La esclavita de Ugaria

un hombre de mucho dinero va a una comunidad indigena de oaxaca y compra una esclava.
Alberto Urtaran un hombre alto de pelo castaño cobrizo, ojos azules y piel blanca, es un riquillo descendiente de vascos propietario de una gran finca en Oaxaca, si bien el señor que en tenía 43 años no tenía mucho contacto con sus trabajadores y gente cerca a su finca, el y su familia eran conocedores la situación a su alrededor  muchos pueblitos de la región los valles eran pobres y se regían por los usos y costumbres, sabía bien que era común que los pobres cambiara o vendieran sus hijas ya sea como esposas o simplemente mercancía. Alberto fue a una de esas poblaciones donde con mucho dinero no tardo en convencer a un par de hombres de mostrarle a sus hijas para comprarlas. Fue con don Moncho un hombre algo mas grande que el que vivia en una pequeña casa de lamina con su esposa y 6 hijos 4 varones y 2 niñas, Alberto quedo prensado de una de las hijas de Moncho Anayeli era la mayor de las niñas de 10 años con un largo cabello negro y lacio, un tono de piel moreno  precioso y unos pecho que empezaban a crecer,  Alberto que ya se había calentado con las otras chicas que el habían mostrado aclaro que podría pagar hasta 6 mil pesos por Anayeli pero quería corroborar que la niña lo valiera. Alberto hizo una petición de que le muestren el culo de la niña para su sorpresa don Moncho llamo a la niña, la hizo ponerse en pompa levanto el vestido que la cubria y bao su clazoncito blanco, Alberto observo una redonditas nalguitas y una vagina gordita y con escasos pelitos. Esto convenció que entrego el dinero al viejo y se dispuso a llevar a su nueva esclavita a su finca, intento sacar platica a la nena pero ni siquiera píaba. Tras horas de conducir llego la noche y el se llevo la nena a su casa la chica que creció en la pobreza, se impresiono la ver el amplio tamaño y limpieza de la casa de Alberto. Aunque al llegar Alberto intento hacer hablar a la muda de Anayeli no fue hasta que soltó un grito que resosono que reacciono. Alberto fue claro con ella.

Escucha perrita,te compre para satisfacerme y convertirte una perra obediente, entendiste ahora quitate la ropa, la niña hizo caso se despojo de todas sus prendas,  Alberto se limito a decir ya no te hará falta esto mientras le acariciaba el coño.  Quiero que estés desnuda todo el día no puedes salir de la casa sin mi permiso y solo hablaras cuando te lo diga ¿Quedo claro? La niña hablo por primera vez desde que lo conoció.

Si, señor haré lo que me diga bien nenita, ahora quiero que me enseñes lo que sabes hacer. Alberto se baja el pantalón y muestra su pene grande y erecto en frente de la cara de Anayeli, ella solo se limita tomarlo tímidamente. ante la pasividad de Anayeli Alberto le grita así no puta, agárralo bien y  frota de arriba a bajo,. oh como mi mama hacía con papa

Alberto. Ándale así perrita, Anayeli empieza a manejar mejor el miembro de Alberto entre sus manos. Cuando vio que la niña se acostumbro a masturabarle y su clentura subio Alberto le ordeno chupar, la niña aun dudosa lo hizo lo que Alberto no esperaba es que años de ver a su madre haciendo sexo oral con su padre la habrían ilustrado bien de tal acción a la niña, no podía meter todo en su boca pero succiono lo bastante para hacer correr a Alberto después de 10 minutos. Alberto solto un gemido y eyaculo mucho semen en al boca de Anayeli termino con su boca repleta de leche. Alberto le ordeno tomarlo  todo  pero ella de todas maneras escupió el liquido espeso. puta te dije que hicieras lo que yo digo, tomo a Anayeli bastante molesto puso su culo en pompa. aunque ella grito el empezó a nalguearla haciendo sonar su cachetes traseros al punto de quedar rojos. depues de una severa tunda Alberto llevo a Anayeli a tomar un baño donde el personalmente limpio los orificios de su cuerpo. La niña lloro durante todo eso la llevo a un cuarto en la parte de arriba, un poco sucio pero bastante amplio acomodo una cama improvisada y al dejo allí. Cena y duerme bien putita mañana tendra un día largo.

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