La noche más oscura
Una navidad en familia .
La noche más oscura.
Navidad del 2013, yo tenia 15 años. Estaba en plena pubertad, las hormonas alborotadas y poco éxito con las mujeres. Era petizo regordete, y con granos en la cara.
Vivía con mi madre y mi hermano menor. Los tres compartíamos habitación, ya que era lo único que mamá podía pagara con su sueldo, ya que desde que se divorció de mi padre, este nunca se volvió a hacer cargo de nosotros.
Así que mi vieja sola tuvo que salir a trabajar para poder pagara el techo en el que vivíamos.
Ella en aquel entonces, era una mujer de unos 37 años, rogordeta pero no gorda, pechos medianos, muslos gruesos y un culo ancho que me había logrado echo despertar mi deseo hacia las mujeres al verla, vestirse delante mio tantas veces.
Era incontable las veces que le dediqué paja a mi madre, no había otra mujer que me alla provocado tal deseso por poseerla como lo hizo ella. Y esa nesecidad de estar con una mujer se iba incrementando cada vez que entraba más y más a la pubertad.
Como pasaba mucho tiempo solo con mi hermano, solíamos ver porno todo el tiempo, nos matábamos a pajas, hasta que descubrimos la famosa película erotoca de los 80’ taboo. Ese fue un antes y después, un hijo y una madre era posible?. Mi madre llagaría a esos extremos conmigo?. Me preguntaba cada vez que la veía y me mataba a pajas.
Mi éxito con las chicas iba incremrando más mi deseo hacia ella, ya que me había vuelto algo retraído y tímido, y me ponía nervioso, en especial con las que me gustaba. Creo que la falta de firgura paterna, sumado a las hs de porno, no era de mucha ayuda.
Cuando cumplí 15, ese verano nos fuimos a pasar navidad a la casa quinta de mis abuelos maternos. Llegamos al mediodía, solos estaríamos nosotros, y mis dos abuelos. Era dos días para desestresarse y relajarse, más mi mamá que se la pasaba trabajando.
Llegamos el 24 a la tarde donde, disfrutamos de jardín, la pileta, y ya para cuando iba anocheciendo nos fuimos alistando para la cena navideña.
Mi abuelo puso a hacer el asado, y yo lo ayude, el tomaba vino, y a escondidas me dio un par de sorbo para crear una complicidad masculina entre los dos.
Mamá y la abuela, preparaban la ensalada, y las entradas frías para antes del asado. Cuando ya eran más de noche, mamá me dijo que me fuera a cambiar, que me había dejado la ropa limpia para esa noche.
Me fui a la habitación y me desvestí, que ando en ropa interior, detrás mio mamá, también, en ropa interior regresando del baño, ya maquillada. Tenía un conjunto negro, bombacha de encaje y un corpiño con detalle floreado, era nuevo jamás lo había visto usarala, y eso que conocía a detalle toda su ropa íntima,
Pero bueno supongo que deseaba verse linda esa noche, o sentirse sexy. La miré de reojo un par de veces, pero me hice el tonto. Pero por dentro me hervía la sangre de deseo, sumado al coraje por el vino que me dio el abuelo, me acerqué y le toque la cola.
Ella se giro como enojada y me dijo que haces y me empujó, yo me disculpé, y ella sujetando el vestido como queriendo cubrirse, me dice que me vaya a cambiar a otro lado. Le hice caso y con la ropa a medio vestir me fui de la habitación.
Cuando llegó la hora de la cena, ella
Me ignoró y me evitaba q toda costa, yo sabía porque pero eso me puso triste, más en una noche qué e deberías ser de celebración y alegría. Los primero cohetes ya se oían en la cuadra la música al palo, el ambiente era de fiesta.
Yo para pasar la noche, le seguí robando vino a mi abuelo, lo que me hizo más desinhibido, y eufórico. Mi madre también, hizo lo mismo, abrió varias sidras que bebió sola, porque nadie más tomaba. Los dos éramos los más borrachos en la fiesta, yo porque era la primera vez que tomaba y mi madre porque no lo hacía seguido, y quería relajarse.
Para las doce estábamos bailando, bromeando entre todos, intercambiamos regalos, salimos a brindar con los vecinos, mamá siguió sola en el patio bebiendo. Y cuando regresé, estaba subiendo las escaleras tambaleándose para irse a dormir, mis abuelos sugieron afuera con los vecinos, y mi hermano igual.
Le pregunté a mi madre si nesecitaba ayuda, y la acompañé hasta la habitación que compartiríamos los tres.
Apenas entramos, ella se quitó los zapatos y cayó rendida boca abajó sobre el colchón, con su cuerpo a mirada de la cama cruzándola toda.
Cuando me estaba por ir, note que su vestido rojo se le había subido por la mitad del muslo, me quedé parado en la puerta, meditando si seguir afuera o quedarme. Estaba muy caliente, nose si la euforia del ambiente o qué pero estaba muy caliente.
Ella estaba completamente dormida, así que apegue la luz de la habitación, y abrí la ventana, la música de la calle entraba y los cohetes aún sonaban de vez en cuando.
Me senté en la cama a su lado, y comencé a acariciar su pierna y a subir su vestido, noté su ropa interior, y como se le había metido entre esa enorme nalgas. Tragué saliva, y me empecé a pajear mientras acariciaba su nalga.
Mire a mi alrededor y dije porque no, me puse de pie y me baje los pantalones, quedando con la verga dura y parada apuntando hacia el cuerpo desmayado de mi mádre.
La moví un poco para que quedara boca abajo completamente, y bajé su ropa interior hasta la mitad de su muslo. Ella no se movía, me subí sobre ella y abrí sus nalga con una mano, mientras sujetaba mi verga con la otra y la frotaba contra su con ja peluda.
Emepece a moverme con sutileza sobre ella, y senti como mi verga poco a poco iba entrando en ella. Sentía una sensación de alivio, placer antes aquel acogedora penetración, era el extasis. Y empecé a moverme más y más, logrando completar mi cometido, y entrar en mi madre, perdí el control, su culo aplaudido, el sonidos húmedo de su vagina lubricando mi pija, no podía más. Y empecé a envetir con más fuerza, lo cual logro despertarla.
Cuando se dio cuenta de la situación, intentó levantarse, pero la sujeté contra de la nuca y la hundi contra la cama, apoyando todo mi cuerpo sobre ella para evitar que se levantara, no dije nada pero ella empezó a forzar más, pidiéndole que la dejara, pero yo estaba a pocas envestidas de llegar al clímax.
— paraaa!!! Hijoo paraaa!!! Ahhh ahhh paraaa
Me decía entre lágrimas, pero yo seguía aumentándo los movimientos, no podía parar ahora que estaba tan cerca.
Le di uno últimos empujones y solté toda la carga que traía de semana, mese y años de no estar con una mujer, y se la deje toda dentro a mi madre, que no paraba de llorar.
Me quedé ahi quieto, mientras mi verga pérdidas fueza, y la solté, cayendo rendido a su lado.
Máma se quedó inmóvil, no sabía como reaccionar, su culo al aire, y mi leche saliendo de su interior, no podía comprender lo que había acabado de suceder, pero yo estaba en el cielo, había perdido mi virginidad con mi madre, y estaba más que satisfecho.
Había descubierto la fuerza que ahora manejaba, ya podía someter con facilidad a mi madre.
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