La de los mazapanes
Una breve experiencia con una vendedora de mazapanes.
Aca en esta parte de la ciudad, imagino que en la mayoría, es común encontrar vendedores que ofrecen diferentes cosas mientras los conductores esperan a que el semáforo cambie de rojo a verde; como lo imaginarán algunos de esos semáforos son muy concurridos, razon por la cual se forman mafias que deciden quien vende y a que horas, los que llegan a querer hacerlo sin estar de acuerdo con ellos reciben una paliza
Todo eso lleva a que los vendedores nuevos se pongan en semáforos de zonas algo alejadas o poco concurridas, la experiencia que les cuento me paso en un semáforo que es relativamente transitado por el día, pero muy solo por la noche; yo pasaba por ahi con cierta regularidad porque esta en un camino que me permite ahorrar algo de tiempo de camino al trabajo
Recuerdo que una vez salí ya algo tarde de la chamba, me toco quedarme a recibir mercancía y salí de malas porque al final me dijeron que el camión no iba a llegar, me quede en balde; solo tome mis cosas y me fui, casi en automático me fui por el camino poco transitado
Me toco el alto en el semáforo del que les comento, como casi nadie esta por ahi, estuve a punto de saltármelo, pero preferí no hacerlo, no recuerdo porque; ahi note una persona que se levanto de un lado de la avenida y se acerco a mi coche, me preocupo un poco que no trajera buenas intenciones asi que estuve a punto de irme hasta que vi que era una chavita con una caja de mazapanes; aca en esta zona es muy común ver muchos niños vendiéndolos en muchas zonas; esta chavita si bien no era grande, tampoco podría pasar por una niña, yo calcule unos 16 o 17.
Se acerco a mi y me ofreció mazapanes, pude ver que la caja aún tenía muchos, realmente no me gustan y estaba por negarme, pero la miré y la vi un poco angustiada, y también vi que tenía una cara preciosa con unos ojos muy negros
– No gracias – le dije
– Por favor señor, casi no he vendido y no me dejarán volver a casa si no los vendo.
– Oye, pero a estas horas, van a pasar por ti?
– No, por favor cómpreme
Al final le compre unos pocos, pero pensé que era una buena oportunidad, asi que me ofrecí a acercarla a su casa; ella parecía no estar muy segura pero me parece que el miedo a seguir sola en esa zona la convenció
Durante el recorrido (que si me haría dar una vuelta de al menos 1 hora) me platico que vivía con su padrastro y sus hermanos, que su mamá los había abandonado y sus hermanos aún eran muy chicos, asi que ella trata de vender los mazapanes que su padrastro los obliga a vender a todos
Al principio pensé que solo me platicaba la novela para que le comprara más, pero yo solo veía que a su edad se notaba que sería una mujer con curvas bastante destacadas, ví que traía una licra que le ajustaba bastante bien y una playera algo grande, pero que ya dejaba notar unos senos firmes y, aunque pequeños, muy deseables
le puse una mano en la pierna, sobre su licra y le decía que la vida asi era, que solo era cosa de estar aguantando, ella no me dijo nada, solo me miraba y me insistía en sus mazapanes; ahi decidí comentarle
– si estoy pensando en comprar más, pero antes dime, eres una chavita linda, que te parece si te compro unos cuantos y me das un beso en la mejilla
la chavita lo pensó, pero al final optó por acercarme la caja, yo tome algunos le di el dinero y se acerco a besarme la mejilla, yo no quite mi mano de su pierna y, al acercarse a mi, pude sentir como su naciente seno izquierdo se apretaba contra mi, yo quería más
-te voy a hablar derecho, te puedo comprar todo y darte algo para ti, pero voy a pedirte algo, no te preocupes, no es malo, solo nos divertiremos un rato, que te parece si te enseño a dar un oral? cuando tengas novio seguro le va a gustar mucho y chance te acuerdes de mi.
lo pensó un rato y se quedo callada, pensé que ya no se me había hecho hasta que me comentó que sabía que era, que tenía que hacer eso y dejarse hacer cosas por su padrastro para que no los corriera, no quise seguir escuchando para que no me aguara el momento
le mostre el dinero, traía mil pesos, ella estuvo de acuerdo. . .
me orille junto a unas canchas donde ya no había nadie, le pedí que se quitara todo de la cintura para arriba y noté que no estaba equivocado, unos senos pequeños, firmes, aureolas que se notaban de un color claro, tal vez rosa pero, como no prendí la luz del coche, no estoy seguro; una cintura breve . . . no dude más y me lance a besar y lamer esos pezones hasta que note que se pusieron duros, con mis manos seguía tocando sus pierna y me dirigí hacía arriba, pero note que traía una mordida cerca de su hombro izquierdo y, como no traía proteccion, no quise arriesgarme a penetrarla y que su padrastro le hubiera contagiado algo
me regrese a mi asiento y me saque el miembro, coloque una de sus manos sobre mi miembro y la otra sujetando mis testículos, comenzó a moverlas pero lo hacía muy torpemente; se agacho y coloco sus labios sobre la punta de mi miembro, comenzó a dar pequeñas lamidas sin despegar los labios seguido de pequeñas succiones, eso me excito de manera tremenda
siguió moviendo sus manos a la vez que metía más mi miembro y lo sacaba, se notaba que la había instruido y que tenía practica, lamia y chupaba a diferentes ritmos, a veces se alejaba un poco para limpiarse la saliva, yo veía que a veces un poco caía de su boca sobre mi; de ahi se lanzaba de nuevo a chupar y lamer; siguió haciéndolo un rato hasta que puse mi mano sobre su cabeza y la empuje para meter mi miembro por completo en su boca, no puso resistencia alguna, se quedo ahi y justo en ese momento eyacule, note que que más de lo que normalmente hago y que cada vez que me estremecía ella trataba de alejarse, pero no podía porque la sujetaba
al terminar ella se movió de vuelta al asiento, note que se tragó todo mi semen; se veía un poco cansada y volteo a verme, se volvió a agachar y siguió chupando hasta que mi miembro quedo completamente limpio de semen, me pidió el dinero, me pidió abrir la puerta y mientras se bajaba solo me dijo
– Aqui estoy cada semana a esta hora, por si quieres repetir
Creo que al final si me creí la novela que me platicó. . . si repetí algunas veces hasta que ya no la volví a ver
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