La profe de inglés abusó de mí en mi egreso.
Un inesperado encuentro en el baño mejoró la noche..
Hola, hermosos/as…
Aquí Catalina nuevamente…
Para los que no me conozcan aún: actualmente tengo 21 años, tengo novio, soy exhibicionista ya hace tiempo, también bisexual. Y en esta ocasión les contaré algo que me sucedió cuando tenía 17 añitos :3
Llegó la noche de mi egreso de la prepa. Estaba bastante entusiasmada y nostálgica, pues son etapas bonitas que sabes que ya no volverás a vivir, como dejar el colegio. Fui con mis padres, que a pesar de estar separados tienen una relación diría casi de amistad, se llevan muy bien y no tienen problemas en salir juntos, mucho menos en una ocasión importante para su única hija 🙂
Ambos se vistieron increíbles, y yo lógicamente quería estar radiante, no quería pasar desapercibida para ninguno. Me compré un vestido gris con brillitos, que según cómo me dieran las luces reflejaba tonos grises claros y oscuros, era espectacular, y unos zapatos negros que hacía que mi caminata fuera inevitablemente sensual…
Llegamos al salón, enorme, elegante, muchísima gente… Decidieron hacer lo protocolar muy temprano y rápido, para no aburrir a la gente. Los diplomas, fotografias, discursos, etc etc. Luego de eso bajaron un poquito las luces, había de todo para cenar, dieron tragos para todo el mundo, pusieron buena música y todo el mundo se digno a relajarse, charlar y beber.
Mis padres fueron al sector de adultos donde se reencontraban con viejos compañeros de sus adolescencias y también estaban con los profesores, y yo me fui obviamente al sector alumnos, dónde me senté con mis compañeros de curso.
Cada vez que me paraba a buscar un trago o por lo que sea, podía sentir las miradas de todos mis compañeros que se volteaban a verme, incluso pasando por la mesa de los profesores y padres podia percibir que no pasaba desapercibida. Es algo que desde muy pequeña me ha pasado y me fascina.
A mitad de la noche empecé a aburrirme un poco y pensé que era buen momento para ir al baño a peinarme, maquillarme, lo típico que hacemos las mujeres cuando entramos a un baño. Estaba algo lejos, entré, cerré la puerta y pude sentir la música apagarse a lo lejos…a decir verdad sentí alivio de alejarme un poco de tanto ruido. Me coloqué frente al espejo y comencé a sacarme unas fotos para mis redes…
2 minutos después siento abrir la puerta y entra una de mis profesoras, la jodida Inés. Le decíamos así porque era nuestra profe mas estricta, no era mala, pero no se prestaba para bromas. Era mas bien la típica profesora de inglés, enseñaba de lujo, pero daba su clase y se iba, ni mas ni menos. De aspecto bravo, como el de una madre a la que mejor hacerle caso. A sus 45 años se veía bastante bien. No era atlética ni mucho menos, de hecho había ingresado al baño con un cigarro en la mano. Delgada y vestida muy formal, de camisa blanca, saquito y pantalon negro. Me vió y me dijo:
Profe: Hola, Cata…que preciosa te ves hoy.
Yo: Hola, profe. Ustedes también, todas las profes están hermosas esta noche.
Profe: En mi época ni queriendo me hubiera podido poner ese vestido, no tenía como llenarlo
Yo: No exagere, profe. Seguro estaba muy guapa en su egreso
Apagó su cigarro y me mostró en su celular una foto de su egreso, enseñandome que había ido vestida mucho más «tranqui», por decirlo de alguna manera. Es verdad que ahora las muchachas vamos vestidas muy sexys :3
Al tenerla al lado automáticamente me puse un poco nerviosa y pude sentir su olor a cigarros y alcohol, honestamente apestaba un poco, sobre todo el olor al cigarro que a mi personalmente me disgusta bastante. Luego de enseñarme la foto, se dirigió al último inodoro del fondo, y me dijo:
Profe: Cata, me haces un favor? Vigilame la puerta, debo orinar
Yo: Si, profe descuida, yo se la vigilo
Me paré un poco más cerca de donde había ido y ella comenzó a desabrocharse su pantalón sin todavía cerrar del todo la puerta. Disimulé no haberla visto y me dice:
Profe: Entra si quieres…
No había ninguna necesidad de vigilar la puerta desde el lado de adentro, a penas cabía una persona. Aparte la puerta poseía un seguro del lado de adentro. No se por qué me quedé mirando a la nada durante 10 segundos, nerviosa. Pero por algún motivo extraño, entré…
Me giré para no mirarla, dándole la espalda y con la puerta que prácticamente la tenía pegada a mi rostro. Ahí estaba, petrificada con mi profesora Inés orinando a mi espalda. Escuchaba su orina caer en el agua. De repente me dijo:
Profe: Cata, si tuviera que elegir diría que eres la mas guapa de todas hoy
Yo: Gracias, profe. Hay muchas que están increíbles.
Profe: Si pero ninguna con un trasero tan perfecto. Se ve durito ¿Lo puedo corroborar?
Yo: Mmm si, profe, no hay problema.
Mientras terminaba de orinar pero aún sentada y con la punta de sus dedos, comenzó a tocar las nalgas, como comprobando su firmeza. Luego puso ambas palmas abiertas en cada nalguita. Yo seguía parada firme, recta y dura mirando la puerta.
Comenzó a jugar con mis piernas, las acariciaba, eran unos pequeños mimos, sabía muy bien utilizar sus manos. Luego metió su mano por debajo y muy lentamente fue subiendola por el interior de mi muslo. Yo por dentro pensaba que si seguía subiendo llegaría a mis bragas, ella quería que supiera eso. Rozó mi braguita y automáticamente dí un diminuto salto de nervios y dije:
Yo: Profe, creo que mejor debo irme
Profe: Pon el seguro
Yo: Pero prof…
Profe: Ponle el seguro!!!
No dije ni una palabra y obedecí. Esa orden me terminó de congelar, estaba super nerviosa. Pero ella no tardó en jugar y hacer círculos con sus dedos sobre mi clítoris. Subía y bajaba. En ese momento debí admitirme a mi misma que lo estaba haciendo increíble. Mi mente me traicionó e instintivamente separé un poquito las piernas para facilitarle el juego, pero ella lo notó enseguida. Dejó de hacerlo y mientras empezaba a subirse sus pantalones nuevamente, quitó el seguro de la puerta y de manera desafiante me dijo:
Profe: Si quieres puedes irte…
Yo seguía sin decir una palabra, mirando la puerta, tenía la oportunidad de irme. Tiró la cadena, bajó la tapa del inodoro, se volvió a sentar como esperando mi respuesta… La calentura se había apoderado de mí. Volví a colocar el seguro y con la punta de mis dedos agarré mi vestidito de los costados y muy muy lentamente comencé a subirlo hasta mi cintura, dejando expuestas mis pequeñas nalguitas blancas en su cara.
Automáticamente y de manera brusca agarró mis nalgas y las apretó, ya no era suave conmigo. Me empujó fuerte por la espalda, para que me inclinara lo máximo posible y eso hice. Tenia mi frente apoyada en la puerta, abrí mis piernas lo más que pude y podía sentir su respiración golpeando mi culo. Su manoseo era espectacular, sabía perfectamente lo que hacía. Con una mano corrió mi braguita para el costado y con su otra mano empezó a jugar con mis jugos. Era evidente lo mojada que estaba. Que me diera pequeños besitos en mi nalga terminó por encenderme al máximo, y le dije:
Yo: Profe, puede venir alguien, apúrese
Profe: Quieres correrte en mis dedos?
Yo: Si, profe, por favor métamelos
Se paró quedándose frente a mi y me besó apasionadamente. Al principio odié su aliento a cigarro y a alcohol, pero no hay como ganarle a la excitación. Poco a poco correspondí a su lengua. Mientras me besaba, con ambas manos me bajaba las bragas y terminé quitandomelas, ahora estorbaban.
Hizo que colocara mi espalda bien contra la pared, agarró una de mis piernas y la subió al inodoro, para quedar más cómoda y completamente abierta de piernas. Comenzó despacio a meterme dos dedos, luego tres, se escuchaba el ruido de mis jugos en sus dedos
Yo estaba tan caliente y disfrutando, que sentía la necesidad de enseñarle mis pequeñitas tetas. Me bajé el vestido por mis hombros y agarré mis meloncitos con fuerza mirándola a los ojos, como invitándola a que me comiera los pezones mientras me cogía con sus dedos. Su ritmo de repente aumentó muchísimo, yo sabía que pronto iba a correrme y dije:
Yo: Aagghh, si profe, siga siga
Profe: Vas a empaparme la mano, verdad?
Yo: Si profe, ya viene ya viene aaghhh!!
El ritmo de sus 3 dedos entrando y saliendo era algo impresionante, esa mujer no sabía parar. Y al mismo tiempo me besaba en la boca y me chupaba los pezones. Agarrandola fuerte de su cabeza, le dije:
Yo: Que rico se siente, profe
Profe: ¿Te gusta como lo hago, Cata?
Yo: Si profe, sus dedos me están cogiendo bien rico
Profe: Que putita resultaste, Catalina
Yo: Aaghhh profe me vengo me vengo
Profe: si, hermosa, córrete córrete
Yo: ay si, profe, me estoy corriendo bien rico
Profe: Si, mi amor, lo siento en mis manos, te corriste mucho
Yo: Siga siga, no pare por favor no pare aaagghhh…
Era verdad, sentía mis fluidos caer por mi pierna, me había venido de manera espectacular. Quitó sus dedos y se podía ver su mano totalmente empapada. Me reincorporé como pude aunque me temblaban un poquito las piernas. Mirándome fijamente a los ojos y sin decirnos una palabra más, nos envolvimos en un beso muy apasionado, lento, parecía un beso de amor aunque no lo hubiera. Pero era un beso por lo bien que la habiamos pasado.
Quitó el seguro de la puerta, cerró, la oí lavarse las manos y me dijo:
Profe: Adios, Cata
Yo: Adios, profe. Gracias…
La noche transcurrió con normalidad. Yo la veía charlar y seguir bebiendo como si nada hubiera ocurrido. Me sentía sucia pero a la vez totalmente cogida y satisfecha 🙂
Hoy por hoy no se qué será de su vida, si da clases en ese mismo lugar. Pero si algun día vuelvo a encontrarmela, me gustaría poder devolverle el favor y hacer que se venga en mi cara, como a mi me gusta 🙂
Espero que les haya gustado. Habrá mas relatos. Contaré todas las historias que sean dignas de contar.
No olviden decirme qué les pareció y contarme sus experiencias. Desde ya muchas gracias por sus palabras de amor, cariño respeto y a los cachondos que me dicen guarradas también los quiero.
Pueden escribirme a mi telegram Catalina_relatos
Adiosssss <3


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