La silla de ruedas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por quijote.quijano.
Parecía que todo había salido mal aquella tarde.
Venia de Ecuador la chica que cuidaba a mi suegra y había que ir a recogerla al aeropuerto ya que ni tenía coche ni sabía conducir.
La cuestión es que por “h o por b”, nadie podía hacerse cargo de mi suegra y me tocó a mi hacer de cuidador de la señora.
Una señora viuda, de unos setenta y cinco años.
En una silla de ruedas y con la cabeza completamente ida por un infarto cerebral que hace dos años la había dejado como un vegetal.
Eran como las seis de la tarde y llegué a la casa de mi suegra donde me espera mi mujer.
– Hola cariño, sales ya para el aeropuerto no? – le dije –
— Si voy con tiempo, casi dos horas antes, pero ya sabes que nunca se sabe, el tráfico a estas horas está fatal.
– dijo mi mujer.
— Mira, te dejo en la nevera la merienda de mama, el alimentador ya está limpio.
Calientalo un poco y que no queme el puré para que se ablande y luego lo cargas y se lo dás, así como dentro de media hora mas o menos.
– Vale, no te preocupes, venga sal ya y buen viaje.
Me llamas cuando llegue el avión ok.
— Si te llamo y calculas la hora de vuelta.
Salió por la puerta y allí me quedé, en aquel silencio que asustaba en la casa de mi suegra con ella que desde luego no hacía más compañía que un florero sin flores.
Me dirigí al salón, donde estaba ella.
Allí estaba, delante de una televisión con el volumen casi inaudible, en una silla de ruedas.
La mirada perdida en la pantalla del televisor, el pelo totalmente canoso y algo desaliñado.
Con una bata roja que cubría un camisón azul celeste y una mantita que tapaba sus piernas.
Había sido una mujer grandota pero se estaba quedando como un pajarico.
Orienté mejor la silla de ruedas para dejarme sitio para ver la televisión, cambié de canal y subí el volumen para poder oír algo.
Estaban dando una película de esas de japoneses modernos, con coches, carreras, chicas espectaculares que parecen niñas y algunas escenas eróticas que joder………… sin querer se te ponía “aquello” que vamos pareciera que se salía de su sitio oye…….
Que le pasará por la cabeza a la vieja, – me preguntaba – y con un pie giré la silla de ruedas orientándola hacia otro sitio a ver si hacia algún gesto, pero nada…….
inmóvil como un mueble.
Se acercaba la hora de la merienda y comenzó a hacer algún sonido.
Algo así como hacen los peces en las peceras, un abrir y cerrar la boca como pidiendo su comida.
El cuerpo humano es la hostia, el cerebro lo tenía hecho fosfatina pero para los horas de comer, joder como un reloj suizo…………….
es la hostia pensé para mis adentros, que funcionará en esa cabecita.
Me levanté y fui a la cocina, saque el puré de la nevera y lo puse en el microondas unos minutos para que se calentase.
Poco tiempo, todo sea que le queme la lengua a la suegra y me gane la bronca del siglo, nada nada poco a poco, templadito mas bien.
Mientras se calentaba cogí el alimentador, que en realidad era como un biberón para alimentar becerros o terneros, porque tenia una tetina tremenda de gorda, vamos que pensando mal parecía una polla aquello………….
cling.
cling… sonó en micro, indicando que ya había pasado el tiempo.
Saqué el puré y tocándolo un poco me pareció suficiente y preferí que estuviera más bien tirando a templado que muy caliente, así que llené el maxi biberón y me dirigí hacia el salón a darle la merienda a la señora.
Llegado al salón, cogí la silla y la orienté de forma que mientras le daba el biberón pudiera ver la tele.
Me senté y le acerque la tetina a la boca que seguía haciendo como un pez pero cada vez más fuerte y más ansiosa.
Y fue nada más tocar sus labios y un churruuupp , un chupetón tremendo se metió toda la tetina casi hasta medio biberón ‘pa dentro’ , joder con la vieja, que manera de chupar, que ansia oye, el ansia viva que decía el otro,………….
si casi me quitaba el biberón de los manos….
joooderrrr……….
Bueno, así antes acabaría y me dejaría ver tranquilamente la tele.
Pero a los pocos segundos noté que algo iba mal, chupaba como una bestia pero le daban como arcadas, tosía, bueno……….
tosía lo que el biberón le permitía, hostiasssssssss ………….
algo iba mal…………… joderrrrrrrrrrr ya no faltaba más que se me muera la vieja a mí ….
……….
Jooooooder.
Retiré el biberón como pude ya que la fuerza de succión era tremenda y al retirárselo vi como algo de color rosa salía también, que cojones es esto……….
y ya con aquello en la mano ….
perooo si es ……… la dentadura postiza o un trozo…………….
pero como cojones le dejan esto puesto coño, de poco se la traga.
Pero seguía tosiendo y haciendo gestos raros, eso sí, sin perder la mirada a las chimbambas.
Seguro que tiene otro trozo de dentadura, me cagüen la puta que se me ahoga la vieja….
y con ciertas dudas pero que iba a hacer, le metí decidido, los dedos en la boca buscando mas obstáculos que la ahogasen.
La boca estaba caliente y húmeda, casi fangosa y no pillaba nada, mi otra mano mantenía su mandíbula sujeta para facilitar la entrada y ver si veía algo, y sí, allí estaba el otro trozo de dentadura, la superior.
La alcancé como puede porque la cabrona de la suegra seguía chupando ‘pa dentro’ como una posesa y me ponía aun más difícil aquel res**te………….
Por fin pude coger de una puntita y tirar hacia fuera sacando aquella ‘peazo’ pieza que parecía mentira que no se hubiera ahogado ya con ella.
Hostias que susto, el corazón me latía a mil por hora.
Dejé los trozos de dentadura sobre la mesita del salón mientras oía como pasaban las respiraciones de mi suegra a ser más normales y al incesante gesto de chupar el ansiado biberón……….
joder con la vieja, casi se muere y ahí está chupa que te chupa.
Miré la dentadura en la mesa y no sé tuve la sensación de que faltaba algo, otro trozo o algo así para completar el conjunto……… de golpe me vino la idea de que algo más se podía haber quedado en su boca, así que sin pensarlo más volvía meter mis dedos en la boca para ver si quedaba algún trozo dentro.
Su boca estaba suave caliente y húmeda, las encías sin ningún diente y el incesante gesto de mamar, hacía de aquella búsqueda algo incluso agradable.
Mis dedos buscaban y “jugaban” con aquella lengua que los envolvía y acariciaba.
Allí no había nada más, pero entra las imágenes de la tele donde aún sin ver nada porno, se intuía una mamada de una japonesa vestida como una niña a un ‘japo’ que conducía un deportivo a toda hostia por unas curvas de infarto, mientras ‘la japo’ le manejaba la ‘palanca’ y no la del cambio precisamente.
Sin querer empecé a notar una excitación completamente ‘inapropiada’ pero joderrrr como me estaba poniendo la situación y el churrup churrup de la vieja.
Mi corazón continuaba a mil y mis dedos se resistían a salir de su boca, una boca suave, caliente, húmeda y absorbente.
Mientras rozaban sus labios, arrugados pero firmes, una inconfesable idea me venia a la cabeza y si le cambiaba de biberón?
Estaba sólo, con aquella mujer que me chupaba con fruición y nadie sabría nunca nada de aquello y ella no era consciente de la situación…………….
Buaaa……….
que dudaaaaaaaa
La tentación me atormentaba pero el deseo y el morbo me consumían.
Me incorporé y sin sacar aquellos dedos de su boca que ella chupaba como si del biberón se tratase, me puse delante de ella y con una mano me desabroché el pantalón y el cinturón bajando el bóxer y dejando asomar el miembro erecto que agradecía salir de su encierro y ver la luz.
Miré a su cara y nada, la misma mirada perdida, ni un gesto, ni un movimiento nada distinto al chupeteo continuo de mis dedos en su boca.
No me podía creer que estuviera haciendo aquella barbaridad pero…………….
lo estaba haciendo y cada vez sentía más en la base de mi polla esa presión que se pone a medida que aumenta la excitación y veía como palpitaba la misma delante de su cara aunque la situación era bien incómoda.
Retiré la mano de su boca y entre dudas y que si ‘palante’ que si ‘patras’ me desnudé de cintura para abajo y semidesnudo fui a la puerta de la entrada a poner una cadenita de esas que impiden el acceso, con el objetivo de impedir el dantesco espectáculo si sorprendido fuera en plena faena.
Mientras iba y venia oia el chupeteo de mi suegra ya impaciente por recibir su dosis, la dosis…………….
de qué…………??
De vuelta ya en el salón, la levanté y la puse en el sillón.
Cómo pesaba la condenada.
Al sillón, un sillón verde de estos de orejas a los lados, la bajé un poco para alcanzar mejor la posición.
Hostias pesaba un güevo y parte del otro, pero la situé al fin.
Me abrí la camisa porque estaba sudando y me pusé de rodillas en los reposabrazos con mi polla palpitante delante de su cara observando aquella escena rocambolesca.
Acompañaba además un espejo lateral en el que me reflejaba y me veía de rodillas en el sillón, semidesnudo, delante de mi suegra, con una erección tremenda, un morbo y una lujuria que …………….
jooderrrrr……….
Acerque de nuevo mis dedos a su boca que de inmediato fueron succionados por aquella máquina de chupar, para comprobar que seguía la situación de humedad y calor que me había vuelto loco.
Saqué los dedos y con mi mano derecha tomé la polla y la acerque despacito a su boca.
Mi capullo rozó sus labios y con un poquito más………….
uaaaa……….
su boca la absorbió casi toda, provocándole una pequeña arcada que aumentaba en mi el morbo y la excitación.
Joderrrrrrrrr………… increíble, indescriptible…………….
la sensación de aquellas encías desdentadas presionando la base de mi polla, la garganta húmeda y caliente envolviendo ya todo el miembro y la lengua presionando la parte inferior con un determinado e incesante ritmo.
Ohhhh diosssssssss que placerrrrrrrrrr, que morbo, que…………….
no sabría decir más…………….
Me miré al espejo y me veía entrando en su boca perfectamente , miré hacia abajo y veía el canalillo de unas tetas arrugadas pero tetas al fin y al cabo.
Y las saqué fuera del camisón.
Eran como dos saquetes pellejudos pero era tal el morbo de la situación que me parecieron perfectas e incluso deseables.
Quería chuparlas pero no quería suspender la alimentación de mi suegra que cada vez chupaba con más fuerza al no recibir su ansiado alimento.
Era tal la succión, que tenia la sensación de que mis testículos eran atraídos hacia el interior de su boca cada vez que chupaba.
Su lengua me presionaba toda la polla y las encías cerraban la entrada pero sin los m*****os dientes que arruinan siempre una buena mamada………….
Era una puta maquina perfecta de chupar una polla, joder.
Con una de mis manos ya independizada cogía sus tetas mientras la otra ayudaba a mantener el equilibrio apoyando el antebrazo en una de las orejas del sillón y la mano propiamente dicha controlaba el movimiento de su cabeza.
En la tele ya había acabado la escena de la mamada de la ‘japo’ así que mi interés se centraba en las sensaciones maravillosas de aquel autómata y la cabeza que luchaba entre la tentación y lo correcto, en una batalla donde ganaba por goleada……………….
la tentaciónnnnnnnnnnnn.
Como quince minutos de intensas sensaciones entre lo físico y lo inmoral me invadían.
Mi suegra me estaba haciendo la mejor mamada que me habían hecho nunca.
La presión iba en aumento y comenzaba a sentir el comienzo del orgasmo, una sensación de ardiente calor entre los güevos y la polla, una sensación de ‘algo espeso y caliente que avanza despacio hacia la punta de la polla.
Sentí la inflamación del capullo reteniendo el semen en la espiral del final de la uretra que aumenta la presión del conjunto y las encías de la vieja que presionaban e impedían el rápido desenlace del evento reteniendo y prolongando el placer cual anillo para polla.
Pero ya no había quien retuviese más y comencé a curvarme de placer sobre su cabeza, mis manos sujetaban sus sienes con fuerza y pensaba, ………… no querías biberón pues tomaaaaa biberónnnnnnnnnnnnnn…………………… mientras los chorros de esperma entraban directamente en su garganta, que, lejos de ahogarse o rechazarlo, lo recibía como su dosis de la tan ansiada comida fuese y desesperadamente la succionaba.
Se ahogaba un poco pero seguía dale que te pego a la succión, joder que máquina.
Todo mi cuerpo se agitaba como recorrido por un calambre de cabeza a pies, quizás también provocado por la incomoda postura pero que acentuaba la sensación de éxtasis del orgasmo y el mirarme de reojillo en el espejo viendo como se la metía en la boca todo lo que podía.
Tras unos segundos o minutos no sé, mi cacharrito se iba haciendo pequeño en su boca y la incesante succión lo hacia incómodo, así que fui retirándolo poco a poco ya que estaba algo entumecido por la postura.
Y ya desde un lado y retirado ya habiendo sacado de aquella boca trampa la ya no polla, sino pilila, cogí el biberón, ahora el de verdad, y de un mandoble se lo puse en la boca diciéndole – tome señora tome, que se lo merece –, a lo que ella reacción con su churrup churrup churrup, que a mí antes me había hipnotizado dejado sin aliento después.
Y así mientras ella saciaba su hambre con el bibe, yo recuperaba el aliento y la compostura, vistiéndome y abrochándome la camisa y pantalones con una sola mano.
Una vez acabado el biberón, rehíce la vestimenta, a la vieja a su silla, le limpie los morros quitando todo resto de puré o cualquier otra cosa.
Limpié bibe, dentadura postiza y un poco mas tarde mi polla.
Que la verdad, era recordar el momento y se me erizaba la piel y la antes ….
mencionada protagonista…….
la polla.
Cuando sonó el teléfono,
–Que tal cariño, ya ha llegado y salimos ya de vuelta – dijo mi mujer –
– A pues muy bien – respondí un poco tembloroso-
— Que tal mamá, ha merendado ya?
– Uy si, ya terminó hace un ratito.
-le decía – mientras con mi otra mano apretaba mis güevos para bajar la presión que todavía me venía.
— Se me olvido decirte cariño, que tenía puesta la dentadura postiza, se la quitaste no?, es que cuando la veo sin dientes me parece tan viejecita que se la puse y luego se me olvido decírtelo……….
– Si si, nada cariño no te preocupes (tembloroso) se la quité a la primera y ha ido todo fenomenal.
(vaya si ha ido bien, pensaba aunque un poco abochornado).
— Bueno pues en nada estamos allí ok?
– Si ok, os espero, buen viaje.
– y colgamos –
Terminé por quitar la cadenilla de la puerta, limpie la cocina y ya sentadito muy formal, espere el regreso de mi esposa y cuidadora de Doña Engracia, que así se llama mi suegra.
Mientras esperaba la llegada del séquito, miraba a mi suegra y nada, había vuelto a su estado pasivo rumiante, sin gesto ni mueca aparente.
Dos horas mas tarde llegaban a casa, maletas, besos de bienvenida,…………… que tal que tal?
Y a esto que se le acerca Isabel, que así se llama la ecuatoriana y la dice – que tal está doña Engracia?.
me ha extrañado mucho?.
y que tal ha comido hoy?.
le ha cuidado bien su yerno?.
A lo que respondí presto ……….
uyyy muy bien muy bien, se lo ha comido todo todo y todo (mientras pensaba para mí, joder, todo y mássssss)
Que bien la veo doña Engracia, está como más animada no? ………….
La verdad, no sé donde cojones le veía la gracia ni el ánimo – pensaba yo -, pero en cualquier caso, si mi modesta contribución aportó en algo eso que ella veía de mejoría, ya me daba por satisfecho.
Aunque claro tampoco era como ‘pa publicarlo’ en alguna revista médica como el fabuloso remedio homeopático contra la apoplejía, no??? .
……………….
¿ O sí ?
Bien nme gusta