Lupe 31
Choripan .
Sugiero leer los anteriores relatos.
Pido disculpas por los errores que puedan haber:)
Así comenzamos a trabajar de putas, la mayoria de los clientes pagaban un completo. Les daba morbo saber que eramos madre e hija, algunos pagaban doble servicio. Para estar con las dos a la vez.
Nos hacían besarnos y chuparnos mutuamente, eso los volvía locos. Nosotras a veces lo disfrutábamos y teníamos orgasmo otras lo fingiamos.
Hubo que crear una nueva tarifa, muchos camioneros venían a casa querían coger, comer y descansar comodamente en una cama. Asi que Papá determinó un servicio de doce horas canilla libre. El cliente podia hacer las tres cosas todas las veces que quería o podía.
Un día vino un omnibus con una treintena de chicos de doce años, estaban festejando la confirmación de la comunión de uno de ellos. El padre del que festejaba quería agasajar a los amiguitos de su hijo llevándolos a coger. Arreglo con Papá una tarifa por todos incluido el.
Fueron pasando de a uno, algunos con Mamá otros conmigo. Nosotras no nos levantabamos de la cama, los esperábamos desnudas con las piernas abiertas. La mayoría ya entraba con la pija dura, se subia encima y le guiabamos su pija a la concha. No más de cinco minutos se corrian, nos limpiabamos con una toalla humeda y entraba el otro.
Hubo uno que no se le paraba, yo se la chupaba y nada. Opte por agregar un dedo en su tierno culito junto a mis mamadas. Entonces si se le paro yo segui y me acabo en la boca. El padre del chico eligió entrar conmigo, me cogió por el culo. Dijo que la concha estaba muy abierta y no iva a sentir nada.
Mamá contó después, que casi todos los chicos le pedían permiso para chupar sus grandes tetas. Se prendía a los pezones como bebes amamantando. Dos o tres de ellos se calentaron tanto con sus tetas que acabaron sin meterla, manchando de leche su puvis.
Los domingos venían hombres mayores que vivían solos. Se reunían en casa, tomaban vino almorzaban jugaban a las cartas. Nosotras con Mamá los atendiamos, procurando exitarlos para que paguen por un completo.
Habia uno que le gustaba coger delante de todos, que todos vean lo macho que era. Un día yo lo estaba exitando, sentada en sus piernas. Ya sentía su pija dura rosandome la concha.
Papá habia preparado choripanes. El hombre me sentó sobre la mesa con las piernas abiertas, tomo el chorizo del choripan y me lo metio en la concha. Estaba muy caliente, me quemaba. Todos los demás hombres se reían, lo festejaban.
El desgraciado, saco su pija ya dura y me la metio en la concha. Haciendo que el caliente chorizo entrara en lo profundo de mi útero. Me quemaba por dentro. Me embestida sin piedad.
Los que estaban en la mesa, le decían que me de duro, que me reviente, que me rompa el culo también. El me bajo de la mesa y me puso doblada en dos, mis tetas aplastaban un plato de ensalada que habia ahí.
Uno le pasó su choripan, me lo metio por el culo. Estaba más caliente que el anterior, cuando metió su pija me lo empujo hasta el fondo. Yo gritaba, pedia que pare, el me embestia más duro.
Papá había traído una fuente con carne asada y la puso sobre la mesa pidiendo que me dejen ya. Uno de ellos tomo la fuente y la puso donde antes estaba el plato de ensalada.
Ahora mis tetas estaban aplastadas sobre un plato de carne asada caliente. Me quemaban las tetas, un chorizo caliente en la concha, otro en el culo. Yo empecé a llorar, cuando el se dio cuenta, acabo en mi culo con un grito de triunfo.
Yo fui corriendo al baño a sacármelos de adentro mio. Mamá vino a ayudarme y me lavo con mucha agua tibia, decia que agua fría me iva a hacer peor.
Papá ya no nos tocaba, cada tanto desaparecía sabíamos que se iva a ver a su Transexual. Nosotras le entregabamos la plata de los ervicios realizados cuando el no estaba, yo escondia las propinas para mí.
Una mañana mientras desayunabamos, vino el abuelo Manuel. Papá no lo quería dejar entrar, el gritaba que tenía derechos sobre nosotras y queria cogernos.
Finalmente dijo que sabia que trabajabamos de putas para papá, queria pagar para cogernos a las dos
Papá no quería ya que sabia que el abuelo era muy violento y sádico a la hora de coger. No quería que le arruine la mercadería. Los hombres no querían coger con una mujer llena de moretones y marcas.
Finalmente llegaron a un acuerdo. Me cogería unicamente a mi, pero Mamá estaría presente, el abuelo quería que mamá vea como la reventaba a su nieta. Podia hacerme libremente lo que quiera, pero únicamente durante dos horas. Aunque el abuelo quedó enojado, decía que no era justo que tenga que pagar tanto por cojerse a su propia nieta.
Yo ese día cumplía dieciocho años. El regalo que iva a recibir era ser cogida por el sádico torturador de mi abuelo, delante de Mamá.
Continuara…
Sumisamente de rodillas, pido comentarios, para saber si continuar, o no.
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