Lupe 39
A cambio de un aborto.
Lupe 39
Sugiero leer los anteriores relatos.
Pido disculpas por los errores:)
Cuando volví al living, llevando los cafés. El señor estaba con ellas, la abuela de la nena le contaba del embarazo de cuatro meses de su nieta, su mala conducta y su comportamiento promiscuo.
Quería saber si el podría hacerla abortar. El señor le recordó que era ilegal, además de muy caro. La señora le dijo que ellos no tenían dinero, pero seria una vergüenza para la familia.
En ese caso propuso el señor que deje a la nieta con ellos durante un mes. En ese tiempo el llevaría a cabo su fantasía de cojer y someter a una nena embarazada de 12 años. Si aceptaba, durante ese mes sería tratada duramente, aver si aprendia a comportarse. Al finalizar le provocaría el aborto y el correría con todos los gastos.
Tanto la abuela como Dani que asi se llama la chica, aceptaron el acuerdo. Ni bien la abuela se fue, el señor nos ordeno a mi y a Dani desnudarnos. Ella era menuda, se le notaba su pancita de cuatro meses de embarazo.
Yo le acaricié su pancita, era muy sensual tocarsela. Ella se sorprendió de ver en mis tetas y concha esos bultos, le conté que fueron producto de las inyecciones que me dio el señor.
Ella me los toco, todavía me dolia al tacto. El señor le ordeno que me los aprete, lo hizo y yo grité de dolor. Nos ordeno salir afuera, era un dia de lluvia, se había formado barro en el jardín.
Quería que nos peleemos para disfrutar el y su madre del espectáculo. No teníamos opción, empezamos tirandonos de los pelos, ella aprovechaba apretando donde yo tenía las inchazones. Resbalamos y caímos al barro, ensuciando nuestros cuerpos. Yo cai encima de ella.
Vimos que el señor también se había desnudado, me apartó a mi y se puso encima de ella penetrandola por la concha. Mientras la cojia juntaba barro del piso y se lo esparcia por la cara tetas y todo el cuerpo.
A veces sacaba por completo la pija, le ponía barro en la concha y la ensartaba duramente. Cuando acabo en su concha, le puso la pija con restos de barro y leche en la boca.
Fuimos los tres a la ducha llenos de barro. La madre del señor nos miraba con desaprobación, ahora tenia dos rivales.
Esa noche nos ataron enfrentadas una a la otra, entre las dos pusieron un consolador doble, activado a la máxima potencia. El consolador en la concha nos exitaba a las dos, y nos besamos en la boca.
Teniamos las manos libres y acariciamos nuestros cuerpos. El señor se exitaba mirandonos a la vez que acariciaba el culo de las dos. Sentí dos dedos metiendose en el agujero de mi culo, imagine que la otra mano del señor estaba metida en el culo de Dani.
Cuando tuvo su pija bien dura se ubico detrás mio, penetrando mi culo.
No me lubrico, asi que me dolio la penetracion. Mientras le preguntó a Dani si era virgen por el culo.
Era exitante y humillante la situación, el vibrador en la concha, la pija en mi culo, atada teta contra teta con una chica embarazada. Dani dijo que no era virgen por ningún lado.
Entonces el señor me la saco a mi y se ubico detrás de Dani, metiendosela en su culo de un empujón. Ella lloraba del dolor, seguro no tenia mucha práctica. Con las arremetida del señor, el vibrador se movia más en nuestras conchas, provocándo que nos corramos.
El señor también acabo, llenando de leche el culo de Dani. Su madre estaba mirando con cara de enojada. Le ordeno lamer la leche que salia del culo de la nena, metiendo su lengua hasta fondo.
Seguro era humillante para la madre hacerlo. Se arrodillo primero beso la pija de su hijo y después el culo de Dani. Nos dejaron asi.
Madre e hijo se fueron abrazados al dormitorio. Nosotras quedamos así acostadas toda la noche. Tuvimos más de un orgasmo cada una.
Con eso metido en la concha vibrando todo el tiempo, no pudimos dormir nada. Nos despertaron a las siete para hacer los famosos ejercicios. Luego debimos limpiar y ordenar toda casa.
La señora y su hijo estaban reposando mientras se acariciaban. Para su diversión, pusieron en las pequeñas tetas de Dani unas pinzas que le apretaban mucho molestaban y dolia. Para colmo de esas pinzas pusieron unas pesas.
A mi me pusieron las pinzas en los labios de la concha, era terrible. Movernos para limpiar y preparar el almuerzo así fue un suplicio.
Nosotras dos permaneciamos arrodilladas mientras ellos almorzaban. De vez en cuando tiraban al piso un trozo de comida que ya había sido masticado por ellos. Nosotras debiamos pelearnos por comerlo.
La señora le pidió permiso para invitar unas a migas a tomar el té al día siguiente. Aprovechando que ahora tenian dos sirvientas que podrían atender a sus amigas.
Continuara…
Sumisamente de rodillas, pido comentarios, para saber si continuar, o no.
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