La mamá y su nena
Porque al final, todo queda en familia .
Estoy acostado en la cama con mis manos detrás de mi cabeza mirando atentamente como la mamá le explica a la hija como acariciarme y chuparme la pija.
Sí, lo voy a disfrutar.
Sé que la nena es virgen porque la mamá me lo había dicho. También me dijo que su hija quería chupar su primera pija y saber lo que es coger. Que se la cojan como su papá se coge a su mamá todas las noches. Cuando ella me lo dijo, y me ofreció ser ese hombre, claramente estuve más que dispuesto.
La nena se sentó a nuestro lado en la cama mientras veía como su mamá lamía y me chupaba la pija como la mejor de las putas. La mejor garganta profunda que me han hecho en años. Ni siquiera recordaba que alguien me hubiese chupado la pija así.
La madre luego se subió ahorcajadas sobre mí, y se dejó caer, empezando a cabalgarme la pija dura de forma furiosa. La nena observó atentamente como su mamá se cogía a ella misma con mi pija hasta que le llene la concha de leche. Tanta leche que cuando mi pija salió de esa concha cálida y abierta, se escurrió toda por mi panza y las piernas de su madre.
Pero no era a la madre a la que quería probar.
Cuando la madre le cede el lugar de complacer a mi pija, está sabe que se acerca lo que estuve esperando tanto tiempo, y se pone dura como una roca de nuevo.
La nena me acaricia tímidamente, pero su mamá la incentiva y le enseña como envolverme en su puño y la presión que tiene que ejercer. Aprende rápido, porque me masturba de la manera más deliciosa, y luego su madre y yo vemos como la nena se agacha, saca su lengua y lame el resto de mi leche y de los jugos de la concha de su madre de mi pija. Mis huevos se endurecen y cierro los ojos de placer.
Maravilloso como luego la nena abre la boca y se atraganta toda con mi pija. Para ser virgen, lo está haciendo tan bien, que con un poco más de práctica, superará a la madre.
Intento con todas mis fuerzas no acabar en su boquita, aunque es una tentación. Quiero desvirgarla y dejarle toda la conchita llena de leche. Ser el primero en preñarla.
Después de chuparme la pija, se sienta encima de mi pija como lo hizo su mamá. Yo soy el muñeco de experimento para ellas dos y no me quejo. El mejor día de mi vida en mis 38 años de edad.
Cuando la nena se está acomodando en mi pija, su mamá me la agarra y la coloca hacia arriba, frotándola de arriba abajo en la conchita virgen de su hija, lubricándola. Acaricia varias veces su clítoris con la cabeza de mi pija y eso me vuelve loco. La nena deja salir gemiditos tan tiernos que me dan ganas de explotar de leche.
Su mamá sostiene mi pija recta, dejando que la nena presione su concha contra ella y empiece a abrirse mientras baja por toda mi pija. Ver como la madre mira atentamente como su nena se desvirga lentamente con mi pija, es una fantasía.
Cuando la nena se deja caer de repente con fuerza en mi pija rígida, ella grita de dolor y yo de placer. Nunca nada me apretó tan fuerte la pija. Estoy viendo estrellas. Su virginidad se ha ido y es toda mía. Puedo sentir el líquido caliente en mi pija y como su himen se desgarra cuando mi pija se sumerge en su conchita. Puedo sentir la cabeza de mi pija presionando su cuello uterino y un poco de semen sale de mí. Jesús.
Ella se queda sentada con mi pija adentro por un minuto mientras se muerde el labio y sus ojos se ponen llorosos. Sé que le duele y eso me calienta más. Cuando empieza amecerse lentamente, suspira y yo también. Empieza a cogerse a ella misma como lo hizo su madre de arriba abajo. Los músculos de su conchita perfecta, sin pelos, rosadita y chiquita aprietan con fuerza mi pija. La pulsación envía olas de placer a mi cuerpo, los dedos de mis pies se curvan.
Nunca me había cogido a alguien tan joven. Por Dios, me encanta.
Ella mira atentamente como mi pija entra y sale de ella. Se está lubricando con sus propios jugos y mi semen que sigue escapándose. En cualquier momento me voy a venir.
En solo minutos, ella está rebotando arriba de mi pija como lo hacía hace instantes la puta de su madre.
Sus ojos se cierran, sus gemidos y grititos son más fuertes, juega con sus pequeñas tetas en desarrollo. No son como las de su mamá que rebotaban con fuerza en mi cara con sus pezones gordos y oscuros. Las de la nena son pequeñas, rosadas, madurándose.
Me encanta esta nena. Me siento complacido de que los dos estuviéramos de acuerdo en que sea yo el que se la cogiera por primera vez. No va a ser la única vez que me la voy a coger de ahora en más.
Y a su mamá tampoco. Va a ser fácil considerando que son mis vecinas, viven justo al lado.
La idea de mudarse en este edificio, justo al lado de mi departamento fue de su marido, el padre de la nena. Él prácticamente me regaló a las 2 putas de su casa mientras él se va a trabajar al interior.
Me voy a encargar muy bien de hacer que las 2 putas me chupen la pija todos los días, de que el desayuno de ellas sea mi leche corriendo por su garganta cada mañana, que sus conchas estén bien atendidas por como voy a rompérselas. Y sus culos, no me olvido de sus culos. Principalmente el de la nena. Ese ano cerrado debe ser la gloria.
Y no me importa si el marido/padre está en la casa, la nena podrá venir a escondidas y chuparme la pija igual.
La nena sigue rebotando en mi pija mientras la mamá me come los huevos y pasa su lengua traviesa por mi ano. Se me ponen los ojos en blanco.
Pienso en otra cosa para no venirme. Pienso en como la mamá tocó la puerta de mi casa y me preguntó sin ningún tipo de pudor, si estaba dispuesta a cogerme a su hija de doce años. La miré con sorpresa y lujuria. Pensé que era una trampa pero ella insistió. Acepté, pero solo porque le dije que me la cogería a ella también. A las dos. Ella con una sonrisa, aceptó.
Entonces planeamos como hacerlo. Ella me dijo que quería que me cogiera a la nena, y que calmara su curiosidad por chupar una pija. Le dije que si, que lo haría. Ella volvió a su casa y le dijo a la nena que yo estaba de acuerdo. La trajo a mi casa, nos miramos y vi en sus ojos esa curiosidad lujuriosa que solo una futura puta podía tener. La mamá le explicó que ella y yo le enseñaríamos como hacer todo lo que ella deseaba saber. La nena me miro tímida y sonrojada y dijo que si, que quería que le enseñáramos.
Y para mi sorpresa, vino hacia mí y se abalanzó para besarme. Como toda una adulta. Un beso con lengua y mucha saliva. Yo solo me apreté contra su cuerpo en desarrollo y empecé a tocarla por todos los lugares correctos.
La desnudé ahí delante de su madre, toqué y chupe sus tetas pequeñas, sus pezones, la mordí dejando mi marca y sabiendo que su papá lo vería y le preguntaría. Sonreí por eso.
Ella solo lloriqueaba y se agarraba de mi pelo mientras su madre se desnudaba, dejando sus tetas gordas a la vista de su pequeña. Su concha con poco pelo, recortado prolijamente, me daban ganas de chupársela. Ella comenzó a tocarse mientras veía como le daba amor a su nena.
Acerque a la mamá hacia nosotros, turnándome para chuparle las tetas a las dos. Tener a madre e hija a mi disposición, me puso la pija dura. También le dejé un chupón a la madre. Ella se quejó.
-¿Sos boludo? Mi marido lo va a ver. -le sonríe y le mordí las tetas con más fuerza. A ella le encantó eso aunque sea hacia la santita.
Me besé con las dos mientras las acariciaba y las desnudaba. Las dos me besaban mientras me desnudaban. Estaba en el cielo. Lo supe cuando empecé a cogerme a la mamá mientras la nena miraba.
Salgo de mis pensamientos, no estaban ayudando mucho a no venirme.
Después de varias horas en las que estuvimos los tres encerrados en este departamento cogiendo como conejos, horas en las que no le di descanso a la conchita dulce de la nena, y en donde le hice el orto a la mamá, ambas se fueron con mi leche dentro de ellas a su casa. La mamá no dijo nada cuando acabe tres veces dentro de su hijita. Sabía que la nena ya se había desarrollado y que no se cuidaba. Así que la idea de preñarla una y otra vez me ponía duro de nuevo.
Me rio por mis pensamientos. Quien iba a decir que me iba a hacer tan feliz que el marido de mi hermana se haya mudado con ella y su hija al lado mío.
Sí, acababa de llenarle la concha de leche a mi hermana y a su hija de doce años.
Me encantan tus relatos, escribís muy bien, me encanta el morbo de tus historias, ojalá experimentar algo así en la vida con una familia.
ay muchas gracias 😉
Tus relatos siempre son de lo mejor!
graciassss 😉