La última navidad de mi abuelo
Hacía muchos años que no nos volvíamos a juntar toda la familia con mis abuelos maternos, así que estaba vez estábamos casi todos mis tíos y los sobrinos solo faltaron 2 de mis tíos. Éramos chicos y chicas desde los 15 años el más grande hasta los 2 años el más chico..
La última navidad de mi abuelo
Hacía muchos años que no nos volvíamos a juntar toda la familia con mis abuelos maternos, así que estaba vez estábamos casi todos mis tíos y los sobrinos solo faltaron 2 de mis tíos. Eramos chicos y chicas desde los 15 años el más grande hasta los 2 años el más chico.
Detallaré como era por edad, mi hermano Jose tenía 15 años, yo Fabián 13, mi primo Marcelo 13, mi hermana Andrea 12, mi primo Claudio 12, mi prima Marcela 8, mi prima Lorena 7, mi prima Daniela 5, mi primo Adrián 5, mi prima Majo 4, mi prima Eliana 3 años. Además estaban Susi de 9 años, Beatriz de 7, Daniel de 10 años, Miguel e Ivana de 5 vecinos de mis primos. Como de costumbre los mayores se reunían a contar sus vidas ya que había pasado tiempo en que muchos no se veían, por tal motivo no nos prestaban mucha atención por esa razón nosotros jugábamos solos.
Decidimos jugar a las escondidas juego muy común en Argentina en la década de los 80, pero esta vez lo íbamos hacer por pareja, sorteamos entre los mayores quienes iban a ser nuestras parejas, lo jugamos a la pisadita entre mi hermano y yo los más grandes, me gano el y eligió a la vecina Susi, yo elegí a Beatriz, mi primo Marcelo ganó y eligió a Marcela, Claudio eligió a Daniela, Andrea eligió a Adrián y Daniel eligió a Lorena. Quedaban Miguel, Ivana, Majo y Eliana.
Ellos cuatros debían contar mientras nosotros nos escondíamos en distintos lugares, había muchas casas en construcción lugar ideal para escondernos sin que nos busquen. Cuando nos íbamos a esconder yo tenía decidido sacar el mayor provecho de la situación una vez que nos agarraran a todos cambiaríamos de pareja. Cuando empezaron a contar los más chicos nos escondimos, yo elegí una obra en construcción enfrente de la casa de mis tíos agarrando una habitación que le faltaba las ventanas pero podía ver con total claridad los demás chicos que contaban y nos buscaban, al lado de donde yo estaba se escondió mi primo Marcelo.
Al llegar coloqué a Beatriz le dije que tenía que obedecerme en todo colocándola delante de mí mirando por la ventana agachados para que no nos vean, la mayoría de las nenas estaban con vestidos razón que iba a resultar más fácil para manosearla toda, en esa época poco conocíamos de sexo, solo era ver algunas revistas pornos o los animales que se apareaban en los campos, nada de sexo oral ni estimulación, así que al estar delante de mí me puse pegado, al notarme atrás de ella quizo correrse pero la sujete y me pegué más notando mi dureza entre su cola, al tratar de zafarse le dije al oído que recordara lo que habíamos hablado, ella me dijo bueno hago lo que vos quiera me dijo de mala gana, yo me acerqué más pegándole mi pene en su cola, comenzando a manosearle sus piernas notando que se ponía tensa, le quería poner la mano en su conchita pero cerraba sus piernas no pudiendo lograr mi cometido, como no abría las piernas le levanté el vestido de atrás y le bajé de golpe la bombachita, cuando reaccionó en querer agarrar la bombachita abrió sus piernas permitiendo que una mano mía se meta entre sus piernas acariciando su conchita, al notar eso dejo su bombachita para tratar de sacar mi mano de su entrepierna, aproveché para bajarle con mi otra mano su ropa interior hasta los tobillos, logró sacarme su mano pero no pudo evitar que yo la dejara casi desnuda, me bajé mi bermuda con mi calzoncillo hasta los tobillos dejando al aire mi pene, ella como miraba para adelante no veía lo que yo estaba haciendo atrás, me dijo que se quería poner su calzón le dije que no que mirara afuera para que no nos descubran, le hice apoyar sus manos contra la pared colocando mi pene entre sus piernas cerradas, ella se movió para sacarse eso pero no lo pudo hacer, mientras más se movía más fuerza ejercía yo para que se meta completo entre sus piernas entre tantos movimientos logré colocar mi pene tocando su conchita, ella me decía haciendo puchero que eso no se hacía, yo le dije que ella debía hacer lo que yo le diga, la apreté más contra la pared donde casi pierde la vertical razón por la cual se movió un poco ya que tenía en sus tobillos la bombacha logrando meter bien mi pene entre sus piernas tocando sus labios vaginales, ella molesta por como estaba parada por lo cual le dije que se quitara totalmente la bombacha, me dijo que no pero como notaba que yo la movía de un lado a otra levanto la pierna un poco para sacarse de una pierna su ropa interior, al levantar su pierna logré que mi pene quedara ensartado en su entrada vaginal, lo noto, se tenso y se quedo quieta para que yo no haga nada, nos quedamos quietos porque escuchamos ruido cerca, recordé que estaba mi primo en la otra habitación al lado así que en silencio la cargue a Beatriz para mirar que pasaba al lado notando que mi primo estaba sometiendo a mi otra prima, al ver eso mi chica abría los ojos grandes, volvimos a la posición anterior donde le dije al oído eso tenemos que hacer sabes y no tenés que decir nada, ella dijo bueno. Ví que había unas bolsas de cemento llenas y quedaban a la altura de mi pene la tome a Beatriz le levante todo el vestido hasta el cuello y la acosté arriba de las bolsas, le dije que abriera sus piernas colocando mi pene en la entrada de su vagina, empuje un poco logrando entrar un poco sacando un quejido de ella seguí empujando logrando entrar mi cabeza, ella solto sus piernas queriendo sacar mi cuerpo como no pudo hacerlo le volví a subir su pierna en mi hombro empujo más logrando entrar hasta la mitad de mi pene, ella suspiro fuerte pero no dijo nada me quede quieto un rato le dije que agarrara sus piernas para yo poder tomarla de la cadera y meterla toda, cuando agarro sus piernas empuje mi pene llegando hasta el fondo de ella haciendo que se queje un poco no lloro ni nada tampoco le dolió, en ese momento no sabía lo que era una mujer virgen, yo le pregunté si le dolía y me contesto que no, que mi pene era mucho más chico que el de Iván, yo como curioso le pregunte quien era Iván y me dijo mi otro primo que vive en otro pueblo viene tres veces por semana a mi casa y nosotras somos sus novias me conto, es un secreto porque ni mi papá y mamá saben ni mis tíos tampoco me dice, ah le dije yo así que esto ya lo haces, si me dice desde hace mucho mi primo me mete su cosa al principio me dolía pero ahora no. Yo al escuchar eso arremetí con todo contra su vagina logrando hacer que ella me abrace con sus piernas mi espalda sacándole unos gemidos yo seguía meta y saca hasta que no aguante más y le descargue toda mi leche adentro, como era pendejo mi pene seguía duro razón por la cual le seguía metiendo más mi pene dentro de ella, me contaba al oído sos igual a mi primo me deja toda mojada con su líquido, yo le seguía dando mientras le preguntaba quién más le había puesto la verga en su conchita y contó que un tío la había visto hacer eso con su primo y también la usa pero una vez por mes, y que cuando estaba con su tío la vio un albañil que trabajaba en la obra de al lado de su casa.
Yo ya estaba otra vez a full con Beatriz no viendo que mis primos no estaban mirando, no aguante más y le descargue otra vez mi leche en su interior, fui sacando mi verga de a poco viendo como le salía de su vagina la leche, me repuse subiendo mi ropa, la pare a ella viendo como le chorreaba por sus piernas mi néctar busque un trapo viejo para secarla y acomodé toda su ropa quedando ella bien, cuando nos decidimos a ir veo a mis primos observándonos y me dice Marcelo que te parece que si cambiamos ahora porque todavía los otros no aparecieron……
Existe una segunda parte