Lupe 47

Emborracharse sin tomar..
Lupe 47
Sugiero leer los anteriores relatos.

Mi señor metia la pija en la concha de la mujer, para sacarla totalmente y volver a meterla . Ella jadeaba de dolor/placer, en una de las veces que saco la pija. Ella se corrio descontrolada mente, dejando escapar de su concha chorro de pis.

Mi señor no la dejo relajarse, volvió a meterla y acabo el también. Ahora que todos estaban más relajados, la mujer preguntó por su bebe.

Fui a buscarlo, lo tenia una mujer en su regazo mientras alrrededor varios hombres se pajeaban dejando caer la corrida en el cuerpecito del bebe. Tuve que esperar hasta que se corrieron todos, recién me permitieron llevarmelo.

Cuando lo alcé,  senti que no tenía el clásico olor de los bebes. Tenía olor a sexo, a concha a esperma. Todo su cuerpo tenía restos de corridas, algunas secas otras frescas de recien.

Cuando se lo entrgue a su madre, ella tambien sintió el olor y viendo las manchas en su cuerpo, comprendió lo que habían eatado haciendo con el.

Comenzó a lamer su cuerpo, tragandose los restos de leche tanto la seca como la reciente.  Se éxito y pidió a su marido/amo que por favor la vuelva a cojer. Le dijo que iva a conseguir algun hombre que pague para cogerla.

Volvio al rato diciendole que no había conseguido uno que pague mucho, pero si uno con la pija mas gorda que había visto. Yo estaba cerca mirando todo, asi que me ordenaron chupar su pija para ponerla a tono.

Realmente era gruesa, no me cabia en la boca. Cuando estuvo parada, me dio las gracias y de un envión penetro la concha de la mujer. Ella jadeaba y gritaba todo a la vez. Decia que le encantaba ser cogida por un desconocido, teniendo a su bebe chupandole el pecho. Acabaron los dos y ella se dedico a amamantarlo.

Los miembros del club comenzaron a retirarse, cada uno con sus sumisos. Nosotros también nos ivamos a ir, eran las cuatro de la madrugada.  El señor dijo que en la calle había poca gente,  podiamos salir sin los tapados.

Afuera habia unas cuantas putas, casi tan desnudas como nosotras.  Volvimos a la casa muy cansados para coger, nos dormimos los tres abrazados en la cama.

Al día siguiente,  después de los ejercicios matutinos su madre le rogaba al señor que le cosa la concha. A la tarde fuimos a un local donde hacían tatuajes y piercings,  le explico al dueño lo que queria.

Hicieron sentar a su madre desnuda con las piernas abiertas, desinfecto los labios de la concha. Tomando un punzón cónico, perforo uno de los labios. No utilizo el aerosol anestésico, así que debio doler muchísimo.

Paso un aro y al perforar el otro labio, la concha se cerraba como si estuviera cosida. A ella le saltaro lágrimas de dolor, pero aguanto valientemente.

El señor le explicó que de esa manera, cuando la coja iva a sentir la concha estrecha de una joven. Pudiendo fácilmente abrir los aros y tener completo acceso a su concha, cuando tenga ganas de meterle todo su puño.

Yo quise que me lo hagan a mi también, pero me dijo que era muy joven para eso. Cuando llegamos a la casa, se pusieron a coger. Ella gritaba de dolor y placer.

Por varios días me ignoraron totalmente,  estaban como dos novios recién conocidos. Yo aproveche para probar eso del alcohol en la concha. Tome un tampon femenino, lo envevi en vodka y me lo meti prendo en la concha.

Senti un poco de escosocor, enseguida senti el alcohol en mi sangre, me sentí medio borracha. Necesitaba más,  me sentía desplazada. Prepare dos tampones más,  me meti uno por el culo y otro en la concha. Lo repeti dos o tres veces hasta que cai totalmente borracha. Al día siguiente tenia una terrible resaca  me dolia la cabeza y me picaba mucho dentro del culo y la concha.

Una llamada de teléfono, cambió las cosas. Su ex esposa iva a tomar unas vacaciones con su nuevo novio, necesitaba dejar a la hija, de seis años ahora, con su padre.

Las cosas ivan a cambiar, debiamos ser cuidadosos. Nada de alcohol ni de andar desnudas. Mucho menos sexo a cualquier hora y menos en medio de la casa.

Al día siguiente a la tardecita, de pasada al aeropuerto dejaron a la nena en la casa. Todos nos vestimos rematadamente, para recibir a la nena.

Yo enseguida simpátice con ella, y establecimos una relación. Con su padre y abuela ella era más parca. Asi que convenimos en que yo me haga cargo de ella, incluso que duerma conmigo.

Después de cenar, el señor y su madre se quedaron viendo la televisión.  Yo me lleve a la nena a la pieza, a bañarnos y a dormir.

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