EaEx se metió en mi cabeza con preguntas y bueno, creí que lo había superado porque ya no me duele, pero aún me alberga la duda.
Ea: Está bien amor *acariciando mis piernas y abdomen bajo con dulzura*, yo inicié todo esto, sigamos los consejos de los terapeutas y hablemos más, comuníquenos nuestros deseos, anhelos y cosas que deseemos probar, no vuelvo a hacer algo como esto sin avisarte, al menos no hasta que ya no te cause inseguridad.
Eo: Ok, que así sea.
Sus manos tenían el efecto deseado, creí en sus palabras, dejé ir la vergüenza y me abrí a los placeres que aprendí con otra mujer y ahora mi esposa replicaba sin saberlo.
Eo: Esto… Eso que estás haciendo… Eso fue lo que ella hizo que me produjo una sensación nueva para mí… Me sentí deseado.
De pronto el ambiente de la casa cambió, me miraba como amor, mordía su labio inferior coqueta, me regalaba una mirada era pícara, todas esas señales me decía “Te voy a hacer mío”, ¿Qué puedo decir? La dejé hacer soltando suspiros, gemidos y “consejos” disfrazados de “ella me hizo esto, aquello o lo otro”.
Eo: Vamos, vamos, vamos, ahora tócame, nena…*Puse touch me baby de the doors en el sistema de audio y me dejé llevar*.
Ella entendió perfectamente la idea, sin desatender mi pene sentí toda su atención enfocada en tocar cada fibra de mi cuerpo, señales mecánicas recorrían desde mi piel hasta mi sistema receptor de placer en forma de señales neurológicas. No me avergüenza decir que gemía, gemidos varoniles, un tipo de expresión gutural desconocido para ambos.
Tiernos besos alternados entre cortos y largos, lamidas turnadas entre lentas y rápidas, era un ciclo constante de beso y lamidas enfocados en la parte más sensible de mi pene.
Mientras tenía mi pene flotando en sus labios, sus manos exploraban partes de mi cuerpo hasta ahora inexistentes.
Expongo mi cuerpo acostado con las piernas abiertas de par en par reposando en los descansabrazos, partes hasta ahora ignoradas reciben su dosis de amor.
Glúteos, nalgas, culo, esa parte del cuerpo de las mujeres que a muchos hombres vuelven locos, yo entre ellos, incluso hay mujeres que se sienten atraídas por las nalgas de los hombres. Mi esposa nunca me había tocado el trasero de esa forma.
Mete sus manos sujetando mis nalgas con cierta fuerza, tira hacia ella y hacía dentro, el movimiento simula el acto coital rematando con su dulce boca.
Liberó una mano para recorrer el resto de mi entrepierna, testículos y abdomen. Es totalmente diferente a EaEx *Eres por mucho mejor que ella*, esas palabras la hicieron sonreír mientras tenía mi pene en su boca.
Probablemente sea la conexión emocional que hay entre nosotros, pero es verdad, el aluvión de sensaciones es abrumador, tanto que deja a EaEx como novata, particularmente cuando empujó mi pene hacia mi vientre sin sacarlo de su boca, frotando sus senos en mis testículos a la vez que amasa mi pecho poniendo más atención de lo normal en mis pezones.
Me case con ella porque la amo, mi vida sin ella después de haberla amado sería un sin sentido, experimentar nuevos placeres con esta mujer tienen un sentido y efecto emocional que no creo poder experimentar con ninguna otra mujer.
Le di luz verde para degustar todo mi miembro en regla, metía poco más de la mitad detenida únicamente por las arcadas involuntarias. Mientras hablaba sobre la diferencia de sus bocas mi esposa trató de imitar a EaEx, comprobamos que es simplemente imposible para mí esposa tragar toda mi verga sin los reflejos de vómito.
Eo: Tranquila, me interesa más el uso que le des a tus labios y lengua…
Concentrada en sus propias técnicas orales me sorprendió con algunos movimientos nuevos, como tener el glande en su boca presionando contra su paladar frotando el frenillo, cabeza y algo del palo succionando entre bocanadas de aire. Alternaba entre eso y recorrer desde la base, besando, chupando, mordiendo, eso último fue nuevo.
En la base, parte que normalmente es ignorada, se detuvo para besar, dejando sendos chupetones a su paso por mi zona pélvica.
Eo: Aaah ¿Marcando territorio?
Ea: *Risita sexy* si.
Abandonó un momento mi pene para explorar la ingle con su lengua, labios y nariz. Lametones, besos y aspiraciones degustando el aroma de otra mujer en mi piel.
Subió la intensidad gradualmente, repto por todo mi cuerpo frotando su piel con mi piel. Entre cierro los ojos relajado, disfruto de las atenciones, enfoco mis sentidos en los placeres recibidos, gimoteos roncos salen de mi garganta, de pronto comienzo a sentirme borracho de placer, briago de amor, descompuesto todo gira a mi alrededor pero no he probado una gota de alcohol, en ese momento es que me sentí deseado, no porque hace lo que le pido, sino porque lo hace porque ella tiene la necesidad de hacerlo. Mi esposa me hace sentir que desea el cuerpo entero, a mi como persona, como hombre, ama y desea todo lo que represento y no solo mis genitales.
El origen de su placer es el acto íntimo como servicio, mi satisfacción mediante su esfuerzo y no solo la penetración monótona de siempre… Curiosamente, eso es algo que yo siempre hacía para ella.
La dejé seguir a voluntad, en algún momento abrió mis piernas flexionadas hasta mi pecho, en otras circunstancias me sentiría expuesto, en esta circunstancia tan específica me dejé hacer.
Dejó de lado la felación para frotar su vagina sobre mi pene humectando el falo de su abundante flujo. Escurre como habitualmente dejando su rastro tibio en los testículos que por primera vez sienten de forma directa los labios vaginales.
Es ella quien me folla a mi, imita los movimientos del coito frotando nuestros genitales, sostiene mis piernas en sus brazos controlando la situación, inclina su cuerpo para besarnos con pasión, que delicia de beso, largo, íntimo, profundo, ahoga los gemidos ahora transformados en vibración.
Me tiene jadeando, signo inequívoco de excitación, bufo y resoplo gemidos como si bombeara su vulva previo al orgasmo, ella repta por mi cuerpo dejando marcas en mi cuello, pechos, hombros, brazos y abdomen.
Su lento proceder deja un rastro de propiedad que ninguna mujer podría ignorar, regresó paulatinamente a mi genital para capturarlo en su boca combinando todo su repertorio de técnicas orales, siguiendo el concepto nuevo de sexo oral deja libres sus manos para explorar mi cuerpo, no hay rincón que quede sin ser tocado.
Sabía que no dudaría mucho más, entre sus habilidades, sentimientos, los recuerdos con EaEx y lo rico de la sesión, mi clímax estaba cerca, prácticamente a la vuelta de la esquina, pero no podía terminar así.
Eo: Basta con mi pene… Basta…
Ea: *Confundida* ¿Está todo bien?
Eo: Todo está perfecto, pero si te dejaba seguir me harías terminar.
Ea: ¿Y cuál es el problema con eso?
Eo: Que aún hay algo más que quiero hacer… Por ahora, ya cumpliste con tu penitencia.
Ea: Ok… Entonces ¿Qué hacemos ahora?
Eo: Ahora te voy a hacer el amor y voy a averiguar algo que me dejó muy tocado.
Eo: Por la mañana tenía así a EaEx… Acostada, abierta de piernas… Le entró sin problema, un pequeño malestar, pero todo bien… Debido a su volumen tuve que doblar mucho para poder meterla toda, aguanto valiente *Deslizo mi pene hasta adentro de su ano* aaah… Contigo no necesito ninguna flexión.
Ea: Aaaagh ¡Mi amor!
Eo: Me encanta que te la comes toda por la cola *voz ronca cara a cara*, me encanta poseerte así, frente a frente ¿Tus amantes te tomaban de frente?
Ea: *Jadeando esbozando una sonrisa perversa* Siiii, pero me daba igual, hmmm… Yo solo quería mi placer…
Eo: *Iniciando el bombeo* Me encanta tu culito, es tibio, apretado, ya hasta te la puedo meter sin lubricante…
Ea: Aaah… Amor mío… No olvides… hmmm… La abundante Oooo… Saliva…
Eo: No la olvido *gimiendo* EaEx llegó con el recto… Aagh… Depilado… Hmm… Lavado y ¡Aah!… Lubricado…
Ea. Hmmm… ¿Siii?… !Aaahg como me partes!… ¿Te gustó?
Eo: Mucho… No es tan ajustada… Ahhh… Cómo tú… Mmm… Pero es buena…
Ea: Basta… !Cállate y tómame¡
Consumidos por nuestra lujuria nos dejamos llevar consumiendo nuestros labios intercambiando fluidos, palabras de amor, caricias muy intimas, demasiado intímas para el vulgar sexo anal, aún así, las muestras de afecto se movian en nuestros cuerpos como una avalancha hacía todas las direcciones.
Cuando hacemos el amor de misionero tengo la costumbre de apoyar mis brazos debajo de ella y sujetar su rostro o cuello para besarla, mientras ella corresponde los apasionados besos abandoné lo apretado de su recto para entrar en su ajustada vagina… ¡Pero qué puta delicia! ¿Dónde había estado esta sensación toda mi vida?.
Con EaEx fue asombroso, con mi esposa es algo de otro mundo y creo que el sentimiento es mutuo porque al entrar abrió grandes los ojos, supongo que lo primero fue sorpresa, tenía tiempo que su vagina estaba fuera del menú, volver a sentir una verga hasta la base la tomó desprevenida. Tanto esfuerzo y sacrificio tuvo su recompensa, el segundo sorprendido fuí yo ante la abundancia de flujos, su interior era un charco, un charco tibio y resbaloso.
De inmediato sentí la gratitud de su parte, no es que mi esposa no me acariciara cuando hacíamos el amor, es solo que no eran una constante, mucho menos tan suaves como las de ahora.
No me voy a tomar la molestia de describirles la experiencia en el “cambio de textura”, es algo sublime difícil de explicar, podría ser, no, seguramente es parte de mi morbo y erotismo personal que a partir de ahora será una constante con mi esposa o cualquiera de mis parejas sexuales futuras.
El coito continuó con la misma lujuria, marinado con caricias, sazonado con besos, balanceando perfectamente el morbo con amor, vigor y ternura, cogimos en nuestro nuevo estándar, amantes renacidos de sus cenizas entregados al dolor de la traición, resignados a nuestra penitencia, consagrados a nuestro viacrucis.
7 minutos intensos de hacer el amor divididos no sé cuanto entre ano y vagina, que nos importa, lo realmente relevante fue la intensidad del orgasmo, basta con decir que empapamos el sillón, mi sillón de descanso, mi sillón favorito, la abundancia de sus fluidos fue simplemente ridícula, mi eyaculación fue ridícula, después del encuentro matutino no debería tener tanto semen, aún así solté una cantidad tal que hasta me causó un serie de punzadas.
El orgasmo masculino es breve, se estima que dura entre 3 y 10 segundos, esa tarde creo que duró entre 7 y 10, sumado al placer de la eyaculación experimentado en el orgasmo, sentía que mi esposa me robaba el aire con las contracciones aleatorias propias de su clímax, contracciones que no le permitían a mi pene liberar el flujo sanguíneo.
Capturado en el fondo de su ajustada vagina me sentía ordeñado y como no había nada más que ordeñar extraía fragmentos de mi alma, maldita sea la sensibilidad post orgasmo, maldita sea la resolución del pene masculino, bendigo la vulva y todas sus cualidades, bendita sea mi esposa que con su estúpido deslis nos permitió llegar a esto, pero, sobre todo, bendita sea EaEx quién me permitió experimentar con ella los dulces placeres de una conección profunda, aún sin haber sentimientos de pormedio.
Tras la resolución llega el periodo refractario, desinflado por la falta de sangre mi pene es expulsado de su cálido y reconfortante cueva, encima de mi esposa los besos no menguan, las caricias no merman, gracias al órgano sexual más grande del cuerpo, la piel humana, por permitirnos seguir disfrutando nuestros cuerpos hasta quedar completamente saciados.
Al final de nuestra jornada sexual nos quedamos en el sillón no sé cuánto tiempo, solo sé que el hambre nos asaltó y decidimos ordenar comida a domicilio, quedamos demasiado cansados para movernos, estábamos demasiado cómodos el uno con el otro para separarnos, unidos por la miel de nuestro amor, esperamos abrazados, empapados y hediondos a sexo esperando por nuestra órden de comida.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!