La niña de papa parte 1
Siento un deseo sexual por mi papito.
Recuerdo que tenía 6 años, cuando caminaba a mi cuarto para dormirme, venía del baño, y escuche unos ruidos extraños, cuando me asome, venia del cuarto de mis papas, y tenían la puerta poco abierta, ahi lo ví, mi papito le estaba dando duro a mi mamita, la embestia con tanta fuerza que mi mamita ya se corria a chorros…
Desde ese día, no podía sacar de mi mente el pene enorme de mi papa, un pene grueso, grande y duro, yo nunca antes había visto un pene en la vida real, pero yo ya era bien caliente desde chiquita, y me metia en el celular y miraba penes en internet.
Despues de ese momento, yo ya no podía mirar a mi papito de otra manera, si lo miraba sentado en el sofa, me moria por aventarme en su regazo y comerme su pene, meterlo todo en mi boquita y probarlo, tenía un deseo incontrolable por probar un pene.
Siempre trataba de sentarme en las piernas de mi papito, usaba falditas sin nada abajo y me acomodaba mis nalguitas para que su pene quedara en puro en medio, yo se que lo notaba, porque se ponia muy duro ahi abajo, y yo lo sentia en toda mi colita, el se ponia muy nervioso, y yo, no podía saciarme, me moria por llenar mi cuerpecito con ese pene.
Mientras tramaba como lograr mi cometido, empece a platicar con otras amigas de mi escuela, que ya estaban mas avanzadas en experiencia sexual que yo, tenia a mi amiga Jenifer ella tenia ya 8 años y tenía sexo con su tio, la follaba todos los fines de semana que iba a visitar a sus primos, ella me decia que yo debia de vestirme mas coqueta para que mi papito se fijara en mi, así que le hice caso y le pedí a mi papito que me comprará ropa de niña grande, porque yo ya me sentía grande.
El acepto, pero me dijo que no le dijeramos nada a mami, así que teníamos ya un trato, y ese día por la tarde el me llevaría de compras, yo estaba ansiosa por ir, estaba en la escuela y estaba muy caliente, recuerdo que me senté hasta atras y me empece a masturbar en clase, nadie lo notaba, yo metia mis deditos por debajo de mi falta y el mesabanco me tapaba.
Recuerdo haberme orinado en la clase, nadie lo noto, solo solte el aroma a pipi, y murmuraban que olia fuerte a pipi, pero nadie sabia que habia sido yo, así que me esperé a que todos se salieran del salon a la hora de salida para yo poder irme sin que se dieran cuenta.
Ese día, salí corriendo, super contenta por ver a mi papi, que ya me estaba esperando para irnos de compras. Rapido me subí al carro y fuimos a una tienda de mujeres adultas, entre con papi y me dijo que elijera lo que yo quisiera, cual fue su sorpresa al darse cuenta que yo elegí unas tanguitas de hilo dental, el se quedo sorprendido, me miraba y me decia: «no cariño, esa es lencería para niñas malas» y yo le contesté: «Tengo carita de angel papito, pero también puedo ser una niña mala»…
Parece que mi papi entendió lo que pasaba y acepto, me compró unas medias, las tanguitas y una faldita super pequeñita, también me compró unos tacones, yo quería verme como una puta, como una prostituta barata…
Sabía que eso dejaría a mi papito loco…
Continua parte II…
Que bueno leerte de nuevo. La anterior saga era genial mas el 2 y el 4. Seguro la compartirá con sus amigos papá. No dejes de crees estás historias tan lindas. Saludos
Quisiera tener una hija que quisiera ser mi putita así como tú lo fuiste para tu papá!!! Me vengo de tan sólo imaginar cuántas veces he fantaseado con tener una hija solamente para que sea mi juguete sexual.