Las necesidades de M (Preludio)
Un marido a punto de descubrir las «otras» necesides de su esposa.
A M la conoci por internet. Ella era del norte de europa, una nerd del cine y una llorona; 22 años, alta, 1.78, de piel muy blanca, pelo castaño, del mismo color que sus ojos brillantes, y una sonrisa que en un instante pasaba de inocente a completamente perversa. La forma de su cuerpo era un poco lleno, pero sin llegar a estar gorda. Sus pechos, los mas hermosos que he visto, redondos, firmes, los pezones de un color tan claro que se fundian con su piel.
2005
Despues de 6 meses de relacion, al inicio del 2005, por fin decidi visitarla. Pasamos un tiempo increble, teniendo sexo casi todo el tiempo, y salvo por su amor por la lenceria, todo parecia normal.
Tres meses pasaron de mi regreso, y despues de haber estado juntos por tan poco tiempo, la desesperacion nos gano y ella, sin hablar una palabra de español, acepto venir a vivir a Mexico. Inmediatamente llegando, me pidio que nos casaramos. En ese momento yo tenia 32 años y un trabajo estable, por lo que, a pesar de lo apresurado que se sintio, no tuve problema.
Entre el trabajo y el sexo con M, los primeros dias pasaron como un tobellino. Algunas veces me comento que tenia fantasias de estar con una mujer, que la idea de tener sexo lesbico salvaje la exitaba, pero no se podia imaginar en una relacion sentimental con una.
Tras esos primeros dias, los dos comenzamos un ritmo normal, ella consiguio un trabajo en una escuela de ingles, donde hizo algunas amigas con las que a veces salia a tomar unas copas a clubes de musica euro-electro y electro-core.
En una de esas salidas M regreso completamente ebria, y en este estado me confeso que habia una madura de unos cuarenta años que «le tiraba la onda» (was hitting on her). Le dije que si queria, estaba bien.
Dos dias despues, ella escalo su historia, y con una enorme sonrisa me dijo que la verdad la madura tenia tiempo coquteando, y que en la salida anterior se habian besado. Esto me intrigo y le pedi una foto de la madura. Ella me enseño una fotografia que les habian tomado en el club.
La mujer no era muy alta, aproximadamente 1.50 al compararla de pie junto a mi esposa. Llevaba un vestido verde con un escote muy amplio y una falda muy corta, revelando un cuerpo impresionante en el que se notaba tenia mucho trabajo de gimnasio. Su rostro no era particularmente agradable para mi, pero si a ella le gustaba, estaba bien. M me explico que la mujer era famosa en esos clubes por buscar chicas en sus veintes, entonces, no se si se le escapo, o lo dijo a proposito, comento casualmente que la mujer cojia increible.
Mi expresion cambio de sorpresa a seriedad, no por enojo, sino por lo mucho que me excito la idea de mi mujer satisfaciendo a otra mujer. Pero M no entendio y penso que estaba muy molesto, rompiendo a llorar un poco. La lujuria pudo mas en mi y decidi darle un pequeño castigo.
-Amor, vas a tener que besar a una niña de tu edad (Sweet, you’ll have to kiss a girl like you or younger)
-Si amor (Yes sweet)- asintio ella mirandome a los ojos
-Y me vas a traer una foto. A lo mejor alguna de tus alumnas? (And bring me a pic. Maybe one of your students?)
M sonrio un poco y asintio.
A los pocos dias, y casi dando vueltas de felicidad, me dijo que ya tenia la foto. En esta estaba M besando en la boca a una chica de pelo largo. M menciono que se llamaba A, tenia 16 años y era su alumna. Tambien comento de la nada que ambas tenian una amiga en comun. Le pregunte si esa amiga era F, la madura, y M, con una enorme sonrisa, solo dijo que no moviendo la cabeza.
Despues de esto, M comenzo a salir todos los viernes, usualmente directo de la escuela, llegaba en la madrugada, usualmente sobria y con el aroma a jabon, indicando que se acababa de bañar. Tambien note que casi nunca traia dinero, y su coleccion de lenceria crecia. Lo primero que pense fue que habia encontrado otro hombre y pense en confrontarla, pero su cumpleaños era en unos dias, asi que decidi esperar.
Un dia antes de su cumpleaños le pregunte si queria salir a algun lugar para celebrar y ella respondio, con un tono extremadamente nerviosa, que ya tenia un plan para que salieramos, y que al siguiente dia me diria.
Ya en su cumpleaños ella se levanto muy temprano y se fue a trabajar antes que yo. Durante el dia estuve eperando para saber que planeaba, y yo esperaba lo peor. Casi a las 6 de la tarde M me llamo al trabajo, pidendome que nos vieramos a las 8 de la noche en unas suites cerca de nuestra casa.
Decidi hacer tiempo en la casa despues de salir del trabajo y poco antes de las ocho me dirigi a las suites. Fuen una caminata de 10 minutos, todo el tiempo pensando en lo que M tenia planeado. Nunca habia entrado a esas suites, pero sabia que eran de buen tamaño, algunas con dos habitaciones y baño equipado con tina y jacuzzi.
El numero de suite que me dio estaba en el segundo piso, y sin saber por que me empeze a sentir nervioso mientras subia las escaleras. Apresuradamente camine hasta la puerta y toque con fuerza. Se escucharon pasos de tacones con un chirrido, como si le faltaran las tapas de hule. Una voz de mujer que no conocia me pregunto quien era.
-Soy G, el esposo de M
La puerta se abrio a medias, y ahi me recibio una mujer delgada, de pelo muy chino, con unos pechos enormes, vistiendo una especie de traje de baño negro con escote hasta abajo del ombligo y unas botas de cuero negras hasta las rodillas con unos enormes tacones que la hacian verse casi de mi estatura.
-Pasate -me dijo en voz muy callada, con un acento de niña rica
Colandome por la puerta a medio abrir, probablemente asi para que los otros inquilinos no la vieran, entre al pasillo junto a esta mujer. Al fondo se escuchaba la voz nasal de otra mujer gritando y maldiciendo a alguien.
(Continuara…)
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