Las sumisas de mi vida: mi mujer y mi hija. Parte 1
Cómo conocí a la perra que me dió a mi hija y cómo disfrute viendo cómo la usaban y sometian.
Ésto paso hace varios años, pero para que entiendan la historia, quiero comentarles que siempre he sido un hombre que disfruta mucho de ver el acto sexual en otras parejas y más si conozco a estás personas.
Soy el menor de 5 hermanos, gracias a Dios crecimos en una familia adinerada y siempre se intentaron inculcar valores católicos, crecí viendo a mis padres ser muy afectuosos entre ellos y sacar adelante su matrimonio. No se en que momento comenzó a pasar, pero recuerdo que era niño cuando me gustaba ir a la habitación de mis padres por las noches y espiarlos teniendo sexo, primero oírlos (porque no me atrevía a abrir la puerta), después aprendí a abrir la puerta despacio y me asomaba para espiarlos, mi padre era totalmente diferente con ella en la intimidad, muchas veces vi como la golpeaba antes de penetrarla, y al hacerlo parecía ser doloroso para mi madre, me gustaba tocarme mucho con estas escenas. Fueron pasando los años y mis hermanos mayores comenzaron a traer noviecillas a la casa, y de igual manera buscaba la forma de verlos o por lo menos escucharlos, disfrutaba viendo el sexo rudo que ejercía mi padre y también observar a mis hermanos experimentar, me la jalaba como loco en la adolescencia, asi fui creciendo, vi muchas cosas y podía saber mucha teoría pero no podía practicarla y me costó mucho relacionarme con mujeres de mi edad, no logré tener ninguna relación estable hasta que termine la universidad a los 25 años. En esos años de juventud, ya comencé a ganar dinero como profesionista y me la pasaba en los prostíbulos queriendo experimentar de todo, que buenos recuerdos. En una oportunidad, conocí a Lorena, una hermosa prostituta, muy jovencita con el cabello largo y ondulado y los ojos grandes, que llamaba mucho la atención por su voluminoso trasero y caderas, tenía 16 años apenas cumplidos y era la más complaciente y cerda del lugar. Comencé a frecuentarla mucho hasta que un día tome la decisión de que quería que sea exclusiva para mi, no puedo decir que nos enamoramos porque no se cómo se siente eso; solo hice que deje su «trabajo» y comencemos una relación, al comienzo fue espectacular todo, recuerdo a Lore muy sumisa, muy entregada, agradecida y complaciente, era increíble tener a una putita en casa 24 horas al día. Lastimosamente, la emoción no me duró mucho y a los 3 meses ya había usado a mi Lorenita de todas las maneras posibles y comenzó a cruzarse por mi mente la idea de ser observador de encuentros que tenga, o mejor dicho que yo le concrete. Sin mencionarle el tema, comencé a comentarlo con mis amigos de trabajo y en reuniones sociales no desperdiciaba la oportunidad de mostrar sus fotos para presumirla, y mi idea se logró concretar y conocí un buen candidato para comenzar mi fantasía, como Lorena aún no sabía lo que organicé, tenía que convencerla de que se vendara los ojos y sujetar sus brazos, lo que no fue difícil porque como comenté, Lore tenía alma de sumisa. Así se dió, acomode un sillón justo frente a la cama para disfrutar cómodamente, mientras la veía retorcerse de placer mientras era follada por el amigo que conocía, para mi sorpresa, ella reconoció que no era yo y comenzó a hablarme diciendo mi nombre y llamándome, no contesté, y se dejó usar sin quejarse o gritar. Al terminar, me acerque y le dije suave al oído: «agradece», ella dijo: «Gracias Señor», el tipo se marchó y la desate y quite los tapa ojos, ella me preguntó tímidamente que cuál era la diferencia de su trabajo a esto y le dije que era una fantasía de pareja y que lo seguiríamos practicando. Durante la semana mínimo lleve a cuatro hombres más, a ninguno le cobre ni un dolar. Lorena ya sabia lo que venía cuando sacaba la cuerda y las vendas para los ojos, así estuvimos varios meses, muchas veces terminaba invitando a algún tipo que conocí en el bar, y en la conversación, que casi se hizo un discurso que repetía cuando había un poco más de confianza, mencionaba que mi mujer era una ex puta y que hasta ahora se comportaba cómo una perra en busca de pollas, que era muy servicial y sacaba sus fotos, las primeras con ropa ligera y las siguientes desnuda, ahi les mencionaba que estaba disponible para oral, vaginal y anal, que podían correrse encima de ella, que teniamos juguetes para experimentar y que todo el tiempo ella estaría vendada para no poder reconocerlos y con los brazos amarrados para facilitar el movimiento, para esta parte, su expresión cambiaba, unos pocos, muy pocos, rechazaban la invitación, pero la mayoría preguntaba el precio o me felicitaban y preguntaban más, aqui les decía que podía compartir a mi putita personal gratis pero que la condición era que yo pueda estar en la habitación observando y jalandomela. Debo confesar que después de verla tantas veces siendo penetrada por tantos desconocidos de muchas maneras, la excitación no era la misma, quería ver más y quizá aquí me excedí un poco y comencé a cambiar mi discurso, diciendo que mi perrita Lorena practicaba la sumisión y era una esclava sexual que le gustaba ser trataba de manera ruda y recibía toda clase de humillaciones, castigos y golpes; comencé a conseguir tipos más degenerados y sucios, esto inició los problemas con Lorenita, me reclamó diciendo que no le gustaba ese trato, que era diferente si se lo hacía yo y que no se sentía segura al no poder ver y tener reducida movilidad, la calmé diciéndole que yo siempre la cuidaría y que esto iba a mejorar la relación que teníamos, aceptó. Las semanas siguientes fueron mágicas, mucha humillación, mucho látigo que me la dejaban marcadita, insultos, me la orinaban y escupian, en fin, una delicia verla. Ella ya no se quejó más, hasta que comencé a aceptar tríos y grupos, la primera vez que sintió dos hombres que la tocaban se desesperó un poco, y comenzó a gritarme, que no quería, tuve que tranquilizarla con una pastillita que usa para la ansiedad y se dejó llevar, yo me acomodé en mi sillón con los pantalones abajo listo para comenzar a satisfacerme, los hombres eran bastante rudos, vi varias cachetadas mientras le hacían mamarla, eso me ponía a mil, vi cómo los dos se la follaron por turnos por sus 2 agujeros pero faltaba la mejor parte, quería ver cómo quedaba doblemente penetrada, uno de los tipos se recostó y montaron a Lorena encima, ella se ensarto bien en su miembro y ahí entra el segundo tipo, empuja su cuerpo hacia adelante forzandola a acercarse al que estaba echado y deja sus nalgas al aire, haciendo visible ese delicioso agujero que momentos antes ya había sido penetrado también, el hombre le mete un dedo en el culo y ella echa a llorar, hace( fuerza con su cabeza en el pecho de uno de ellos y con sus piernas para liberarse, al no contar con sus manos fue casi imposible, pero verla quejándose y retorciendose de esa manera fue muy cómico, me reí, Lorena estaba desesperada y lloraba diciendo que no quería dos pollas al mismo tiempo, que nunca lo había echo, me tuve que levantar porque los tipos se incomodaron y no quería que se vayan, quería ver como reventaban a mi putita hasta dejarla chorreando leche de todos sus orificios, me acerque y con un jalón de cabello, la puse en el piso, le di una cachetada que le volteo la cara y se cayó, se puso a llorar desesperadamente, me reconoció y me preguntaba porque le hacía eso, le dije que tenia que dejar de ser egoísta y pensar también que eso significaba mucho para mí, no pude convencerla, tuve que usar el látigo varias veces y al final se quedo inmóvil como aceptando su destino, me sentí feliz al verla paralizada, desnuda, marcada por el látigo, con la cara hinchada de tanto llorar y los dos tipos la miraban también como con lastima y morbo masajeando sus pollas, les dije: «bueno muchachos ahora si sirvanse, hubo una pequeña confusión de mi perra pero esta disponible para lo que deseen, no se midan, está para satisfacer cada uno de sus deseos», ella soltó un pequeño quejido casi imperceptible, los hombres rápidamente tomaron posición en sus hoyitos y comenzaron a bombearla freneticamente, Lorena solo lloraba en silencio, por momentos se le escapaban gritos creo que involuntarios ante la agresividad de sus violadores, esa escena fue demasiado excitante. Al terminar con ella, y dejarla agotada, llena de semen de desconocidos, me acerque a soltar sus cuerdas, pero quiso lanzarse sobre mi para atacarme como un animal herido, me aleje rápidamente y de otra cachetada la tumbe, le dije que si tenía esas reacciones, no me quedaba más que mantenerla atada hasta que se calme.
Pasaron días y yo ya tenía muchas ganas de seguir llevando hombres para que abusen de mi Lore, pero quería que este un poco más calmada. Muchos de ellos que la visitaban frecuentemente también preguntaban por ella, habían vecinos, compañeros y superiores del trabajo, amigos del bar y hasta unos cuántos indigentes de la zona, que, al ser una puta gratis, siempre estaban usándola.
Un día me acerque hacia donde estaba amarrada y me disculpe, con la intención de manipularla y termine cediendo, parecía que estaba funcionando, la solté y me abrazo, me dijo que me amaba, siempre lo hacía, pero me pidió no llevar más hombres o por lo menos no más de uno y no amarrarla, acepte sabiendo que era una completa mentira, ella se emocionó y me beso, en se momento me dijo que hace 3 meses que no le bajaba su menstruación y que aunque era irregular, tenía la sospecha que estaba esperando, y esto tenía demasiado sentido pues la hice follar con decenas de hombres y muchos de ellos le dejaron todas sus semillas adentro, pero en fin, ella me lo comunicó con una sonrisa, como si le hiciese mucha ilusión ser madre, yo me quede paralizado, al principio no supe como responder pero decicí seguir con mi plan de calmarla y fingí emoción, inmediatamente fuimos a pedir una prueba que salió positiva, casi 4 meses de embarazo tenía mi perra. Regresando a casa, pensaba mucho al respecto, pero me enfoque en vivir el día a día, comencé diciéndole que teníamos que aprovechar de nuestros juegos ahora que todavía podíamos antes que llegue el bebe y que ya tendríamos que dejar todo para ser una familia tradicional, mentí de nuevo, pero tenía que hacerla ceder un poco, ella se emocionó, se colgó de mi cuello y me dijo que haría lo que sea para que podamos ser una familia cuando nazca el bebé, sonreí por dentro, y le di un beso en la frente, era demasiado para mi que Lore me diga que haría cualquier cosa; esa noche la trate cómo a una feliz embarazada, aunque casi era imperceptible aún algún cambio corporal. Al día siguiente, me levante temprano, como nunca me esmere en hacerle un desayuno a mi perra preñada y se lo lleve a la cama diciéndole «amor», ella estaba muy feliz y desayune con ella, al terminar le pedí que me acompañe a escoger algunas cosas para continuar con nuestros juegos y aprovechar el tiempo hasta que llegue el bebe, para mi sorpresa ella me sonrió y me dijo que si a lo que quisiera, no pude evitarlo y tuve una erección ella se levantó a ducharse, pero la detuve, la acomodé boca abajo en el sillón y la penetré por el culo, ella estaba muy exitada también, terminaba a chorros y gemía como loca, al terminar, le deje el culito chorreando leche, hice que me lamiera la verga para limpiarla y lo hizo mirándome con una sonrisa, siempre fue muy buena perra, al verla así, no pude evitar pensar en que podía darme una hermosa bebe, igual de puta y entregada como ella y que podríamos ser una perfecta familia incestuosa, suspire y sonreí de imaginarlo, aproveche que estaba arrodillada y con una sonrisa en los labios para darme la vuelta y pedirle un limpieza de culo, sentir su lengua, mamandome los huevos y el agujero del culo fue lo mejor, solo pensaba que ella se merecía seguir siendo ensartada y usada, había nacido para eso, después pensaría que hacer cuando nazca el bebé.
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