Lupe 60
En el ginecólogo .
Lupe 60
Sugiero leer los anteriores relatos.
Había pasado casi un año desde que tuve a mi beba, estaba muy arrepentida de haberla vendido. Yo estaba muy deprimida, con sentimientos de culpa.
Había estado haciendome cojer por cualquiera, como una forma de castigarme. Empese a sentir muchas molestias en la vagina, cuando me cogian me dolía. Además me salía de la concha un flujo amarillento verdoso mal oliente, a veces también sangre.
Decidí ir al medico ginecologo de la aseguradora de salud. Cuando entre a la consulta me sorprendió que el doctor era una mujer, de unos cuarenta años cabello muy corto, mirada altiva. Nos sentamos en unos cómodos sillones y me pidio que le cuente que me habia llevado a la consulta.
Le conté los síntomas que tenía, ella frunció el señor y dijo que podia ser algo serio. Me pidio detalles de mi vida sexual, le conté de mi descontrol sexual del último tiempo.
Cuando le conté el motivo por el que había llegado a comportarme así, le conté de mi beba a la que había vendido y me puse a llorar a moco tendido. Ella se sento a mi lado, me abrazo acercándome a su pecho.
Lloré un buem rato, ella acariciaba mi cara y mi pelo. Me sentí muy bien en sus brazos, su bata se habia abierto un poco y yo tenia mi cara apoyada sobre sus grandes tetas.
Ella secaba mis lágrimas con sus manos, cuando me tranqiilise beso las lágrimas que quedaban en mis mejillas mojadas. Yo instintivamente acerque mi boca a la suya, ella me beso metiendo su lengua en mi boca profundamente.
Cuando se separó de mi, nuestras bocas estaban unidas por un hilo de nuestras salibas, a mi me calentó mucho. Ella se puso de pie y me dijo que me desnude, tenía que revisarme.
Ni siquiera hice el amague de ir detrás del viombo, muy sensualmente me desvesti totalmente tirando mi ropa interior al piso. Me quedé quieta esperando, ella me observaba detenidamente. Vio los rastros de moretones y arañazos que todavía tenia en las tetas y por todos lados, me hizo girar ordenando que me inclinara y separara los nalgas.
En la cola tenia también marcas, de las fuertes palizas que pedia que me den. Me pregunto si yo disfrutaba de las golpizas, le dije que no pero las necesitaba para recibir un castigo por lo de mi beba. Le conté que desde niña me habian golpeado, tanto Mamá como Papá.
Me indico acostar en la camilla gonecologica, con las piernas en los estribos. Se puso guantes y empezó a oscultarme con sus instrumentos. Dijo que se veía muy mal, iva a hacer análisis pero por su experiencia tenia mas de una enfermedad de trasmisión sexual.
Dejo los instrumentos y senti su mano acariciando mi interior. Yo estaba acostumbrada a pajearme y otras personas me habían pajeado muchas veces. Pero la doctora sabia donde y como tocar cada parte de mi concha, donde acariciar, donde apretar.
Senti su mano acariciando mis tetas, sus dedos acariciaban suavemente luego pelliscaban. Sentir sus largas uñas pasearse por mis pezones me lleno de placer, cuando clavo sus uñas legue a un orgasmo en pocos minutos, desde mi parto me habia negado a sentir placer cuando me cojian. Me senti desmayar del placer, sin querer perdi control y me orine.
La doctora tiro los guantes descartables al piso, me ayudo a levantar. Me dijo que espere un segundo, reapareció trayendo elemetos de limpieza. Energicamente me ordeno limpiar el chiquero en que habia convertido su consulta con mi corrida.
No dejo que me vista hasta que deje todo impecable, luego me dio unos frascos de pastillas con las indicaciones, no debia cojer ni pajearme. Dijo que en una semana debia volver, antes de irme volvio a besar mis labios pocesibamente tomando mi cara.
Sali de la consulta totalmente renovada, me sentía como una colegiala enamorada. Recién habia salido de la consulta y ya tenia ganas de volver a ver a la doctora, me fascinaba su seguridad, su mirada firme y altiva.
Solicito sus comentarios y valoraciones para saber si continuar, o no.
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Muy bueno! Mujer con mujer es una escena bien caliente