Lupe 55
Recuperando a mis padres..
Lupe 55
Sugiero leer los anteriores relatos.
Habia pasado más de un año trabajando en esa casa, me habian pagado una increíble suma de dinero. Asi que juntando valor le dije al señor que quería dejar la casa.
El primero se enojo mucho, luego acepto dejarme libre dentro de un mes. Por supuesto acepte sin opción de negarme, anuncio en la cena que yo habia decidido abandonarlos.
Dijo que ese mes que quedaba hasta mi partida, los tres se ivan a dedicar a darme un merecido castigo por dejarlos. Empezo esa misma noche, tuve que lavar la vajilla yo sola.
Después me ordenaron acostarme en la mesa ratona del living, donde me ataron con una gruesa soga con las piernas abiertas. Mi concha quedaba totalmente abierta a disposición de cualquier guarrada que quieran hacerme.
Primero le dijeron a la nena que ponga su manita por mi concha, su manito me daba placer hasta que le dijeron que empuje todo el brasito. Ahi si pegue un grito de dolor, ella me decia que me lo merecía por abandonarla com hizo su mamá.
Aprovechando que ya tenía la concha abierta, el señor metio su mano y me saco el diafragma. Dijo que quería dejarme un recuerdo, queria dejarme embarazada.
Así que después que su madre y su hija le chuparan la pija hasta dejarla bien erecta. Me la metio por la concha hasta que se corrio bien profundo, luego puso un tapon en mi concha para que no salga ni una gota de su leche.
Me dejaron ahí atada, hasta la mañana siguiente. Pero mi suplicio no habia terminado, durante los restantes días se dedicaron a infligirme todo tipo de castigos. Los que terminaban con mi concha llena de leche.
Finalmente pude irme de esa casa, con una cantidad de dinero que para mi era una fortuna. También llevaba un embarazo que no había deseado y en todo el cuerpo marcas de los castigos sufridos.
Lo primero que hice fue comprar un auto y una casita en las afueras de la ciudad. Me sentia sola en la nueva casa, así que decidí ir a buscar a mi madre. Fui con el auto al pueblo, era la pobre chica que una noche habia escapado con lo puesto y ahora volvía con auto y casa propia.
Cuando llegue a la casa donde vivi mi dura infancia, habia otra familia allí. Me dijeron que los anteriores habitantes vivían ahora en una capucha de lata más adentro del campo.
Cuando finalmente los encontré estaban irreconciliables, tanto Mamá como Papá, muy descuidados físicamente. Me contaron que despues de mi partida, los clientes habían dejado de ir y habían quedado sin ingresos.
Les ofrecí llevarlos a vivir conmigo, pero en calidad de sirvientes. Tendrian que obedecer ciegamente mis órdenes, tambien los los utilisaria para mi placer sexual. Tendrian que hacer todo trabajo que yo les ordene, tambien tendrian que aceptar los castigos que se me ocurran.
Queria desquitarme de la infancia de mierda que me habian hecho vivir. Ellos no tenían alternativa asi que aceptaron, en el viaje me contaron que el abuelo había muerto el día que yo me escapé. No lo lamenté, en vida fue un sádico torturador.
Al llevar a mi casa, les indique que su cuarto sería la pequeña habitación de servicio. Además de las tareas de la casa, ambos estaban obligados a hacer una hora de ejercicio físico en el gimnasio que habia montado en un cuarto.
Por supuesto los dos debían estar desnudos siempre, y dirigirse a mi como señora o Ama. Los mande a bañar ya que olian terriblemente, les dije que los perros olian mejor que ellos.
Después de la ducha ordene a Papá preparar la cena, mientras yo me sente en el living viendo televisión. A Mamá la sente en el piso primero me lamia los pies mientras me pedia perdón mil veces.
Después le hice chuparme la concha hasta que aprete su cabeza contra mi. La pobre casi se queda sin aire cuando me corrí presionando su cara en mi concha.
Cuando la cena estuvo lista les hice comer en el piso, queria humillarlos. A la hora de acostarnos me lleve a Mamá a la cama, queria sentir sus grandes tetas pegadas a mi espalda.
En un momento de la noche me desperté, me pegue a mama frotando mi concha contra la de ella. Ella disfrutaba tanto como yo, vi que se mordia los labios para no correrse antes que yo. Cuando finalmente yo acabe, ella me pidió permiso para tener su orgasmo. A lo que accedí como buena hija.
A la mañana siguiente comenzaron con las tareas del hogar y los ejercicios físicos. Al cabo de un mes tanto Mamá como Papá tenian mejor aspecto, incluso las tetas de Mamá habian recuperado su firmeza.
Solicito sus comentarios y valoraciones para saber si continuar, o no.
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Muy bueno como toda la serie, cortito y al punto. Gracias!