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Dominación Mujeres, Incestos en Familia, Sexo con Madur@s

Juego de Póker

Un juego de cartas con un premio delicioso.
A Alan lo conocí en un casino clandestino de mi ciudad, camuflado como una casa amplia. Era un ludópata con momentos de suerte, pero las pérdidas eran más frecuentes de lo que muchos pensarían, pues no dominaba nada. Partidos de fútbol, americano, tenis, ruleta, dados, poker, metía las manos en todo y, como dice el viejo dicho, el que mucho abarca poco aprieta.

Su obsesión llegó a tal que cuando cerraba el casino buscaba con quién seguir apostando y los llevaba a su casa, y entre tantos me abordó a mi, que esa noche había tenido muy buena suerte y me retiré al cierre, un viernes a las 4 de la mañana.

A:- vamos hermano, podemos ir a mi casa, una mano de póker y nos tomamos una botella ¿Qué dices?

Y:- Supongo que podría aceptar- En ese momento pensaba más por lo extasiado de ganar y acepté, total me limitaría a jugar lo que había ganado, nunca he sido fan del azar, pero tengo golpes de suerte.

Pasamos por algo de licor, y llegamos a su casa, ciertamente no era una casa descuidada, pero te dabas cuenta que había tenido tiempos mejores. Sirvió los tragos y comenzamos con la ronda de apuestas.

Y :–Linda tu nena- le die al encontrarme con la foto de una pequeña de unos 9 años, delgada con cabello castaño ondulado, de tez blanca, apetecible en el bikini que la retrataron.

A:- Si, es mi hija, salió a su madre- me respondió algo serio- mientras no salga igual de puta que ella y se coja a media empresa-Sentenció y me quedé callado, y procedimos a preparar las cartas.

Al inicio, Alan inicio ganando, pero al pasar las horas, la suerte se puso de mi lado, así seguimos hasta las 6 de la mañana en una pausa para ir al baño, en lo que mi amigo procesaba que hacer al perder su sueldo en ese lapso.

Al entrar al sanitario encontré algo delicioso: Una panti de princesas. En ese momento hasta la peda se me bajó, llenándome del olor de esa pequeña, pero era difícil pensar en algo para sacar mis ganas. Solo la tomé y la guardé en mi bolsillo ya para retirarme.

A:- Hombre no te vayas, dame la oportunidad, la suerte me va a regresar, y sin sueldo no se que voy a hacer este mes – me suplicaba

Y: -Ya no tienes con que apostar, que cabrón que solo yo ponga algo en juego- Decía mientras disimuladamente miraba las aprendes buscando

A: -Pongo en juego lo que quieras, mi pantalla, una computadora, tengo un reloj muy caro. – Argumentaba con la desesperación que puede transmitir un adicto, esa vulnerabilidad que derriba los límites.

Y: -Aquí todo esta usado. Bueno podrías apostar lo único nuevo que tienes – Le dije al momento que saqué la panti de mi bolsillo. Esperaba un golpe, una reacción violenta, pues varias veces he estado así, pero no, en realidad no había nada, el ludópata estaba paralizado.

Y:- Todo el dinero contra el virgo de tu nena, Te quedas todo lo que tenías y lo que yo gané, pero si gano será mía para hacerle lo que yo quiera ¿Te va a volver la suerte no?- si algo sé es dar argumentos.

A:-Pero no sé, es mucho, y eso es raro

Y:- Puedes decir lo que quieras, pero no puedes opinar si no lo haz probado, es más si gano después de estrenarla te ayudo a que tú la uses, piensa que eventualmente alguien la va a usar y no vas a ganar nada, mientras que así… además no es seguro que gane.-

Eso fue suficiente para sentarnos de nuevo y Alan pidió fuera en blacjack porque según era su fuerte y “percinó” las cartas. Tal vez fue que hizo el movimiento al revés pero terminé ganando con 2 ases. Alan se palideció, mientras yo no contuve la satisfacción.

A: -No cabron, otra, doble o nada

Y:- Tú aceptaste, y a menos que tengas otra nea o un nene pues ni modo, tráela para que cobre lo que gané, ponla bonita.

Alan no reaccionaba, pareciera que no entendía cómo apostó a su nena y perdió, pero yo no tenía paciencia para esa catarsis.

Y: Bueno yo subo pues, será muy cómodo en su cama- Dije ansioso

A:- No, yo…iré- me respondió como en automático. Escuché como subió las escaleras y entró al cuarto de la nena. Pasaron unos 30 minutos, ya eran las 7 de la mañana cuando bajaron ambos. La pequeña venía recién bañada desprendiendo un suave olor frutal y envuelta en un vestido de mezclilla con botones desde el cuello hasta la falta y un listón largo como de adorno que hacía resaltar sus infantiles caderas, y unos tenis dorados altos que hacían resaltar su tierno culito.

Y:-Buenos días ¿Cómo te llamas princesa?

K:- -Buenos días señor, me llamo Karen- me respondió tímida, sosteniendo la mano de su padre

Y: -Estás muy bonita Karen, ese vestido te hacer ver deliciosa, acércate- La jalé fuerte y rígidamente accedió a sentarse en mis piernas, pero con su mirada buscaba protección en la persona que momentos atrás la había apostado.

Cómo depredador con su presa comencé a jugar con el listón del vestido, mientras olfateaba fuerte su cabello, mientras ella de forma inaudible intentaba negarse. Pasaba mis manos y poco a poco le quité el listón.

Y: -Bien pequeña, hoy vamos a jugar algo muy divertido, algo que al parecer tu mami hace mucho, si eres obediente te va a gustar- Karen estaba tensa, con lágrimas al borde mientras Alan solo se sentaba y tomaba otro trago. Mi calentura me orilló a ir contra los botones, lo que causó el susto de la pequeña.

K:-No, déjeme, papi, papi- gritaba desesperada y se retorcía

Y:- Papi no va a hacer nada, y que bueno que le llamas así- vociferé mientras a la fuerza le retiraba el vestido, revelando su delicioso cuerpo, esa piel blanca y esos pechos que apenas resaltaban de su pecho. Le quité los tennis y ya sin paciencia arranqué su corpiño y su panti. Tomé el listón que anteriormente le quité y le amarré las manitas por detrás de su espalda y callé sus súplicas con la panti del baño, mientras Alan se perdía en su vaso y en la botella ya iba a un cuarto restante, con esa mirada de excitación, el no veía a la pequeña de las fotos, veía a la puta de su madre.

Y:- -Mira nada más, es una nena deliciosa, la tienes muy desaprovechada, te voy a enseñar como divertirte con ella- Acariciaba a la pequeña que dejé sentada en el sillón con las piernitas abiertas. Recorrí su cuerpo delicioso, lamí y besé cada parte, haciendo énfasis en sus pechitos y en su delicado coño infantil, mientras iba quitándome la ropa.

Karen solo atinaba a retorcerse y tratar de pedir ayuda, pero sin éxito alguno, mientras yo sostenía fuerte sus piernas para que estuvieran abiertas y probé una y otra vez su vagina, deliciosa y embriagante hasta que mi verga pedía romperla. Decidí proceder y dirigí mi miembro a la pequeña entrada, sostuve la cadera de la nena y comencé la faena.

K:- Papi ayuda, me duele- la nena escupió su panti, y pude ver la sombra de Alan acercarse, pero solo para sentarse a lado y poner su mano para silenciarla, perdido en el alcohol y el resentimiento.

A:- Dale duro, como si fuera la puta de Teresa (el nombre de la madre), quiero que pague.- me decía tomando mi morbo como arma de venganza. Y pues no tuvo que insistir para que empujara mi verga a la fuerza, sin lubricante, sin darle tiempo a que por lo menos sus entrañas intentarán acomodarse para recibir mi verga.

Karen solo atinaba a moverse y gritar, pero la mano de su progenitor ocultaba lo que ella decía mientras sus reacciones involuntarias no hacían más que darme placer extra a lo que estaba pasando, mientras gotas de sangre comenzaban a salir de su pequeña entrada, estirándose a niveles no aptos para una menor.

Yo estaba en la gloria, mientras Alan tenía cierta satisfacción por ver a su nena soportar un miembro al tiempo que seguía bebiendo. No di tiempo y comencé con las embestidas. No fui cariñoso, pues se perdería lo estrecho de la nena, por lo que fueron estocadas rápidas, sacando mi verga casi totalmente, arrancando más quejas de mi juguete sexual.

Ese pequeño cuerpo fuente de placer me provocaba seguir lastimándola. Mientras sujetaba fuerte su cintura, su padre estaba por probar los pequeños somos de placer de la pequeña, en verdad estaba disfrutando el acto y estaba ansioso por participar, por adueñarse de su hija. Esa escena fue todo para mí que me hico correrme , unos 4 o 5 chorros de semen terminaron pintando de blanco la matriz de la nena, de ser más grande ya podría haberla preñado en ese momento.

Salí de su ya usado coño irritado con sangre y restos de mi semen mientras Karen no hacía más que llorar, no se si por el primer pene que usaba su vagina o porque su padre colaboraba activamente en la vejación, aunque ya se había confirmado solo con lamer sus pezones infantiles.

Y:- Mira como dejaste mi verga nena, está sucia- le dije al tiempo que la jalé del cabello hasta ponerla a la altura de mi miembro.- abre esa boquita

K:-No quiero- dijo asustada, pero su padre intervino en el acto

Y: -Hazlo pendeja, como la puta de tu madre el día que la viste- me dijo molesto y la sujetó de la cabeza para que iniciará el acto, al tiempo me contó que la nena sabía de varios hombres en la casa, pero que nunca dijo nada porque su madre la convencía con dulces, de ahí las ganas de vengarse de la niña.

Torpemente Karen trabaja de obedecer la encomienda, pero dando un placer inimaginable, parando solo para poder respirar, pero solo bajo el permiso de su padre, y aunque al inicio respiraba las lágrimas regresaban a su rostro. Eso para mí es la excitación total, por lo cual su llanto se mezclo con una nueva carga de semen de mi parte, lo que la hizo ahogarse y retorcerse en el piso.

Y:- Está deliciosa, es una niña muy rica- le dije a Alan alabando a su pequeña. Sin embargo el no respondía, solo se acercó a desatar a su pequeña y hacerla ponerse en cuatro y saco su verga erecta acercándola a la pequeña

A:-Sigue, hijita- le salió del alma al ludópata, y sin preguntar invadió nuevamente la boca de la pequeña. Esos movimientos excitantes pues su culito pequeño y delgado se movía provocativamente, lo que me llamaba a romperlo, a desgarrarlo.

Le escupí en su entrada, la deguste un rato mientras Alan seguía atacando la ya desvirgada garganta de tu hija, y puse mi verga en su entrada anal.

A:- Dale wey, dale- me gritó Alan lleno de excitación, mientras yo me incliné hacia el oído de la nena

Y:- Más te vale que no lastimes a papi, o el te va a lastimar más- y sin más sujete su cinturita y entre violentamente en ese ano delicioso. Las lágrimas y gritos nuevamente salían de nuestra putita, pero está vez era más difícil pues tenía la verga de su padre golpeando su campanilla.

Ambos éramos firmes en nuestras estocadas, yo por morbo y Alan buscando retribución por las traiciones de su madre. Y el placer que una nena puede dar aquí lo estábamos experimentando a más no poder. Alan no se contuvo más y se corrió en la boquita de Karen, para inmediatamente taparle la boca

A:- Tragalo puta, si lo escupes te voy a azotar con el cinturón- Karen solo gritaba y se continuaba, pero seguía aguantando mi verga en su culo y con nuestros firmes agarres no le quedó más que obedecer. Trago hasta que su boca quedó limpia, y siguió pidiendo puedas, mientras yo limpiaba algunas gotas de sangre que salían ahora de su ano para limpiarlas en su carita. Quería un simbolismo que la estaba usando completamente, que así pasen mil hombres por ella el primero sería yo.

Pare de pronto, sujete a Karen por la cintura para levantala y sentarme en sillón sin sacar la verga de su culo. Al sentarme le abrí las piernas

Y:- Ven cabron, su vagina está más deliciosa que su boca- le dije para provocarlo, no sé en qué momento se desnudó, pero estaba listo para la acción. Tomo con su mano la cara de la niña y la obligó a verla a los ojos, para después con la otra mano guiar su verga hacia la entrada libre de la nena y proceder a invadirla.

K:- Papi me duele, me lastimas, no me hagas esto por favor – Karen aún después de tanto rogaba una pizca de ayuda probarte de su progenitor, pero el no solo estaba decidido, lo estaba gozando

A:- Te callas puta, eres igual a tu madre, y así me vas a complacer siempre ¿Entendiste? Vas a complacerme de ahora en adelante- sentenció mientras impelía fuerte a su hija, lo que hacía que yo aún gozará por estar dentro del culo de Karen. El morbo me hizo dale besos en la nuca mientras mis manos ahora lastimaban sus pezoncitos, mientras los frutos solo se volvían gemidos de dolor y el impacto de piel con piel.

Alan estaba descontrolado, mientras penetraba a Karen por momentos la jalaba de su lacio cabello y le daba bofetadas, mientras le reclamaba por haber escondido las infidelidades de su madre, era una forma de desahogo que estaba teniendo el pobre hombre. Yo me corrí de nuevo, están vez quedando seco y me dejé caer en el sillón mientras Alan tardó unos minutos más hasta correrse, para luego salir de su pequeña y tirarla al piso cuál muñeca de trapo

La habitación había perdido el aroma de la nena al bajar ahora solo era el olor a sexo y a puta, mientras el sol iluminaba la escena. Yo la había pasado increíble, pero ya debía irme, no sin antes ayudar a mi nuevo amigo, por lo que tome a la pequeña por sus cabellos una vez más, mientras la mano libre la preparaba.

Y:- ¿Ya viste como se juega este juego zorrita?-Karen solo asentía quejándose

Y:-Bueno, cada que tú papi quiera vas a jugar así con el ¿Entiendes?

K: Si señor- me respondía temblorosa

Y:- Y si me llegó a enterar que no eres obediente volveré y si crees que sufriste hoy, no será nada a lo que te haré ¿Queda claro?- Karen solo asentía con la cabeza

Y:- Y está de más decir que ni una palabra de esto a nadie ¿De acuerdo?- La nena no respondió, por lo que de una bofetada la puse en cintura

Y: Dije a nadie, repite

K- No señor, no diré nada, por favor no me pegue

Y:- más te vale- la solté y la deje caer al piso, al tiempkue empecé a tomar mi ropa. Alan solo estaba sentado, pero con ganas de más

A: Karen, sube al baño y métete a la regadera, vamos a jugar ahí- la nena no había caso, hasta que una patada de su padre aterrizó en su espalda, por lo que se levantó y como pudo subió las escaleras.

Nos despedimos y me fui, casi no hablamos pero me enteré que desde aquella ocasión la usó como su puta hasta que la puso a trabajar en un burdel para tener una entrada segura y seguir apostando.

Una historia más de tantas.

21 Lecturas/18 septiembre, 2025/1 Comentario/por ShadowInn
Etiquetas: anal, baño, hermano, hija, madre, padre, semen, sexo
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1 comentario
  1. ShadowInn Dice:
    18 septiembre, 2025 en 2:55 pm

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