• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (2 votos)
Cargando...
Dominación Mujeres, Fantasías / Parodias, Incestos en Familia

La venganza de mi ex

Aberrante, repulsivo y atroz es ver como mi ex usa a nuestra nena para vengarse de mí. Y tal vez… soy igual que él porque me gusta.

Se que la manera en la que Jeremías se enteró de que me estaba cogiendo a su jefe, no fue la más afortunada (vio un video mío chupándole la pija a su jefe en la computadora de este). Pero creo que es un poco entendible que yo lo haya hecho.

Nuestra relación ya no es la misma que hace ocho años cuando nos conocimos. Ni siquiera hace tres para ser más recientes. Ahora peleamos por cualquier cosa, el dinero falta en casa y lo peor de todo, no tenemos sexo.

Eso me mata y definitivamente ahí está el declive de nuestra relación.

Desde que nació nuestra hija, Ema, el sexo disminuyo mucho. Si no era por esto, era por lo otro. Éramos una pareja fogosa por demás, mis amigas envidiaban la cantidad de sexo que yo tenía con mi novio cada vez que les contaba. Y que de un día para el otro eso ya no estuviera más, hizo que me refugiara en los brazos de otros hombres.

El jefe de mi ex no es la gran cosa, pero me mantiene satisfecha y además me paga. Soy como su puta joven, considerando que es mucho más viejo que mi ex y yo.

Creo que eso es lo que más le molestó a Jere. No solo los cuernos, sino con quien fueron y que se note que su jefe me coge como a una puta, que es lo que más me gusta, y que encima me da mucha plata.

Cosa que mi ex ya no puede hacer o por lo menos no a mí.

Ema, nuestra hija, es la luz de nuestros ojos. Le damos todo y más. La tenemos como una princesita. Así que por eso el dinero del padre no alcanza.

Entre otras cosas más.

El caso es que hace cuatro meses que con Jere ya no estábamos juntos. Él viene a buscar a Ema todos los viernes después de que ella vuelve del colegio y se la lleva hasta el lunes que ahí la lleva él al colegio.

Eso me da el finde completo para mí para hacer mis cosas.

Ese viernes vino a buscar a la nena y ni siquiera me saludó. Está odiado conmigo y no entiendo por qué no lo supera ya si pasaron meses.

Ema tiene siete años y entiende absolutamente todo. Quiere que volvamos a estar juntos. Llora por eso.

Nosotros no le damos bola, pero la amamos el doble para que no sienta la falta.

Me despido de mi hija con muchos besos y abrazos diciéndole que la voy a extrañar y ni lo miro a mi ex. Ellos se van y yo aprovecho para disfrutar con libertad el viernes y el sábado.

El domingo después de estar limpiando y lavando ropa todo el día, cuando me puedo sentar a descansar, veo que tengo un mensaje de mi ex. Mi corazón late rapidísimo porque pienso que le paso algo a nuestra hija.

Pero es solo un video de diez minutos y en la descripción dice “Espero que te guste”

Me entra alivio en el cuerpo. Tal vez es solo un video de ella divirtiéndose en alguna plaza, sonrio.

Me digo que lo veré después de ducharme que es lo que hago.

Cuando estoy con el pijama puesto, una copa de vino y sentada enfrente de la tele viendo una serie berreta, agarro el celu para mandarle un mensaje a mi nena diciéndole lo mucho que la amo y veo ahí el video sin abrir.

Con una sonrisa le pongo a reproducir.

El primer plano es confuso. Sé que es la habitación del depto donde vive mi ex porque ya he visto fotos. Se lo ve a él enfrente de la cámara, como arreglándola.

Luego se aleja. Camina unos pasos hacia atrás, se fija que la cámara está grabando y saluda con una sonrisa rara que nunca le vi.

Eso me confunde más.

Camina hasta la cama que está en el centro y es lo que más sale en el video. El zoom me permite ver todo a la perfección. Como cuando él se para en el borde de la cama y de repente aparece nuestra hija.

Mi chiquita completamente desnuda está parada sobre la cama enfrente de su papá. Mi ex mira a la cámara, guiña el ojo y para mi completa conmoción, le agarra la cara a la nena y la besa.

Un grito de espanto sale de mi garganta, pero no puedo dejar de mirar, y ojalá lo hubiese hecho. Ojalá hubiese dejado de mirar aquel día aquel video, porque desde ese día no volví a ser la misma.

Le come la boca con pasión y deseo. Como si fuera una mujer de su edad y no una nena de siete años que encima es su hija.

Una de sus manos baja al culo de una de 7 que tiene mi hija. En realidad, Ema tiene el culo gordito y chiquito porque claro que salió con mi genética y será culona y no tan alta. Es hermosa como cualquier nena de su edad con buenos genes por parte de sus padres, pero con un cuerpo esbelto, pelo color cobrizo, pecas y en su pechito pocas tetas las cuales su padre ahora besa, chupa y babea. Puedo ver como sus pezoncitos se endurecen y están húmedos con la saliva de su papi.

La mano de mi ex agarra con fuerza el orto de mi hija. Juega con él. Uno de sus dedos pasa varias veces por la raya de su culo y puedo ver como presiona, jugando con su hoyito.

Mi hija suelta gemiditos que yo no puedo creer. Que una niña de su edad sienta algo por lo que le está haciendo un hombre adulto. Y me sorprende más que ella no diga nada. Solo acepta.

¿Dios mío, hace cuanto pasa esto?

Mi ex toma el cuerpito de su hija y la acuesta de espaldas. De forma brusca, toma sus piernas y las lleva detrás de su cabeza, la posición en las que tantas veces me puso a mí.

La concha de mi hija es rosadita y chiquita. Muy chiquita.

Mi ex primero la huele. Pasa su nariz, su cara completa empapándose del néctar de su hija y cierra los ojos. Está extasiado. Cuando los abre, mira a la cámara, sonríe, saca la lengua y mientras sigue mirando a la cámara, mientras me sigue mirando a mí, pasa la lengua por la conchita inocente y virgen de nuestra hija de siete años.

Un escalofrío enfermizo me recorre todo el cuerpo. Mis ojos no pueden despegarse del celular.

Mi nenita cierra los ojos y coloca sus manos en las manos de su papi que le sigue sosteniendo las piernas mientras le chupa la concha con frenesí. Juega con su ano. Lo lame, lo escupe y trata de meter la lengua. Usa mucha saliva como sabe que me gusta a mí, pero esta vez con nuestra hija.

Le chupa la concha como nunca vi a nadie hacerlo. Está enfermo. Le encanta lo que está haciendo.

Está completamente vestido, pero mientras sigue comiéndole la concha a su hija, se saca la remera y el pantalón. No tiene nada debajo así que su pija dura, larga y gruesa sale como un resorte.

Es lo único que extraño de él. La primera vez que me rompió el orto tuve que tomar ibuprofeno por tres días y me hizo sangrar.

Me estremezco al pensar lo que puede hacerle a nuestra hija. No se atrevería.

Deja a Ema rendida en la cama. Ella está sudando. Mi pobre angelito.

Mi ex se acerca a la cámara, toma el celular y se graba así mismo.

-Hola, mi amor, ¿viste lo bien que la estoy pasando con nuestra nena? A ella le gusta cuando jugamos a esto. A la mamá y al papá. Le encanta. Mirá. -acerca la cámara hasta la conchita abierta de la nena.

Verla de cerca me hace ver qué además de la saliva del papá, mi hija de siete años está mojada de la chupada de concha que le dio su propio padre.

Tengo la piel de gallina y tanto calor.

-Mirá, mirá cómo tiene la concha mi bebé. Uff. -mi ex le pasa los dedos y juega con los juguitos de Ema y los labios puros de su concha. Ella suelta un gemido. Él se ríe. – ¿Viste que le encanta? Salió a vos, puta. Claro que de una puta solo podía salir otra puta… pero yo me voy a encargar de llevarla por buen camino, si va a ser puta va a ser la puta de su papi no como vos que sos la puta de cualquiera. ¿O no mi amor? Saluda a mami, Ema.

Acerca la cámara a la carita roja de mi bebé. Lágrimas brotan de mis ojos.

Enfermo, enfermo, enfermo.

-Hola, mami, estoy jugando con papi.

-Decile a mami lo que me dijiste hace rato, Ema. Decile.

– ¿Qué dije, papi?

– ¿Qué querés que te haga papi?

– ¡Ah! Un bebé, quiero que papi me haga un bebé para jugar a la mamá. -y se estalla de risa como una nena inocente de su edad que no sabe lo que dice.

Mi ex suelta una carcajada se enfoca a él en la cámara, me saca la lengua, burlón y luego enfoca como su pija gruesa va y viene sobre la conchita de mi bebé.

-Me hace acordar a vos cuando me pedías que te preñara, puta de mierda. Mirá como me voy a coger a la pendeja de nuestra hija. Porque la zorra de su mamá no supo cerrar las piernas. Por tu culpa nuestra hija va a pasar por esto. Pero claro que no lo ve como algo malo. Le encanta, lo disfruta y yo lo voy a disfrutar más.

– ¡No! -me sale gritar, como tratando de evitar lo que ya pasó.

Coloca la cámara de manera tal, que veo en primer plano como la punta de su verga dura juega con la entrada virgen de su propia hija.

Realmente lo hará. Dios.

¿Y por qué estoy esperando ansiosa ver como la rompe? ¿Por qué la humedad corre por mis muslos? ¡¿Qué mierda?! ¡Soy la madre! Tendría que denunciar esto, tengo pruebas.

Pero ya pasó, el daño está hecho, y para mí, es bestial en el buen sentido ver como mi ex, el padre de mi hija, se lleva su virginidad.

La verga de mi ex entra con fuerza en el cuerpito de Ema. Ella no llega a gritar porque él le tapa la boca, pero cierra con fuerza los ojos y lágrimas corren por sus mejillas.

Mi ex también grita, pero extasiado. Tiene la verga enterrada hasta las bolas en la concha de su hija. La está rompiendo de la manera más deliciosa como lo hizo conmigo.

Ema ya no grita porque su papi deja que se acostumbre, pero cuando mi ex saca lentamente su pija de ella, Ema se queja y lloriquea, pero su papi la calma diciéndole cosas lindas como lo buena niña e inteligente que es, lo hermosa que es, más hermosa que su mami. A mi hija le encanta que su papá le diga eso.

Lo ama… lo ama y ahora es su puta y él es su hombre.

Veo como sangre cubre la pija de mi ex. La sangre de la virginidad de nuestra hija. Él también la ve y lo enfoca más con la cámara. Comienza a cogérsela lento hasta que va subiendo el ritmo. La nena gime ahora y cierra sus ojitos con fuerza. Mi es gruñe como un toro.

Es tan primitivo. Un hombre de su edad cogiéndose a una nenita.

Me estoy volviendo loca, tengo la concha prendida fuego.

-Mira cómo me cojo a tu hija, puta. Mira cómo me llenó la poronga de sangre… lo disfruta, la putita lo disfruta. Como vos cuando te violé el orto la primera vez y te lo hice mierda. Mirá, mirá a tu hija con la conchita abierta por mi pija. Imagínate que sos vos… no, imagínate que son ustedes dos abiertas para mí. ¿Te gustaría, eh puta? Seguro que sí, trola de mierda. Mirá como le rompo la conchita a tu nena por los cuernos que me metiste.

Le tapa la boca con una mano para amortiguar sus gritos, con la otra sostiene la cámara y la penetra con fuerza. Con odio, con bronca. Bronca hacía mí.

Su venganza es lastimar a nuestra hija por mi infidelidad y eso me vuelve loca. La forma en la que esa verga se coge a mi bebé me vuelve loca.

Ya no soy la misma, mi cabeza lo sabe. Me gusta y lo deseo.

Mi ex está loco. Su pija entra con fuerza en la conchita de Ema. No para. La sacude como una simple bolsa de basura, como si su propia hija no valiera nada.

– ¿Te gusta, Ema? ¿Te gusta cómo te rompo la concha? A tu mami le encanta. Seguro que a vos también porque sos una trolita como ella. Mi trola hermosa, te voy a llenar de leche y voy a preñarte como me lo pediste.

Se viene dentro de su propia hija. Hasta el fondo. Mi hija está inmóvil, pero solloza y sus ojitos están abiertos. No volverá a ser la misma después de eso y yo la voy a ayudar.

Mi ex saca la pija de la concha de nuestra hija. Sangre y leche lo cubren y salen disparada de la concha maltratada y roja de Ema. Él le da besitos en la panza y la carita, mi hija lo abraza.

Él enfoca la cámara al abrazo de padre e hija y luego a su propia cara también roja.

Tan parecida a la de la nena que se acaba de coger y arruinarle la vida. Nuestra hija.

Las siguientes palabras que salen de su boca recorren mi cuerpo y se concentran en mi clítoris excitado. Mi concha mojada es un charco.

-Cógete a alguien más y te juro, que no te va a gustar saber que más le puedo a ser a Ema… puta.

El video termina ahí. Mi cuerpo inmovilizado solo puede quedarse en el sillón asimilando todo. No sé qué pensar, no sé qué sentir, ni siquiera le contesto. Pero ahora mismo no soy yo, porque reproduzco el video 2 veces más mientras me meto tres dedos con furia en la concha y pienso en quien puede ser el próximo tipo que me coja para ver cuál será la venganza que mi ex tiene para mí usando a nuestra hijita.

23 Lecturas/12 septiembre, 2025/0 Comentarios/por queenxdoll
Etiquetas: cogiendo, colegio, culo, hija, infidelidad, madre, padre, sexo
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Me cogí a mi prima borracha
Mi amigo Alex y yo nos cogimos a su tia Susana
Vacaciones con mamá
Los vecinos de abajo
Así hice gozar a mí hijo la primera vez
Cruising en el Cerro
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.198)
  • Dominación Hombres (3.647)
  • Dominación Mujeres (2.751)
  • Fantasías / Parodias (2.915)
  • Fetichismo (2.458)
  • Gays (21.232)
  • Heterosexual (7.607)
  • Incestos en Familia (17.197)
  • Infidelidad (4.250)
  • Intercambios / Trios (2.941)
  • Lesbiana (1.107)
  • Masturbacion Femenina (843)
  • Masturbacion Masculina (1.696)
  • Orgias (1.864)
  • Sado Bondage Hombre (421)
  • Sado Bondage Mujer (162)
  • Sexo con Madur@s (3.913)
  • Sexo Virtual (238)
  • Travestis / Transexuales (2.315)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.312)
  • Zoofilia Hombre (2.102)
  • Zoofilia Mujer (1.623)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba