LA PRIMERA VEZ QUE SOMETÍ A MI ESPOSA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo pensaba que la satisfacía totalmente, cuando en realidad nunca me había acercado ni minimamente, eso no quiere decir que no se corriera, si, a veces y una solo vez, en el acto, con 30 años, hacia uno habíamos sido padres, cuando mis padres nos convencieron para que nos fueramos solos los dos un fin de semana a un hotel, finalmente elegimos un aparta hotel, era el mes de octubre con lo que todo resultaba barato además de solitario, esa tarde tras instalarnos en un gran apartamento de hotel que nos había dicho quien nos dio la llaves que en esa parte no había absolutamente nadie, al poco estábamos ya follando mi esposa y yo, como de costumbre creí haberla satisfecho, pero esta vez fue distinta cuando salimos a pasear, ella por primera vez si se sincero conmigo sobre nuestra historia en la cama, me lo dijo de manera delicada intentando, no herirme ni habiendo malas interpretaciones.
Mi esposa empezó diciéndome que no era culpa mía sino de ella, que a veces si llegaba a excitarla pero muy pocas mientras otras, a pesar de mi esfuerzo, no sentía apenas nada y cada vez, eso se iba acentuando mas.
Mi esposa en el sexo le atraía ser sumisa, obediente que la sometiera, pero tomándolo como un juego, no buscaba nada radical, pero a su vez no terminaba de abrirse del todo sobretodo por mi primera reacción no se fue fría, tan fría que no hicimos nada, ella tras cenar terminó acostándose sola, lo que yo hice fue finalmente, encender mi portátil, conectarme a internet, si, había vistos películas de ese tipo o leído hacia mucho y de pasada, pero esa noche me empapé bien sobretodo de todo lo que yo veía que era serio, cuando se trataba de ese tema, comencé a sopesar a la vez que entender como se sentía mi esposa en el sexo, que le excitaba que deseaba, al menos para empezar, finalmente me acosté.
Cuando nos levantamos, desayunamos nos fuimos de nuevo a seguir viendo parte de la ciudad, terminamos en una enorme tienda de ropa, entonces, mientras ella elegía algo de ropa yo me dedique a mirar la ropa interior, entonces, cuando termino de probarse, lo que eligio un vestido discreto, la hice ir conmigo, elegí un vestido negro muy corto pequeñísimo le dije que mirara su talla, ella me dijo que si estaba loco le dije que eso seria solo para mi además le dije que lo que debía hacer era solo obedecer en vez de poner trabas, se lo dije al oído, fue mano de santo, ella cambió su aptitud marchó al probador esperé cerca entonces ella me hizo pasar una vez se lo puso, era cortísimo, le dije ideal, salimos entonces, fui a la ropa interior, directamente a lo que había visto un corsé negro, con ligueros un tanga negro, compré medias negras.
Comimos en un restaurante me lo tomé con calma, pero mi esposa era irreconocible, hasta me toco la polla bajo la mesa, intentando que nos fueramos pronto, entonces le quité la mano de mi pantalón, la acerqué a mi, no lo dije seguro era mi primera vez, pero le dije, tu haras lo que yo te diga y punto, follaremos cuando yo lo diga no tu, anda termina tranquilamente la comida, no seas una perra impaciente, la miré muy fijamente, dios que placer sentí por primera vez con aquella situación, vi mi esposa comer con la cabeza fija en la comida, obediente si, pero sobretodo, por primera vez supe que de verdad caliente, terminamos de comer, fuimos al coche, ya dentro de él, le dije espero que estés en silencio todo el camino, con la bolsa de ropa en vez de en el maletero en sus pies, llegamos, al aparta hotel.
Mi primera orden fue que se cambiara de ropa en el baño y saliera, el corsé se lo colocó muy apretado, por el vestido el tanga y las medias, salió fue al centro de el pequeño salón le dije se diera una vuelta, lo hizo le dije se pusiera de espaldas a mi, lo hizo le dije se inclinara su cuerpo manteniendo las piernas rectas, pude ver todo su culo su tanguita metido en la raja, los ligueros, cogidos a las medias, eso es asi me gusta, que seas muy obediente, ahora le dije levantándome del sofá, cogiéndola del pelo, pero sin fuerza le dije ven aquí, la coloque en el sofá a 4 patas descansando su cabeza en uno de los cojines le dije me esperaras asi, a cuatro patas como una perrita obediente, mientras me ducho, fui hacia la ducha, mi polla estaba durísima entonces la ducha me vino pero que muy bien, salí de allí fui al dormitorio me coloque unos slip, volviendo ella siempre allí colocada y expuesta a mi mirada, la retire del sofá, con cierto cuidado, era primerizo miedoso aún, me senté y coloque sus nalgas sobre mis muslos ella totalmente estirada, comencé a azotar su culito ella empezó mas que a dar gritos a dar gemidos, de algo mas fuerte, marcando mi mano en su blanca piel pero sin apenas fuerza a la vez, pero mi esposa como estaba disfrutando con su vestido recogido hasta donde pude mostrando toda sus nalgas, cuando terminé, varias nalgadas muy espaciadas, pero firmes aunque sin fuerza, le dije lame mis pies, ella se echo abajo, comenzó a hacerlo, empezó por mis pies enseñando su lengua como recorria mi ie hasta que termino lamiendo mis dedos uno por uno, después pasó al otro pié, pero apenas lo lamió yo estaba demasiado excitado, entonces levante su cabeza ella de rodillas me saque mi polla cas la obligue a chuparla pero eso lo que hacia era calentarla mas lo supe nada mas ver como la estaba chupando, de que manera, fue una mamada explendida a la vez, que salvaje para lo que estábamos acostumbrado hasta el momento, entonces me corrí
Ella en esos momentos si manejo la situación agarro mi polla sin dejar de moverla se la apunto a su cara, siempre como una manguera regué su cara ella se la paseaba por toda ella, mientras yo gritaba, nada mas terminar, mi esposa se tiro hacia atrás en el suelo, mientras yo descansaba, en el sofá ante mi cara comenzó a masturbarse excitadísima, primero mire unos largos segundos mi esposa parecía otra mujer, pero entonces, reaccione, no sabia como reaccionaria ella nunca la había visto así, me coloque de rodillas junto a ella la cogi por su media melena le dije deja de tocar ese chochito, eso es mío ella se dejo de tocarse, pero empezó a decirme algo que yo hasta ese momento jamas había experimentado, no se ustedes pero hasta ese momento jamas mi esposa me había pedido la follara, simplemente lo hacíamos yo la buscaba y si estaba receptiva lo hacíamos, pero en esos momentos comenzó a suplicarme desde el suelo con mi mano agarrando su melena por favor follame señor por favor, follame, finalmente se cloco de rodillas junto a mi se enrosco a mi su cara en mi oído por favor follame, no la follé en esos mmentos no por sabiduría simplemente necesitaba al menos 15 minutos mas para recuperarme
Entonces siempre del pelo pues no la solté la coloque a 4 patas apoyada su cabeza enel sofá ella pensó la follaria por como se colocó pero le quite el vestido, casi lo partí, de nuevo la azote, esta vez siempre conla misma fuerza pero nunca para nada fuerte, cuando tras 4 o 5 espaciados como los otros diciéndole que era pero que muy perra o guarra las dos únicas palabras que le decía esa vez, le dije tengo que ir a mear, entonces ella me dijo como me gustaría sentir tu caliente chorro en mi cuerpo, aquello me hizo sentir un cosquilleo en mi bajo vientre, pero la hice ir conmigo al baño, la coloque dentro yo fuera sin slip, ya totalmente desnudo mi polla larga pero aun caída empece a mearla primero la cabeza su pelo pero ella se alzo cayendo mi meada en toda su cara, se quedo así y yo también la mee toda la cara cayendo mi meado por sus tetas dentro del corsé, diciéndole te gusta eh sentirla caliente en tu cuerpo, mi esposa estaba en otro planeta solo decía si, si, ella misma termino una vez que termine de mear por meterse mi polla en la boca mas limpiándola que chupandola
Entonces la quite de allí la coloque delante de mi los dos de pie su espalda pegada a mi pecho en realidad iba a llevarla de nuevo al salón y follarla pero puse mi mano en su chochito ella se rerritio, termine metiendo mi mano bajo su tanga, toque apenas sus labios, suavemente mi esposa comenzó a explotar a gemir a moverse sus piernas entre cerrarse y abrirse con mi mano en su sexo, mi brazo rodeando su pecho sus gritos eran grandes sus contorsiones finalmente casi se cayo al suelo de lo floja que quedo entre mis manos la matuve asi fuerte tras decirle que era una buena guarrita, sentí como sus piernas ya la sostenían dejaban de temblar como se reacia poco a poco, mi polla bien dura ya pegada a sus nalgas entonces la lleve al salón la coloque a 4 patas en el sofá, yo me coloque detrás, le meti mi polla tal como estaba ella sin quitarle nada mi pola entro en su coño de un golpe estaba muy chorreante, recién corrido como nunca pero eso no fue obstáculo para que comenzara a gemir primero comencé a darle unas buenas nalgadas, no como lo hacíamos antes sino firmes fuerte tire de su pelo le dije que era my perra ella gritaba a su vez mientras yo la montaba, con fuerza, pronto volvió una segunda corrida por su parte, pero tras esa apenas un par de minutos volvió a tener una tercera de nuevo comenzando entre gritos, pensé menos mal que esta todo vacio, lo de alrededor
Entonces me corri como un poseso en su coño, caimos los dos, ella estaba totalmente vencida, sus piernas respondían de forma involuntaria temblaban se contraían, fui al dormitorio abri de un tiron la cama, fui de nuevo al salón cogi a mi esposa, en brazos, estaba medio adormilada como en un duerme vela, sus ojos semicerrados pero cmo si no me viera su boca respiraba ahora una respiración relajadísima la eche con cuidado en la cama la desnude enteramente, muy rápidamente, entonces no pude resistirme no estaba caliente simplemente quería verlo, por eso esas prisas, le abri las piernas ella ni un atisbo de resistencia, seguía su cuerpo relajado entonces mi cara se coloco junto a su coño, estaba blandito abierto como una flor rojo rezumaba aun jugos pero ya mucho mas seco que cuando termine de follarla, estuve viendo aquel coño y acariciándolo como si lo viera la primera vez, bese su vientre su sexo sus muslos interiores, mi esposa estaba dormida, yo no podía.
seguí mirando internet mientras ella dormia empapándome de expeiencias de lecturas, de como actuaba un sumiso, su cerebro su forma de excitarse, al igual de como debía actuar un dominante, finalmente, despertó un par de horas después, merendamos, ella abrazandome besándome a cada momento acariciándome cuando nos sentamos en el sofá, relajados, para finalmente salir los dos a cenar fuera, allí le propuse que hasta que nos fueramos debería actuar en todo momento como mi sumisa, se suponía eso debería tenerla caliente, así fue, fue mi primer fin de semana actuando ella como mi perrita fiel, hemos aprendido juntos, ella a ser obediente yo a saber hacer que obedezca, por supuesto, tenemos poco tiempo para nosotros, al tener a nuestro hijo pero solo una hora vale mas que un año de nuestra anterior forma de relacionarnos, como por supuesto ya no somos tan light como al principio aunque no llegamos al sadomasoquismo pues eso no le gusta a mi mujer ni a mi tampoco ella es mas de sumisión humillaciones sentirse que es mi posesión en el sexo.
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