Julia se convirtió en mi pequeña esposa 2
Había ya muchas fantasías en mi mente y ninguna la desaprovecharia. Sólo debía encontrar los momentos y palabras adecuadas..
¿Cómo estás?
Espero hayas disfrutado el relato anterior con mi amada Julia. En ésta ocasión seguiré platicando de cómo continúe con ella a mi idilio de perversiones dónde yo sabía que poco a poco introduciría a la pequeña Julia al placer.
Después de haber tenido tal placer con ella ésa noche, me dispuse a planear cada paso para evitar un trauma o algo por el estilo.
Los días transcurrieron muy amenos y tranquilos, pero yo ya comenzaba con cada pequeño detalle.
En las mañanas despertaba a mi pequeña Julia con lindos besitos por todos lados, al principio fueron solamente los habituales, en su cabecita… después fui bajando un poco a su frente y hermosas mejillas. Me provocaba tanto frenesí ésa sensación, saber que jugueteaba con ésa preciosura. Continúe con los días y subía la intensidad, hasta que comencé a besar lentamente su cuellito aún estando ella adormilada, comenzaba a despertar con ésas ricas cosquillitas y su bella risa.
Más placentero no podía ser.
-Papi – entre risas- me haces mucha cosquilla con tu barba.
-Perdoname Princesa, es que tienes un cuellito para devorar y recuerda que papi es a veces… UN TREEEEEEEXXXXX!!!!
Mencionando ésto a forma de juego, la alzaba de la cama y comenzaba a hacerle más «cosquillas» en su cuellito y bajando a su barriguita.
Escuchar su risotada y saber que me la comía de cierta forma, me ponía al mil. Así que mi miembro comenzaba a hincharse de manera descomunal.
Así continuaba unos minutos hasta que escuchaba sus pequeños gemiditos de placer, mi nena estaba comenzando a sentir ésas experiencias. Ésas «cosquillitas».
El plan estaba resultando de la mejor manera y no había cosa que me hiciera más feliz.
No les he platicado, mi Julia es un poco más alta que el promedio en su grado escolar, tiene el cabello castaño precioso, es largo, el cual le llega a la caderita. Tiene unos bellos ojos almendrados y grandes, su boquita es pequeña y carnosa, las cejitas están bien proporcionadas a su rostro, un poco ralitas pero dan todo el marco de su pequeño y bello rostro.
Su torso es un poquito chonchito y tiene unos pezoncitos de ensueño, que dan ganas de comerlos cada que estamos en la ducha, en color lechita con chocolate, tiene unas piernas que me vuelven loco, bien formaditas y llenitas también.
Les platicaré sobre un fin de semana que estuvimos en el zoológico. Ése día, como ya acostumbrada; desperté a mi nena con sus cosquillitas de T Rex. Le había preparado el almuerzo anteriormente y desayunamos juntos. Ella ya sabía que en fin de semana hacíamos siempre algo diferente, así que me preguntó que haríamos, simplemente le dije que sería una sorpresa.
Continúe con buscarle una linda ropita, ése sábado estaba muy arrecho el sol, casi como yo… así que decidí buscarle unos vestiditos y su shorcito para que estuviera «fresca». La metí a bañar y le pregunté si me dejaba bañarme ya que quería que salieramos rápido para no encontrar tanta gente (por supuesto que fue un pretexto). Tenía desde que estábamos con su mamá, que no me bañaba con ella.
Asintió contenta y con voz emocionada me dijo -SI PAPI BAÑEMONOS! – solo de recordarle me eriza la piel.
Le indiqué que debía quitarse su ropita como siempre y yo hice lo mismo, pero dándole la espalda, se metió a la ducha y le cerré un poco la cortina, en seguida me metí sin que me viera, note su desesperación y curiosidad por verme nuevamente… lo tenía, sabía que en su cabecita no había olvidado ésa vez que me vió mirando porno.
En cierto momento, quedó mirando mi miembro con mucha curiosidad, simplemente la mire, intentando no tener una erección, pero si moviendo mi miembro.
-¿Qué ves nena? – pregunté muy tranquilamente
-Ah nada papi, bueno éso que tienes y yo no, ¿Porque?.
– Bueno mi amor, los hombres y las mujeres somos diferentes en muchas cosas, pero principalmente en nuestro cuerpito, yo tengo ésto que se llama pene y tu tienes tu vagina… o lo que te digo que es aquí (procedí a bajar mi mano y tocarle su rajita por encima) tu conchita. Y cuando eres grande… bueno bueno, éso lo sabrás después. Cuando seas grande.
– ¿Cómo lo que veías la otra vez que gritaban?
…uy cada cosa que me decía mi nena me prendía de sobre manera, no había cosa que se le pasara.
-Asi es, hacen las cosas de cuando gritan, pero no es de dolor es otra cosa, como cosquillitas y el niño y la niña les gusta mucho. Pero ahora prosigue y bañate mientras yo también lo hago.
– Bueno, pero a mí también me gustan las cosquillitas eh.
Escuchar eso me prendió aún más y no podía ya contenerme, la verga la tenía tan dura, sus preguntas, su inocencia, sus ganas de sentir y mirarla desnudita, eran un conjunto de cosas que no podía ignorar.
Intenté seguir normalmente y no dar importancia, ella se bañaba y yo a la vez, cuando me dijo que había terminado, volteó hacia mí y solamente miro mi miembro, duro y parado. No dijo absolutamente nada: pero se notaba su curiosidad.
-¿Te lavaste bien todo mi amor?
-Si papi
-Bueno, vamos a ver, puedo revisarte?
Ella solo asintió con su cabecita, me puse de rodillas en la tina y comencé con su cabellito, tenía un poco de jabón por las orejas y se lo quité, procedí a sobarla con mi mano por el cuerpo y le pregunté – ¿Qué tal tu conchita y tu colita?-
-Tambien papi
-Bueno, tenías jabón en las orejas y cabello, así que te tendré que revisar bien, nunca te quedas con jabón eh
Comencé a bajar mi mano por su espaldita y suavemente metí mis dedos por entre sus bellas y regorditas nalguitas, comencé a sobar como si estuviera enjabonando, pero está vez mucho más lento y con mi dedo sobando ocasionalmente su pequeño y virgen anito (que se sentía delicioso).
Procuraba guardar la compostura de mi rostro por la excitación, pero por dentro estaba a punto de explotar, estaba sobando a mi nena de su culito que tanto se me antojaba. Puse agua cerquita de su espalda y colita y seguí fingiendo que enjuagaba, estaba más que limpia y sin rastro de jabón pero debíamos decir que si tenía.
-Muy mal eh nena, ¿Qué pasó? Si estabas llena de espumita, sobre todo en la salidita de tu colita eh -le dije en un pequeño tono de molestia- bueno, ahora tu conchita, a ver si no está igual.
Uffffffffff… me encontraba en el paraíso, recorrí con mi mano lentamente su rajita, que sensación tan más deliciosa, tan calientita, moví mis dedos lentamente entre sus pequeños labios vaginales y comence un pequeño masaje…
-Bueno, aquí también está resbaloso por el jabón mi amor, voy a limpiarte bien.
Proseguí a realizar el masaje y a observar lo que ella hacia, en un momento… Julia cerro sus ojitos y comenzó a hacer pequeños ruidos… mi nena lo estaba disfrutando, que placer, intente no tardarme como con su culito y seguí tirándole agua para «enjuagar»
…y liiiisto Princesita, ya estás.
Abrió sus ojitos y parecía que había regresado a la realidad después del placer que sintió.
-ahora ve a vestirte por favor.
-Si papi.
Salió muy contenta de la ducha, me incorporé y sentía que iba a estallar, tomé mi miembro duro como roca y decidí sacarme toda la leche en ése instante o no resistiría el dolor de pelotas.
Rápido subí mi mano hacia mi nariz, para poder oler los juguitos nuevos de mi preciosa nena ….no se imaginarán el olor tan delicioso que emanaba, era una especie de conjunto entre lechita agria y algo, probablemente como fermento para pan, me imagino por todo lo que comía.
Pero bien, era el olor más placentero que había tenido sobre mis manos, mi mano derecha prosiguió a pajearme con una rapidez que ni yo sabía de dónde venía.
Mmmmmmmmmm mmmmm mmmm… preciosa (mientras olía mis dedos)… sentía que me iba a deslechar pronto, metí mis dedos en mi boca para saborearla toda y…
Ohhhhhhh ohhhhhhhhh mmmmmmm ahhhhhhhhhhhhhhhhh ahhhhhhdioos!!!! Coñooo! Fue una salidera de leche, como si no me pajeara diario.
Diosmío, sentí casi desmayarme del placer, me recargue sobre la loza y dejé que pasará la excitación, me incorporé y termine de bañarme, no sin antes terminar de limpiar los juguitos de mi nena de mi mano con mi lengua. Ése sabor me dejó adicción.
Continuará…
Si te ha gustado regálame un comentario con tu opinión y déjame saber. Hay más relatos como estos con mi nena.
Me gusta mucho esta historia. Voy a estar pendiente
Julián está muy hermoso tu relato , a mí me excito espero saber cómo la coges y la vuelves tú mujercita, estaré pendiente