Las noches mexicanas (II: Segunda noche)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Melissa.
Luego de una cena ligera, la dueña de casa me llamo aparte y en silencio me condujo a una alcoba del segundo piso. Mientras nos retirabamos, note que algunas de las otras mujeres me sonreian o me miraban con gestos de envidia.
Sobre la cama habia un juego de lenceria muy sexy de mi talla. Mientras me desnudaba para ponermelo, me explico que esta noche mi dueño me iba a rentar a dos amigos suyos por 300 pesos cada uno. "Es una forma de recuperar la inversion que hizo contigo" añadio con una ligera sonrisa. "Recuerda que haz sido rentada, ellos seran tus dueños esta noche, por lo tanto, debes complacerlos en todo" añadio mientras me vendaba los ojos antes de irse. Me sentia un poco nerviosa puesto que nunca lo habia hecho con dos a la vez, la suavidad de la lenceria me excitaba mucho. A tientas encontre la cama y me sente a esperar.
Poco despues senti que la puerta se abria y que entraban dos hombres a la alcoba. "¡Mira tu! ¿A que no es guapa esta peruanita? ¡Eh!" dijo uno. "Pues si… vamos a ver si es tan buena puta como dicen" dijo el otro. Por un instante tuve miedo, pero luego comence a sentir sus caricias y besos sobre mi cuerpo. Yo me dejaba hacer muy quieta, porque no atinaba a saber a quien de los dos corresponder. De pronto, senti que uno colocaba su pene entre mis senos y me lo acercaba a los labios.
Comence a chupar lentamente la cabeza de su verga. "Mmmm… tienes buenas tetas ¡eh! Quiero que me la pongas muy tiesa mami…" me decia mientras empujaba para que yo tragara mas de su carne. Con mis manos apretaba mis senos para frotar su pene entre ellos. Senti que el pecho comenzaba a arderme con el placer que sentia.
El se movia cada vez mas rapido, y al parecer le gustaba como lo estaba haciendo. "Mirala ¡eh!" decia el otro, "¡esta peruanita esta resultando buen puta ¿verdad?… vamos a ver si por el culo es tan buena como dicen…". En ese momento deje de sentir el pene y me hicieron ponerme en cuatro patas en la cama. Uno se tendio delante mi y atrajo mi cabeza hacia si hasta que senti el roce de la cabeza de su pene. "Ahora me vas a chupar a mi mami… ¡y quiero que me la pongas igual de gorda y dura que la de mi amigo! ¿Entendiste?".
Solo pude emitir un "Mmm…" de asentimiento, porque ya me estaba tragando entera la verga del que me acababa de hablar. A tientas, pues seguia con los ojos vendados, encontre sus huevos y se los acariciaba mientras se la chupaba. "¡Ahhhh! ¡Que bien! ¡Asi…! dame un buen masaje a los huevos puta…!" me decia mientras gozaba de la mamada que le estaba haciendo.
Me estaba preguntando donde estaria el otro, cuando de pronto escuche su voz. "Vamos a ver… Como te decia mi amigo, nos han hablado muy bien de tu culo…".
En ese momento senti que me acariciaba las nalgas suavemente. "Tienes unas ancas muy bonitas Melissa… ¿te llamas Melissa ¿verdad?" dijo. "Mmm…" le dije afirmativamente mientras seguia chupando. "Mucho gusto Melissa" dijo mientras sus dedos comenzaban a explorar mi esfinter. "Mucho gusto el que mi amigo y yo vamos a darnos contigo esta noche" agrego mientras comenzaba a meter tres dedos en mi culo. "¡Oh!
Y por supuesto que cuando acabemos contigo, tambien habras tenido mucho gusto…" añadio en tono burlon. Mientras comenzaba a empujar su pene en la abertura de mi esfinter. Sin querer di un respingo al sentir su avance. Eso hizo que por un momento descuidara la tranca que estaba mamando. "¡Hey!" dijo el que estaba tendido. "¡Que paso niña! ¿A poco que tienes miedito de que te den por ese culito tan suavecito que tienes?" dijo, y comenzaron a reirse ambos.
En ese momento el que estaba detras de mi hizo un movimiento simultaneo: con una mano empujaba mi cabeza hacia el pene de su amigo para que retomara la mamada que le estaba haciendo mientras que con la otra mantenia firme mi cadera mientras deslizaba su verga por mi ano. "A ver linda… no se nos ponga rebelde ¿si? Mire que se la estoy metiendo despacito para que lo disfrute".
Y en verdad estaba metiendomela muy despacito, con delicadeza. Eso hizo que me relajara un poco mas. "Asi mi reina" siguio diciendome, "a ver… siga chupando el cipote de mi amigo mientras papi le mete otro poquito…". Senti como se deslizaba un poco mas adentro llenado casi la mitad de mi recto, mientras, seguia mamando al que estaba tendido. Cuando senti en mis nalgas el par de huevos del que me lo metia comence a ponerme mas caliente aun. "Muy bien Melissa… ¿ya ves como cupo todita?
Ahora vamos a cabalgar un poquito y quiero que te portes como una buena yegua…" me dijo mientras su compañero al que mamaba se reia mientras le decia: "¡Muestrale como domamos en el rodeo a las potrancas como ella!". Y comenzo a darme por el culo como si estuviera montando, con movimientos ritmicos metia y sacaba su verga de mi recto, al principio despacio, sin sacarla toda, luego cada vez mas rapido, hasta meterla y sacarla por completo.
Con cada embite sus huevos me azotaban las nalgas. Al principio me dolia, pero poco a poco comence a sentir un placer nuevo, diferente incluso al que mi dueño me habia proporcionado. Mi recto se llenaba y vaciaba entero de su carne gruesa y palpitante. Tenia que hacer esfuerzo para seguir mamando el pene de su amigo (que no dejaba de ponerse grueso) cuidando de no morderle con la fuerza de cada empujon que me daba.
Comence a gemir de placer sin palabras: "¡Mmmm… mmm…!" El que estaba tendido me acariciaba el rostro. "¡Uy linda! ¡Si estas caliente! ¡Mira como te has puesto de colorada!" y acariciaba mis mejillas abultadas por el grosor del miembro que me tragaba. "¿Y como van las cosas alla atras?" pregunto a su amigo que no paraba de cabalgarme. "Muy bien…" le contesto jadeante, "costo un poquito al principio, pero creo que ya la tengo mas dominada… ahhh…" jadeo. Estaba sorprendida del potencial de goce que tenia en mi ano, no solo para mi pareja sino para mi misma.
Esta en eso cuando decidieron cambiar de posicion. Me tendi de costado en el suelo mirando hacia mi derecha. Senti que una mano levantaba y sostenia mi pierna izquierda mientras otra acercaba mi boca a un pene. Senti que este tenia el olor de mi recto y por un instante me detuve. "¿Que paso mi reina? A ver… portese como la buena putita que es y mame rico" me dijo mientras me tomaba con mas firmeza del menton y me acercaba hacia si.
Por estar distraida, me habia olvidado de lo que iba ocurriendo por detras y el otro me cogio desprevenida. "¡Ay!" dije, y al hacerlo el que estaba ante mi aprovecho la abertura de mis labios para metermela toda de un tiron. "Mmmpppfff…" intente protestar, pero se mantenia firme y me sujetaba del menton para que no pudiera retirarme. "Creo que a esta yegua le falta todavia doma… a ver si le enseñas a obedecer…" le dijo al que me la estaba metiendo por detras. "Ok compañero…" le contesto este, "y tu" dijo dirigiendose a mi, "vas a aprender como se obedece a los machos mexicanos, putita terca…".
Esta vez las embestidas no fueron tan fuertes, pero la posicion en la que estaba le facilitaba que me las hiciera en diferentes angulos. Sentia que me taladraba por dentro sin dejar ningun centimetro de mi recto sin recorrer. "Mmmm…" comence a gemir perdiendo el control de mi misma mientras, olvidado el asco, chupaba con mayor avidez. "¿A que te sabe rico verdad?" Me dijo el que recibia la mamada, "viniste a Mexico para hacer turismo ¿verdad? Pues te vas a ir conociendo muy a fondo lo que es Mexico…"añadio antes de comenzar a jadear de placer.
"¡Orale carnal!" dijo el que me daba por el culo, "esta peruanita si que tiene un culo muy rico ¡eh! Vamos a dejarte bien abierto ese ano princesa…". No podia ni queria protestar. Me tenian completamente sometida a su voluntad. Estaba tan excitada que comence a acariciarme el clitoris hasta tener varios orgasmos sucesivos.
Con cada uno de ellos mi cuerpo vibraba de tal manera que ellos se daban cuenta y me hacian bromas al respecto mientras seguian dandome faena. Me sentia realmente como una yegua que se hubiera rendido, aceptando la voluntad de sus amos.
Cualquier cosa que me hubiesen pedido se las hubiese concedido sin chistar, como ocurrio luego. "Ahh… Creo que ya me vengo…" dijo el que recibia mi mamada, "y tu ¿como vas?" Le pregunto a su amigo que me seguia taladrando el recto. "Ya mero… ¿que? ¿Le damos su leche?" contesto. "Pues no se… Va contra las reglas el que pruebe semen diferente al de su dueño" dijo con tono de tristeza, "que penita guapa, te hubiese gustado ¿verdad?" Dijo dirigiendose hacia mi.
En ese momento hice algo que les sorprendio. Deje de mamar y les dije: "¡Nadie tiene por que enterarse si yo no digo nada! ¿Verdad?". La verdad era que no sabia de estas reglas, pero tal era mi excitacion que no estaba dispuesta a dejarles ir sin habernos dado ese gusto. Se sorprendieron de mi actitud. El que me daba por el culo silbo apreciativamente y le dijo a su compañero: "¡Pues orale! ¡Esta si que aprende rapido su oficio!". "Bueno mi reina, si prometes que no le dices a nadie…" comenzo a decirme el otro mientras sentia que se la meneaba para eyacular.
Con una mano alzo mi rostro que yo le ofrecia con la sonrisa mas lasciva que podia poner, eso le gusto. "¡Ahhh…! Si… Asi me gusta verte sonreir Melissa… ¡Toma…!" Me decia mientras descargaba su semen caliente en mi rostro. "¡Ahhh! ¡Si…! ¡Todita para ti mami…!" Gemia con voz entrecortada. Me habia bañado toda la cara y hasta el cabello, sentia el calor y la fragancia de su hombria chorreandome en la frente, la nariz, los parpados, la boca, las orejas…
Busque con mis labios su pene y se lo lami con avidez. "¡Mmm…! ¡Asi linda! Dejamelo limpio mami…" decia con satisfaccion mientras mi lengua recorria su aun palpitante y caliente miembro. Unas manos me empujaron hacia atras y me tendi nuevamente en la cama. Senti que el otro se ponia a horcajadas sobre mi pecho y me acercaba su verga. "¡Ohhh…! ¡Abre esa boquita preciosa…!" Me dijo en un gemido.
Apenas pude entreabrir los labios cuando recibi su descarga en el paladar. Note que se la meneaba con fuerza porque los chorros de semen salian disparados hacia todos los angulos de mi boca. Un hilo de esperma me comenzo a correr por las mejillas, tal era la cantidad de su eyaculacion. "¡Ahhh…! ¡Mira cuanta leche me has hecho dar!… Ahora chupa putita ¡no dejes ni gota!" dijo, mientras yo comenzaba a succionar su pene desde la punta, tratando de aspirarle hasta el ultimo resto de su simiente.
Cuando estuve segura de haber extraido toda, procedi a limpiarsela con mi lengua mientras el charlaba con su compañero comentando la gozada que se habian dado conmigo. Luego ambos me advirtieron que me lavara bien una vez que se hubiesen ido, para que no quedaran rastros de haber contravenido la regla sobre el semen. Recuerdo vagamente que lo hice asi y que luego cai exhausta sobre la cama donde dormi profundamente hasta el dia siguiente.
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