La prófuga
Esta es una historia de una mujer condenada que escapa de la cárcel y en su escondite aparece una niña que será objeto de desahogo sexual de la prófuga .
– Atención atención! Última hora! – se escucha un televisor y detrás de él una familia viendo noticias. – Se registró hace unas horas un motín en la carcel del condado, el alcaide indica que en medio del motín, una presa escapó de la misma, identificada con el nombre de Alexandra Torres conocida con el alias de «la matrona» quien es una peligrosa criminal condenada a cadena perpetua por delitos sexuales como proxenetismo, abuso sexual y coacción a menores de edad, a la condenada se le conoce por ser la jefa de una red de trata de menores de edad no solo a nivel nacional sino internacional.
El televisor mostraba la imagen de una mujer de más o menos 50 años de cabello negro, piel morena y mirada llena de ira y decepción, ese televisor era visto por una familia que vivía en un complejo de apartamentos de clase baja en un barrio peligroso de la ciudad compuesta por una madre soltera descuidada, un padrastro vago y una nena, la hija de dicha madre, llamada Luciana, una niña de 6 años de cabello negro, ojos café claro, piel blanca estatura promedio de 1.40 metros, delgadita, con una mirada muy tierna, tal así que en su escuela logra tener la alimentación y cuidado por medio de un programa que se inscribió en la escuela.
– Hija, tengo que ir a trabajar, Marco también se va así que queda sola, hay comida en el refri por si quiere comer.
La mamá y el padrastro se van, dejando a la niña sola en casa, quien queda impactada por la curiosidad al ver la foto de la criminal en la televisión.
Mientras tanto, a unos metros, en una casa abandonada llega Alexandra «la matrona» huyendo de las autoridades, se logra improvisar en esa casa un escondite y logra evadir a la policía, luego, se quita el uniforme de prisionera y se cambia de ropa Alexandra es una mujer morena, de cabello negro, ojos negros mirada iracunda, de estatura de 1.55 metros según los antecedentes delgada, pecho, piernas y nalgas bien ejercitadas y senos medianos, con esa nueva ropa se veía más hermosa y radiante.
Esa casa abandonada era el sitio de refugio de Luciana, el cual a pesar de estar sola acude a él, más tarde en la noche, sin darse cuenta que vería una no tan agradable «sorpresa».
– Quién anda ahí? – Preguntó Alexandra desenfundando un arma. Con una luz de lámpara que tenía la casa vió a Luciana asustada y paralizada. – Vaya vaya! Pero mira quién llegó! Que niña tan hermosa!
Luciana estaba paralizada porque alcanzó a reconocer a la mujer buscada por la policía. Iba a dar la vuelta cuando Alexandra le gritó: – Quieta ahí! No se mueva! No puedo dejar que nadie sepa de mi escondite.
– Señora por favor! No me haga nada! – Decía Luciana horrorizada y a punto de llorar. – No le diré nada a nadie pero por favor déjeme ir! Haré lo que quiera! – Esta última era la frase que necesitaba Alexandra. – Lo que quiera? Uhhmm interesante! Vamos a ver, yo llevo mucho tiempo encerrada en ese hueco sin poder hacer lo que más me gusta, así que….
Alexandra pasaba alrededor de Luciana, acariciándola con la pistola.
– Quitese la ropa! – Ordenó enseguida Alexandra.
– Pero señora…- Que se la quite! He dicho!.
Luciana sin pensarlo dos veces se fue quitando su ropita lentamente, mostrando una piel blanca, unas tetillas rosaditas y una vagina bien cerradita. Inmediatamente la matrona tocó su vagina y dijo: – uhhmmm! Eres virgen! Me gusta! Esto era lo que necesitaba, ser la primera en desvirgar, pero esto no lo quiero hacer con estos trapos.
Inmediatamente, Alexandra se fué desnudando, mostrando unos senos medianos pero firmes, aureola café clara y mediana y unos pitones grandes que señalaban la excitación de la matrona, también mostraba un vientre con un poquito de gorditos casi que sensuales y una vagina totalmente velluda, con vello negro y desordenado. La niña miraba esa mujer y se debatía entre el asombro, el miedo y la curiosidad.
Alexandra se acercó rápidamente a la niña, la tomó de su cara y comenzó a besarla con desesperación, le metía su lengua en la boca de la niña, mientras le manoseaba las tetillas, la colita y la cintura, descargó la pistola en un sitio cercano para poder reaccionar, la niña cedió ante las ganas de la mujer, quien gemía y decía: – ésta niña es la más rica que me voy a comer, la voy a hacer tan mía que siempre me querrá a mí!. La niña tenía sus ojos abiertos mientras la matrona la seguía besando, bajaba a chuparle las tetillas, se las mordía con ahínco, esperando hacerlas crecer. – Ayy ayy!.
La niña hacía quejidos que más excitaban e intensificaban las lamidas y chupadas de la matrona.
– Ahora sí, voy por ese tesorito, te va a doler cuando me lo entregues, pero después te va a gustar como te follo con mis dedos que vas a buscarme para más.
La matrona amarró las manos de la niña y la hizo recostar a una pared de la habitación, ahí se arrodilló y bajando hasta su vagina pasó su lengua y hacía un recorrido desde su anito hasta su vaginita y viceversa….
– Uhhmm uhhmm! Señora, siento como cosquillas al tocar mi cosita…
– uhhmm te está gustando lo que te hago, ya está volviéndose una perra! Uhh slurp lump lump.
Después de ya tener lubricados los dos huequitos, Alexandra procedió a meter su dedo en la vagina, no tuvo compasión y se lo metió de un solo golpe. – Ayyyyyyyy! Duele duele por favor- gritaba la niña. La matrona dejó quieto su dedo dentro de la vagina mientras la niña se le calmaba el dolor, luego comenzó a moverlo despacito para acostumbrar a su hembrita a ser violada y desvirgada por una voladora. – Ayy! Ahhmm auu! Aaa aaahh! Comenzaba a gimotear entre sollozos la niña. La matrona estaba loca de la excitación y de golpe metió el otro dedo en el anito de la niña. – Ayyyy Ayyyy! Duele por favor sacamelo sacamelo que me duele! – Aguanta que para eso es una puta, va a ser mi puta personal, y tiene que aguantar todas las folladas que quiera hacerle.
La niña ya casi lloraba, luego, cuando los dos huequitos se acostumbraron a los dedos invasores, la matrona empezó a mover sus dedos con movimientos sin sincronía alguna, la niña ya gimoteaba rendida, con sus manos amarradas y siendo violada por su vagina y su ano, Alexandra ya no tendría piedad alguna, sus movimientos eran salvajes, rápidos y con desesperación, la niña seguía ya gimiendo – Ahhh ahh! Ahora me gusta señora quiero más ahh ahh!
– Como te gusta que te folle! Ésta resultó ser una perra asolapada.
Seguía follando la matrona a la niña hasta que en un momento la niña dijo: – Ayy señora me orino me orino!- La niña empezó a tener movimientos casi epilépticos, hizo un gemido más hasta que expulsó en los dedos de la matrona un líquido parecido a la orina, era la forma de decir que Luciana había llegado al orgasmo.
– Ahhh! Cómo se atreve a mojarme las manos? Ahora la voy a castigar! Arrodillese!.
La niña haciendo caso se arrodilló, la matrona le puso su cola en la cara a la niña.
– Para empezar, tiene que pasar su lengua por mi hueco de atrás, ayy de dónde no lo haga.
La niña, viendo la cola casi lampiña por fuera, pero, la matrona al abrir sus nalgas, vió un ano velludo y negro, la niña parecía asqueada para pasar la lengua, la matrona le dijo: -No le voy a decir dos veces lo mismo!
Finalmente la niña puso su lengua en el ano de la matrona y comenzó a pasarla, el olor que tenía era particular debido a la sudoración por correr, la niña sintió un sabor salitroso fuerte, al principio parecía no gustarle, pero al acostumbrarse sintió que le gustaba y comenzó a lamer.
– Ohh si niña puta, como me lames mi culo ohh si!. -lup lup lup. – Chupa puta chupa culo que se que le gusta.
La niña chupaba el ano como si quisiera que saliera popó de ahí, le gustaba tanto el sabor del ano que agarraba los muslos de la matrona para que no se separara, la imagen era escatológica, una mujer criminal sometía a una niña inocente a comerse su culo. Luego, la matrona se dió vuelta y dijo: – La otra parte de su castigo es hacerme gozar, ahora vas a lamer y chupar con todo hasta hacerme venir.
La matrona acercó su vagina velluda a la cara de la niña, ella parecía no querer, así que la matrona, jaló fuerte su cabello y pegó su cara a esa selva, a la niña no le quedó otra que sacar su lengua y lamer esos vellos, al principio su sabor era fuerte, pero por extraño que parezca a la niña le encantó, comenzó a lamer con gusto. – lup lup lup!
– Ahh ahh ahh! Ahora chupa puta chupa como la puta que va a ser! Ahh ahh.
– Slurp slurp slurp!
– Mireme a la cara perra!
La niña mientras seguía chupando abrió los ojos y vió hacia arriba, la matrona al mirar esa carita inocente comiéndose su selva velluda se excitó más y pegó más su cara a la vagina, ella movía su pelvis de pie.
– Ahh! No pare no pare perra que ya me voy a venir ahh ahh ahhh ayy ayy! Ahh ahh auuhhmmmmmm ahhhhhhhhhhhhhhh!
Alexandra finalmente tuvo su orgasmo, pero todavía tenía sometida a Luciana con la boca en su vagina, quería darle todo su orgasmo para que la niña se lo tomara, cuando descansó, finalmente vió la cara de la niña, con restos de líquido vaginal en sus labios, mejillas y pecho, fue un orgasmo copioso, producto de los años sin tener sexo, luego le dijo a la niña:
– Abre la boca, tengo ganas de mear y no tengo baño.
La niña haciéndole caso abrió su boca y al instante, un chorro de orina salió de la vagina de la matrona, no solo hacía la boca, sino también a su cabello, cara, ojos, mejillas y pecho, no solo le había dado de beber sino también la había bañado a la niña con su propia orina, coronando así la humillación y sumisión de la niña a la matrona.
Luego, Alexandra sacó una toalla, se la entregó a Luciana y le dijo: – Ahora limpiece y vistase, ya no es hora de que esté sola por acá, tal vez mañana ya no esté acá pero la mandaré a buscar y usted vendrá a satisfacerme está claro? – Si señora
– Ahora bien, mucho cuidado con ir a decir algo al respecto! Dónde me de cuenta se atiene a las consecuencias! – si señora. – Ahora vistase y váyase sin que nadie la vea.
La niña salió de ese escondite, primero con enojo pero luego con más curiosidad a su casa esperando a que la criminal más peligrosa la saque de allí.
Si quieren una segunda parte, déjelo en los comentarios y muchas gracias…
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